Vaya por delante que es la primera vez que escribo un microrrelato a partir de un disparador creativo. Ni sabía que existían tales artilugios. Alucino en colores.
Es una propuesta de David para el Tintero de oro:
- Copia el argumento que te salga al hacer clic en el botón Generar nuevo argumento.
- Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo basándote en todos o alguno de los elementos que os aparezca en el argumento generado.
- Publica el microrrelato en tu blog junto al argumento en el que te basaste.
- Explícanos qué elementos de ese argumento escogiste para escribir tu micro.
- Deja un enlace a tu micro en los comentarios de esta entrada para que pueda añadirlo a la lista y que todos puedan leerlo.
- Tienes de plazo hasta el 30 de septiembre.
Al leer el argumentó que me salió, lo que más me llamó la atención fue esa mujer extraña, mantenedora del equilibrio natural. Sobre ella centré mi relato en una situación de confinamiento, la naturaleza es su confidente, muestra confianza en sí misma y capacidad de superación. Como en la historia tenía que haber elementos fantásticos, se me ocurrió ese cactus que se muestra colérico al ver a su dueña hablando con otros cuando la ha tenido siempre para él.
Argumento:
Una arqueóloga que tiene problemas de alcoholemia y su mejor amiga que lo relaciona todo con programas de televisión, buscarán el libro de los Revividos, pero todo será diferente con la presencia de una extraña mujer que dice ser la mantenedora del equilibrio natural, donde la confianza en uno mismo y la capacidad de superación estarán presentes en una historia con elementos fantásticos.
RELATO:
Al otro lado de la plaza, un castaño de Indias luce vestido de frondosa primavera frente a mi balcón. Sus capullos blancos agrupados como sombrillas cerradas, de un momento a otro, se van a abrir para bailar el Vals de las flores de Chaikovsky. Con la flauta dulce, no tienen problemas, porque los trinos
afinan de maravilla. Mi cuerpo ya se mueve al compás tres por cuatro y la vida
me parece más bella.
—¿Qué tal está usted, señor Castaño? —le pregunto.
Y él se expande orgulloso con su envergadura de cuatro pisos.
Hoy le he hablado de mi cactus, la única planta que tengo, la verdad. Me apena porque está tristón y llora en silencio. En lugar de lágrimas se le
caen hojas.
—¿Y no tienes a nadie a quien preguntar? Yo no soy experto —me ha contestado
muy atento.
—¡¿A quién voy a preguntar?! Mi amiga, la arqueóloga, con sus problemas de
alcoholemia, ya tiene bastante y la otra, ya sé lo que me va a contar: el último
programa que estén echando en la televisión, se los sabe todos. Además, ahora no
nos llevamos bien porque no he querido participar con ellas en la búsqueda del
libro los Revividos que me
parece un horror.
Cuando me he dado la vuelta para entrar en casa, lo veo y me estremezco. Mi cactus, desatado en una furia demoniaca, se extiende por la pared y no para de crecer entregado a un juego peligroso de celos y venganza.
¡Hola, María Pilar! Ostras con el cactus. Un relato estupendo en el que la Naturaleza se convierte literalmente en nuestro confidente. De todas formas, intenta recortarlo a las 250 palabras requeridas para que pueda incluirlo en la lista y en la revista. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminar¡Uff! Se me había pasado el número de palabras. Ahora ya tiene justo 250.
EliminarGracias, David.
Un abrazo!!
¡Perfecto! Un fuerte abrazo!!
EliminarPor fin he logrado poner la presentación como tenía pensado y ahora ya estoy más contenta de cómo me ha quedado.
EliminarEstaba/estoy en otras cosas y pensaba que no iba a poder participar, pero decir que has escrito un microrrelato a partir de un disparador creativo, queda chulo ¿eh?
Un abrazo!!
Un buen relato para El Tintero, María Pilar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Chema, sí que entra en El Tintero.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me encantó el relato, Pilar!!!
ResponderEliminarCariños, Amiga!!
Lau.
Qué alegría verte por aquí, Lau. Gracias por visitarme y dejarme tus cariños de Amiga.
