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El abuelo y Blacky

El vadereto del mes de agosto nos propone escribir y disfrutar con "Confidencias con la luna". Donde la LUNA ha de ser un personaje importante del relato.  Hoy en mi ventana brilla el sol y mi corazón se siente triste al contemplar el lugar. ¿Por qué se van? ¿Por qué se van?     El viento del anochecer albergaba los rigores del calor de aquel día de agosto. El abuelo nunca había sufrido en su larga vida temperaturas tan asfixiantes. Apesadumbrado, lo consideraba un mal presagio. Cerró la cancela del jardín al salir. La casa se alzaba oscura y silenciosa. Se detuvo para escucharla con la solemnidad de aquellos que escuchan un himno sagrado. Le pareció agitada, como si se pusiera en estado de alerta; sin embargo, en las ventanas no parpadeaba ninguna luz.      Como cada plenilunio, apoyado en su bastón, empezó a arrastrar los pies por el camino detrás de la Iglesia. A esas horas, el cielo estaba claro y la luna llena a punto de dejarse ver en todo su esplendor. La oscuridad

Las fiestas de la Blanca en Vitoria

El cuatro de agosto empiezan las fiestas de la Blanca en Vitoria. Hay algo vivo en estas fiestas que nos empuja a salir de nuestras casas y juntos, formando una gran piña colorida, celebramos ese comienzo de fiestas en la plaza. Plaza que se expande en una gran sonrisa para acogernos a todos sin romper sus costuras. Entre flores a la Virgen y cantos a Celedón, los amigos nos buscamos con los ojos. Tarea imposible la de encontrarnos.    Miriam no va a olvidar esta tarde de agosto. La niña tiene cinco años y camina feliz con su hermoso globo rojo en forma de corazón. Su madre se lo acaba de comprar en uno de los puestos de los vendedores ambulantes. De pronto, el globo cobra vida propia, tira del hilo que se escurre de la mano de la pequeña y empieza a subir en dirección al cielo claro y limpio. Se queda mirándolo apenada. Ve cómo se distancia con una agilidad que ella nunca podrá alcanzar. No puede reprimir los hipos del llanto. Está tan sola rodeada de tanta gente, nadie se fija en

La casa habitada

Mi participación en el reto de Lidia Castro , «Escribir Jugando», del mes de Julio. Consiste en hacer un relato de no más de cien palabras inspirado en la carta, que incluya el mineral «hematita» . Opcional, que aparezca en la historia algo relacionado con la  flor de cactus: Shadow cactus. Vuelve a hacerse real el aroma de las flores de cactus machacadas para un ritual. Se ha incrustado en las conciencias de la gente desde tiempos inmemoriales. Fulminado por la mirada terrible del chamán, un espectro siniestro se doblega hasta introducirse en la copa de hueso. Él la tapa con la piedra hematita y se la lleva. Su ritmo se confunde con el lento atardecer. Lo siguen los ojos admirados de la mujer que había ido en busca de ayuda sobre la presencia que habitaba su casa. En el ambiente había algo inquietante. Ahora toda la casa respira tranquila. (99 palabras)   https://bloguers.net/votar/Maria_Pilar

El tatuaje

Cuenta la leyenda que las amazonas yacían con hombres extranjeros para engendrar. Si los bebés eran varones, debían abandonarlos en el momento de su nacimiento.   El pequeño Tanais, con rizos negros, tez oscura y ojos azules como el mar, debía abandonar la zona y refugiarse en la noche. «Ha llegado el momento, mi niño, el tatuaje de tu brazo te protegerá como un talismán», le había dicho Aella, su madre.  Encontraría el camino bordeando el bosque, siguiendo las indicaciones que le había dado. Pero antes, quería verla por última vez. Así que, solapándose en la oscuridad, se introdujo en la cripta prohibida.   Nueve guerreras, dirigidas por la gran reina Hipólita, formaban el consejo en torno a la piedra sagrada iluminada por la vasija del fuego. Las figuras se extendían por las paredes de la cueva a la luz de las antorchas, con un aspecto salvaje que le causaba terror. Acorralaban a su madre a la que acusaban sin piedad. Sus ojos de niño, inquietos, se emocionaron al ver en ella el ge

El gran baile de los animales

La vida de Horacio Quiroga (1878-1937) estuvo marcada por fatídicas tragedias, sin embargo, logró convertirse en un gran escritor, cautivándonos con sus obras y haciéndose con el título de maestro del cuento latinoamericano.  La primera frase del siguiente relato es el comienzo de uno de sus cuentos: Las medias de los flamencos.   Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y los pescados. Los pescados, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los pescados estaban asomados a la arena, y aplaudían con la cola, levantando espumas y sonidos rítmicos.  Una lubina se mordía las ganas de llamar la atención de un pez machote. Quizá debía guardar silencio y dejarlo en paz. Pero cómo quedarse callada y perder la oportunidad de amar al más noblote de los peces del mundo. Él, con movimientos torpes, solo estaba preocupado por lo sofocado que se sentía dentro de su frac. La agraciada lubina