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Mostrando entradas de 2012

Navidad es volver a casa

Todos volvemos a casa por Navidad. No es una casa cualquiera, vive y late con los que la habitan, desprende olor a calor y sabor a hogar. La casa de los abuelos en la que nosotros hemos cogido el testigo para un día pasárselo a los más pequeños. Presencias que son ausencias también ocupan su lugar. Es lo que le hace única y especial y está por encima de cualquier comparación. Pertenece a nuestro ciclo vital desde el principio y tenemos que cerrar los ojos para verla en toda su dimensión porque la realidad la ha ido transformando. Pero ni la más mínima pátina de polvo la cubre porque pertenece al ámbito de la infancia y está entrelazando el mundo de los afectos con los que construimos nuestros propios recuerdos. Es nuestra casa una de esas palabras con contexto porque significa mucho más que la definición fría del diccionario. Está cargada de olor, de sabor, de compañía y de espacios vitales. Es la luz del sol perfilando un precioso paisaje castellano con un cielo azul diáfano a

El bastón de caramelo

Se hizo la luz y el abeto lució engalanado envolviéndolo todo en la magia de la Navidad. Fluían las emociones y entre la gente se daban momentos de la más bella estampa navideña. Él era el único que desentonaba, tal vez ni eso, porque nadie se fijaba en su presencia y es que no desprendía las notas de un alegre villancico ni era un muñequito de nieve, tampoco el sonido de la campanita del trineo o el delicado susurro de una burbuja dorada en la copa del abuelo.  Había salido de las manos mágicas de un joven maestro pastelero que, en vez de los clásicos rojos y blancos de Papá Noel, le había dado la forma y color del bastón de su abuelo dotándole de un corazón cargado de buenos sentimientos. Sin libro de instrucciones le había embarcado en la aventura de la vida para que cumpliera sus deseos.  Y allí estaba, colgado como un adorno más, pero qué apagada quedaba su imagen confuncida entre las ramas del abeto. Desde su rinconcito, deslumbrado por tanta luz y color, tanta música envuelta

¡Ronaldo, vente a Aspace! Premio Internacional

El 23 de septiembre de 2012 los de Aspace contestando al jugador de fútbol Ronaldo, que había manifestado estar triste, dejaron este mensaje: En Aspace nos gusta que la gente esté contenta y feliz. Por eso, le hemos invitado a Cristiano Ronaldo a que se haga voluntario en Aspace-Álava. El chico parece que está triste últimamente, así que nada, le hemos grabado este vídeo para contarle lo bien que se lo pasaría con nosotros. Si tú también quieres ser voluntario, ¡contacta con nosotros! Noe, de 16 años y socia de Aspace, colectivo muy querido en nuestra ciudad de Vitoria, dirige al futbolista una carta para que busque otras alternativas como la de hacerse socio de Aspace y le asegura que se le olvidará la tristeza. El vídeo que protagonizan los propios afectados y que ya triunfó en su momento, ahora nos da una doble alegría. La campaña de captación de voluntarios realizada por una agencia vitoriana con muy poco presupuesto, ha desbancado a firmas internacionales de conocido prestigio.

Había una vez un circo

En el circo todos los espectadores éramos enanos. Salió el director a la pista con una barba que tenía tres pelos y nos preguntó —¿Cómo están ustedes? Todos respondimos a voz en grito —¡Biiiieeeeeeeeeeeen! Hacía gestos llevando su mano a una de las orejas para indicar que no oía  y volvía a decir: —Más alto que no se oye nada, ¿cómo están ustedes? Con un griterío que nos desgañitábamos contestábamos: —¡Biiiieeeeeeeeeeeen! Y con cada grito crecíamos y crecíamos y así al director del circo le crecieron los enanos. Pero él, que era un tipo casi divino, siguió desplegando sus números de fantasía y magia y nos metió a todos en el coche de papá y nos dio una vuelta fantástica. Recibiendo la brisa del aire en la cara saludábamos con una gran sonrisa a los que pasaban: ¡Hola, don Pepito! ¡Hola, don José! A veces nos llevaba en un auto nuevo, si nos mareábamos lo cambiaba por un barquito de cáscara de nuez y en ese sí que hicimos cruceros maravillosos. Todo nos alegraba el corazón y n

