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Grecia o las barbas de tu vecino

Gritos en las calles en contra de esta pseudo democracia y a favor de la auténtica, la que inventaron los griegos donde la Asamblea era el lugar de debate de todos los asuntos comunes. Voces en la asamblea que reúne a los líderes democráticos europeos para tratar el tema Grecia. Le marcan la agenda “sine qua non”, si lo quieres lo tomas y si no, también. La democracia con corazón no se lleva, la diosa de la economía bancaria es la que manda y divide el cuerpo en 27 partes, aquella que no respire al unísono será amputada, condenada al ostracismo, (ironía del destino, con Grecia topamos una vez más). Las deudas se pagan, ¿sin crecimiento? “or kompon”, compóntelas como puedas. Salvar a los bancos es el objetivo apremiante y si para ello tienen que pagar justos por pecadores pues adelante, estrangular las economías de los que trabajan con más impuestos, más paro…, el individuo anónimo no interesa. © María Pilar

Microrrelatos

Medusa inmortal Sólo sintió su viscosidad cuando se le quedó adherida al pie. La punzada de sus tentáculos le produjo un dolor insoportable. Quedó inoculado con el gen de la inmortalidad de su agresora. La gente enloquecida se lanzó a comer medusas. El gobierno buscó la fórmula para suspender las pensiones. © María Pilar La vida de los libros En cuanto cogía un libro para cumplir con su tarea de ordenar la biblioteca, se le quedaba pegado a las manos y descubría otros mundos más atractivos con los que llenaba la rutina de su vida. Cuando fue despedido, los protagonistas se identificaron con él y abandonaron su habitat en los libros, lo siguieron. © María Pilar Ser o no ser No era consciente de su figura doblegada para poder soportar la carga. El día que logró ver la sombra de su caparazón soplándole en la nuca, comprendió que no merecía la pena seguir con ese lastre. Su cuerpo crujió al cambiar de postura para empezar a ser. © María Pilar Tragedia Ahora, unos pocos l...

Tus palabras

Tzviatko Kinchev Tus palabras en mis oídos danzaban Al ritmo de cuerdas de guitarra Tus palabras en mis oídos dejaban Fragancias de aventuras De horas errantes embriagadas De tus ojos negros los destellos Con sus artes me embrujaban De la magia de tu baile encandilada  A tus pies caí rendida En el juego de tus palabras e nredada . Del rasgar de la guitarra un lamento Del engaño me habló tu mirada Susurraban aventuras los vientos La verdad en mí derramaba El canto de l herrerillo en su rama . © María Pilar

Vitoria-Gasteiz - Ciudad Verde Europea

Donde las Cuatro Torres son Me encanta perderme a ciegas Por las calles sinuosas Que El Campillo serpentean. De verde se pinta tu sonrisa Pujando están luna y sol Las palomas revolotean Ante tu gran esplendor. Del Zadorra pies de agua Caricia de raíces profundas Cabello que ondea al viento Tras los guiños del balcón. Tus ojos de la tierra verde Nos invitan a soñar Manos que escuchan y ríen Nuestro destino han de forjar. De tu vuelo depende nuestro vuelo De tu aire nuestro aire. Brindo, brindo por el instante En que te vea encumbrada Mientras velas por los tuyos Que nadie va a cambiar tu alma. © María Pilar

El festival de las palabras y Lorca

Mientras rastreo noticias de actualidad desvía mi atención el titular: “Comienza el festival de las palabras”.  El eslogan luce sus mejores galas y tiene un atractivo tan irresistible que yo, un simple nombre, no puedo evitar seguirlo. De reojo me siento observada por todas las palabras participantes. Saben de su poder mágico y se engrandecen envolviéndome cada vez más con su aura irresistible. Así me veo en un lugar donde las palabras se recitan, se cantan,  con ellas se cuentan cuentos de hoy y de siempre, serios discursos, carcajadas de chistes hilarantes, fórmulas mágicas que cumplen deseos. Puedes dejar la palabras que quieras, puedes unirte a las que más te gusten, el intercambio es libre, son las reglas del festival. Surge un alboroto. Se discute sobre el maltrato que algunas están sufriendo, no muy lejos; otras susurran palabras extrañas, también las hay familiares, infantiles y adultas, para poetas y para borrachos, palabras canallas y palabras grandi...