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El libro de los deseos

Iba a cerrar mi ordenador y un símbolo rojo ha llamado mi atención. ¡Un libro! ¡El Libro de los Deseos de Territorio de Escritores! Mi mayor deseo se ha cumplido con creces, tener un libro... y es este... He empezado a leerlo y el formato me parece tan maravilloso, tan mágico el contenido, las palabras son tan bellas, que lo quiero compartir con todos vosotros para que se unan nuestros deseos con los vuestros y formemos un frente común para que este Nuevo Año 2015 marque una tendencia positiva en todos los sentidos. Dicen que el futuro pertenece a los que creen en la belleza de los sueños, que la magia de los mismos conspira para alegrar los corazones y hacerlos realidad. ¡Por soñar que no quede! ¡¡MUCHAS GRACIAS!! por haberme seguido un año más y me alegro de que nuestros caminos se hayan cruzado en esta travesía de los blogs donde espero que sigamos encontrándonos. Os deseo lo mejor para que podáis lograr todas las expectativas soñadas. El Libro De Los Deseos

La vida, el mejor de los regalos

Alguien me ha preguntado cuáles eran mis deseos para estos días y tras volcar en una hoja en blanco las más maravillosas aspiraciones que alguien puede desear y plasmarlas con la más bella de las escrituras: —Pero, ¿qué estás haciendo? si ni tú misma te lo crees —mi yo interior cuando se pone insolente es insoportable. Estrujé el papel con la mano y lo tiré a la papelera. Es tan fácil caer en los tópicos que imponen los condicionamientos sociales... Sinceramente creo que en algún lugar de mi infancia se quedaron encriptados mis ansiados deseos porque la realidad siempre supera la imaginación menos en el cumplimiento de las ilusiones tan anheladas como imposibles. Tal vez, esa fue una de las razones por las que empecé a soñar e inventar cuentos, porque tenía en mi mano el poder ilimitado de crear mundos, engendrar personajes, imaginar situaciones, ... Mas tarde, me hice lectora empedernida y fueron otros los que me hicieron vibrar y emocionarme, reír y llorar y desde entonces mi d

La magia de París

A mi hermana le ha tocado en un sorteo del BBVA un maravilloso viaje a París para dos personas. Por cuestiones de trabajo no puede ir. ¿Te apetece acompañarme?  En Orly nos esperará un chófer con un cartel en las manos donde leeremos nuestros nombres: Aitor y Marta. Nos daremos con el codo al verlo. Nos entrará la risa... Con su gorra de plato y en un flamante mercedes descubriremos la impresionante Ciudad de la Luz que enamora a todo osado que se atreva a mirarla como lo haremos nosotros. Yo te comentaré que la ciudad de los bulevares con los parques, las brasseries y los tejados grises me parecen el más bello escenario que nos podíamos imaginar, pero que la nota de color se la ponemos los turistas. Me llamarás ilusa con esa sonrisa tuya que tanto me gusta. Y de repente, la veremos y diremos los dos a una: ¡la Torre Eiffel! Disfrutaremos callejeando a nuestro ritmo — bonjour madame, bonjour monsieur —. Pasearemos entre la gente por el Barrio Latino y me divertirá la nariz d

Ana Mato, la ministra de las tijeras

El día que miró por la ventana y vio que en su jardín había brotado un jaguar le pareció lo más normal del mundo. Era un día primaveral y el sol incidía en la chapa produciendo destellos de diamante. —Jaguar y diamantes—susurró y su sonrisa de satisfacción expresó la alegre convicción de lo que aún estaba por llegar. Se sabía favorecida por la magia y la magia no tiene límites. Los Elfos se divertían haciendo bien su trabajo para tener contento a su dueño y señor, el gran hombre que era su marido. Los Duendes no se quedaban atrás preparando las fantásticas fiestas para sus hijos. ¡Cómo disfrutaban ellos! y ¡cuánto le gustan a ella las fiestas!  Esa fantasía grácil y etérea como los globos de colores, le hacía retrotraerse a una infancia feliz de niña rica que tanto había anhelado. El juego de luces y colores que conseguía el gran gnomo con setas alucinógenas, le facilitaba la comunicación con una fluidez desconocida en ella. Y las hadas... Cómo envidiaba la belleza de las hadas

Muñeca rota

Nada es lo que parece y se acentúa más y más cada día. Me obliga a que, delante de la gente, le llame papá. Él, se hace el sorprendido y me dice con la más agradable de las sonrisas: — ¡Ah!, eres tú. ¿Qué quieres hija? Mamá asegura que tengo el papá más maravilloso de todos. Me quedo mirándola con un profundo silencio que ella interpreta: —Ves, es tan estupendo que al darnos cuenta nos quedamos sin palabras. Desde la oscuridad de mi rincón donde me escondo acurrucada, miro por la rendija de la destartalada puerta. Mi corazón me golpea ante el temblor de las telarañas, el crujir de las tablas y la inquietante atmósfera que proyecta la luz del ventanuco. Todo me habla de misterios que el viejo desván custodia. Hoy algo llama especialmente mi atención, es una muñeca ajada y sucia a la que le falta un brazo. Lo demás: cajas y baúles, sacos y materiales indescriptibles por el polvo que los cubre, la acompañan y callan. Aprieto los brazos contra mi pecho y una voz de mi interior le di