María y la quema de libros en la plaza de Bergara

“Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres.”  (Heinrich Heine) Es difícil reprimir un escalofrío ante las durísimas imágenes de guerra o revoluciones con las que nos bombardean los diferentes medios de información. El ensañamiento para destruir toda ideología o vestigio de cultura diferente a la dominante no debiera dejar a nadie indiferente, pero es tal el vértigo que produce la fluidez informativa que un acontecimiento social o deportivo puede taparnos la noticia más cruel sin que lleguemos a digerirla.  Esta entrada se la debo a María. Ya había cumplido los setenta cuando yo la conocí, trabajaba de maestra porque necesitaba años de cotización a la Seguridad Social para poder jubilarse. Era fuerte y enérgica, las vicisitudes que había vivido no le habían doblegado su carácter, más bien se había afirmado en sus posiciones. En la clase era donde se sentía perdida, confusa y fuera de lugar, no encontraba ni las gafas que llevaba puestas. Tenía el cabello

La adopción de un nuevo perro

Estos días son numerosas las campañas y las páginas web que nos hablan del cuidado que hay que tener si regalamos un perro por Navidad, puede ser el mejor regalo que podemos hacer, pero si no se ajusta al perfil del nuevo propietario  o no puede responsabilizarse del mismo, tal vez aparezca en el contenedor de basura.También nos recomiendan adoptar un perro en vez de comprarlo por lo que supone de acción solidaria  aparte de la cuestión económica. Nos dicen que hay inmensidad de cachorros esperando una oportunidad y perros grandes que se adaptan a cualquier circunstancia.Todos hablan de educar al propietario para que sepa a su vez educar al perro, de cómo elegirlo, dónde adoptar, direcciones,… Ni una palabra sobre el personal de estos centros de adopción, se da por hecho que es el más idóneo y el mejor preparado para desempeñar esa labor. Entiendo que en la mayoría de los casos será así. Lo que escribo a continuación es un hecho real. Después de la muerte de Moro, quedó tan vac

¿Quién ha vivido por encima de sus posibilidades?

Carlos Jacanamijoy Antes había en los hogares peleas por el mando de la televisión, ahora la niña pasa horas muertas con el whatsapp, el padre con el portátil, la madre con su tableta y la abuelita, que es la que ve la tele, no necesita el mando porque dice que para lo que hay que ver …  Aprovechando este despiste generacional, alguien que se encuentra muy lejos, se ha hecho con el mando a distancia de este país y es desde el que nos dicta severas órdenes de obligado cumplimiento. ¿Cómo es posible que nos dejáramos robar el mando? Dejamos de vigilar confiados en que otros lo hicieran y a esos otros la avaricia les rompió el saco. Ahora nos hablan de bancos malos ¡Vaya eufemismo! Como si fueran niños traviesos y no sinvergüenzas, corruptos (no insulto, solo defino) que provocan desahucios de familias pisoteando recuerdos y vivencias sin ningún pudor. Sacan a las familias de sus casas y se llevan por delante todo el trabajo y la ilusión por levantar un hogar donde vivir con los su

Tiempo de nostalgia

Fuimos un tándem perfecto, la pareja ideal, la suavidad de su trato, la caricia de sus manos y su dulce atractivo sacaron lo mejor de mí.  Lo nuestro era un baile acompasado, ningún ritmo se nos resistía; nuestras vueltas, piruetas, saltos y vainica doble causaban furor y eso que siempre andaba muy ocupada, pero la noche, la noche cuando todos los demás dormían, esa era nuestra. Solo había que ver las miradas que me echaba, el mimo con el que me trataba, los susurros que yo le entendía perfectamente con el simple movimiento de sus labios. Sentir sus manos y verla recostada sobre mí me ponía a cien por hora. ¿Cómo resistir su belleza mediterránea y su sonrisa cautivadora? Era delicioso ver su cara tersa y esa sonrisa de satisfacción cada vez que entrelazados terminábamos lo que con tanta pasión empezábamos.  Tenía una capacidad extraordinaria para hacer conmigo mil virguerías sin sacar nunca una nota discordante, su ingenio y creatividad hicieron que lo nuestro nunca cayera en la rut

