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Mostrando las entradas etiquetadas como #poemas

La luna herida

Con una mirada el embeleso Con el embeleso un romántico beso Con el beso llega el amor Con el amor se enredan los celos Con los celos sangran los corazones Con los corazones asolados, el dolor Con el dolor se eclipsa la luna herida Con la luna herida los sueños rotos Con los sueños rotos la decepción  Con la decepción estalla la furia Con la furia deseo de venganza Con la venganza la absurda agresión  Con la agresión se alzan murallas Con las murallas el distanciamiento  Con el distanciamiento el rencor © María Pilar

Menos banqueros y más poetas

En la hora de la luz Sobre el regazo de la palabra Un verso libre llamado Verdú Sin ataduras ni componendas Se niega a los renglones torcidos Entre tejemanejes y corruptelas. En un país de mangantes Y tarjetas back en tinieblas La luz que alienta las palabras Del poeta enciende la hoguera Los más emponzoñan la vida Él con bellos versos sueña. Entre ataduras y componendas Desnuda y libre la poesía rueda Con diamantes engarzados Librará la voz de sus cadenas Porque muy alto ha de gritar Menos banqueros y más poetas © María Pilar

La vigía

En tu casa que es mi casa Sigo tras la ventana Recojo miedos en el aire incierto Viento de agosto que el pan amasa Qué lentas pasan las horas Sobre la tierra seca y espigada El parpadeo del sueño Me alarma Esperar que se rompa el silencio Y anunciar el alba Dan vida a las sombras Jirones de fantasmas Un carro toma la calle De madrugada Su traqueteo noctámbulo Me acerca a tu cama Y al oído te digo El vecino ya toma ventaja Despiertas del sueño Te levantas Te vas al amanecer Queda en reposo la casa © María Pilar

La llamada del mar

Al anochecer El oleaje del mar tenebroso Golpea y golpea Una gaviota cruza perdida La línea de la noche Barcos anclados en el puerto Y abatidos pescadores en tierra La desolación de un naufragio La espuma de la orilla Acerca Mirando al infinito Una madre y su niño esperan El regreso de los que no llegan

Día Internacional de la Poesía

De un amanecer luminoso  Insistentes trinos Soñando me despiertan El sueño de aquel día.  El arroyo cantarín  Conoce mi secreto  Lo susurran los chopos Acariciados por viento.  Espumosa estela de mar  Surca un cielo limpio  Entre ambas orillas  Mi corazón dividido.  Puerta que se abre  Mariposas que la traspasan  Un ocaso tornasolado  Titilar de estrellas lo atrapan.  Nada más hermoso bajo el sol  Que sentir tu cercanía y tu mirada  Tu guiño de complicidad, tu palabra.  © María Pilar

La estrella y la luna

 RETO: UNA CANCIÓN, UNA HISTORIA Título: La estrella y la luna Autor: LA OREJA DE VAN GOGH https://www.youtube.com/watch?v=6DAv9dXKmlA En cada sonrisa mil "te quiero" En cada destello un millón de besos Aire puro anhelos secretos Como guardan los ríos sus mejores recuerdos. Los niños chiquitos olvidan sus miedos Cuando cada noche Creen poder tocarla en sus dulces sueños. En la alborada del mar del amor Conciben suaves melodías Entre los lazos del viento. Los ojos cuentan, la poesía escribe Se enredan como folio y verso. Agua, hielo, tierra, y fuego Pesadilla de terror tornan los dulces sueños Serpiente que no sabe de aromas ni besos Pupilas de envidia, congeló el momento. Si de llorar se tratara, Se ahogaría el mar por dentro. En un columpio se bambolea la estrella Ha regresado a su cielo © María Pilar

El internado de chicas

Miren Madinabeitia (1954-1969)  Miren nació en Eguino en 1954, tenía quince años cuando la encontraron muerta en el patio del colegio de las Ursulinas donde estudiaba interna. Estaba descalza y vestía un camisón blanco. Amanecía un triste día de invierno, entre grises nubarrones, sin alma, que le hacían de sudario.  Dicen que el internado ya no es lo que era  Que el jardín está sin árboles,  Que la secuoya murió de tristeza.  Antes las niñas la abarcaban  Muchas niñas y muchas manos,  Estirando, estirando hasta lograrlo.  Dicen que todo es silencio y deterioro  Que solo queda la empinada escalera  Para contarlo  Dicen que los que contemplan  La tristeza inmensa de sus ruinas  Se santiguan a su paso.  Dicen que al anochecer  Sombras de culebras se arrastran  Peldaño a peldaño  Dicen que un rasgado visillo tiembla  En una de sus desvencijadas ventanas  Sombra del miedo  De la joven que al vacío fue arrojada. 

