—¿Y si me pican?
El padre se gira para señalarle el puesto de los socorristas que lo curan todo.
No parece convencida.
Entonces él la levanta en volandas y se la coloca en los hombros.
La niña celebra a gritos lo fuerte que es su padre. Y quién no, teniendo un superhéroe para sobrevolar todos los peligros. Alcanzan el agua y las voces y risas de los dos al saltar las olas me llegan mezcladas con el olor a mar. Un olor sutil y agradable asociado a hermosos recuerdos de días de sol y playa. Espero ansiosa su regreso, cuando los dos sacudan las gotas de agua sobre mí y haciéndome la remolona, terminemos los tres en el agua.
¡Hoy cumple 35 años!
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