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Mostrando entradas de enero, 2022

Reseña de Klara y el sol

 Klara y el sol es el libro de Ciencia Ficción escrito por Kazuo Ishiguro después de obtener el premio Nobel de Literatura en el 2017.    Cuando antes leíamos novelas de CiFi sabíamos que con su narrativa fantástica nos sacaban de la realidad y nos hacían soñar en mundos imaginados. Hoy la robótica lo invade todo. Basta darse una vuelta por lo que nos rodea e ir clicando botones. Tienes la sensación de que la vida cotidiana ya ha sido invadida por aquello que nos parecía «fantástico». La originalidad de Kazuo Ishiguro con Clara y el sol es que no trata de cómo vemos nosotros a los robots, sino cómo nos ven ellos. Son los ojos de Klara los que nos muestran el mundo.   Klara es un robot comprado en una selecta tienda para cuidar a una niña enferma. Un modelo de androide AA (Amiga Especial) especializado en el cuidado de niños que, bajo la piel de látex y metal, aloja una sensibilidad prohibida a los robots de su gama. ¿Un error de fabricación, quizá? Su voz narrativa, con la que no

El fantasma de la Brígida

En el aniversario del Señorito, el fantasma de la Brígida deja Treviño cuando el ganado sale a la aguada. Siempre fue pobre, y fea sin consolación, nunca honrada, por lo que le toca arrastrarse como alma en pena.  Eso es lo que quiere ajustar con él, que la libere de las cadenas del título de deshonrada que le impuso para toda la eternidad. ¿Padre antes que escritor? Así lo siente, por muy serio que se ponga. ¿Acaso no la engendró en su imaginación? Y siempre ha tenido la percepción de su debilidad por ella. Una cosa es ser querindonga de un maese Guasón que la pegaba para disfrutar contándole los cardenales y otra, cargar con el sambenito en el más allá.  Divisa Vitoria, puro resplandor. Al acceder al parque de la Florida, se topa con su figura en el pedestal. Murió tan joven que no pudo ordenar sus papeles y ella salió perjudicada. Sabe que lleva rato con la mirada levantada del libro que tiene en las manos, atisbando su llegada. Al verla, se baja del podio de un salto, y ella lo sig

La carta a los Reyes

La noche de Reyes cierra las fiestas navideñas Cada año desfila la cabalgata por mi ciudad con gran bullicio y nos contagia a todos la ilusión. Los más pequeños no quieren ir a dormir, los mayores sonríen; se palpa el nerviosismo en el ambiente.  Es el cinco de enero y estamos en invierno. Un largo invierno que conoce su fuerza y la muestra cubriéndolo todo de nieve. Después sopla un viento gélido que deja las calles vacías y carámbanos amenazantes colgando de los tejados. A pesar de todo, nunca ha sido un problema para Sus Majestades que no vienen en trineos, sino en grandes camellos del desierto. Son los Reyes Magos y con la magia todo lo pueden. Surcan los cielos a la velocidad de la luz para que por la mañana tanto niños como mayores se muestren emocionados al ver en sus zapatos el regalo deseado. En la calidez de los hogares, junto a la chimenea, comienzan los preparativos para esa noche: el cuenco de agua para los camellos; turrones y mazapanes para los Magos y las tres copas d

Una Navidad diferente

Es la mañana del 1 de enero de 2022 y luce el sol. Da alegría ver cómo los rayos se cuelan por las ventanas y sientes algo así como un subidón de moral. A pesar de que el invierno viene muy crudo. Estamos a temperaturas bajo cero y los del tiempo anuncian borrascas de nieve continuadas con el cierre de carreteras. Ya lo están algunos puertos.  Tras los cristales del mirador, la plaza ofrece una estampa navideña. La nieve caída por la noche la cubre con su capa uniforme, aunque puedo distinguir pinceladas oscuras dispersas. Son las hojas acharoladas de los magnolios que se han sacudido el peso que las tapaba. Todo brilla con tanta luz que te obliga a entre cerrar los ojos. ¡Bien hecho 2022! Empezamos a congeniar. El gris y negro en el que nos tenía metidos tu hermano mayor nos bajaba los ánimos a los pies.  Ya la noche fue un regalo al poder cenar juntos y, a la vez, separados. Éramos las dos caras del dios brifonte Janus: la del hombre viejo y la del joven. Las mesas estaban repleta