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Mostrando entradas de 2015

Vuelve a casa por Navidad

Vuelve, a casa vuelve por Navidad y los copos de nieve que descienden suavemente le dan la bienvenida. Blacky, el pastor mallorquín, lo recibe con saltos de alegría porque sabe de su pertenencia. La madre emocionada lo abraza y JR cierra los ojos porque siente que la vida tiene ese color que hace realidad los sueños y esa fuerza le da alas para afrontar cualquier reto. Cuando está lejos, muy lejos, a veces a la deriva a veces sin tiempo; hay momentos que le llega la caricia de un viento. Un viento que se cuela más allá de la vega, más allá de los cerros, atraviesa la niebla y pasa inadvertido rozando paisajes, esquivando gente, se convierte en bella mariposa, en cantarín pardal o en hoja de los chopos del soto que le lanza destellos. Él impaciente espera que se interrumpan los días para, por fin, dejarse envolver en esa pérdida de la noción del tiempo que solo le ofrece su pueblo. De la mano de su madre, como un niño, recorre la casa que no es una casa cualquiera, vive y late con

Cuando un monte se quema

El viento sur soplaba esa noche de otoño cuando Carlos me atrajo con mimo, me rozó con sus labios, respiró muy hondo y parecía sentirse encantado. Después, me lanzó por la ventana y caí en la broza al otro lado de la valla del patio. Las hojas crujieron enfadadas, me rechazaban de plano y querían que me largase de allí porque la tragedia se cernía en mi entorno, pero no podía moverme, necesitaba ayuda, me estaba ahogando. Un destello de fuego apareció en las hierbas más cercanas que como yesca se volatilizaron. Un hilo de humo se fue extendiendo, se oyó un chisporroteo y unas llamas amarillas se agitaron, el ramaje seco ardió. La noche estaba como ausente, el inconsciente viento siguió soplando hasta sacar una lengua roja que se elevó en el aire, su calor contagió al monte cercano de encinas. El humo se hizo más negro que la noche entre los árboles centenarios y tapó el cielo estrellado. Las llamas se apoderaron de la espesura, se propagaron con su rugido incontrolable y lo arr

La vigía

En tu casa que es mi casa Sigo tras la ventana Recojo miedos en el aire incierto Viento de agosto que el pan amasa Qué lentas pasan las horas Sobre la tierra seca y espigada El parpadeo del sueño Me alarma Esperar que se rompa el silencio Y anunciar el alba Dan vida a las sombras Jirones de fantasmas Un carro toma la calle De madrugada Su traqueteo noctámbulo Me acerca a tu cama Y al oído te digo El vecino ya toma ventaja Despiertas del sueño Te levantas Te vas al amanecer Queda en reposo la casa © María Pilar

El mejor cazador puede ser cazado

La loba esteparia Cuando los inviernos venían muy fríos el temor crecía en todo el vecindario. Parapetados en la oscuridad de la noche, los lobos con astucia y sigilo bajaban al pueblo y cometían sus atropellos: los corrales eran asaltados, los rebaños de ovejas despedazados y los perros más valientes caían bajo sus garras. Los hombres maldecían su suerte a la vez que se sentían subyugados por esa fuerza bruta que, como si de una inteligencia superior se tratase, les ponía en jaque esquivando sus trampas. A juicio de los entendidos, ese año los estaba atacando la loba más grande que se había visto en la zona desde tiempos inmemoriales. De madrugada se adentraron en el monte en el más absoluto silencio, tapaban la boca con pañuelos o bufandas para que las bocanadas de aliento ante el frío exterior no los delatasen. Solo la nieve al caer de las ramas de las encinas, entre las que iban alineados, llenaba las sombras con un ¡plaf! húmedo al chocar contra el suelo. Desde la ladera

Tu inesperada llamada

El otoño vitoriano despliega su abanico de colores en las amplias zonas ajardinadas que inundan la ciudad. Respiro profundamente ese aire no contaminado y disfruto del placer de lo inmediato. Voy al hospital a recoger los resultados de unos análisis rutinarios.  A la salida de la consulta los violetas de la puesta de sol envuelven la ciudad cerrando un ciclo que en mi vida ya es pasado. Las sombras empiezan a enredarse en mi pelo. "¡Ojalá los días estén nublados y con tormenta!", me digo. Haga lo que haga o esté donde esté siempre mi cabeza está dando vueltas a lo mismo, me siento atrapada y la bola se va acrecentando. Tanta habladuría interna me deja hecha un lío, tantas preguntas sin respuestas. Paso como flotando por los asuntos de mi vida diaria, me siento agotada y sin poder dormir. Quiero salir de ese momento rumiante, pero vuelvo al punto de partida una y otra vez. De momento no lo comento con nadie, les haría sufrir y el torrente de lágrimas llegaría a inunda

