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Entradas

Un mundo de Ángeles Santos

Este cuadro ha sido restaurado recientemente y se puede ver en el Museo Reina Sofía de Madrid. «Un mundo», dijo la autora que representa. Por cierto, se llamaba Ángeles Santos y lo pintó con tan solo diecisiete años, una artista precoz donde las haya. ¡Qué no se hubiera dicho de ella en 1929 si hubiera sido un varón! Eran otras épocas; de la mujer se esperaba que se casara y fuera amante esposa y una madre solícita, no una artista del vanguardismo. De todas formas, el monumental lienzo de nueve metros cuadrados tiene tanto magnetismo que fue la obra que más sensación causó en el madrileño Salón de Otoño de 1929. Los especialistas se rindieron ante su genio precoz y recibió los elogios de la intelectualidad del momento.    ¿Qué tiene esta pintura para que nos llame tanto la atención? ¿Es su aspecto de pesadilla? ¿Su monumentalidad? La miro desde la distancia. El cubo terráqueo está tan cargado de objetos que a duras penas se sostienen por la velocidad a la que se mueve; parece que va

Garayo, el destripador

«Duérmete niña, que viene el coco y se come a los niños que duermen poco.»  A los críos hay que cortarles las alas cuando son meones y que aprendan a estar calladitos.  Lo dice esta nana, seguro que la conoces.  Una nana que precipitó mi historia. Te la cuento porque no sé leer ni escribir. Llevo unos meses en esta cárcel de Vitoria y aquí paso los días sentado en la silla, junto a la mesa, con grilletes en manos y pies y una cadena que me une a la pared. Ya has oído los cerrojos al abrir la puerta. Fíjate en el ventanuco; ni alcanzo a ver lo que hay al otro lado, pero no importa porque todo sigue aquí, en mi cabeza.   Ya le he explicado al juez instructor cómo se desarrollaron los hechos, y me he dado cuenta por sus gestos que no lo he convencido a mi favor. ¡Joder! A ver si contigo tengo más suerte.  Tú eres galeno, un hombre de estudios, lo podrás explicar mejor que yo.  Muchos son los curiosos que me visitan para que les cuente los asesinatos a cambio de unas monedas. Hasta

Ray Bradbury

  Este año se cumple el centenario del nacimiento de este gran escritor del género fantástico y ciencia ficción. Uno de mis autores preferidos. En la lista de mi blog sobre los mejores autores de relatos, lo tengo a él, claro, no podía faltar.  Estaba pensando escribir algo para conmemorar esta fecha cuando me he quedado pegada a la radio con la voz del periodista Jacinto Antón. Da gusto escucharlo. No solo tiene un profundo conocimiento del autor y su obra, lo vive, y te lo transmite a través de las ondas.  Ray Bradbury era un hombre con una gran capacidad de ternura, ingenuo, pero también tenía un lado muy sombrío, y esa mezcla de lo oscuro y lo inocente es lo que da valor a toda su obra. Para él era importante la belleza de la vida, pero también ese elemento perturbador de que todo se acaba. No nos predice el futuro, nos previene sobre él: nos alerta de la subordinación del ser humano a la hegemonía tecnológica, la pérdida de libertad individual, la destrucción del medioambiente, l

Soledad y silencio

Siento que el mundo no es el mismo. Deseo verte de nuevo para contártelo, lo deseo con todas mis fuerzas. Llegar al pueblo, bajar del coche, correr hacia ti y abrazarte. Que todo vuelva a ser como entonces. Oír la calidez de tu voz, ver cómo tu sonrisa lo ilumina todo, acariciar la suavidad de tu piel y hasta escuchar tus silencios sabiendo que tú estás ahí. Durante esos momentos, ¡qué felices éramos!, sin ser conscientes de ello. Tu presencia me empujaba a sacar los mejor de mí misma y, contigo cerca, mi vida estaba en equilibrio. Tú hacías que yo brillara como una estrella. Te contaría que ha aparecido un virus, se ha extendido por todas partes. Está sembrando miedo, dolor y muerte. El mundo se ha ido vaciando de besos, abrazos y cariños; se ha quedado gris y desolado y yo intento acoplarme a él. Ya no soy tan sonriente y radiante como antes.  Vuelvo a mirar por la ventana por enésima vez. Las nubes grises se desploman sobre la ciudad y el día está tristón como yo. Me da por pensar

Diario de un confinamiento

Vaya por delante que es la primera vez que escribo un microrrelato a partir de un disparador creativo. Ni sabía que existían tales artilugios. Alucino en colores. Es una propuesta de David para el Tintero de oro :   Copia el argumento que te salga al hacer clic en el botón Generar nuevo argumento.  Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo basándote en todos o alguno de los elementos que os aparezca en el argumento generado.  Publica el microrrelato en tu blog junto al argumento en el que te basaste.  Explícanos qué elementos de ese argumento escogiste para escribir tu micro.  Deja un enlace a tu micro en los comentarios de esta entrada para que pueda añadirlo a la lista y que todos puedan leerlo.  Tienes de plazo hasta el 30 de septiembre.   Al leer el argumentó que me salió, lo que más me llamó la atención fue esa mujer extraña, mantenedora del equilibrio natural. Sobre ella centré mi relato en una situación de confinamiento, la naturaleza es su confidente, muestr