En la sombra del lecho las amantes Desnudas se cimbrean abrazadas Fragancias de diamantes impregnadas Transparencias de anhelos excitantes. Ceñidos corazones palpitantes Ruborosas furias descontroladas Cabalgan con ansias desesperadas Ardientes aventuras delirantes. Sin límite marcado ni frontera A ritmo volcánico en sintonía Fogoso mar de placer erizado. Impetuosa noche ávida y fiera A la estrella que tranquila dormía Un placentero grito ha despertado. © María Pilar
Un blog de relatos