Ir al contenido principal

Entradas

Fin de Año

La noticia ha aparecido hoy en todos los medios de comunicación. A pesar de que tenía días negros y días rojos en su haber, él todos los había vivido con el mismo afán hasta el último segundo de sus 24 horas, era lo único que verdaderamente se había tomado en serio. Podía decirse que había merecido la pena.  Mientras los días se le pasaban asumiendo horarios que otros habrían rechazado, las actividades siempre le estaban esperando y tenía que darse prisa para que no se le acumulasen. No se dio cuenta que el tren de la vida se le escapaba como un suspiro volando entre las muchas hojas del calendario, y ahora sus manos le temblaban mientras sujetaba la última, la que le avisaba de su cese. Un sudor frío le cubrió el rostro. No había disfrutado. ¡No sabía hacer otra cosa! Era tarde, tarde para empezar una nueva vida, tarde para aprender a vivir la vida de forma diferente, tarde porque hasta su neurona más profunda estaba entrenada en una sola dirección, era tarde para rebobinar y cam