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El precio del futuro de la ciudad de Vitoria

El precio del futuro es inevitable. La ciudad ya no es lo que era. Grandes esqueletos en construcción de edificios altos crecen por Zabalgana a pasos agigantados, acortando la distancia de seis kilómetros que separaban la ciudad del pueblo de Zuazo.  Ha desaparecido el estrecho camino que serpenteando entre hayas, quejigos y robles nos llevaba andando hasta al pintoresco pueblo de Zuazo. Vamos campo a través por las tierras removidas que las potentes excavadoras, con un ruido ensordecedor, están preparando para nuevas construcciones.  Antes de entrar en lo que queda del solitario bosque podemos apreciar mejor el contraste entre los ocres otoñales. La vegetación ya no es tan tupida y nos permite disfrutar de los rayos de sol abrillantando y reforzando el colorido. El cauce sinuoso de un arroyo con apenas un hilo de agua desemboca en un humedal natural cuyo entorno nos invita a descansar. Los sauces, plataneros y avellanos sombrean estratégicamente el entorno. La panorámica que abarcam

El tiempo es oro

Dando vueltas y vueltas  En la espiral de la vida  Algo se va por la quebrada  Perdiendo el candor  De creerse infinita.  Enmascarados te imponen  En tu porfiar ritmo frenético  El tiempo es oro  Dicen  De una vida que gotea en silencio.  ¡Pesadilla de vida!  Tiempo sin oro quiero  Solo tiempo  Para oír al pájaro carpintero  Y de la noche  El manto de luciérnagas  Mi refugio  En paz y sosiego.   © María Pilar

Dejó la profecía en sus últimas palabras

Flotando en el canal lo encontraron Entre ramas y hojas, destrozado Larga barba y boca enmudecida La profecía de sus últimas palabras Ulula en el aire y rasga el alma Prisionera de su soledad envejecida Entre luces y sombras a la deriva ¿Por qué no se impidió? ¿Por qué nadie escuchó su desdicha? © María Pilar

La higuera

Luna de agosto atrapada En brazos de la higuera Sus hojas la mecen La oronda higuera se embelesa Irradia luz de Luna Se siente poderosa y bella El viento entra en acción Con sus giros la libera Lágrimas de rocío brotan De los suspiros de la chumbera En la argentada pared, tatuadas, Hojas de plata se cimbrean Incandescencia de Luna Que hace sonreír a la higuera

Tu foto de infancia

Llegaste a nosotros  Con gran ilusión  Llenaste nuestras vidas  De alegría y amor   Esa mirada alegre  De tu foto de infancia  Me trae recuerdos  Que embargan mi alma  Me gustaba contemplarte  Mientras dormías  Y cuando abrías los ojos  Ver tu sonrisa  Desde que tú viniste  Cambiaron nuestras vidas  Tú eras el centro  La guía de nuestros días  Cuando con aita volvías  Del paseo invernal  Con las mejillas coloradas  Todo lo querías contar  Te subías a mis piernas  Para hacer: Aserrín, aserrán  El peligro no te asustaba  Hasta el suelo querías llegar  De trabajar me esperabas  Tras la puerta te oía  Corrías a esconderte  Sabiendo que te buscaría