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"Mirando hacia atrás" de Piedad Isla

Estos días me he encontrado, en el blog no virtual de Piedad Isla, una excelente exposición de fotografías.  Mujer de un pueblo de la Montaña Palentina, nacida en el 1926, un buen día dice a su familia que quiere ser fotógrafo profesional. ¡Qué locura! ¡Qué no comentarían en su entorno cuando la veían ir y venir en su vespa vistiendo pantalones como un chico!  Fue valiente. Se salió con la suya. Tuvo más fuerza interior para hacer realidad su sueño que para ser arrastrada por las incomprensiones y críticas, por no cumplir con los cánones sobre la mujer en la época que le tocó vivir. Como mujer adelantada a su tiempo, no se quedó observando la vida sin más, sino que nos dejó el alma del pueblo al que pertenecía. Su fuente de inspiración fue siempre la condición humana: la admiración por los ancianos, la pasión por los niños y el respeto a su tierra. Para salvarla del anonimato la plasmó en sus obras y al contemplarlas podemos conocer la vida austera y cargada de dificultades de su

Contra el terrorismo, por la paz en Euskadi

Esta mañana soleada, Vitoria luce espléndida con una atmósfera limpia poco frecuente en estas fechas. Los reflejos solares en sus miradores, el andar pausado de la gente y las terrazas de los bares al sol, invitan a pensar lo agradable que sería vivir en esta ciudad si hubiera paz. Me siento a tomar un refresco en una de esas terrazas desde la que contemplo el trasiego de la gente por la Plaza de la Virgen Blanca y me dejo impregnar de su atmósfera seductora. Matrimonios mayores, vestidos de paseo, lucen su sonrisa de domingo. Jolgorio de cuadrillas de jóvenes, algunos con sus bicis. Niños que juegan a no ser mojados por los bajos surtidores que de manera intermitente brotan del suelo. Un grupo de turistas escucha a su guía ante el monumento de la Guerra de la Independencia de España . Si se fijan bien pueden leer todavía estas dos palabras que alguien ha intentado borrar. Jóvenes inmigrantes sentados en los bancos hablan en árabe; más allá, unos chicos negros se expresan en un idiom

Podía volar y voló

Cuando naufragó su mundo El mar seco de su interior Anegó la noche Y ahogó ausencias. Al levantarse, Podía volar y voló. Salió a la calle vestida de azul El color del mar. Eligió un barco cargado de sueños En la maniobra chocó con otro Era él Esta vez no le importó.

La gastroenteritis de Amaia

Mi hermana mayor, Amaia, está ingresada en el hospital de Txagorrichu con gastroenteritis. El médico ha prescrito el uso de pañales, pero Amaia grita con su lengua de trapo que no es un bebé, que ella lleva bragas, ¡sus bragas! Ya no le quedan limpias y la enfermera le trae unas desechables. «Ni hablar», dice. Solo quiere las suyas y si no, pues nada. A mi hermana, desde que nació, le consentimos todos los caprichos porque mis padres opinan que bastante tiene la pobre con lo que le ha tocado en la vida.  —¿Por qué Amaia no es como las demás niñas? —les preguntaba de pequeña.  —Porque una mujer bizca se acercó al cochecito en el que la llevaba recién nacida y como no se la dejé coger le echó el mal de ojo —me contestaba mi madre. Me he pasado la vida cruzando los dedos y bajando la mirada atemorizada cada vez que me encontraba con un bizco por temor a su influjo maléfico. Ahora Amaia tiene 41 años, está oronda y el hechizo que le ocasionó aquella mujer cuando tan solo era un beb

La adolescencia

Qué le pasa a mi niña  Que tras su larga melena  Esconde la cara  Qué le pasa a mi niña  Que solo me grita  Y ya no me habla  Qué le pasa a mi niña  Pantalones sin estrenar  Y recalca no tener nada  Qué le pasa a mi niña  Que no la entiendo dice  Y escucha música muy alta  Qué le pasa a mi niña  Envuelta en un gran desorden  Parece estar a sus anchas.  ¿Qué le pasa a mi niña?  Yo sé bien lo que le pasa  A su edad me veo reflejada   © María Pilar