Encuentro en el tren

Con los primeros albores del día, el tren sale escrupulosamente puntual. Aquí y allá asientos vacíos y los que van ocupados parecen robots inclinados sobre sus tabletas o sus móviles de alta gama. ¡Cómo ha cambiado el tren en este país! Piensa la todavía joven señora. En su recuerdo quedan los trenes cubiertos de hollín serpenteando pesadamente con su ruido de traqueteo y fuertes silbidos cuyo eco se propagaba por los montes cercanos. Se asumían las largas paradas sin pedir información y los grandes retrasos eran algo habitual. Iban cargados de gente sin sitio para sentarse. Había bullicio y conversaciones cruzadas en voz alta entre conocidos y desconocidos. En cada parada se reubicaban de nuevo, excepto los que ya habían pillado asiento, que no se movían por aquello de que quién fue a Sevilla perdió su silla, aunque los listones de los mugrientos bancos de madera les dejaran marcadas sus descansadas posaderas. Por las ventanillas se apelotonaba la gente para despedir a los suyos

En busca de trabajo y de futuro. Emigración

En este país de vaivenes pendulares rápidamente cambiamos el chip, preparamos la maleta y nos vestimos el traje de emigrante. Tal vez el péndulo esté insertado en el corazón de la naturaleza de este pueblo como  algo que se lleva grabado a sangre y fuego en la cadena genética. Cuando vienen mal dadas, para regresar al punto de partida, se abre en nuestra mente social la puerta de la emigración como única salida en la vida. Quizá sólo así se logre encontrar el camino de vuelta a casa.  Nació en primavera al comienzo de la posguerra española. Era un momento de ilusión y de esperanza en el porvenir una vez terminada la guerra. Desconocían lo larga y brutal que les sería esa etapa.  Manuel a los 12 años empezó a ir al campo con su padre. Así aprendió la dureza de este trabajo cuando, soportando las inclemencias del tiempo, no se contaba con más recursos que la fuerza física y un par de mulas.  La escuela pasó a un segundo plano y acudía cuando las faenas del campo se lo permitían.

El Afilador

La crisis agudiza el ingenio y está haciendo aflorar oficios que creíamos desparecidos. Por la zona donde vivo unas amas de casa han bajado la máquina de coser que tenían en casa a una lonja y hacen todo tipo de arreglos, la ropa ya no se tira como antes, se reutiliza. Un zapatero remendón se ha colocado en un pequeño bajo de un portal y desde fuera, a través del cristal, se le puede ver encorvado sustituyendo las viejas tapas y suelas de los zapatos. Estos días ha recorrido las calles de la zona un silbido característico que desempolvaba recuerdos de infancia, era el chiflo de un afilador.  Al despertar aquellos días, el sol incidía en la tapia de enfrente y un sonido repetitivo y machacón que enfilaba la calle se iba acercando hasta parar bajo mi ventana. Era el inconfundible sonido del chiflo del afilador con el que no paraba de dibujar en el aire en ambas direcciones su tonalidad. A esto le seguía su incansable voz: “el afilaooooor” “se afilan cuchillos, navajas, tijeras,…” “Seño

