—¿Cómo está, señora Marilla?
—¿¡Pero tú quién eres!?
— Soy «Catrina», la gran «Catrina». La noche de la fiesta mi cabeza se pone fosforescente e irradia luz por todo mi cuerpo. ¡Huy! ¡La fiesta! Se me olvidaba que he venido a invitarla.
—Para fiestas estoy yo, y de disfraces. Un respeto, niña. Lárgate y déjame tranquila.
—Que es muy divertida. Y No hacemos daño a nadie, ¿eh? Algún susto... Un susurro en el oído de alguien en particular. ¡Jijiji! Cosa de nada. Salimos de nuestras tumbas y recorremos las calles en tropel. Al oír el chocar de esqueletos, la gente huye espantada. Les aterra sentir que la muerte les pisa los talones y...
—Con que un susurro en el oído... ¡Ajá! Me has dado una idea estupenda. Mira por dónde, me voy a animar.
—¡Cómo me alegro, señora Marilla! Puede ir disfrazada de «Garbancera» que ese no lo ha cogido nadie.
—¿Pero qué dices, chiquilla? ¿Te parece poco disfraz el que llevo puesto? Se lo debo a la mujer de mi hijo. Mira mis cejas, artificiales; las pestañas, postizas; los coloretes, rojo carmín a juego con los labios. ¿Este pelo tan corto?, una peluca a lo «garçon» en consonancia con el vestido cargado de lentejuelas. ¡Cómo habrá disfrutado la muy pelandusca! Y el pánfilo de mi hijo diciéndome: «¡Qué guapa estás, mamá, pero qué guapa!»
Cuando abrieron la maleta en la nueva casa, apareció Marilla dentro.
—¿¡Pero tú quién eres!?
— Soy «Catrina», la gran «Catrina». La noche de la fiesta mi cabeza se pone fosforescente e irradia luz por todo mi cuerpo. ¡Huy! ¡La fiesta! Se me olvidaba que he venido a invitarla.
—Para fiestas estoy yo, y de disfraces. Un respeto, niña. Lárgate y déjame tranquila.
—Que es muy divertida. Y No hacemos daño a nadie, ¿eh? Algún susto... Un susurro en el oído de alguien en particular. ¡Jijiji! Cosa de nada. Salimos de nuestras tumbas y recorremos las calles en tropel. Al oír el chocar de esqueletos, la gente huye espantada. Les aterra sentir que la muerte les pisa los talones y...
—Con que un susurro en el oído... ¡Ajá! Me has dado una idea estupenda. Mira por dónde, me voy a animar.
—¡Cómo me alegro, señora Marilla! Puede ir disfrazada de «Garbancera» que ese no lo ha cogido nadie.
—¿Pero qué dices, chiquilla? ¿Te parece poco disfraz el que llevo puesto? Se lo debo a la mujer de mi hijo. Mira mis cejas, artificiales; las pestañas, postizas; los coloretes, rojo carmín a juego con los labios. ¿Este pelo tan corto?, una peluca a lo «garçon» en consonancia con el vestido cargado de lentejuelas. ¡Cómo habrá disfrutado la muy pelandusca! Y el pánfilo de mi hijo diciéndome: «¡Qué guapa estás, mamá, pero qué guapa!»
++++++++++++++++
—¡Qué frío he sentido! ¿Eres tú, Marilla? No sé de qué me sorprendo, desde que cumplí mi venganza vistiéndote con la mortaja que te haría remover en la tumba, te esperaba; pero, caray, no tan pronto. Quieres asustarme, ¿verdad? Admite que no fue muy inteligente lo de venirte a vivir con nosotros. Espacio, nos sobraba; nos faltaba el aire para respirar. Ya sé que ni muerta serás un alma en pena. Tú y tu carácter. ¿Ves este equipaje? Nos mudamos a otra casa. Como todo espíritu está atado al lugar donde ocurrió el deceso, no podrás seguirnos, pero te dejamos esta. Contigo dentro estará encantada. ¡Ah!, y no incordies a los vecinos que tienen en el móvil la aplicación Caza fantasmas.Cuando abrieron la maleta en la nueva casa, apareció Marilla dentro.
Un saludo, amigos blogueros y a todos los que pasáis por aquí. Con este microrrelato voy a participar en el Tintero de oro de David Rubio. Una interesante propuesta que seguro que os va a gustar y si os animaréis a concursar, en esta dirección encontraréis las bases, los participantes y otras muchas actividades sobre el reto de escribir: https://bit.ly/2Ndi88b. Os va a encantar.
ResponderEliminarMi agradecimiento por vuestras visitas y comentarios. Son estos los que le dan vida al blog, de lo contrario sería un huerfanito perdido en una selva.
