El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, establecido por la ONU en 1981 para concienciar y prevenir la violencia física, sexual, psicológica y económica que se perpetua contra mujeres y niñas todos los días. La fecha coincide con el asesinato de las hermanas Mirabal, quienes realizaban activismo político en República Dominicana.
FICHA TÉCNICA
Título: Casa vacías
Autor: Brenda Navarro
Idioma: Español
Editorial: Kaja Negra, marzo 2018
Género: Novela
Páginas: 164
La portada de la editorial Kaja Negra es muy simbólica. Los gorriones están posados en los cables, todos menos uno. Una mano lo ha cogido. Mientras, un paraguas rojo, abierto, rueda por el suelo. Es el de la mujer que se llevó al niño.
Casas vacías es la primera novela de Brenda Navarro. Un libro desgarrador que trata muchos temas. Demasiados, creo, para tan solo 164 páginas. Me quedo con los dos más importantes: los desaparecidos y la maternidad.
Un niño de tres años es raptado mientras jugaba en un parque de Ciudad de México. La madre estaba allí, cuidándolo. Mira el móvil y cuando levanta la vista ya no está.
A partir de ese hecho, la autora, construye el relato con dos voces muy potentes que se van alternando: la de la madre que perdió a su hijo y la mujer que se lo llevó para criarlo como propio y así tener una familia. Más tarde, a esta le ocurriría la misma desgracia.
Fluyen los monólogos interiores de las dos mujeres contados en primera persona del pasado. Porque los hechos ya ocurrieron, pero ellas siguen ahí sin poder coser la herida de la culpa que supura.
No sabemos sus nombres, algo que he echado en falta por la importancia que tiene, aunque solo sea el hecho de poder nombrarlas. Sí distinguimos perfectamente cuando habla una o la otra. Conocemos la personalidad un tanto atormentada de la madre y el entorno familiar violento de la otra protagonista. Pertenecen a diferentes clases sociales: Las clases sociales no se rozan. O eres blanco o eres rico, no hay matices. Esto se nota en el vocabulario que utilizan. La mujer que se llevó al niño habla con modismos mexicanos y vocablos difíciles de entender si no recurres al diccionario. Por un lado te dicen que le eches ganas, que mejores la raza, que no te quedes pobre, pero si le buscas, te dicen arribista, pinche arribista que te avergüenzas de los tuyos, pero si te quedas en donde dicen que es tu lugar, pues entonces que luego luego se te nota lo india, lo quesadillera, lo verdulera, lo totonaca.
A pesar de ello, o debido a ello, me resultó la más humana, la más auténtica. Te dan ganas de sentarte a su lado y acompañarla en su desamparo.
Además de estas dos madres: la biológica y la que quiere serlo sin poder dar a luz un hijo propio, transitan la novela la madre asesinada por su esposo, la malvada y rencorosa que barre el patio, la nacida de un incesto. Todas ellas figuras que podemos encontrar en los medios de comunicación y que en “Casas vacías” adquieren una vida literaria.
Queda muy cuestionada la maternidad asociada a la felicidad para convertirse realmente en una pesadilla. Y, sobre todo, cuestiona la figura tanto del padre como del esposo. La violencia física, sexual y psicológica sobre la mujer es constante por parte del hombre.
Una parte del relato se desarrolla en España. Es la más floja, parece un tanto forzada, como metida con calzador. Se puede prescindir de ella y la novela no perdería nada de su mensaje.
El final estremece de forma devastadora. Ahí se quedan las dos madres como «dos contenedores viejos que han sido deshabitados para siempre» «¿Llorarán algún día o seguirán guardando las lágrimas como síntoma de negación?» Lo desgarrador de la desaparición de un hijo es que siempre está presente: «¿Cómo atrevernos a llegar al descanso eterno si nuestro hijo no está muerto? Los muertos somos quienes les buscamos, ellos siempre seguirán vivos»
Puede ser un buen libro pero me lo convalido, no estoy lista para sufrir, hoy he ledio sobre el tema y he visto viñetas que duelen. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Ester.
EliminarUn abrazo.
Interesante, no lo conocía la verdad. Me lo apunto. Saludos, buena reseña.
ResponderEliminarEs un libro muy duro, la verdad.
EliminarSaludos, Keren.
Parece un buen libro. me lo llevo anotado. Te mando un beso
ResponderEliminarGracias, Citu.
EliminarUn beso!
Tu reseña es intensa y transmite con mucho detalle la profundidad y drama que deduzco hay en el relato. Me ha llamado la atención eso de no poner nombre a los protagonistas, tal vez ha sido una forma de la autora de decir que no juzgaba a ninguna de las dos y por lo tanto ambas han quedado al mismo nivel de impersonalidad. No sé, tendría que leer la novela, pero la historia ahora mismo no es lo que más me apetece. Tu reseña impecable.
ResponderEliminarUn abrazo
En todo caso, siempre son novel
Gracias, Matilde.
EliminarUn abrazo.
¡Hola, María Pilar! Cuando he leído eso de "o eres blanco, o eres rico" me ha venido a la cabeza una frase que le escuché a Michael Jordan que era algo así como que él dejó de ser negro cuando ganó el primer millón de dólares. Una historia dura y muy emocional la que parece esconderse tras la portada de este libro y más con lo que has transmitido con tu reseña. Anotada queda y, ojalá, llegue el día en el que desaparezca la violencia machista o de cualquier otra índole. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarEs una novela muy dura, sin un solo respiro a lo largo de sus 164 páginas. Tiene partes muy literarias y muy precisas en cuanto al mensaje y otras que quedan más desdibujadas.
EliminarGracias, David.
Un abrazo!
Magnífica reseña. Te deja con las ganas de profundizar en lo que cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Chema
EliminarFuerte abrazo!
interesting book with well written review...
ResponderEliminarthank you for sharing
Hola, Pilar. Me apunto el libro. No lo conocía, pero tras leer tu reseña me han entrado muchas ganas de leerlo, la verdad. Tiene pinta de ser una novela dura y estas son de las que a mi me gustan. Un abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminarHola, la historia en sí parece terrible, muy dura y de esas que quedan grabadas para siempre. Ya lo apunté para mis pendientes. Una gran reseña. Feliz semana.
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