A las mujeres marroquíes de Vitoria

Temblaba como una hoja, estaba asustada, sus grandes ojos negros comunicaban lo que sus palabras no podían aclarar. Con la túnica granate que vestía y la cabeza cubierta con el hiyab parecía mayor, pero era muy joven. Su juventud contrastaba con una gran dignidad y un no querer ahogarse en el fondo de su propia angustia. Esta fuerza interior era lo que le había llevado a desobedecer por primera vez a su marido, a abrir la puerta de su casa y salir a la calle sola. Nos sentamos en un banco del pasillo, nos miramos y entablamos una “conversación”, si así puede llamarse, porque ella solo hablaba árabe y yo solo español. Sonó su voz en mis oídos, pero fueron sus ojos y sus manos los que me hicieron comprender y todo su mundo cobró vida. Su vida era una existencia de silencio y soledad dentro de las cuatro paredes de su casa en el Casco Viejo de Vitoria y sus negros pensamientos la oprimen más cada día pues los problemas se le acumulan y no entiende nada. Por eso se ha atrevido a llegar

Víctimas del terrorismo ante el final de ETA

Escribimos estas líneas impulsados por el deseo de compartir nuestras reflexiones personales respecto al momento crucial que estamos viviendo. Ahora que se está gestionando el final del terrorismo y que existe un notable bullicio social en torno a las víctimas, sentimos que no podemos permanecer en la pasividad. Lejos de alimentar polémicas, queremos simplemente hacer una aportación serena y constructiva a cuanto está sucediendo. Las víctimas del terrorismo tenemos muchas cosas en común: todas hemos sufrido una vivencia muy dura de sufrimiento, dolor y pérdida irreparable que nos ha marcado para toda la vida. No hemos elegido ser víctimas. Todo lo contrario, esta condición nos ha sido impuesta de forma brutal, injusta, gratuita y arbitraria. Desde nuestra experiencia, ser víctimas no ha supuesto ningún beneficio. En muchos casos supone un estigma y un obstáculo añadido a la pérdida sufrida. Tampoco hemos pedido tener una relevancia pública. Hubiéramos preferido mil veces vivir en

La soledad de los mayores

Me encontré de frente con una aglomeración silenciosa que picó mi curiosidad y de súbito lo vi. Era un pie lo que provocó mi inquietud, un pie descalzo, cansado de las muchas patadas que había dado a la vida, marcado por las durezas a las que había tenido que hacer frente y al final, envejecido.  Fue un flash, un segundo que se quedó colgado en mi mente creándome un gran desasosiego. Ese pie desnudo, que en la caída de su dueño desde el octavo piso había perdido su zapatilla, se liberaba del silencio al que seguramente durante largo tiempo había estado sometido.  ¿Y la zapatilla? Tal vez en un momento dado alguien se encuentre con ella. Pocas cosas hay tan inquietantes como encontrarse una zapatilla usada. Como esos zapatos que jalonan la orilla del Danubio. Cientos de judíos húngaros los dejaron en la orilla del río antes de que se les disparara un tiro en la nuca y fueran arrojados al agua.  En este caso, de haber encontrado yo la zapatilla, se la hubiera puesto para cubrir esa

El robo de bicicletas preocupa en Vitoria

Era un día como otro cualquiera de aquellas felices vacaciones cuando entró en casa. No se acercó a darme un beso, no me susurró:me enamoras cada día más ni vi en su mirada un atisbo de deseo ni escuché su corazón desbocado. Su cara estaba descompuesta, miraba como ido, algo muy grave le había pasado para presentarse así. Apesadumbrado, cayó derrotado en un sillón y se cubrió la cara con las manos. —No me lo puedo creer, me la han robado. Un minuto, solo un minuto y me la han levantado. Fuimos a poner la denuncia correspondiente. El policía nos dijo que pintaba mal, que en la ciudad se denuncian cuatro robos de bicis diarios y casi ninguno se llega a resolver. Creí que esto no le ayudaría en absoluto y para consolarlo le prometí una bici nueva para su próximo cumpleaños. —No, no y no. Ninguna otra podrá sustituir a la mía. Que el ciclismo le gustaba no era ninguna novedad, la novedad era descubrir que lo que de verdad le quitaba el sueño era el robo de su bici y esto, a una pers