Abrazote para todos.
Muy buena aportación, María Pilar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Chema, por estar siempre, por leerme y dejarme tus impresiones que siempre me animan a seguir.
EliminarMi cariño en este abrazo.
Espero que sepan apreciar este micro divertido. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alfred, por tu simpática opinión.
EliminarUn abrazo.
Espero que les guste tanto como a mi, la juventud y los mayores llegando a un acuerdo, puede ser divertido. Abrazos
ResponderEliminarGracias, Ester. Se me ocurrió que allí donde se encuentran ya no habrá tantas barreras generacionales.
EliminarAbrazos.
Mucho éxito con tu relato cob excelente humor negro. Jajaja y justo que tengo pensada una visita a un cementerio de Buenos Aires... :-)
ResponderEliminarComome acuerde de tu relato, me largo a reir impropiamente.
Besotes
Y gracias pir dejar el enlace a las bases
Seguro que la visita al cementerio de Buenos Aires te envolverá con su paz y silencio. Si oyes un susurro en el oído, tú ni caso, algún espíritu molestón que quiere divertirse un poco. ¡Jajaja! Que lo disfrutes en la medida que se pueda disfrutar en un cementerio.
EliminarBesos.
Jajaaa!! Estupendo microrrelato, Pilar!!!
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso!!! Te merecés lo mejor!!
Cariños!!
Lau.
Gracias,Lau. Tú siempre tan generosa. Me gusta verte por aquí.
EliminarUn abrazo, preciosa.
Me encantó,cariños.
ResponderEliminarGracias, Fiaris.
EliminarFeliz finde.
Un abrazo.
Me hizo sonreír, genial relato te mando un beso
ResponderEliminarBien por esa sonrisa.
EliminarUn beso, Citu y feliz fin de semana.
Muy original y simpático. Yo conocí a Catrina en México y la verdad es que es muy agradable, quizá demasiado delgada para mi gusto, ja,ja,ja.
ResponderEliminarYo también me apuntaría a esa fiesta. je,je.
Un abrazo.
Catrina dice: "Me alegro, Josep, por tu interés en la fiesta. La invitación se hace extensible para todos los que viven el el barrio de abajo. Lo siento, no estás en la lista. Tendrás que conformarte con verme de nuevo en México o en cualquier otro lugar del mundo."
Eliminar¡Jajaja! Es todo broma.
Gracias por acercarte por aquí y dejarme tus interesantes opiniones.
Un abrazo, Josep.
Ja, ja, ja... Desde luego que la venganza se sirve mejor en frío. Desde luego que sería impagable ver la cara de la pelandusca de la nuera al ver a su difunta suegra regresando de la tumba vestida como burlonamente la llevaron a la tumba.
ResponderEliminarMe gusta especialmente la puntuación, consigues que las voces se oigan. También la intrahistoria que se sugiere detrás, porque desde luego habría que ver la relación que tuvo en vida la buena mujer con esa nuera, je, je, je... ¡Reto superado! Un abrazo!!
Gracias, David. Un placer leer tus palabras.
Eliminar¡Abrazo!
Un relato muy divertido que sugiere mucho más de lo que cuenta. Me ha encantado;)
ResponderEliminarMe alegra que te haya parecido divertido, me lo pasé bien escribiéndolo.
EliminarUn beso. Marta
Holaaaa, ayyy las nueras, que poco valoradas están muchas, encima que quería que se fuese bien guapa y alegre....muy bueno. Besotes.
ResponderEliminarGracias, Mari Carmen, por pasarte por aquí y dejarme tu comentario.
EliminarBesos.
Es comprensible que quiera darle un buen susto a la nuera, que se burló de ella con el aspecto inadecuado con que la enterró. Lo va a pasar muy bien en la fiesta.
ResponderEliminarMuy divertido y bien dialogado, María Pilar.
Un abrazo.
Yo también pienso que lo va a pasar muy bien en la fiesta. Gracias, Mirella, por dejarme tus impresiones de la lectura.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado este humor negro con el que has construido tu divertido y bien elaborado diálogo.
ResponderEliminarNo tengo nuera ni suegra, pero sí cuñada y comprendo perfectamente a la señora Marilla, que desde el otro «lado» reclama el respeto, que le han negado en vida tanto su hijo como su nuera.
Un abrazo, María Pilar.
Gracias, Estrella, por estas palabras tan interesantes que me dejas.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno María Pilar. Además de los excelentes diálogos, y del encuentro con su jiho y nuera reclamando lo que no le dieron en vida, me ha encantado que utilices en estas fechas próximas de los difuntos el icono representativo de México, y no como aquí en España que estamos invadidos por el anglosajón Halloween. Un aplauso María Pilar.
