El peregrino de lo blogosfera hoy ha parado en este blog y al marcharse me ha dejado el regalo de este precioso vídeo y el texto que lo complementa para reflexionar. ¡Que sí! ¡Que sí! que es verdad. Al principio yo tampoco me lo creía, de ahí mi grata sorpresa al entrar hoy en mi casa y encontrarme con él. ¡Qué genial idea! Gracias, por este regalo que yo ya sé que es un granito de arena en tu incansable peregrinar por la blogosfera. Pero este granito de arena es un eslabón más de la inmensa cadena a la que se va uniendo tanta y tanta gente gracias a tu actividad.
El Peregrino de la Blogosfera llega a un lugar muy especial ya que la curiosidad por este largo viaje ha conseguido abrir sus puertas.
Hoy voy a contarles los sueños de niñez, aquellos días en los que los libros nos transportaban a islas misteriosas con tesoros escondidos, días en que la Luna hacía que el espacio fuera más accesible y soñáramos con llegar a las estrellas.
La fantasía estaba siempre en nuestra cabeza y lo mismo eramos exploradores de un mundo aún desconocido como nos adentrábamos en un viaje por el océano construyendo la ciudad de nuestros sueños después de saber que hay vida en el interior de la tierra.
Estos sueños de niñez eran producto de nuestras fantasías que nos llegaban con las lecturas y la poca televisión que podíamos ver.
Hoy mis hijos también tienen sueños de niñez, sus sueños son tan maravillosos como los que yo tenía, pero creo que son con gran diferencia más espectaculares, por lo que muchas veces gracias a sus sueños consigo entenderles mejor y con ellos me adentro en sus aventuras.
De siempre en nuestra historia el mundo ha ido muy rápido, recordando historias de los abuelos que por primera vez conocían la radio, de nuestros padres que descubrían la televisión y de nosotros mismos que veíamos nacer internet, esto va muy rápido, ¿Sabrían ustedes adivinar cual de los sueños de niñez de nuestros hijos se van a cumplir?
©Jose Senovilla (Peregrino de la blogosfera)
Hoy voy a contarles los sueños de niñez, aquellos días en los que los libros nos transportaban a islas misteriosas con tesoros escondidos, días en que la Luna hacía que el espacio fuera más accesible y soñáramos con llegar a las estrellas.
La fantasía estaba siempre en nuestra cabeza y lo mismo eramos exploradores de un mundo aún desconocido como nos adentrábamos en un viaje por el océano construyendo la ciudad de nuestros sueños después de saber que hay vida en el interior de la tierra.
Estos sueños de niñez eran producto de nuestras fantasías que nos llegaban con las lecturas y la poca televisión que podíamos ver.
Hoy mis hijos también tienen sueños de niñez, sus sueños son tan maravillosos como los que yo tenía, pero creo que son con gran diferencia más espectaculares, por lo que muchas veces gracias a sus sueños consigo entenderles mejor y con ellos me adentro en sus aventuras.
De siempre en nuestra historia el mundo ha ido muy rápido, recordando historias de los abuelos que por primera vez conocían la radio, de nuestros padres que descubrían la televisión y de nosotros mismos que veíamos nacer internet, esto va muy rápido, ¿Sabrían ustedes adivinar cual de los sueños de niñez de nuestros hijos se van a cumplir?
©Jose Senovilla (Peregrino de la blogosfera)