Lo que esconde mi nombre

Tengo los ojos color avellana y mido 1,68. De pequeña tenía el pelo negro y la piel muy blanca, como Morticia, la de la familia Adams. ¿Una gótica macabra? Ni yo sabía entonces de su existencia. En casa me contaban que me había dejado una valenciana que pasó por el pueblo vendiendo cerámicas de Lladró. Una historia para soñar y dejar volar la imaginación. La de las cigüeñas estaba muy vista.  Es fácil creer que la razón de llamarme María Pilar se deba al espíritu religioso que dominaba por entonces en España. Había nacido el 21 de octubre, el 12 es capicúa, el día de la virgen del Pilar, no hace falta ser muy avispado, ¿verdad? Conclusión, que esa sería la causa para ponerme Pilar, con María por delante, era el top ten de los nombres en el momento. Lo curioso es que en mi familia nunca se celebraba el día del Pilar, ni se mencionaba siquiera. Tanto es así que yo lo mimeticé y nunca relacioné mi nombre con el de la Virgen. Lo que me hizo caer en la cuenta de tal incongruencia fue la c

La noticia: Crónica de un olvidado

  Noticia de última hora: La policía italiana ha encontrado muerto en la Piazza di Spagna a un joven indigente español. Portaba este escrito. Se pide colaboración.  Estaba feliz. Por fin entraba en la Escuela de Ingenieros de Bilbao con la que tanto había soñado. Al regresar a casa, me moría de ganas por contárselo. De repente, al abrir la puerta, aparecieron todos felicitándome y emocionado no pude pronunciar palabra. La casa se llenó de globos, de risas, de abrazos. ¡Eres el primero que lo consigue!, me dijo el monitor Alberto dándome unas palmadas en la espalda. Los más pequeños me miraban admirados. Me había convertido en su líder.   En clase, fuiste tú, Pablo, el que te acercaste a mí y me pediste, con ese aire de despreocupación de los que lo tienen todo en la vida, que hiciéramos juntos el trabajo de final de curso. Te propuse elaborar un diseño de un alambique solar para destilar agua. Al principio fuiste reacio, me decías que eso era una locura, pero como tú no tenías ningu

Caprichos del destino

Siento que el corazón me falla, me empiezan a faltar las fuerzas, yo que he vivido una vida alegre y regalada en una de las mejores casas. Al impulso de mis pies volaba independiente y libre cuando otros querían hacerme suya, manos largas como telarañas. Sorteé peligros, salí ilesa y zumbona batía mis alas. Cuántas veces la mano del abuelo se me acercó rozándome. Él presumía de que nunca fallaba, pero yo más lista lo esquivaba y burlona desde la distancia le sacaba la lengua. ̶ ¡Bah! Se me ha escapado ̶ decía con fastidio. Todas las mañanas se repetía el tintineo metálico del vaso de agua con azúcar que me atraía. Al acercarme, mis antenas se ponían en alerta y me avisaban del peligro: era su mano la que lo agitaba. Con mi alegría natural lo rodeaba y a modo de saludo le zumbaba al oído. Él, zalamero me susurraba: ̶ Ya sé, ya sé que eres la más lista y la más rápida. Durante minutos daba vueltas al agua con la cucharilla y aun sabiendo que el azúcar ya estaba disuelta, se queda

Entre los susurros del viento

Aunque permanecía cerrada y con sus puertas y ventanas selladas, yo bien sabía que la gran casona al lado de la nuestra latía suavemente porque era una casa con corazón, porque era una casa habitada. En sus piedras estaba grabada una intensa historia que a mí se me escapaba, la de la mujer misteriosa que vivía en ella y tan solo una vez al año se dejaba ver como salida de un cuento de hadas. Solo oír el chirriar del engranaje oxidado del gran portón remachado con herrajes, el tiempo se detenía, se me tragaba la voz e interrumpía mis juegos sabiendo que la mujer aparecería en nuestra casa atrapándome en aquella atmósfera de fábula que la rodeaba. Rápida me escondía detrás de la puerta y por la rendija espiaba. Era al final de la época estival, la higuera inclinada y vencida se desparramaba ocupando todo el corral rodeado por una tapia baja de piedra cerrateña que le hacía las veces de macetero. Su dueña, como había hecho años y años atrás, desde que alguien la dejó por otra prepara

