La vida de Horacio Quiroga (1878-1937) estuvo marcada por fatídicas tragedias, sin embargo, logró convertirse en un gran escritor, cautivándonos con sus obras y haciéndose con el título de maestro del cuento latinoamericano. La primera frase del siguiente relato es el comienzo de uno de sus cuentos: Las medias de los flamencos.
Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y los pescados. Los pescados, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los pescados estaban asomados a la arena, y aplaudían con la cola, levantando espumas y sonidos rítmicos.
Una lubina se mordía las ganas de llamar la atención de un pez machote. Quizá debía guardar silencio y dejarlo en paz. Pero cómo quedarse callada y perder la oportunidad de amar al más noblote de los peces del mundo. Él, con movimientos torpes, solo estaba preocupado por lo sofocado que se sentía dentro de su frac. La agraciada lubina no necesitó ponerse un disfraz. Había abrillantado sus escamas que parecían diamantes, turquesas, nácar y coral. Y no estaba dispuesta a que aquel sentimiento que le provocaba el pez pasara a formar parte de sus silencios. Ingeniosa, le acarició el lomo con la cola y le susurró: tenemos un día de lluvia, de gotas perdidas que fluyen hasta el mar.
La palabra mar erizó las escamas del pez machote, su piel se erigió en estandarte de sensaciones, y las pupilas se le dilataron al ver la belleza de colores de la lubina brillando en destellos de alegría. Incrédulo, con sus aletas se restregaba los ojos para ver con claridad y no engañarse con alucinaciones. Se le animó el gesto. Y su corazón curtido en las más duras batallas, se enterneció ante la bella dama que le despertaba sentimientos solo intuidos en plácidos sueños.
Por un momento, se miraron el uno al otro con inexpresable ternura.
Y, ¡plaf, plaf!, se fueron metiendo en el agua hasta llegar al mar.
https://bloguers.net/votar/Maria_Pilar
No se que comentarte, te aplaudo por la imaginación has compuesto un cuento elegante para todos, se puede leer entre líneas o simplemente disfrutar. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Ester.
EliminarUn abrazo 🤗
Horacio Quiroga fue sin duda un gran cuentista y creo que estaría complacido si leyera tu relato, escrito bellamente y con gran sensibilidad. Me encanta el ambiente que creaste en el cuento. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Ana 🫠
EliminarSaludos.
Muy bonito y original.
ResponderEliminarUn abrazo, María Pilar.
Gracias, Chema. Contenta de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo 😉
Precioso relato de personificación, en un fabuloso tono poético. Saludos@
ResponderEliminarGracias, Mayte. Un halago todo lo que me dices. ☺️
EliminarEstaba a punto de releer una de estas próximas semanas los Cuentos de la Selva de Horacio Quiroga que me impresionaron de pequeño cuando un profesor las leía en clase y tú me has puesto los dientes más largos para hacerlo.
ResponderEliminarEl cuento es una gozada.
Un abrazo
Vas a disfrutar con los cuentos de Horacio Quiroga, seguro.
EliminarUn abrazo, Dr. Krapp
Muy bueno
ResponderEliminarBesos
Gracias, Charly.
EliminarBesos.
Tierna historia te mando un beso.
ResponderEliminarHola María Pilar, siguiendo la estela de Quiroga, uno de los grandes maestros escritores, han construido un gran cuento, la metáfora del amor sea cual sea la especie lleno de imágenes, color y sentimientos, las que te despierta el cuento. Muy bien narrado. Me ha gustado. Un abrazo. :)
ResponderEliminarHola, Merche, encantada de que te haya gustado. 🍀
EliminarSólo tú puedes hacer está magia. Mira que inspirarte en Horacio Quiroga para crear está ilusión! Precioso María, sencillamente lindo.
ResponderEliminarUn gran abrazo con mucho corazón.
Hola, Maty, qué bellas palabras me dejas. 🫠🫠🫠
EliminarUn abrazo con todo mi cariño.🌹
¡Hola, María Pilar! Jo, qué cuento más visual y metafórico has logrado partiendo de la frase inicial de Quiroga. Este, por cierto, uno de los grandes. Recuerdo perfectamente el momento en el que lo descubrí al leer La gallina degollada, me dejó boquiabierto. Un maestro de maestros. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola, David, contenta de que te haya gustada. Estoy de acuerdo contigo en que Horacio es un maestro de maestros del cuento. Yo vuelvo de vez en cuando a él. Siempre lo tengo a mano.
EliminarUn abrazo:
Qué hermoso cuento, María Pilar!!!
ResponderEliminarTan romántico, tan original, tan bien narrado.
Un abrazo y feliz verano.
Gracias, Carmen. Encantada de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo y feliz verano.
Ay, qué preciosidad de cuento. Me ha gustado muchísimo. Está contado con una magia y una luminosidad que envuelve y deja sensaciones muy agradables. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Rosa. Encantada de que te haya gustado.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, María Pilar! Un cuento precioso lleno de sensibilidad que llega con grandes sentimientos. Felicidades.
ResponderEliminar¡Un abrazo gigante!
Gracias, encantada de que te haya gustado.
EliminarUn gran abrazo!
Uma dança que convida ao amor como é possível em quase todas as danças.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Me ha fascinado este cuento, lleno de movimiento y color.
ResponderEliminarNo recuerdo a Horacio Quiroga y sus cuentos y por supuesto has abierto para mi esta puerta que atravieso ahora mismo para investigar y saber más. ¡¡Gracias María Pilar y abrazo grande!!
Gracias, Amaia. Encantada de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo!
Horacio Quiroga mi cuentista favorito desde mi niñez, siempre me ha acompañado, tanto así, que fui a conocer su casa en Misiones, Argentina, he escrito mucho sobre él y su vida, me lo volviste a traer con este magnífico relato, de luz, color, que evoca ese gran escritor uruguayo. Te dejo unos links por si te interesa de los escritos, pues fueron varios, https://blogdethemis.blog/2021/12/16/horacio-quiroga-la-llegada-a-su-casa-3/
ResponderEliminarhttps://blogdethemis.blog/2021/11/04/horacio-quiroga-cuentos-de-la-selva/
Gracias por traerlo, abrazo grande
¡Qué hermoso relato, María Pilar! Has cogido la esencia de Horacio Quiroga para crear, desde esa primera frase, una historia que refleja el mundo variopinto de la diversidad y uno de los sentimientos más universales.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)