Título: Ensayo sobre la ceguera
Autor: José Saramago (Premio Nobel de Literatura 1998)
Género: Ficción distópica
Editorial: Alfaguara
Año de edición: 1998
Número de páginas: 373
El Ensayo sobre la ceguera de José Saramago es un libro inquietante y doloroso. Parece responder a la famosa pregunta ¿Y si…? El resultado es esta novela que te sumerge en lo más recóndito de la naturaleza humana, donde se encuentran los ideales más nobles y, también, los más miserables y perversos.
Una epidemia de ceguera blanca, de origen desconocido, se expande por la ciudad. Al principio empieza de una manera lenta, como un goteo. Una genialidad de Saramago que hace que vaya calando en el lector y perciba las sensaciones de ansiedad y desorientación de los afectados. Después, la enfermedad se generaliza y el ritmo es ágil.
Tan solo “la mujer del médico”, no se queda ciega a pesar de relacionarse directamente con las personas que padecen la ceguera. Es la protagonista de la historia. Con ella vamos a vivir momentos conmovedores. A través de sus ojos veremos todo el horror y la miseria. También cómo cuida y guía a los ciegos. Avanza imparable buscándoles un refugio y alimento en medio del caos. Y te preguntas, a la par que ella, ¿Por qué no se volvió ciega?
“De qué me sirve ver. Le servía para saber del horror más de lo que hubiera podido imaginar alguna vez, le servía para desear estar ciega, nada más que para eso”, (p. 176).
Ninguno de los personajes tiene nombre, el autor los deja en el anonimato, los designa con características como “la chica de las gafas oscuras” o “el viejo de la venda negra”. “Los ciegos no necesitan nombre, yo soy esta voz que tengo, lo demás no importa”, (p.330). Puede ser cualquiera, una víctima o su agresor, la vecina de arriba, el que pasa por la calle e incluso tú.
El gobierno afronta la epidemia segregando a los contagiados, con lo que propaga la estrategia del miedo que tan buenos resultados le da. Lo hemos vivido tan recientemente que convierte la ficción de Saramago en pura realidad. El miedo te pone por delante solo lo que quieren que veas. “El miedo, ciega, dice la chica de las gafas oscuras. Son palabras ciertas, añade el viejo de la venda, ya éramos ciegos en el momento que perdimos la vista, el miedo nos cegó, el miedo nos mantendrá ciegos”, (p.153).
Los encierran en un viejo psiquiátrico junto con los que han tenido contacto con ellos, destruyendo toda esperanza de que puedan librarse del contagio. “La ceguera también es esto, dice la mujer del médico, vivir en un mundo donde se ha acabado la esperanza”, (p. 240). El anuncio del altavoz que se repite cada día a la misma hora habla de civismo, responsabilidades, obligaciones, “El gobierno lamenta haberse visto forzado a esto para proteger a la población”, (p. 83). La verdad es que los militares encargados de vigilarlos los tratan como el enemigo a batir y disparan al que se pase de la puerta.
“Tenía que ocurrir. El infierno prometido va a empezar”, (p. 82). “Ciegos traídos en rebaño”, (p.83). Un grupo con un líder también ciego, aunque armado, someterá a los demás de forma aterradora. Demuestra que en los momentos críticos, cuando se debiera proteger a los más débiles, los hombres olvidan los valores humanitarios, y voraces como bestias, dan rienda suelta a sus más bajos instintos. Las mujeres serán las que salgan peor paradas y, a la vez, las que, incluso estando ciegas, sepan ver, y se atrevan a afrontar la doble ceguera de Saramago. “Algunos ciegos no lo son solo de los ojos, sino del entendimiento”, (p. 252). También ellas son las que muestren afectos, emociones, porque, a pesar de las circunstancias, no dejan de ser personas. "Y resulta que la mujer del médico está deshecha en lágrimas…, como lo están igualmente las otras dos mujeres… Se abrazan. Tres gracias desnudas bajo la lluvia que cae". (P. 320)
La riqueza narrativa de Saramago rompe con los cánones de la ortografía y la sintaxis, lo que eleva este ensayo a la categoría de obra maestra. Las conversaciones están entrelazadas, mostrando en la forma la situación caótica que se vive en el fondo. Seguir el hilo de la historia no es complicado, los personajes aportan mucho y todo interesante.
También es muy enriquecedora la voz del narrador omnisciente con su manera de contar y sus reflexiones filosóficas y frases hechas. “A partir de este momento, el relato del viejo de la venda no será seguido al pie de la letra, siendo sustituido por una reorganización del discurso…, por la expresión bajo control, empleada por el narrador”, (p. 142).
