Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como #escultura

Un paseo por el cementerio

El turismo de cementerios está cada vez más en boga. Cuando viajamos, visitamos los más grandiosos para encontrarnos con auténticos parques, museos donde reposan celebridades de siglos pasados y, sobre todo, para descubrir la cultura del lugar respecto a la muerte.  Un ejemplo de ello son los cementerios parisinos. Mausoleos suntuosos ante los que te sientes observada por el mutismo de sus estatuas. Parecen competir con el afán de perpetuar en el recuerdo lo que su dueño o dueña fue en vida. Lo apacible del paraje te invita a recorrerlo. Las tumbas históricas, el encontrarnos con nombres muy conocidos y las anécdotas junto con los epitafios más sonados hacen que los recorramos con un espíritu muy lejano al de la muerte, el dolor o las lágrimas.  Como contraposición, yo pondría al viejo cementerio de Praga donde nos encontramos cientos de sencillas lápidas amontonadas sin orden ni concierto en un estado de asfixia total.  En todo caso, los cementerios siempre marcan una realidad difere

El fantasma de la Brígida

En el aniversario del Señorito, el fantasma de la Brígida deja Treviño cuando el ganado sale a la aguada. Siempre fue pobre, y fea sin consolación, nunca honrada, por lo que le toca arrastrarse como alma en pena.  Eso es lo que quiere ajustar con él, que la libere de las cadenas del título de deshonrada que le impuso para toda la eternidad. ¿Padre antes que escritor? Así lo siente, por muy serio que se ponga. ¿Acaso no la engendró en su imaginación? Y siempre ha tenido la percepción de su debilidad por ella. Una cosa es ser querindonga de un maese Guasón que la pegaba para disfrutar contándole los cardenales y otra, cargar con el sambenito en el más allá.  Divisa Vitoria, puro resplandor. Al acceder al parque de la Florida, se topa con su figura en el pedestal. Murió tan joven que no pudo ordenar sus papeles y ella salió perjudicada. Sabe que lleva rato con la mirada levantada del libro que tiene en las manos, atisbando su llegada. Al verla, se baja del podio de un salto, y ella lo sig