Las Fiestas de Villamediana

̶ Por fin llegan los días más esperados del año. ̶ ¿Navidad? ¿Pero qué dices? Si estamos en agosto. ̶ ¡Hablo de las fiestas! Cómo se nota que no tienes pueblo, tú que tanto hablas de turismo rural y de lo que te gustan los pueblos con encanto. Mira, no te preocupes, te vienes conmigo a Villamediana que en las fiestas de mi pueblo lo vas a encontrar. Desde que se ha publicado en la página del ayuntamiento el programa; el whatsapp, los móviles, el fijo o “el boca a boca” están que echan humo transmitiendo la noticia. No necesito recurrir al tópico de que son de las mejores, porque lo son y a ver quién es el guapo que se atreve a decir lo contrario. Se extienden del 22 al 26 de agosto y no están dedicadas a ningún santo en concreto porque el pueblo no tiene, pero tiene un Beato Francisco que hace las veces; minucias sin importancia porque de lo que se trata es de celebrar lo que conocemos como LAS FIESTAS DEL PUEBLO. Todos reservamos esos días aunque estemos en la playa, en la mon

La llamada del mar

Al anochecer El oleaje del mar tenebroso Golpea y golpea Una gaviota cruza perdida La línea de la noche Barcos anclados en el puerto Y abatidos pescadores en tierra La desolación de un naufragio La espuma de la orilla Acerca Mirando al infinito Una madre y su niño esperan El regreso de los que no llegan

Descanso veraniego

Un saludo amigos, acabo de regresar de un viaje y me encuentro con un blog remolón y perezoso que ante la suave brisa que nos anuncia la cercanía del verano, me reclama un cierre temporal para realizar otras actividades más en contacto con la naturaleza. No quiero dejaros el típico cartelito de cerrado por vacaciones porque reconozco que todos los que estáis ahí, a los que he tenido la suerte de encontraros en este rodar bloguero, os habéis hecho especiales y ya ocupáis un lugar allí donde crecen los sentimientos. Gracias a todos los que me habéis leído y en particular a los que entrada tras entrada habéis dejado vuestros animados comentarios. Me habéis dado mucho: risas, compañía, retazos de vida e historias compartidas que han ocupado gratamente parte de mi tiempo. Con vosotros he encontrado ese arte de contar y he descubierto nuevas maneras de mirar: miradas impregnadas de humor, poesía, ironía, nuevos significados de las palabras de siempre... que me han llevado a apreciar

Si el pasado llama a tu puerta

Aitor salía del área de descanso Ruta de Europa donde había parado para comer cuando le entró una llamada en el móvil. Al ver el prefijo de Francia tuvo un mal presentimiento. Dejó que sonara. Se cerró el anorak y corrió hasta el camión para protegerse del temporal de viento y frío de noviembre. Con las manos heladas conectó el motor y salió huyendo dirección Madrid. Volvió a sonar. Estaba ahí. Podía sentirlo. Podía olerlo. El olor del miedo —¡Qué hostias pasa, tío! ¿Por qué no contestas?—La voz firme y autoritaria que le llegaba del otro lado de los Pirineos le confirmó lo que intuía: "el Burua". Intentó ocultar tras la suya la debilidad nerviosa que sentía: —¿Quién coño eres? —Mira Ortzi, a mí no me vaciles. Tenemos un trabajo para ti. Tú no estás fichado y hay que ejecutarlo en Francia el 20 de noviembre. Ortzi —pensó— el seudónimo que muy pocos conocían. Rememoró su época de estudiante con grandes ideales. Las manifestaciones y los enfrentamientos con la policí