Al leer este ensayo desde la perspectiva de la pandemia de coronavirus, te das cuenta de que la ficción literaria de Saramago está en plena vigencia. Nos hace abrir los ojos para mostrarnos lo ciegos que estamos ante nuestra propia sociedad. Y nos marca la tarea que queda por hacer: recuperar la lucidez y los afectos. “Buscar y revolver en la memoria es ejercicio que también tendrán que hacer cuando la ocasión se presente”, (326).
Buena reseña. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Chelo. Un abrazo.
EliminarSaramago es y siempre será además de un magnífico escritor, un sabio, pero de esos sabios con mayúsculas de antes. Qué cierto todo lo que deslizas de este libro! que desde ya, me apunto. Qué pena! que tengamos que sufrir una pandemia y mil guerras para darnos cuenta tal cual dices, que el miedo es la peor de las cegueras, te diría a la par que él, la ignorancia. En fin PILAR, un gusto volver a leerte y mil gracias por esta manera tuya tan sencilla y envolvente de describir un libro sin descubrir sus secretos aunque los difuminas haciendo que quien te lee, tenga ganas de saber más de lo que estás hablando.
ResponderEliminarUn gustazo enorme bonita
Muchos besos!
Hola, María, un placer verte por aquí. Tienes razón en lo de la ignorancia, Saramago lo dice: “Algunos ciegos no lo son solo de los ojos, sino del entendimiento”. Es un libro duro, pero está tan bien escrito que engancha y no puedes dejarlo. La epidemia afecta a hombres y mujeres por igual, pero qué distinto el comportamiento de estas en la toma de decisiones y en el campo afectivo. Ni en esas situaciones tan extremas dejan de ser personas.
Eliminar¡Un abrazo!
Un libro maravilloso, una novela distópica con mas metaforas que el principito. Un abrazo
ResponderEliminarTú sí que sabes, Ester. Es un libro precioso y con un contenido que no deja indiferente a nadie.
EliminarUn abrazo.
Gracias por la reseña. Tomó nota. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias a ti, Citu. Un beso.
EliminarNunca he encontrado el momento de leerlo y tu gran reseña me ha recordado que está ahí y que merece la pena hacerlo.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Cuando empieces a leerlo no lo vas a poder dejar, Chema. Un abrazo.
EliminarDe Saramago me gusta todo, hasta el nombre, pero ese libro es fantástico está tan bien escrito que te lleva al plano de la realidad, a través de lo irreal sin que apenas te des cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo
Asó es, Tracy. Yo lo he leído por segunda vez y creo que me ha enriquecido más que la primera.
EliminarUn abrazo, Tracy
Hola. Un libro que todos deberíamos leer, yo lo leí hace ya mucho pero en plena pandemia mi marido quiso releerlo y hablamos mucho sobre él y sobre las reflexiones que provoca. Gracias por recordarme esta obra y a este autor. Besos y feliz día.
ResponderEliminarGracias a ti, Carmen. Besos.
EliminarHola, Pilar! Sublime. Deduzco entonces que Saramago, nunca pasa de moda. Ay! Durante este episodio de pandemia hemos vivido momentos tan intensos que no sé si este verano me eche al bolso a escritores cómo él. Pues conviene recordar. Me ha encantado tu post. Por cierto, gracias por pasar por mí post. Feliz mitad de semana.
ResponderEliminarGracias a ti, Keren. ¡Feliz fin de semana!
EliminarLo peor no es que no nos demos cuenta. Claro que nos damos cuenta. Pero lo que nos hace gilipollas y aborrecibles es que, a la hora de la verdad, no nos importa. A los hechos me remito, sean los que sean.
ResponderEliminarSí, hay ciegos que lo son y también, los que se hacen los ciegos. Lo que no ves es como si no existiera. Tan real como la vida misma.
EliminarUna excelente reseña para un libro que hay que leer. Creo que lo tengo por casa, y me has dado una gran idea, simplemente porque hay lecturas que deben repetirse con el paso del tiempo. Un abrazo
ResponderEliminarYo he repitido y desde luego,un libro como este merece la pena.
EliminarUn abrazo.
Que buena reseña e interesante blog, seguiré nuevas publicaciones, un saludo desde ANTIGÜEDADES DEL MUNDO
ResponderEliminarGracias. Un saludo!
EliminarMuchas gracias María Pilar, tiene ya varios años que leí este libro de Saramago y me han dado ganas de releerlo pues creo que con lo de la pandemia en perspectiva, seguro encontraré nuevos significados con su lectura. Muy buena reseña. Saludos.
ResponderEliminarEs un libro que merece la pena darle una segunda oportunidad. Y más habiendo vivido en pandemia. Te lo digo por experiencia. Saludos, Ana.