La casa que habitas

Desde la distancia he visto La casa que habitas No es la más grande, lo suficiente Me he acercado Su entrada está abierta El pastor alemán Vigila su puerta Dormida a voces nuevas El rumor de mis zapatos Del pasado aviva las huellas Cuando en los meses cálidos Entre la frondosa higuera Del rastrero mirlo Intentabas proteger tus cerezas Os veía jugar al escondite Un runrún entre hojas secas Para al final llevarse en su pico La grana de la carne fresca Son esas pequeñas cosas De los día lejanos En que éramos felices Sin saber constatarlo Cae la noche Salgo a tu puerta En la bóveda oscura Horadada por luciérnagas La Osa Mayor Me espera

Soneto a la tierra herida

Resignada grandeza sorprendente De la naturaleza tan ultrajada Sometida, agredida y humillada Desconcierta haciéndose emergente Grandísima zozobra nos embarga Atmósfera inquietante que la habita Negra cicatriz ufana ilícita Dorsal que profundiza lo que amarga Pies encallecidos por el asfalto Odalisca que bailas rutilante Avergonzada de tal felonía Auténtico poema el de tu canto Impregnando tesón al caminante Que en La Tierra, encuentra su valía.

Día del libro 23 de abril

Un día alguien vino a visitarme para regalarme los oídos con el mejor piropo que me han dicho en mi vida: "tú eres la culpable de que haya leído mi 1º libro, las horas en el calabozo se me hicieron más cortas y además, el libro me gustó" ¡Felicidades a todos los que leen!  ©María Pilar 'Don Libro está helado' Estaba el señor don Libro Sentadito en su sillón, con un ojo pasaba la hoja con el otro ve televisión. Estaba el señor don Libro Aburrido en su sillón, Esperando a que viniera... (a leerle) Algún pequeño lector. Don Libro era un tío sabio, que sabía de luna y de sol, que sabía de tierras y mares, de historias y aves, de peces de todo color. Estaba el señor don Libro, tiritando de frío en su sillón, vino un niño, lo cogió en sus manos y el libro entró en calor. Gloria Fuertes.

No es la gravedad lo que te sostiene

Todo aquello que permanece Es lo que te sostiene Ahora que el apagado telescopio Es pan de desconsuelo Marejada de una crisis Huracán de tantos reveses Eso que es solo tuyo Tan íntimo, familiar y perenne Eso que te agarra por dentro Es lo que te sostiene Porque es roca, viento y lluvia Camino al que perteneces Rumor del agua esa luz primera Junto a lo que más quieres Días de estudio y sueños Juegos, risas y trueques Es lo que te sostiene Ese río que fluye y aviva Más que nunca, para siempre Se hace energía en tu cuerpo Y saca al ser fuerte que eres Para superar la tristeza Para afrontar el presente.

Tiempo de cambio

Es tiempo de cambiar la dirección de la quebrada Aunque razón y sentimientos anden divididos En sumas y restas litigando Por el resultado que pudo ser y no ha sido. Es tiempo porque en las cuentas no hay misterio Que sumando éramos uno y restando nos dividimos El resto, es un rescoldo que abrasa Multiplicando hasta el infinito el caudal invertido Es tiempo de  hacer borrón y cuenta nueva Que amalgame lo nuestro no hay ecuación De las infinitas estrellas sólo miras a una Y esa una, no soy yo

El abuelo

Por detrás de la torre de la iglesia  Reloj anclado en el pasado  Fuimos siguiendo sus huellas  Por los senderos cercanos  Cruzamos el arroyo  De él íbamos hablando  Su contar y su hacer  Entre nosotros comentábamos  Sienes plateadas, bastón en mano  Como un transeúnte más  Su sombra a nuestro lado  Frente a su casa nueva  Se quedó observando  El tiempo se detuvo  Él pasó de largo 

Doblan las campanas

Cuando la brisa despliega la ambrosía En un lugar de amables atardeceres Las alas de sombra de los plátanos se alargan. Cuando desflora su virginidad la primavera En armonía con el trébol de la suerte El peine del viento mece nuestros sueños. Cuando recibe un ventanal velado La absorbancia de la luz que nos deja Gimen las paredes de una casa Impregnadas de tristeza y soledad. Doblan las campanas de la iglesia Por el contador de historias Que ya no está.