Atrapada por el azar

 Cuando le cree dormido se desliza de la cama. Una madera cruje levemente bajo sus pies descalzos. En la penumbra adorna su imagen con las joyas que tintinean. Se toma su tiempo, un tiempo que ya solo tiene para su adicción. Sale de la habitación con los zapatos de tacón en la mano. El ascensor se para en el bajo. Encara la noche con su melena al viento al encuentro de su suerte.  Su aroma lo envuelve a él como las sábanas de ese cuarto en el que permanece. Palpa el lado abandonado de la cama aún caliente para convencerse de que no está soñando.  « Un amante, seguro que tiene un amante. »  Y llora en silencio su cobardía. Mientras, ella entra en un casino envuelta entre haces de luces y promesas de fortuna. Sentada en torno a la ruleta, parece fascinada con el rodar de la bolita en juego. En ella ha depositado su última esperanza en una sola apuesta. El croupier canta un número y la raqueta se lleva sus joyas. Una furia rabiosa brota de su garganta:  «   ¡Maldición! »,  y golpea con

Un amor prohibido

Mi pecado lo conoce el mundo entero. ¡Qué le voy a hacer! A mí me gustaba más ella que él, tan peludo y descuidado y siempre pensando en las musarañas. Yo necesitaba algo que me permitiera sentir la fantasía y que me elevara de aquella vida tan rutinaria. Con ella encontré ese punto de evasión que me llevó a una sensualidad sin artificios porque simplemente me alentaba al disfrute en libertad. Andábamos desnudos por aquel jardín al que nos habían invitado a una fiesta cuando nos encontramos por primera vez. Con la piel satinada y las mejillas arreboladas lucía tan hermosa que no pude menos que alargar mi mano para acariciar su rostro. Sonreía ruborizada al sentir el cosquilleo de mis dedos. El embrujo de la mezcla de dulzura y sensualidad hizo brotar en mí la pasión. Cuando me la presentaron fue para decirme que ni se me ocurriera pensar en ella. Para entonces yo ya había hecho un largo recorrido de pícaras miradas e intenciones lujuriosas. Cuando mis labios se acercaron a su pi

Día Internacional de la Poesía

De un amanecer luminoso  Insistentes trinos Soñando me despiertan El sueño de aquel día.  El arroyo cantarín  Conoce mi secreto  Lo susurran los chopos Acariciados por viento.  Espumosa estela de mar  Surca un cielo limpio  Entre ambas orillas  Mi corazón dividido.  Puerta que se abre  Mariposas que la traspasan  Un ocaso tornasolado  Titilar de estrellas lo atrapan.  Nada más hermoso bajo el sol  Que sentir tu cercanía y tu mirada  Tu guiño de complicidad, tu palabra.  © María Pilar

El vaivén de la vida

En la vida de Clara había aparentemente de todo menos paz y sosiego. Era de esas personas que cuando te pasan, su estela tira de ti y te hace girar la cabeza deseando alargar tu mano entre la brisa que ondea los rizos de su melena. Esa noche Clara se separó de la fiesta, se quitó los zapatos de tacón de vértigo, la máscara de top-model y se abandonó en el columpio de sus pensamientos. Cualquier observador habría olido la tristeza que embargaba tanta belleza. Sabía que Rubén no se creía que ella se dormía en cuanto se acostaba, pero callaba. Rubén sabía que esa tarde ella había llorado, pero dijo: ̶ Cariño, ¿estás ya preparada? La rutina había llegado a sus vidas como un intruso para definitivamente quedarse. Su ambición profesional, el estatus social y ese ajetreo diario de fiestas y relaciones sociales para alzar una muralla sobre la que asentar su seguridad, había resultado una telaraña en la que se habían perdido y ahora… ahora todo ello solo servía para acallar el incómodo

El caso de las joyas robadas

Cardini Spañoleto ̶ su verdadero nombre era Aitor ̶ había llenado el Madison Square Garden precedido por su gran fama de mago ilusionista. Sus trucos tenían magia e inteligencia y engañaba y divertía a la par. Hoy era el gran día de la representación tan anunciada con truco nuevo incluido. Cuando las luces se apagaron y quedaron solo las de emergencia y las que lo enfocaban en el escenario, sintió la atracción de alguien que desde las gradas ejercía una influencia sobre él. Le hacía perder concentración. Era la misma atracción que lo inexplicable de sus actos ilusorios ejercía en las multitudes que lo seguían allá donde se presentaba. Abrió su maletín para que todos comprobasen que estaba vacío y al cerrarlo se encendieron las luces del pabellón. Lo abrió y lo cerró varias veces repitiendo el mismo efecto de luces. Los destellos de las joyas resaltaban la belleza de Nerea sentada como una espectadora más entre las primeras filas del graderío. Su mirada curiosa y expectant