ResponderEliminarTienes razón, Tara, no soy muy de Halloween; algo que se va imponiendo con fuerza.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Un beso.
Muy gracioso y bien escrito, María Pilar. ¡¡¡¡¡Las cosas que les pasan a las suegras aunque ya estén difuntas!!!!(A mí nunca, je, je. Por ahora).
ResponderEliminarSeguro que habría habido una complicada relación entre ellas.
EliminarSi la relación es entrañable no hay lugar para la venganza. Yo digo como tu: A mi nunca por ahora... (Porque no soy suegra, je, je.)
Entretenido, divertido y bien narrado Maria Pilar. Me parece que a la nuera ese susurro al oido le va a causar tal vez la muerte, ja, ja.
ResponderEliminarDisfruté la lectura, muy acorde con la cercana celebración del día de los muertos. .
Me alegra leer tu comentario. Gracias, Harolina.
EliminarBesos.
Ay, María. Lo que hay que "sufrir" por la felicidad de un hijo ¿verdad? Y va la "Catrina" y quiere que la buena mujer se disfrace, je, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ja,ja,ja! Un poco de humor nunca viene mal, Bruno.
EliminarUn abrazo.
A veces disfrazamos hasta la realidad con falsos elogios. Me gusta mucho lo que transmite tu diálogo, porque deja entrever mucho más de lo que dicen sus personajes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buena frase me dejas, Rebeca: "A veces disfrazamos hasta la realidad con falsos elogios". Me gusta.
EliminarUn abrazo
Un relato muy divertido, muy bien escrito y ameno, además, muy apropiado para las fechas que vienen. A más de uno le vendría bien que le dieran uno de estos susurros, jejej.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu texto.
Un saludo.
Gracias, Pepe, por pasarte por aquí y dejarme tu comentario.
EliminarUn saludo.
Yo de momento paso de la fiesta, pero quedo agradecido por tu invitación, ya si eso más adelante cuando ande más ligero de equipaje y nadie esté por mis huesitos.
ResponderEliminarPreveo un buen susto a esa pareja que disfrazo a la vieja para despacharla en el último viaje.
Un abrazo desde el más acá.
¡Ja,ja,ja,! Siempre habrá tiempo para la fiesta, pero más, mucho más adelante.
EliminarGracias; Francisco por pasarte por aquí y poner tu nota de humor.
Un abrazo.
Un micro-diálogo la mar de divertido, María Pilar, y además muy en consonancia con el Halloween que se avecina. Parece que hasta los muertos tienen sus "alicientes" y su sentido del humor. A saber qué se le ha ocurrido a la señora Marilla para darle una lección a su nuera y al pánfilo de su hijo jajajaja.
ResponderEliminarHe pasado un rato estupendo leyéndote, ¡qué pena que no sea más largo! :D
Un beso.
Más largo no podía ser, porque tuve que estar acortando para ajustarme a las palabras pedidas; pero me alegra que te haya divertido. No aspiraba a más.
EliminarUn beso.
Hola María Pilar
EliminarLa venganza va a ser de película. Me ha gustado la escena que planteas y los motivos de aceptación de la protagonista...
Saludos
!Que divertido Maria Pilar!
ResponderEliminarLe doy la razón a la suegra, como se le han ocurrido vestir a la pobre mujer así para su viaje eterno!
!Saludo!
La suegra también habrá tenido sus "cosas", pero vengarse en ese momento como que no queda muy bien.
Eliminar¡Saludo!
Hola, María Pilar.
ResponderEliminarNo sé como sería la señora en vida, pero que la nuera se vengó, pero bien, eso seguro, ja, ja, ja Ahora solo falta que se la devuelva con un buen susto y todo en paz, ;) Así seguro que escarmienta. Muy divertido e idóneo para estas fechas.
Un beso.
No sé yo si cuando la suegra le devuelva lo que cree que se merece la mujer de su hijo, esta se va a quedar en paz.
EliminarGracias, Irene, por pasarte por aquí y dejarme tu comentario.
Un beso.
Espero que la nuera se lleve un buen susto cuando vea a su suegra salir de la tumba porque vestirla así... ya hay que tener mala baba.
ResponderEliminarUn diálogo estupendo, Pilar, muy visual y natural. Enhorabuena.
Un besote.
Gracias, Kirke, por pasarte por aquí y dejarme tu estupendo comentario.
EliminarUn besote.
Un relato de humor negro muy bueno, a saber que le haría esa nuera en vida a la buena de la señora. La venganza puede ser terrorífica.
ResponderEliminarMuy entretenido el diálogo María Pilar
Un abrazo
Puri
Me alegra leer tu comentario, Puri.
EliminarUn abrazo.