Entre Culturas - Español para Inmigrantes -

Título: El emigrante Texto completo:  —¿Olvida usted algo?       —O jalá Autor: Luís Felipe G. lomelí El diablo es extranjero El culpómetro indica que el inmigrante viene a robarnos el empleo. Y el peligrosímetro lo señala con la luz roja. Si el intruso, el venido de afuera, es joven y pobre y no es blanco, está condenado a primera vista por indigencia o inclinación al caos o portación de piel. Pero si no es joven ni pobre, ni oscuro, de todos modos merece la malvenida porque ha venido a trabajar el doble a cambio de la mitad. El pánico a la pérdida del empleo es uno de los miedos más poderosos en estos tiempos del mundo gobernado por el miedo. Y la verdad es que el inmigrante está siempre situado a primera mano, ahí no más, a la vista, a la hora de encontrar culpables del desempleo, de la inseguridad y de otras muchas desgracias. Antes Europa derramaba sobre el mundo, sobre el mundo entero: soldados, presos, campesinos muertos de hambre... que eran protagonistas

El valor del silencio

Me han bastado dos días de paso por mi pueblo para constatar que sigue meciéndose en amplios campos de cereales que ya secos, le susurran sus nanas características ante la suave caricia del viento. Es el acompañamiento a tanta explosión cantarina de grillos, cigarras y mirlos. El viento nos trae aromas de tomillo, romero y espliego y en casa brillan en el cesto las cerezas recién cogidas. El caserío evoluciona lentamente, pero dando una vuelta nos encontramos con casas, rincones y restos de murallas que como un libro abierto te retrotraen al pasado histórico que con la modernidad no ha sucumbido sino que se ha hecho más visible. No ocurre lo mismo con otros elementos de un pasado no tan lejano, a los que las telarañas y el polvo los están acallando. Sólo algunos ojos pueden contárnoslo tal como ellos lo ven y digo ojos porque el grupo de personas mayores que se sientan en los bancos de la plaza a la sombra de los frondosos plataneros, pasan las horas rumiando sus silencios cargad

Sonámbula

Se levantaba por la noche.  Deambulaba por la casa como alma sin dueño.  Encendía las bombillas desnudas que colgaban del techo y con su pálida luz amarilla disipaban la oscuridad, aunque ella no las necesitaba porque caminaba con los pasos ciegos del que no ve el mundo exterior, sin voluntad ni decisión.  Contestaba incoherencias cuando le preguntaban y todos así lo proclamaban: "Es sonámbula". El recuerdo que tiene de sus paseos de nocturnos no responde a una experiencia vivida sino a algo que le han contado, porque su voz en esos momentos era la voz que proviene de los sueños y no de la garganta y sus ojos abiertos, hacia esos mundos oníricos miraban. Tantas veces le han contado lo que hacía o decía que lo ha fijado en su memoria como una fotografía, de ahí que solo se ve a sí misma como una imagen que le devuelve el espejo de su adolescencia con cara de niña y expresión seria, ojos abiertos, camisón blanco y los pies descalzos a pesar del frío. De su madre, que e

La RAE "ratifica" el matrimonio gay

Las palabras del texto siguiente parecen sacadas del reino de Frikilandia, pero no; la mismísima Real Academia de la Lengua Española las ha dado por correctas. Las podremos seguir usando como hasta ahora, pero sabiendo que además de estar en la calle también están en el diccionario de la Lengua Española lo que las “santifica”,  pues han entrado en él por la puerta grande: Una friki con gayumbos se ha colado de okupa sin ningún acojonamiento en mi canalillo. Mientras chateaba en spanglish con mis amigos blogueros estrenando mi nueva tableta, me ha pasado un lápiz y en cuanto he hecho la conexión USB he podido leer: "Pasa de trifulcas entre peperos y sociatas porque son un peñazo, vamos a la fiesta isidril donde formaremos un matrimonio gay que, aunque para los euroescépticos sea un proceso de inculturación, es más globalizante que la actividad de los teletrabajadores y con nuestra actitud empática lo haremos más incluyente".

