21 junio 2010

Añoranza

Caras Ionut
Presencia serena y sigilosa
Transparencia de luna, nombre de Helena
Perdida entre nieblas de memoria
Las heridas cicatrizan con tu aroma
Ánimo tengo para invocar tu recuerdo

Vida de todos, regalo de existencia
Sacia la sed de mi añoranza
No crecerán las lilas en el marmóreo lecho
Cantar no oirás al mirlo entre las ramas
Solo el silbar del penetrante viento

Rompiendo tu espejo en mil caras
¡Por qué no vislumbramos tus señales!
¡Por qué no escuchamos tu cansancio!
Cuando en la partida de la vida
Tú eras la mejor carta.

A solas contigo de atardecer lluvioso
Cerrados los ojos, paz en tu mirada
Apartada, solitaria y tranquila
Flor de agosto y abundancia.

Tengo tanto que decirte y
No me salen las palabras
Te seguiré viviendo muy dentro
Lo sabes, aunque me quede callada.

19 junio 2010

Las tres hadas disfrazadas

En un país multicolor, entre fiesta y alegría, nació una princesa que era el orgullo de los suyos y la envidia de los ajenos. 

Un día se presentaron en ese país, sin ser invitadas, las tres hadas hermanas conocidas en el mundo entero por el nombre de la triple A y que individualmente se llaman: Moody’s, Standard and Poor’s y Fitch. 

Mala cara la de los progenitores al verlas, las habían tenido olvidadas y no les habían agasajado como en otros lugares. Ni un detalle, ni un obsequio, ¡nada! 

Standar and Poor’s, la más codiciosa de las tres, se acercó a la princesa, le tocó el hombro con su varita mágica y le dijo: «Desde hoy todo el mundo te verá fea y todos te rechazarán». 
Fitch, la envidiosa, le dijo: «Te rebajaré unos cuantos peldaños para que ocupes el sitio que siempre te ha correspondido y así te olvidarás de esos aires de princesa que tanto aborrezco». 
Moody's, la del doble lenguaje, le auguró un futuro incierto: «Aunque puedes mantener tu atractivo si actúas con inteligencia y sabes dosificar tus ímpetus». ¿?

¿Qué pasó a partir de entonces a la pobre princesa? 
Pues que ella, valiente y nada ñoña, no se fue a una esquina a llorar su desgracia, ni se arrastró tras la triple A para pedir clemencia. Se creció ante la adversidad que le sirvió de estímulo para superar las premoniciones que no se lo ponían nada fácil. Supo que tenía que trabajar duramente y todo ello le supuso una enriquecedora experiencia. 

¿Y la triple A? Una juez las encerró durante 7 años en una cárcel para que no volvieran a hacer premoniciones falsas y engañosas. 
Y colorín colorado que este cuento se ha acabado.

14 junio 2010

Tarjeta roja al maltratador


Hoy un doloroso testimonio tan duro como real que una persona, seguidora de mi blog, me ha enviado.

He visto la tarjeta roja que has puesto en contra del maltrato. 
Soy hija de un cabrón maltratador y te puedo decir que hay cosas e imágenes que no se olvidan aunque se intente hacer. Ojalá hubiera un borrador de memoria de las cosas que nos carcomen. Es muy duro con 7 años y salir a la calle preguntando a toda la gente donde hay un policía, me dijeron donde estaba la comisaría. La policía no me hacía ni caso hasta que vio que estaba temblando y meándome encima. Me preguntaron qué me pasaba y les contesté «mi papá está matando a mi mamá». Me llevaron con el coche de policía hasta casa y hace más de treinta años el maltratador se quedaba en casa y los cinco hermanos y mi madre pasamos toda la tarde en comisaría, hasta que al otro se le pasara la cogorza y estuviera más tranquilo para poder volver.   
Hace 20 años que no se nada de él.

13 junio 2010

Carrera de la mujer en Vitoria

Corriendo voy, corriendo vengo. 
¡Esta carrera la vamos a ganar! 
Nada más llegar al punto de partida se respira un ambiente de celebración y fiesta. La fiesta que queremos celebrar 3000 mujeres unidas, aportando nuestro granito de arena contra el cáncer de mama. Contra todo pronóstico, la lluvia no nos ha aguado la carrera.
Pisando el asfalto con ganas y equipadas con nuestro chip, camiseta y el número correspondiente, hemos recorrido, niñas, jóvenes, maduras y abuelas, los cinco Kilómetros de distancia. Alguna con perro incluido, otras con sillas de bebé. Grupos de amigas por aquí; abuela, madre y nieta por allá.
Todas sintiéndonos unidas por una causa solidaria. 

¡La unión hace la fuerza! 
Pasamos el testigo a las sevillanas.

© María Pilar

12 junio 2010

Becket o el honor de Dios, en Vitoria

Becket o el honor de Dios es una obra de teatro escrita en francés por Jean Anouilh. Se trata de una representación del conflicto entre Tomás Becket y el rey Enrique II de Inglaterra que conduce al asesinato de Becket en 1170. Evidencia el conflicto entre la Iglesia y el Rey y al margen queda un pueblo con su malvivir.   

Esta magnífica obra ha sido estrenada en Vitoria, teniendo como escenario la nave central de la Catedral de Santa María, rodeada de andamios porque siguen las obras de restauración. Los actores han estado de sobresaliente, el vestuario de época impresionante, decorado muy poquito porque la solemnidad la aportaba el estilo gótico de la catedral con el triforio y la bóveda de crucería. Todo ha contribuido a que la obra haya sido un éxito de público y de aplausos.   

Conviene situar la obra en su contexto histórico. Durante el siglo XII las guerras entre sajones y normandos eran constantes, conflictos entre reyes, nobles y clérigos. El rey quería afianzar su poder ante los nobles y la Iglesia, y a la vez los necesitaba para ello. Enrique II puede quedar como un rey más de la larga lista de monarcas ingleses, pero si decimos que su mujer fue Leonor de Aquitania y uno de sus hijos Ricardo Corazón de León, seguro que podemos encuadrarlo un poco mejor en el hilo de la Historia.

Enrique II, rey normando que domina Inglaterra, nombra canciller a su mejor y amado amigo, Tomás Becket, de origen sajón, en contra de la voluntad de la casta normanda y de la reina. El canciller apoya al soberano en sus deseos de lograr mayor autoridad sobre las jerarquías eclesiásticas. 

Posteriormente, Enrique II designa a Becket como arzobispo de Canterbury. A raíz de ello, Becket abandona la cancillería y varía de actitud en defensa de la iglesia y se niega a aceptar decretos que establecen la primacía real sobre la eclesiástica. Una larga lucha comienza entre los amigos, en la que uno defiende el honor del reino y otro el honor de Dios. 

Acusado de traición, Becket se refugia en Francia, bajo la protección de Luis VII. El Papa lo envía a un convento cisterciense. Después de 6 años de exilio, Enrique II permite a Becket regresar a Inglaterra, al aceptar ciertos decretos. El arzobispo regresa aclamado por el pueblo inglés. Enrique priva al arzobispo del privilegio que le corresponde de ungir al heredero al trono. Un grupo de nobles adictos al soberano dan muerte a Becket en la catedral de Canterbury. El rey hace penitencia pública ante la tumba de Becket, canonizado después de su muerte.