Celos que matan

El hombre que me enamoró era inteligente, apasionado y divertido. Nos conocimos en 5º de Derecho y cuando él encontró un buen trabajo en un bufete de abogados decidimos casarnos. Yo podía quedarme en casa. Al principio todo fue muy bonito, pero poco a poco se fue desmoronando con las broncas que me montaba porque miraba a este o sonreía a aquel... Hasta el día que empezó a golpearme cegado por sus celos irracionales. Hoy, cortando definitivamente todos los hilos de mi destino me ha gritado: ¡En adelante no saldrás de casa, así podré estar tranquilo! En el aire ha quedado el retumbar del portazo habitual. No puedo aguantar más y en mi interior algo se quiebra violentamente. Mi cara se queda desencajada, mis piernas se doblan y todo mi ser es un ovillo. La visión empañada me impide distinguir esa sombra que se me aproxima, oigo su voz queda diciéndome: —Mamá... —Mi niño, pero estás aquí, en mi habitación. —¿Por qué papá es malo? —Papá no es malo, nos quiere mucho. —Tú siempre

Mujeres que pisan fuerte

 RETO: ESCRIBIR UN MICRORRELATO CON UNAS FRASES AL AZAR DEL LIBRO: Alicia en el País de las Maravillas Alicia estaba ya tan acostumbrada a que todo cuanto le sucediera fuera algo extraordinario, que le pareció de lo más soso y estúpido que la vida siguiera por el camino normal , pero terminó aceptándolo y más cuando ya no era la joven que fue sino que vivía en un cuerpo de mujer ya cumplidos los cincuenta.  Se daba por lo general muy buenos consejos a sí misma, aunque rara vez los seguía, como esa dieta que se había propuesto, en realidad no la cumplía por simple pereza, se justificaba diciendo que a ella le gustaba lo natural como la vida misma.  Se encontraba en la cocina dando vuelta a la tortilla de patata que preparaba para la cena cuando oyó que Tom entraba. Tras largos años de convivencia, hasta esos detalles tan nimios, como el ruido que hacía al abrir la puerta, le informaban que era él. Siguió poniendo todo el entusiasmo en la realización de su obra. En eso, Senen, el coci

La estrella y la luna

 RETO: UNA CANCIÓN, UNA HISTORIA Título: La estrella y la luna Autor: LA OREJA DE VAN GOGH https://www.youtube.com/watch?v=6DAv9dXKmlA En cada sonrisa mil "te quiero" En cada destello un millón de besos Aire puro anhelos secretos Como guardan los ríos sus mejores recuerdos. Los niños chiquitos olvidan sus miedos Cuando cada noche Creen poder tocarla en sus dulces sueños. En la alborada del mar del amor Conciben suaves melodías Entre los lazos del viento. Los ojos cuentan, la poesía escribe Se enredan como folio y verso. Agua, hielo, tierra, y fuego Pesadilla de terror tornan los dulces sueños Serpiente que no sabe de aromas ni besos Pupilas de envidia, congeló el momento. Si de llorar se tratara, Se ahogaría el mar por dentro. En un columpio se bambolea la estrella Ha regresado a su cielo © María Pilar

Amor en el Museo

Tres bellísimas jóvenes rebosantes de carnal picardía muestran con gozo sus cuerpos desnudos. Las tres están conectadas entre sí a través de los brazos, el velo y, sobre todo, la mirada. Es justo la complicidad de sus miradas lo que da unidad al grupo. Bailan al ritmo de una divertida música que canta la lira de Orfeo y con la elegancia y gracia que irradian, nos están invitando a participar. La cascada de cabellos rubios que le cae a Áglae por la espalda tiene hechizado a Diego que las observa. Siente que adentra sus manos entra los rizos y percibe el cálido aroma que los envuelve. Tiembla excitado al contemplar la morbidez perlada de su cuerpo desnudo. Está pletórico y entona un soneto a la voluptuosidad  de su amada. Las tres chicas cuchichean. "Ahí lo tienes, encendido de pasión", le susurra Talia. Y hábil le baja el brazo para que luzca la frescura de su pecho con el pezón turgente. El fruición que experimenta Diego, intensifica su respiración y el sudor le