La vergüenza de Europa - GÜNTER GRASS –

Aunque próxima al caos, por no agradar al mercado, Lejos estás de la tierra que tu cuna fue. Lo que con el alma buscaste y creíste encontrar Hoy lo desechas peor que chatarra valorado. Desnuda en la picota del deudor, sufre una nación A la que dar las gracias era antaño lo más natural. País condenado a ser pobre, Cuya riqueza adorna cuidados museos: botín por ti vigilado. Los que invadieron con armas esa tierra bendita de islas Llevaban, con su uniforme, a Hölderlin en la mochila. País tolerado ya apenas, a cuyos coroneles Toleraste un día en calidad de aliados. País sin ley al que el poder, que siempre tiene razón, Aprieta el cinturón más y más. Desafiándote viste de negro Antígona Y en el país entero hoy lleva luto el pueblo cuyo huésped eras. Pero, fuera de ese país, el cortejo de parientes de Creso Ha acumulado en tus cámaras cuanto brillaba dorado. ¡Bebe de una vez, bebe! Grita la clac de los comisarios, Pero airado te devuelve Sócrates su copa a rebosar.

Día del libro

Leer, leer, leer, vivir la vida Leer, leer, leer, vivir la vida que otros soñaron. Leer, leer, leer, el alma olvida las cosas que pasaron. Se quedan las que quedan, las ficciones, las flores de la pluma, las solas, las humanas creaciones, el poso de la espuma. Leer, leer, leer; ¿seré lectura mañana también yo? ¿Seré mi creador, mi criatura, seré lo que pasó? Miguel de Unamuno  (1864–1936)

Tus propias palabras de despedida

Crecen en silencio las maestras

Crecen en silencio las maestras con su experiencia y estudio y sonríen y hablan en su lugar de trabajo, un aula de encuentro donde se escribe, se sueña, se vive.  Reflexionan sobre cómo conseguir sus metas y mantienen gratos recuerdos que son el abono que sedimenta el terreno. Vocalizan con vehemencia pausada, entonación y ritmo, pronunciación y significado y dejan una sensación de rocío mañanero sobre la tierra, que a la semilla le hace germinar. Crecen en silencio las maestras esquivando al tiempo que exigente e impasible interrumpe la actividad. Y cada curso reciben a sus alumnos que quedan sorprendidos porque no saben donde está el cambio, pero las ven fortalecidas en su energía e ilusión.  Las maestras los miran, callan y sonríen. Crecen en silencio las maestras y un día, cuando más maestras las vemos, nos dicen adiós y se van con sus ganas de vivir a emprender nuevos retos. Y emocionados nos damos cuenta, aunque tarde, de lo grandes que son y no se lo hemos sabido decir.

In memoriam. Alami

Llueve sobre las palabras Entrecortadas difuminándolas Hendidura que rasga el alma Con la guadaña al pasar Por qué te dejé ir solo A tan triste final Lluvia constante que hiela el alma Y paraliza el actuar Asfixiada la paz entre sombras Mientras todo ocurre no respiro Yo dejándote partir Y tú yéndote a morir Lluvia de este crudo invierno que Mata de frío, de tristeza y soledad  Cómo prever lo que se avecina Si delante lo tuve y no supe verlo Tu doloroso silencio hablaba El lenguaje de la tristeza mortal Nube negra que amenazas Con descargar tu caudal La moviola del tiempo, ni trucándola Gira alguna vez hacia atrás Para gritar y gritar ¡Detente! ¡No te vayas! Las voces que el viento susurra Nos traen tu triste final Gime la noche, se escapa tu alma Y el nuevo amanecer Se queda sin esperanza. © María Pilar

Condición de mujer

Caras Ionut Quiero compartir la alegría de la sorpresa Queda y callada me acerco con ilusión La voz del dolor ahoga mis emociones Las sombras se encogen con desidia Momento culpable de una tristeza infinita El volcán escupe sus oleadas de fuego Las heridas tardarán en cicatrizar Quiero pintar una sonrisa en mi alma Quiero regalarme una brizna de felicidad Necesito tiempo para ensamblar el barco Un encuentro con mi soledad Olvidar los fantasmas que me acosan Salir airosa de este vendaval Quiero pintar una sonrisa en mi cara Quiero mostrar alegría ante la dificultad. © María Pilar