En el aniversario del Señorito, el fantasma de la Brígida deja Treviño cuando el ganado sale a la aguada. Siempre fue pobre, y fea sin consolación, nunca honrada, por lo que le toca arrastrarse como alma en pena.
Eso es lo que quiere ajustar con él, que la libere de las cadenas del título de deshonrada que le impuso para toda la eternidad. ¿Padre antes que escritor? Así lo siente, por muy serio que se ponga. ¿Acaso no la engendró en su imaginación? Y siempre ha tenido la percepción de su debilidad por ella. Una cosa es ser querindonga de un maese Guasón que la pegaba para disfrutar contándole los cardenales y otra, cargar con el sambenito en el más allá.
Divisa Vitoria, puro resplandor. Al acceder al parque de la Florida, se topa con su figura en el pedestal. Murió tan joven que no pudo ordenar sus papeles y ella salió perjudicada. Sabe que lleva rato con la mirada levantada del libro que tiene en las manos, atisbando su llegada. Al verla, se baja del podio de un salto, y ella lo sigue por los vericuetos del parque.
—No te pongas pesada, Brígida
—Cambia mi historia y jamás te molestaré.
Entonces en un remanso del río, él se agacha para coger agua con las manos juntas y derramarla por la cabeza de la Brígida. Cuando los treviñeses descubren que el fantasma ya no anda por las tierras del condado, sienten un extraño movimiento a su favor y, empiezan a añorar su ausencia como una influencia benefactora.
(250 palabras)
Relato publicado aquí
Buen micro, María Pilar. A ver si lo pongo yo más tarde.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno, como siempre. Buenas noches
ResponderEliminarMe gusto el relato, te mando un beso
ResponderEliminarMe sonaba este cuento, pero por si las moscas, lo he buscado y lo he leído; porque lo has redactado tan admirablemente que mueve al apasionado anónimo a leer el original y el tuyo, y tengo que decir que ha merecido la pena tu esfuerzo y seguir manteniendo tanta gracia y oficio para compartir el microcuento. En especial me gustó el cambio mencionando a Vitoria, muchísimo.
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡Bravo!!!!!!!
Hola, Pilar. Muy bien micro y que bien narrado, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Un fantasma muy perjudicado.
ResponderEliminarBuen post.
Besos.
¡Ay! El personaje ajustando cuentas con el autor. Estupendo tu micro, M.Pilar. Perfecta la ambientación y el modo de recrear la historia. Me ha encantado.
ResponderEliminarHola Maria Pilar , buen homenaje a este escritor que después de todo
ResponderEliminarle pusieron una estatua en el pueblo , me a gustado el relato.
Te deseo una feliz tarde , besos de flor.
Hola Maria Pilar. Que facilidad tiene la gente para olvidar. No lo conocía, pero me gustó leerlo. Un abrazo
ResponderEliminarMe encantó el ambiente y el modo de recrear este maravilloso cuento. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Maria Pilar, ¡qué buen micro te ha salido! imaginativo, original, entrañable. Me ha encantado.
ResponderEliminarMe imagino la fotografía de una chica leyendo, al mismo tiempo atrapada en una lectura. Lo que me hace sentir pena es el olvido, si se olvida, no habrá valido la pena tanto sufrimiento. Me ha gustado mucho el microrrelato. ¡Suerte en el concurso!
ResponderEliminarMe gustó leer este microrrelato, está muy bien llevado, gracias por ello, un abrazo
ResponderEliminarHola, María Pilar! Estupendo micro con fantasma incluido, de narración impecable, me ha gustado mucho!
ResponderEliminarPor un momento me recordó a "Niebla" de Unamuno. El personaje instigando al autor. La magia que produce el encuentro entre realidad y ficción. Me ha encantado.
ResponderEliminarY eso sin ser agua bendita.
