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Mostrando las entradas que coinciden con la búsqueda de el gran disfraz

El gran disfraz

—¿Cómo está, señora Marilla? —¿¡Pero tú quién eres!? — Soy «Catrina», la gran «Catrina». La noche de la fiesta mi cabeza se pone fosforescente e irradia luz por todo mi cuerpo. ¡Huy! ¡La fiesta! Se me olvidaba que he venido a invitarla. —Para fiestas estoy yo, y de disfraces. Un respeto, niña. Lárgate y déjame tranquila. —Que es muy divertida. Y No hacemos daño a nadie, ¿eh? Algún susto... Un susurro en el oído de alguien en particular. ¡Jijiji! Cosa de nada. Salimos de nuestras tumbas y recorremos las calles en tropel. Al oír el chocar de esqueletos, la gente huye espantada. Les aterra sentir que la muerte les pisa los talones y... —Con que un susurro en el oído... ¡Ajá! Me has dado una idea estupenda. Mira por dónde, me voy a animar. —¡Cómo me alegro, señora Marilla! Puede ir disfrazada de «Garbancera» que ese no lo ha cogido nadie. —¿Pero qué dices, chiquilla? ¿Te parece poco disfraz el que llevo puesto? Se lo debo a la mujer de mi hijo. Mira mis cejas, artificiales; las p...

Matar un ruiseñor. Novela y película

Con esta entrada solo pretendo contribuir al homenaje que rinde El tintero de oro a la obra y a la autora, en este mes de octubre, por iniciativa de Marta Navarro .  Ficha técnica de la novela  Título: Matar a un ruiseñor.  Autora: Harper Lee.  Año de publicación: 1960. Género: Narrativa.  Editorial: Harpe Collins Ibérica. Matar a un ruiseñor es una deliciosa novela que cruza la línea que separa las juveniles de las adultas. En ella las desigualdades sociales y el racismo son dos elementos constantes en el devenir de la sociedad del lugar. Desde el principio nos atrapa la voz de la narradora: la temperamental y pizpireta Scout. Una niña de ocho años, hija del abogado Atticus Finch. El padre, viudo, intenta educar a sus dos hijos según sus principios de justicia social, que no son los que rigen en la zona.  Con sencillez, a través de la mirada de la niña, vamos descubriendo la vida cotidiana de Maycomb, el pequeño pueblo de Alabama en el que viven y que representa...

Intuición lectora

Soy «gamer», los videojuegos me fascinan. Hace un mes, la profe me pilló con la consola y me la quitó. Dijo que para devolvérmela tenía que leer un libro y después contarle la historia. Se titulaba:  Pedida de mano en Nochevieja .  Iba de una familia que celebraba la cena de Nochevieja. Con el papeo y buen vino se les iba soltando la lengua. La joven Nerea era la más excitada, no dejaba de mirarse en el gran espejo del salón y a la vez cuestionaba a su madre con la mirada. Sí, estaba preciosa. Al llegar a los postres se les veía nerviosos. Cuando la tía Alejandra susurraba a los de su alrededor que Nerea se casaba de penalti, apareció él. Y con él llegó el acontecimiento de peso que estaban esperando.  —Hola, Andrew —dijeron todos.  Con aquel sombrero de copa y el abrigo negro hasta los tobillos, me pareció un ser siniestro. Ni para saludar se lo quitó. Ellos no lo tomaron como un gesto de desdén, más bien lo achacaron al aturdimiento momentáneo. A mí no me engañ...

El gran baile de los animales

La vida de Horacio Quiroga (1878-1937) estuvo marcada por fatídicas tragedias, sin embargo, logró convertirse en un gran escritor, cautivándonos con sus obras y haciéndose con el título de maestro del cuento latinoamericano.  La primera frase del siguiente relato es el comienzo de uno de sus cuentos: Las medias de los flamencos.   Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y los pescados. Los pescados, como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río, los pescados estaban asomados a la arena, y aplaudían con la cola, levantando espumas y sonidos rítmicos.  Una lubina se mordía las ganas de llamar la atención de un pez machote. Quizá debía guardar silencio y dejarlo en paz. Pero cómo quedarse callada y perder la oportunidad de amar al más noblote de los peces del mundo. Él, con movimientos torpes, solo estaba preocupado por lo sofocado que se sentía dentro de su frac. La agr...