̶ Por fin llegan los días más esperados del año.
̶ ¿Navidad? ¿Pero qué dices? Si estamos en agosto.
̶ ¡Hablo de las fiestas! Cómo se nota que no tienes pueblo, tú que tanto hablas de turismo rural y de lo que te gustan los pueblos con encanto. Mira, no te preocupes, te vienes conmigo a Villamediana que en las fiestas de mi pueblo lo vas a encontrar.
Desde que se ha publicado en la página del ayuntamiento el programa; el whatsapp, los móviles, el fijo o “el boca a boca” están que echan humo transmitiendo la noticia. No necesito recurrir al tópico de que son de las mejores, porque lo son y a ver quién es el guapo que se atreve a decir lo contrario.
Se extienden del 22 al 26 de agosto y no están dedicadas a ningún santo en concreto porque el pueblo no tiene, pero tiene un Beato Francisco que hace las veces; minucias sin importancia porque de lo que se trata es de celebrar lo que conocemos como LAS FIESTAS DEL PUEBLO.
Todos reservamos esos días aunque estemos en la playa, en la montaña o en un país exótico. Las fiestas cumplen con una acción imán y cual tornado nos empuja en una sola dirección. En ellas nos afirmamos como pueblo, nos sentimos orgullosos de pertenecer al mismo y con nuestra participación lo manifestamos sin necesidad de colores ni banderas. Bueno, banderines adornando las calles sí, que para eso estamos en fiestas.
Todo el pueblo, pero sobre todo la plaza con el paseo flanqueado por plataneros se convierte en un escenario de ocio muy diferente al de cualquier otro día, se impregna con el pálpito de la fiesta y nos encontramos personas que no nos vemos desde el año anterior o que nunca nos hemos visto y nos saludamos y tomamos algo juntos charlando amigablemente.
Se preparan con una gran paella popular de víspera para ir tomando el pulso a lo que está por venir. El bonito paseo del pueblo, espacio multiusos donde los haya, hace de comedor al aire libre acogiendo bajo su sombra a cuantos quieran participar del buen ambiente en torno a una mesa. Abnegados cocineros y cocineras se entregan a tope para superar el objetivo del año anterior y vaya que si lo consiguen. Al final, disfrutan de una enorme satisfacción personal envuelta en el clamor popular por lo rico y bien organizado que está todo.
Oficialmente las fiestas empiezan con el pregón que se da en la plaza. Tradicionalmente eran voces masculinas, pero hoy es habitual encontrarnos con mujeres pregoneras lo que manifiesta un gran cambio en los usos y costumbres sociales.
Entorno a la gran hoguera delante de la casa del Beato, que los más osados se atreven a saltar, tomamos en amigable compañía un chocolate caliente mientras el tamboril y la dulzaina animan sin parar y los cohetes retumban en los cielos para anunciar la celebración. Al día siguiente, las campanas repican a la par que las castañuelas de "Los danzantes", en su mayoría osadas jóvenes que hacen lo más difícil, subir danzando las tropecientas escaleras de la iglesia a las 12 del mediodía bajo un sol abrasador, la tradición manda y siempre lo logran sin dar ni un solo tropezón.
Las verbenas amenizan la noche haciendo bailar hasta a los que nunca lo hacen porque en unas fiestas que se precien la música no puede faltar con orquestas que den el cante en todos los sentidos: volumen a tope, luces, puesta en escena… que para eso se llevan la mayor parte del presupuesto; y canciones, las de siempre son las que más éxito tienen, porque el público ya se las sabe y las puede tararear. Los mayores bailan requetebién a lo “agarrao”, los no tan mayores también demuestran para qué les ha servido el curso de bailes de salón y poco a poco nos animamos los que no lo hacemos tan bien, pero que le ponemos ganas. Avanzada la noche, los jóvenes abandonan sus peñas-guaridas, que no sus cubatas, para incorporarse al baile de la plaza. A estas alturas la mezcla entre generaciones es total ya suene Paquito el chocolatero, la batidora o el baile del caballo. (No sé la canción de este verano, pero seguro que allí me la aprenderé) Los apretones ante tanta bebida se resuelven en La Calleja, que está cerca y es zona oscura.
Para los disfraces se improvisa o se rebusca en los baúles de antepasados que siempre algo se va a encontrar, porque en fiestas todo vale si se adereza con gracia y se sabe llevar. Los que más aguanten verán todos los días amanecer en la peña o en alguna bodega. La fiesta no se interrumpe, las chuletillas, el chorizo asado o el torrezno, regados con un buen vino, ayudan a recuperar fuerzas. La música, los juegos populares y los campeonatos de mus y tute tienen enganchada a la afición y todos quieren ganar la partida, pero solo una pareja se lleva el jamón.
Los fuegos artificiales y la traca nos anuncian su final y no nos hemos ido y ya la añoranza empieza a instalarse en nosotros por esos días de pura vida. La gente se despide comentando “este año ha habido más gente que nunca” y en la mente de todos están las próximas en las que nos volveremos a encontrar.
¡FELICES FIESTAS!
