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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Entre amigas

—¡No te lo vas a creer, María! —Pero, ¿qué te ha pasado? —Pues la caldera de la calefacción. Esa que puse tan moderna, carísima, último modelo de una marca extranjera famosísima, pues que ha dejado de funcionar, justo un día después de acabarse la garantía. —Ya te digo, que nos las venden programadas, las meten un chip o algo y en cuanto se acaba la garantía, a gastar en arreglos. —Calla, que he llamado al técnico y cuando ha venido, ha aflojado un tornillo, ha soplado, lo ha vuelto a apretar y me ha dicho: "esto ya está señora, son 150 euros". —¿150 euros? —Eso le he dicho yo: "150 euros por soplar, caros vende usted sus soplidos." Y me contesta: "Oiga señora, que hay que saber donde se sopla y para eso hay que ser un buen técnico del sector y además, mire usted la factura. Por ser la primera vez le cobro solo la salida, la mano de obra se la dejo gratis." —¿La primera vez? ¿Entonces piensa que vas a tener que llamarle más veces? Si te digo yo

Lita Cabellut

La lluvia cae sin cesar desde hace días en la ciudad de Barcelona y los pies descalzos de Lita se hunden en el lodo. El humo de las chimeneas que calientan los hogares se mezcla con la llovizna haciendo más negra la triste vida de la pequeña. La gente va y viene malhumorada bajo el paraguas sin fijarse en sus pequeñas manos amoratadas por el frío que extendidas han de seguir mendigando por las Ramblas y en el mercado de la Boquería. Es un ser invisible para los que pasan, alguien que pertenece al mundo de los olvidados. Niebla sucia y húmeda que le hace toser y se le incrusta en el alma. Niebla que envuelve la mirada de la abuela con un corazón de hielo, la codicia le corroe por dentro y desconfiada le arranca hasta el último céntimo. ¡Ay el día que regrese sin el jornal completo! Y no es fácil conseguirlo, nunca ha sido fácil la vida de Lita desde que su madre, prostituta, la abandonó al nacer para dejarla con una abuela que la utiliza como moneda de cambio. No conoce el calor de un

Fin de Año

La noticia ha aparecido hoy en todos los medios de comunicación. A pesar de que tenía días negros y días rojos en su haber, él todos los había vivido con el mismo afán hasta el último segundo de sus 24 horas, era lo único que verdaderamente se había tomado en serio. Podía decirse que había merecido la pena.  Mientras los días se le pasaban asumiendo horarios que otros habrían rechazado, las actividades siempre le estaban esperando y tenía que darse prisa para que no se le acumulasen. No se dio cuenta que el tren de la vida se le escapaba como un suspiro volando entre las muchas hojas del calendario, y ahora sus manos le temblaban mientras sujetaba la última, la que le avisaba de su cese. Un sudor frío le cubrió el rostro. No había disfrutado. ¡No sabía hacer otra cosa! Era tarde, tarde para empezar una nueva vida, tarde para aprender a vivir la vida de forma diferente, tarde porque hasta su neurona más profunda estaba entrenada en una sola dirección, era tarde para rebobinar y cam

La sombra del maltratador es alargada

Era joven y bella, de piel delicada y grácil figura; con apellidos importantes de Bilbao y mejores genes. En ellos llevaba la herencia de esas familias que han sido bien alimentadas incluso en épocas de necesidad y que generación tras generación han disfrutado de un estatus que otros no han podido ni soñar. Se la veía tan necesitada de cariño que te daban ganas de envolverla con un abrazo. Resaltaba en aquel ambiente sórdido del psiquiátrico de las Nieves de Vitoria de largos pasillos y camarillas corridas, como la pequeña flor del Guernica de Picasso. Sus finas manos enrojecidas y las uñas partidas delataban el duro trabajo que le habían adjudicado desde su llegada en las cocinas. El resto del tiempo canalizaba su tensión pintando. Su mundo coloreado era un misterioso espacio con figuras inconexas, desprotegidas y desamparadas. Expresionismo puro cargado de ira, miedo y desamor. Sus pinturas merecían estar en una exposición a la vista de los amantes del arte, le decían. Con una s

¡Feliz Navidad 2016! Zorionak!