A Pepito grillo lo han sacado de este país camuflado en una maleta con destino a Suiza. Tenemos a la mosca cojonera, la única que nos dio una lección de saber estar ante las cámaras con naturalidad y alegría. Se coló en La noche en 24 horas de TVE y nos demostró con ágiles movimientos lo pertinaz que es para divertir y captar el interés de los telespectadores cuando es a otros a los que incordia.
Los tertulianos, petrificados como siempre, aguantaban estoicamente manteniendo su rígida postura sin descomponer el gesto; tan solo algún movimiento suave de una mano a ras de mesa para que la cámara no lo captase.
El debate económico languidecía con las voces sesudas y repetitivas de los comentaristas, cuando ya los telespectadores estábamos en otra película: La mosca en la nariz de un contertulio de alfiler en la solapa, acariciando una mejilla, columpiándose en un pelo, revoloteando por las indescifrables cifras económicas…
Nos pusieron un vídeo y a la vuelta continuó la tertulia como si nada. Pero seguimos sonriendo buscando a la mosca que se había quedado grabada en nuestra imaginación y era la única que en medio de un debate económico, con la que está cayendo en este país, se había atrevido a hacer una cuchufleta atraída por el olor de la corrupción de los allí presentes que, ironías de la vida, hablaban del comportamiento ético en la economía.
Volví a verla actuar, pequeñita y revoltosa. De una manera vulgar y tan pesada como de costumbre, esta vez eligió la nariz del Sr. Carlos Divar, Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, buen conocedor de los juzgados de este país y que se ha hecho famoso por "El escándalo de los viajes a Marbella". Con la seriedad de los que se creen intocables, apelaba a la tranquilidad de su conciencia como única justificación del gasto que ha hecho del dinero público para pagar sus cuentas privadas.
Los tertulianos, petrificados como siempre, aguantaban estoicamente manteniendo su rígida postura sin descomponer el gesto; tan solo algún movimiento suave de una mano a ras de mesa para que la cámara no lo captase.
El debate económico languidecía con las voces sesudas y repetitivas de los comentaristas, cuando ya los telespectadores estábamos en otra película: La mosca en la nariz de un contertulio de alfiler en la solapa, acariciando una mejilla, columpiándose en un pelo, revoloteando por las indescifrables cifras económicas…
Nos pusieron un vídeo y a la vuelta continuó la tertulia como si nada. Pero seguimos sonriendo buscando a la mosca que se había quedado grabada en nuestra imaginación y era la única que en medio de un debate económico, con la que está cayendo en este país, se había atrevido a hacer una cuchufleta atraída por el olor de la corrupción de los allí presentes que, ironías de la vida, hablaban del comportamiento ético en la economía.
Volví a verla actuar, pequeñita y revoltosa. De una manera vulgar y tan pesada como de costumbre, esta vez eligió la nariz del Sr. Carlos Divar, Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, buen conocedor de los juzgados de este país y que se ha hecho famoso por "El escándalo de los viajes a Marbella". Con la seriedad de los que se creen intocables, apelaba a la tranquilidad de su conciencia como única justificación del gasto que ha hecho del dinero público para pagar sus cuentas privadas.
que interesante a .
ResponderEliminarMe alegro que te guste, Frank.
ResponderEliminarUn saludo y feliz semana :)
Probablemente la mosca tuviera buen tino en su último 'posado', pues ya se sabe dónde se posan habitualmente...
ResponderEliminarAbrazos
jajaja!! Canoso, por ahí van los tiros...
ResponderEliminarUn abrazo :)