̶ ¿Navidad? ¿Pero qué dices? Si estamos en agosto.
̶ ¡Hablo de las fiestas! Cómo se nota que no tienes pueblo, tú que tanto hablas de turismo rural y de lo que te gustan los pueblos con encanto. Mira, no te preocupes, te vienes conmigo a Villamediana que en las fiestas de mi pueblo lo vas a encontrar.
Desde que se ha publicado en la página del ayuntamiento el programa; el whatsapp, los móviles, el fijo o “el boca a boca” están que echan humo transmitiendo la noticia. No necesito recurrir al tópico de que son de las mejores, porque lo son y a ver quién es el guapo que se atreve a decir lo contrario.
Se extienden del 22 al 26 de agosto y no están dedicadas a ningún santo en concreto porque el pueblo no tiene, pero tiene un Beato Francisco que hace las veces; minucias sin importancia porque de lo que se trata es de celebrar lo que conocemos como LAS FIESTAS DEL PUEBLO.
Todos reservamos esos días aunque estemos en la playa, en la montaña o en un país exótico. Las fiestas cumplen con una acción imán y cual tornado nos empuja en una sola dirección. En ellas nos afirmamos como pueblo, nos sentimos orgullosos de pertenecer al mismo y con nuestra participación lo manifestamos sin necesidad de colores ni banderas. Bueno, banderines adornando las calles sí, que para eso estamos en fiestas.
Todo el pueblo, pero sobre todo la plaza con el paseo flanqueado por plataneros se convierte en un escenario de ocio muy diferente al de cualquier otro día, se impregna con el pálpito de la fiesta y nos encontramos personas que no nos vemos desde el año anterior o que nunca nos hemos visto y nos saludamos y tomamos algo juntos charlando amigablemente.
Se preparan con una gran paella popular de víspera para ir tomando el pulso a lo que está por venir. El bonito paseo del pueblo, espacio multiusos donde los haya, hace de comedor al aire libre acogiendo bajo su sombra a cuantos quieran participar del buen ambiente en torno a una mesa. Abnegados cocineros y cocineras se entregan a tope para superar el objetivo del año anterior y vaya que si lo consiguen. Al final, disfrutan de una enorme satisfacción personal envuelta en el clamor popular por lo rico y bien organizado que está todo.
Oficialmente las fiestas empiezan con el pregón que se da en la plaza. Tradicionalmente eran voces masculinas, pero hoy es habitual encontrarnos con mujeres pregoneras lo que manifiesta un gran cambio en los usos y costumbres sociales.
Entorno a la gran hoguera delante de la casa del Beato, que los más osados se atreven a saltar, tomamos en amigable compañía un chocolate caliente mientras el tamboril y la dulzaina animan sin parar y los cohetes retumban en los cielos para anunciar la celebración. Al día siguiente, las campanas repican a la par que las castañuelas de "Los danzantes", en su mayoría osadas jóvenes que hacen lo más difícil, subir danzando las tropecientas escaleras de la iglesia a las 12 del mediodía bajo un sol abrasador, la tradición manda y siempre lo logran sin dar ni un solo tropezón.
Las verbenas amenizan la noche haciendo bailar hasta a los que nunca lo hacen porque en unas fiestas que se precien la música no puede faltar con orquestas que den el cante en todos los sentidos: volumen a tope, luces, puesta en escena… que para eso se llevan la mayor parte del presupuesto; y canciones, las de siempre son las que más éxito tienen, porque el público ya se las sabe y las puede tararear. Los mayores bailan requetebién a lo “agarrao”, los no tan mayores también demuestran para qué les ha servido el curso de bailes de salón y poco a poco nos animamos los que no lo hacemos tan bien, pero que le ponemos ganas. Avanzada la noche, los jóvenes abandonan sus peñas-guaridas, que no sus cubatas, para incorporarse al baile de la plaza. A estas alturas la mezcla entre generaciones es total ya suene Paquito el chocolatero, la batidora o el baile del caballo. (No sé la canción de este verano, pero seguro que allí me la aprenderé) Los apretones ante tanta bebida se resuelven en La Calleja, que está cerca y es zona oscura.
Para los disfraces se improvisa o se rebusca en los baúles de antepasados que siempre algo se va a encontrar, porque en fiestas todo vale si se adereza con gracia y se sabe llevar. Los que más aguanten verán todos los días amanecer en la peña o en alguna bodega. La fiesta no se interrumpe, las chuletillas, el chorizo asado o el torrezno, regados con un buen vino, ayudan a recuperar fuerzas. La música, los juegos populares y los campeonatos de mus y tute tienen enganchada a la afición y todos quieren ganar la partida, pero solo una pareja se lleva el jamón.
Los fuegos artificiales y la traca nos anuncian su final y no nos hemos ido y ya la añoranza empieza a instalarse en nosotros por esos días de pura vida. La gente se despide comentando “este año ha habido más gente que nunca” y en la mente de todos están las próximas en las que nos volveremos a encontrar.
¡FELICES FIESTAS!
