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La vida, el mejor de los regalos

Alguien me ha preguntado cuáles eran mis deseos para estos días y tras volcar en una hoja en blanco las más maravillosas aspiraciones que alguien puede desear y plasmarlas con la más bella de las escrituras: —Pero, ¿qué estás haciendo? si ni tú misma te lo crees —mi yo interior cuando se pone insolente es insoportable. Estrujé el papel con la mano y lo tiré a la papelera. Es tan fácil caer en los tópicos que imponen los condicionamientos sociales... Sinceramente creo que en algún lugar de mi infancia se quedaron encriptados mis ansiados deseos porque la realidad siempre supera la imaginación menos en el cumplimiento de las ilusiones tan anheladas como imposibles. Tal vez, esa fue una de las razones por las que empecé a soñar e inventar cuentos, porque tenía en mi mano el poder ilimitado de crear mundos, engendrar personajes, imaginar situaciones, ... Mas tarde, me hice lectora empedernida y fueron otros los que me hicieron vibrar y emocionarme, reír y llorar y desde entonces mi d