EliminarCuando brillamos...
ResponderEliminarCreo que todos tenemos en la cabeza ideas y pájaros. A veces se anudan, y nacen las dudas que nos enredan los pies. Otras, en cambio, bailan libres: entonces brillamos tanto que encendemos sonrisas, personas, y hasta las estrellas.
Bellísimas palabras las que me dejas. Bailar libres, encender sonrisas... Pura poesía que contagia.
EliminarTe mando un beso.
Hola Pilar, muy buena tu reseña y aparece justo que recordé la novela por un hecho que me sucedió cuando fui hace unos días a la ciudad y me encontré con un espectáculo que me la trajo, la mayor parte de la gente con la que me cruzaba estaba con tos, estornudos, se las veía mal, contagiadas con esta nueva variante, más leve del coronavirus, se me hacía presente muchas cosas que en el libro había leído. Fue una extraña experiencia......Gracias por traerla, abrazo
ResponderEliminarLeído desde la experiencia de la pandemia del coronavirus, la ficción de Saramago se convierte en realidad. Él sí que supo ver.
EliminarGracias por dejarme tu opinión.
Un abrazo!
Hola, María Pilar:
ResponderEliminarMuy interesante este acercamiento que compartes a una obra referencial como es “Ensayo sobre la ceguera”. Obra que intenté leer en portugués, porfiando en que la barrera lingüística no sería mucha dado que la había leído antes en español. Y no fui capaz de avanzar en su lectura.
Un abrazo, María Pilar.
Hola, Nino, altas metas las tuyas. Siempre pienso que leer a un autor en el idioma que ha escrito tiene que ser lo más. A Saramago, ya no te digo, con la riqueza de vocabulario, la minuciosa observación, los dichos o frases hechas, así como las reflexiones que intercala el narrador omnisciente , los olores, colores, sentimientos, emociones...
ResponderEliminarEn este caso, tengo que reconocer que la traducción que he leído está muy bien.
Un abrazo, Nino.
Para cuanto da ese título, lo tuve en mis manos y no lo leí, ahora me arrepiento, pero nunca es tarde, debe de ser muy bueno, lo pondremos en cola. Gracias por la reseña María Pilar. Un beso.
ResponderEliminarEs muy duro, Carmen, pero merece la pena. Está tan bien escrito que lo valoras un montón.
EliminarUn beso, Carmen
¡Hola, Pilar! Y es que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Reconozco que la pandemia ha cambiado y mucho mi manera de ver la sociedad en la que vivimos. No por lo relacionado con la enfermedad, que no he llegado a conocer, sino por lo absolutamente desamparados que estamos como ciudadanos de a pie y lo sometidos que estamos frente a un Sistema que crea a la vez problemas y soluciones, eso sí siempre para beneficio de los mismos. Cuando nos confinaron lo primero que me vino a la cabeza es nuestra absoluta sumisión. ¿Cómo es posible que un presidente nos confine en casa de un día para otro y nadie se cuestione por qué? Lo que pienso de lo que vino después, bueno, excedería demasiado el comentario y lo que has destacado de esta obra maestra de Saramago lo explica mucho mejor. Excelente reseña! Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David, la pandemia marca un antes y un después en nuestras vidas. Yo había leído este libro hace años, lo vi como una ficción distópica y ahora, qué visión tan diferente. Si es que Saramago me ha parecido un visionario, un adivino de lo que estaba por venir. Paso a paso cuenta lo que pasaría en una situación de pandemia y se ha cumplido tal cual. Aparte que leer a Saramago con su narrativa tan rica en matices de gran observador, es un disfrute.
EliminarUn abrazo!
Saludos, es increible la vision de Saramago para "ver" un mundo sumido en un contagio. El libro debe ser impactante para aquellos que pasamos por el dichoso covid-19.
ResponderEliminarEs impactante, ya lo creo que sí y más leyéndolo después de vivir una pandemia como la del covid.
EliminarUn saludo.
Sendo estrangeira, apraz-me registar, como português, o seu interesse pela obra de José Saramago.
ResponderEliminarGosto da forma como o autor escreve, mas não li esse livro.
Agradeço as suas observações da leitura feita.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Me gustaría leer a Saramago en Portugués. Para ti, leer esta obra maestra en el idioma que fue escrita, tiene que ser un goce, por su riqueza tanto narrativa como lingüística.
EliminarUn abrazo.
Preciosa tu reseña, que resalta las cualidades inmensas de Saramago. Lo tenía en pendiente, pero lo tomaré YA. Si lo que has escrito me ha enriquecido, la lectura de esta maravillosa obra bien segura estoy de que me colmará mente y alma. Un abrazo grande! 🥰
ResponderEliminar