Yo te hacía de La Rioja, pero qué más da. Cómo te vienes arriba hablando de lo tuyo. Una gozada leerte.
ResponderEliminarMe alegra verte de nuevo.
¡Felices Fiestas!
Un abrazo, María Pilar.
Hola Chema, qué alegría me da volverte a encontrar por aquí.Poco a poco a ver si voy cogiendo el ritmo otra vez, pero eso será después de las fiestas. Cariñoso abrazo :)
EliminarQue lo goceis plenamente!!!
ResponderEliminarCariños
Gracias Abu con todo mi cariño. Besos
EliminarMuy felices fiestas.
ResponderEliminarEsa es una de las maravillosas ventajas del pueblo sobre la ciudad. Otra es la libertad de los niños.
Para los que somos de asfalto unos días de pueblo pueblo sin horarios ni rutinas son una liberación y si además te encuentras con gente que te espera con mucho cariño qué te voy a contar.
EliminarFelices días para ti también. Muchos besos y nos vemos pronto.
Pues a disfrutar,abrazo.
ResponderEliminarGracias Fiaris, en ello estamos. Mi cariñoso abrazo vuela cruzando el océano para encontrase contigo.
EliminarQué gusto leerte Pilar!! Y con tanto entusiasmo!!
ResponderEliminarQué lindas deben ser las Fiestas de tu Pueblo!!
Disfrutalas mucho!!!!
Besos!
Lau.
Preciosas tus palabras Lau. Nunca me cansaré de darte las gracias por estar seiempre ahí y por ser tan generosa y tan buena gente.
EliminarInmenso abrazo :)
Disfruten de esas fiestas al máximo, que por tu entusiasmo han de ser muy bellas y divertidas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¡Qué alegría Sara encontrarte de nuevo! Me alegra tanto volver y encontraros... que sois vosotros los que me dais el entusiasmo para seguir publicando. Nos vemos pronto. Inmenso abrazo :)
EliminarMe encantan las fiestas de los publicos, siempre que sean tan ingenuas como estas imagenes que nos brindas.
ResponderEliminarEs como regresar a otros tiempos.
Otra cosa es eso de tirar cabras o hacer barbaridades con los patos o toros, pero las fiestas de pura alegria y participacion, me encantan
Un abrazo, amiga
Pue sí Ildefonso, sí existen fiestas como estas tan populares y parcipativas que salen adelante con la colaboración de todos que arriman el hombro en aquello que puedan aportar. Llevan un trabajo previo inmenso de organización, pero la gente se entrega a tope y año tras año salen adelante con gran éxito. Mi admiración y felicitación a esa gente que sabe trabajar en equipo y que lo hacen llevando la alegría de la fiesta en la cara.
ResponderEliminarInmenso abrazo :)
Así son las "las fiestas del pueblo", con esa mezcla de añoranzas y júbilos... me he sentido tan identificada contigo María Pilar, pues también tengo mi lugar, mi pueblito donde cada año nos volvemos a reencontrar con familia y amigos/as, y vivimos esos días con total intensidad.
ResponderEliminarLas fiestas del pueblo, así dicho, son siempre las mejores, porque en ellas se aguarda un sentimiento único, que todos llevan por bandera, el "amor a su pueblo". Gracias, porque hoy me has hecho sonreír...
Disfrútalas. Abrazos
Gracias a ti Ángeles Medina por dedicar tu tiempo a leerme y dejarme tan maravilloso comentario.
ResponderEliminarCariñoso abrazo :)
¡¡Felicidades!! para ti, Ma Pilar y para todos los demás del pueblo.
ResponderEliminarAsí con colaboración y cariño, e como resultan ser las mejores fiestas.
¡¡Qué lindo!!
Muchos besos,
¡Que bien lo sabes tú Myriam que viajas por todo el mundo! Al final pasar unos días así: niños, jóvenes, padres y abuelos; todos juntos participando en actividades que seguro las está organizando algún miembro de la familia el entusiasmo que se pone es mayor.
EliminarSin dinero se hacen cosas muy grandes, si se cobrase no se harían porque no hay dinero que pueda pagar tanta dedicación en exclusiva durante unos días.
Inmenso abrazo Myriam
A través de tus palabras me has llevado a las fiestas de ese pueblo y de otros muchos... cuando llega agosto visten sus mejores galas y sabes, ojalá y no perdamos nuestras tradiciones, forman parte de nuestra forma de ser.
ResponderEliminarUn abrazo cálido
Así es Alondra y si no se pierden en estos pueblos es gracias a la entrega, ilusión y espíritu festivo con el que algunos se implican desde al anonimato con el único objetivo de sacarlas adelante un año más.
ResponderEliminarCariñoso abrazo.
Qué las disfrutes!
ResponderEliminarUn Saludo María Pilar.
Un saludo para ti Tomae. Gracias por tomarte un tiempo para leerme y dejarme tu comentario. Pronto estaré de vuelta.
EliminarA pasarlo bien y que los disfrutes.
ResponderEliminarBesos Pilar.
Gracias Rafa. Cariñoso abrazo.
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