Pobres pero honrados

No hace mucho tiempo la gente de este país decía con orgullo pobres pero honrados y era una norma de conducta que intentaban inculcar a sus descendientes. Tiempos aquellos en los que el reclamo turístico era la pandereta, los toros y el sol y los de fuera le pusieron la música: que viva España, vaya como contrapunto, que también fueron los que nos enseñaron a leer la Historia de España, así con mayúsculas, la de verdad. Después se metió todo en el mismo saco y se empezó a rechazar tanto la pandereta como la honradez que suponía esfuerzo y trabajo para alcanzar algún logro en la vida. Se le dio la vuelta de tal manera que ser honrado vino a ser sinónimo de bueno y bueno de tonto, era normal decir: "De puro bueno parece tonto" y rápidamente se abrió la veda. En un país con la tradición picaresca que tiene éste, no les fue difícil a muchos exhibirse en toda su autenticidad. Lo que contaba era ser rico, los medios no importaban, al fin y al cabo casi nadie pasa de presunt

Lágrimas silenciosas de un niño

Como todos los días la joven profesora saluda a los niños con una amplia sonrisa. Un grupo rodea a un niño de pelo castaño y piel transparente cuestionándole el porqué de su cara marcada. —Me he caído en el parque con el monopatín —les contesta con una voz tímida y adorable, pero ausente de toda su gracia natural.  A la profesora no se le escapa el leve rubor de sus mejillas y la falta de chispa en sus ojos. Pronto los otros niños vuelven con su inocencia a su bullicio habitual y él rápidamente aparta sus grandes ojos de la mirada de ella. Sentado ya en su sitio, la profesora, en lo que dura un pestañeo, recoge la mirada cargada de pesadumbre que él le lanza. El niño aprieta los labios y unas lágrimas silenciosas, discretas y llenas de pudor corren por sus mejillas. Ni un hipo, ni un gesto que delate a los demás toda la angustia que le ahoga. Ella sabe lo que tiene que hacer, y vaya que si lo va a hacer, pero ahora lo más inmediato es hacerle sentir su compañía, que sepa que no

La mosca cojonera y el Sr. Carlos Dívar

A Pepito grillo lo han sacado de este país camuflado en una maleta con destino a Suiza. Tenemos a la mosca cojonera, la única que nos dio una lección de saber estar ante las cámaras con naturalidad y alegría. Se coló en La noche en 24 horas de TVE y nos demostró con ágiles movimientos lo pertinaz que es para divertir y captar el interés de los telespectadores cuando es a otros a los que incordia. Los tertulianos, petrificados como siempre, aguantaban estoicamente manteniendo su rígida postura sin descomponer el gesto; tan solo algún movimiento suave de una mano a ras de mesa para que la cámara no lo captase. El debate económico languidecía con las voces sesudas y repetitivas de los comentaristas, cuando ya los telespectadores estábamos en otra película: La mosca en la nariz de un contertulio de alfiler en la solapa, acariciando una mejilla, columpiándose en un pelo, revoloteando por las indescifrables cifras económicas… Nos pusieron un vídeo y a la vuelta continuó la tertulia co

El cachorro del maltratador

Cuando, como cada tarde, regrese su padre a casa, tendrá la impresión de que reina una paz siniestra, el caos por doquier será testigo de una pelea anterior. Un rayo de sol incidirá en los cristales del ventanal descomponiéndose en mil pedazos para dibujar el perfil de ella yaciendo en el charco de su propia sangre. “¡Ya tienes tu merecido, zorra!” le gritará y entonces..., caerá en la cuenta. Como un loco lo buscará, pero hoy él tiene su pistola.