EliminarSentimientos que son mutuos, lo sabes.
Abrazote!!
Muy buen relato Mª Pilar. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Mamen.
EliminarUn abrazo.
Un relato muy actual ;)
ResponderEliminarBesos.
Y tanto, Alfred, el confinamiento nos marcó una manera de vivir que sigue presente entre nosotros. No me extraña que mi protagonista hable con un árbol.
EliminarBesos.
Ostras, María. Ahora mismo voy a hablarle con cariño a mi cactus, por si las moscas, je, je, je.
ResponderEliminarBrillante. Bien hilvanado todos los elementos propuestos.
Un saludo.
¡je, je, je! La historia me pedía algún elemento fantástico y me vino el cactus. Pero hay muchas variedades y seguro que el tuyo es silencioso y tranquilo, como la mayoría.
EliminarGracias por pasarte por aquí y dejarme tu impresión.
Saludos!
A mí me gustan los cactus porque resisten a las temperaturas extremas y no tengo que regarlos, pero son unos desagradecidos, nunca logro ver sus flores y cuando quiero acariciarlos me pinchan. El tuyo ya ni te cuento, ja,ja,ja.
ResponderEliminarMe ha gustado la originalidad con la que has tratado el argumento que te tocó.
Un abrazo.
El mío me ha dado este año unas flores impresionantes de bonitas, precisamente en el confinamiento. El de mi protagonista es una variedad extraña, haberlos, los hay; el caso es no dar con ellos. ¡je,je!
EliminarGracias por pasarte por aquí y dejarme tu comentario.
Un abrazo.
Hola, M. Pilar. Me ha gustado muchísimo tu historia. Dulce y muy poética al principio y con un final tremendo. Muy buen reto. Felicidades.
ResponderEliminarHola, Marta, qué alegría me das. Te agradezco un montón tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado la imaginación y originalidad con la que supiste elaborar esta historia de fantasía, incluyendo cada uno de los elementos del Storynator, además con una buena síntesis en su estructura, fluidez, muy visual y con un desenlace muy divertido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Estrella. Tú sí que me haces una buena síntesis del relato.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno, amiga María Pilar, me ha encantado cómo has hecho interactuar a tu protagonista con la Naturaleza; bueno, me ha gustado más la primera interacción, porque la segunda da un poco de yuyu, aunque remata de manera fantástica tu excelente micho. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarTe envío un abrazo bien fuerte, compañera.
Qué alegría, Patxi, por el bonito mensaje que me dejas. Estoy contigo, también a mí me gusta más mi protagonista en su salsa, tanto, que me fui de palabras y la tuve que recortar. ¡A que es muy simpática! De la segunda parte, el Storynator es el responsable.
EliminarUn fuerte abrazo!!
Buen relato no esperaba el fina. Te mando un beso
ResponderEliminarGracias, Citu. El final me ha venido obligado por lo que me pedían en el relato. Te imaginas a una protagonista tan simpática que le ocurra algo así. O le da un patatús o coge una escoba y se lía a escobazos con el bicho ese.
EliminarUn beso, preciosa.
Hola María Pilar, ¿qué tal te ha ido estos meses?
ResponderEliminarEl título más que apropiado para este verano que nos ha tocado vivir.
Me ha parecido una delicia el desarrollo, las descripciones, la ambientación, la preparación para el momento álgido, el corazón del micro.
Mira que la naturaleza es sabia, los cactus son las plantas perfectas para sobrevivir en un medio seco. Me llamó la atención lo de que se le caían las hojas, y como soy muuuy curiosa y nunca había visto en cactus con hojas, fui a investigar y leí que no tienen hojas porque estas transpiran y esto les haría perder agua. Las partes verdes de los cactus son en realidad sus tallos.
Me ha gustado mucho la tensión narrativa que le has imprimido al micro, con ese final tremendo y vengativo.
Siempre es interesante leerte, María Pilar.
Un fuerte abrazo.
Hola, Isabel, qué alegría volverte a ver por estos lares. Me encanta el comentario que me dejas. Atenta lectura la tuya. Claro que los cactus no tienen hojas. En este caso pensaba en el conocido como Pluma de Santa Teresa, sus tallos son segmentados y, al menos por aquí, se les llama hojas. Como mi protagonista es muy coloquial me pareció bien que hablara así.