ResponderEliminarSe me ha quedado grabada la frase de "Cambia mi historia y jamás te molestaré." Precioso microrelato ^^
ResponderEliminar¡Hola, Pilar! Tremendo micro que no solo es rotundo por si mismo, sino que me ha descubierto el relato de Ignacio Aldecoa El fantasma de Treviño, que he leído tras tu micro. Impresionantes los dos. Como te ha destacado el comentario anterior. Esa frase final "cambia mi historia y jamás te molestaré" es de lo más potente que leído hace tiempo, de esas expresiones a lo "Nunca más" de Poe. No la pierdas de vista porque puedes sacar mucho de esa frase. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarHola a ambos. Yo acabo de leer el micro, este mes llevo un buen retraso, y también me he quedado con esa lapidaria frase, le da un plus a total a esta historia; que, por otra parte, me parece un muy cuidado homenaje. Saludos
EliminarMuy buen micro, Pilar. No le pierde la sombra al relato de Aldecoa. Ambiente, tono, trama y qué bien narrado. Me ha gustado la historia y lo que puede llegar a dar de sí. Felicidades por tan buen trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tu relato atrapa y me intriga. No conozco la fuente original, pero lo que aqui presentas me hace alucinar
ResponderEliminarMe gustó mucho lo de mezclar el personaje con el escritor en la misma historia. Y lo de " animar" la estatua. También he ido a leer el cuento original y el tuyo no tiene nada que envidiarle en cuanto a ambiente y descripción del personaje. El autor la trata con cierta disllucencia aunque se sabe culpable. Aunque hubiera muerto a una hora más razonable, no sé yo si la hubiera rehabilitado, creo que lo hubiera dejado siempre para mas adelante.
ResponderEliminarSaludoss
Que bien llevado el micro, no solo resulta atrayente, si no que has despertado mi curiosidad y tratare de leer el "original".
ResponderEliminarUn abrazo.
Ignacio Aldecoa ya lo hizo y tú lo has vuelto a conseguir. crear un pequeño relato que atrae el interés de inmediato hasta el final. El primero con un fantasma que no era tal y ahora con un fantasma que lo es y quiere dejar de serlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Pilar. Es de gran maestría sacar al personaje de la obra y que se coma a su autor, la fuerza de este personaje es tal que puede con todo, además fantasma. Me ha gustado mucho, la narración la historia... Todo!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola. Me ha gustado ese enfrentamiento entre un personaje y su autor-padre, pues él la engendró. Brutal esa frase que dice: "cambia mi historia y jamás te molestaré". Parece que al final la escuchó y el fantasma-personaje descansó en paz.
ResponderEliminarFelicidades. Un saludo.
Hola Pilar. Resucitas al personaje y a su autor, el primero que acude a pedir explicaciones al segundo por haberla hecho popular no de la manera que le hubiera gustado. Una idea ingeniosa que ha quedado muy bien plasmada. Un abrazo.
ResponderEliminarHola M.Pilar me gusto tu relato, muy bueno, saludos. Patricia F.
ResponderEliminarNo conocía la leyenda de esa escultura, me ha encantado cómo lo narras.
ResponderEliminarPor esperar, sin desesperarse :-). Un abrazo
Excelsa versión del fantasma de Treviño que has narrado admirablemente bien, compañera. Me ha encantado ese tono de recriminación al autor tan elegantemente expuesto y para solicitar, al fin y al cabo, que la libere de vagar eternamente por las tierras del Condado. ¡Fantástico!
ResponderEliminarHola, María Pilar. He intentado encontrar encontrar entre la obra de Aldecoa alguna con un título similar al relato, pero no ha sido posible. En cualquier caso este relato es magnífico en su prosa y en el homenaje que le haces a tu paisano. Te felicito.
ResponderEliminarVaya, ahora encuentro el fantasma. Lo leeré. Un saludo.
ResponderEliminarHola María Pilar, muy buen relato, desconozco la base, pero está muy interesante el micro. Gracias por compartir. ¡Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarHola, María Pilar. Muy bueno tu micro. No conozco la historia de origen, pero me gusta la tuya por su emoción contenida.
ResponderEliminarHola, María Pilar. Me ha gustado mucho tu micro. Muy buena la idea de que el fantasma quiera que el escritor cambie su triste historia. Muy hermoso el final. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola, María Pilar. Me pasa lo mismo que a Beba, desconocía la historia original. Pero la tuya es muy potente.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola María Pilar, es muy bueno tu micro, no conozco el cuento de origen, lo acabo de buscar y ya lo encontré así que me pondré a leerlo.
ResponderEliminarTu versión está narrada muy bien con todo detalle.
Un abrazo
Puri
Hola, María Pilar. Me encantó tu micro, muy original e imaginativo. Y al igual que varios comentarios, yo tampoco conocía el cuento original, pero ahora ha despertado mi curiosidad.
ResponderEliminarUn saludo.