La vergüenza de Europa - GÜNTER GRASS –

Aunque próxima al caos, por no agradar al mercado, Lejos estás de la tierra que tu cuna fue. Lo que con el alma buscaste y creíste encontrar Hoy lo desechas peor que chatarra valorado. Desnuda en la picota del deudor, sufre una nación A la que dar las gracias era antaño lo más natural. País condenado a ser pobre, Cuya riqueza adorna cuidados museos: botín por ti vigilado. Los que invadieron con armas esa tierra bendita de islas Llevaban, con su uniforme, a Hölderlin en la mochila. País tolerado ya apenas, a cuyos coroneles Toleraste un día en calidad de aliados. País sin ley al que el poder, que siempre tiene razón, Aprieta el cinturón más y más. Desafiándote viste de negro Antígona Y en el país entero hoy lleva luto el pueblo cuyo huésped eras. Pero, fuera de ese país, el cortejo de parientes de Creso Ha acumulado en tus cámaras cuanto brillaba dorado. ¡Bebe de una vez, bebe! Grita la clac de los comisarios, Pero airado te devuelve Sócrates su copa a rebosar.

Indignados en la RAE

Yo también estoy indignada, indignada no practicante en plazas y calles, pero indignada y cada día con las noticias que nos bombardean mi indignación crece. Estamos en el epicentro de una espiral que nos está tragando y de la que no sabemos salir. La indignación es lógica, pero los esfuerzos individuales no llevan a nada: si callas consientes. Toda esa gente, indignada como yo, se ha juntado porque la exigencia colectiva de responsabilidades es la única que se puede hacer oír. Este es su gran logro, ha sabido aunar el dinamismo de muchas mentalidades diferentes en una sola dirección. ¿Cómo es posible que tanto jefe, directivo o asesor no se hayan enterado de nada? No entendían o no querían entender, o más bien no querían que los demás entendiéramos. ¿Dónde está la transparencia, objetividad y eficacia de esa casta de gestores tan fabulosamente pagados? La prima de riesgo atrevida y descarada es la única que engorda, —con primas así no necesitamos enemigos— se hace acompañar de

Parque Nacional de Aigüestortes i Sant Maurici (2)

Otro mundo es posible y al menos durante unos días nos sumergimos en él. Por fin las fuertes y continuas borrascas han pasado y el sol que amanece tímido va cogiendo fuerza en su pelea con la nieve a la que va obligando a retirarse. Los duros hielos son más resistentes y graban nuestras pisadas firmes, a veces; inseguras por momentos; pero la marcha bien merece la pena disfrutando de las agradables vistas y de la atmósfera que luce sus transparencias sobre este precioso lugar de altas montañas. La nieve que lo había uniformado todo en los últimos días, va dejando paso al verde oscuro del bosque de abetos y pino negro que sostiene las altas cumbres nevadas intentando tocar el azul del cielo. El emblemático lago Sant Maurici semeja una gran pista de hielo para hacer acrobacias al ritmo del run-run del agua que acompaña la melodía de tantos trinos que se oyen por doquier. Al lado del lago, Les Encantats se retuercen con un grito desgarrador sin poder evitar la maldición que los está

El Parque Nacional de Aigüestortes i Sant Maurici (1)

National Geographic El sol que desde el amanecer ha asomado por los picos más altos ahora inunda el valle y una atmósfera limpia flota por doquier. El frío del alba ha ido cediendo el paso a una temperatura fresca, pero agradable. ¡Qué generosa ha sido la Naturaleza con esta parte del mundo! La ha situado en un entorno tan singular y bello que allá donde dirijas la mirada te encuentras con magníficos paisajes para disfrutar e intentar retenerlos en la memoria de vuelta a casa. Nos cuentan en el lugar que Franco vino a inaugurar un pantano y se quedó tan prendado del entorno natural que, mediante decreto, lo declaró Parque Nacional de Aigüestortes i Sant Maurici el 21 de octubre de 1955. Los terrenos eran privados por la parte de Boí y comunales por la de Espot, pero él era el Generalísimo. Pueblos con encanto de trazado montañés en los valles de acceso y rutas encantadoras las que recorren el parque. Vamos dejando nuestras huellas junto a las del jabalí que nos ha precedido