EliminarUn fuerte abrazo!!
Original propuesta donde esa "Matenedora" del equilibrio natural confía sus cuitas a un castaño sensible.
ResponderEliminarLa verdad es que a imaginar no nos gana nadie, he leído todos los relatos y todos tienen ese toque personal a pesar del absurdo argumento que se nos plantea en un principio la máquina infernal "genereitor"
Un abrazo.
Hola, Francisco, eso mismo pensé yo cuando leí lo que me salió: qué absurdo, si esto no hay por dónde cogerlo. Después, fui escribiendo, pero incluso cuando publiqué no estaba segura de que el resultado fuera válido con lo que pedía el Storynator.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy lindo relato, El dialogo entre el árbol y tu me parecio muy original y bueno. Te deseo suerte en el concurso.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias, Mariarosa.
EliminarUn abrazo.
A ritmo de Cascanueces, nos traes un magnífico relato, fantástico a rabiar, y con varias lecturas. Pobre cactus, aunque al final se deshizo de su pena y lloros movido por los celos. Lo he leído varias veces y cada vez me gusta más. Muy buen trabajo, María Pilar.
ResponderEliminarUn abrazo!
Me encanta que te hay gustado, Pepe. Gracias por tu atenta lectura.
EliminarUn abrazo!!
Un relato delicioso y una explicación muy interesante. Muestra con claridad el concepto «EVOCAR» tal como lo propone Vicenzo Cerami: El escritor traduce a un lenguaje que es comprendido por muchos todo lo que se puede sacar de la fantasía; reconstruye artificiosamente, utilizando las palabras, un universo que posee reglas y lógicas diferentes de las que rigen en la realidad…. Me gusta mucho, porque se puede apreciar el resultado de la utilidad de un disparador (en este caso el Storynator) de la evocación, sin enfrentarse o batallar con él. La fantasía, el mundo de la autora, llega al lector fluyendo con elegancia y sin brusquedades, tal como es el caso. Me gusta mucho. Gracias, colega
ResponderEliminarPues muchas gracias por la estupenda reflexión que me dejas.
EliminarUn abrazo, Javier.
Confinamiento y sus efectos "colaterales" nos obligan a nuevas "amistades"... con sus desencuentros jajaja ,... enhorabuena María Pilar
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Qué buena síntesis me dejas del texto. Obligada te veas, diría mi protagonista.
EliminarFeliz fin de samana!
!Hola María Pilar!
ResponderEliminarQue ricura para el espíritu de los que amamos la naturaleza es leer tu relato.
Suave como un susurro esa conversación con el castaño, y en esa pena por la tristeza del cactus, también es de resaltar lo bien lograda que se percibe.
El final totalmente inesperado, debe ser producto del confinamiento y la pobre mujer delira, o solo tengo deseo expiar al cactus... Genial regalo nos compartes.
El proceso seguido bien explícito y resumido. Supiste conjugar con maestría esos elementos y le has dado una tremenda sacudida al generador, dejándole ver, quién manda, ja, ja.
Que tengas una agradable semana.
Gracias, Harolina, por tu atenta lectura y la bonita reflexión que me dejas. Claro que tuve que dar una sacudida al generador porque no sabía por dónde cogerlo. Me parecía tan absurdo que tiré por donde se me ocurrió a mí.
ResponderEliminarEspero que te encuentres bien.
Feliz semana!
Muy bueno, María Pilar. Muy originales los personajes.
ResponderEliminarGracias, Beba.
EliminarUna alegría verte por aquí.
Abrazo!!
Hola, María Pilar. Un relato alegórico, o no tanto, jugando con la realidad del confinamiento y los fantasmas que trae. Me ha parecido muy elegante. Felicidades.
ResponderEliminarGracias, Isa, por dejarme un comentario tan interesante. Sí he jugado con la realidad del confinamiento y la soledad que conlleva por la falta de comunicación.
EliminarUn abrazo!!