—¡No te lo vas a creer, María!
—Pero, ¿qué te ha pasado?
—Pues la caldera de la calefacción. Esa que compré tan moderna, carísima, último modelo de una marca extranjera famosísima, pues que ha dejado de funcionar, justo un día después de acabarse la garantía.
—Ya te digo, que nos las venden programadas, las meten un chip o algo y, en cuanto se acaba la garantía, a gastar en arreglos.
—Calla, que he llamado al técnico y cuando ha venido, ha aflojado un tornillo, ha soplado, lo ha vuelto a apretar y me ha dicho: "Esto ya está, señora, son 150 euros".
—¿150 euros?
—Eso le he dicho yo. 150 euros por soplar, caros vende usted sus soplidos. Y me contestó: "Oiga, señora, que hay que saber dónde se sopla y para eso hay que ser un buen técnico del sector y, además, mire usted la factura. Por ser la primera vez, le he cobrado solo la salida, la mano de obra se la he dejado gratis."
—¿La primera vez? ¿Entonces piensa que vas a tener que llamarle más veces? Ya te digo, que ahora todo lo programan para sacarnos las entretelas. Y si tienes suerte y no les llamas, vienen a hacerte la revisión y te dicen que tienes que cambiar el electrodoméstico, que más de diez años no pueden seguir funcionando, que contaminan, que... rollos que se inventan para enriquecerse a costa del consumidor.
—Se lo he comentado a mi "santo" y va y me dice: "Hay que mover el consumo interno del país para salir de la crisis". ¿Puedes creértelo? Tiene una cachaza que me exaspera.
—Ese santo tuyo será eso, un santo, pero yo no me creo que a base de soplidos se pueda sacar de su sillón a tanto político corrupto, banquero irresponsable, estafadores de cuello duro y malversadores con título nobiliario. Como no cambiemos de mentalidad, el futuro que vamos a dejar a nuestros hijos.
—Pero, ¿qué te ha pasado?
—Pues la caldera de la calefacción. Esa que compré tan moderna, carísima, último modelo de una marca extranjera famosísima, pues que ha dejado de funcionar, justo un día después de acabarse la garantía.
—Ya te digo, que nos las venden programadas, las meten un chip o algo y, en cuanto se acaba la garantía, a gastar en arreglos.
—Calla, que he llamado al técnico y cuando ha venido, ha aflojado un tornillo, ha soplado, lo ha vuelto a apretar y me ha dicho: "Esto ya está, señora, son 150 euros".
—¿150 euros?
—Eso le he dicho yo. 150 euros por soplar, caros vende usted sus soplidos. Y me contestó: "Oiga, señora, que hay que saber dónde se sopla y para eso hay que ser un buen técnico del sector y, además, mire usted la factura. Por ser la primera vez, le he cobrado solo la salida, la mano de obra se la he dejado gratis."
—¿La primera vez? ¿Entonces piensa que vas a tener que llamarle más veces? Ya te digo, que ahora todo lo programan para sacarnos las entretelas. Y si tienes suerte y no les llamas, vienen a hacerte la revisión y te dicen que tienes que cambiar el electrodoméstico, que más de diez años no pueden seguir funcionando, que contaminan, que... rollos que se inventan para enriquecerse a costa del consumidor.
—Se lo he comentado a mi "santo" y va y me dice: "Hay que mover el consumo interno del país para salir de la crisis". ¿Puedes creértelo? Tiene una cachaza que me exaspera.
—Ese santo tuyo será eso, un santo, pero yo no me creo que a base de soplidos se pueda sacar de su sillón a tanto político corrupto, banquero irresponsable, estafadores de cuello duro y malversadores con título nobiliario. Como no cambiemos de mentalidad, el futuro que vamos a dejar a nuestros hijos.
Ni el lobo de los tres cerditos soplaría lo suficiente para barrer tanto corrupto.
ResponderEliminarUna conversación de amigas con un café es un pequeño soplo de esperanza.
Un abrazo, Pilar y feliz vuelta a la normalidad.
Está la caldera haciendo el tonto...tiene justo un año...¡No Por favor!
ResponderEliminarBesos.
Tal como dicea cambio de mentalidad debemos hacer
ResponderEliminarCariños