«En el día de hoy, cautivo y desarmado, ha quedado nuestro ejército familiar»
La batalla ha sido una confrontación sin igual, hemos luchado cuerpo a cuerpo, al final hemos sido vencidos y el pequeño ejército familiar ha quedado destrozado.
Cuando nos llegó la primera avanzadilla, la obligamos a retirarse con cajas destempladas, aquí no tenía cabida y la derrotamos con contundencia. Entre los virus se extendió la alarma, nos habíamos atrevido a ridiculizar a sus hermanos y la respuesta no se hizo esperar: todos los virus del mundo se aliaron para demostrar que quien ríe el último ríe mejor.
Empezó la venganza.
Negociaron con las bacterias el prepararles el terreno y una vez que lo tuvieran, para ellas sería coser y cantar. Parece que algún virus se quedó dentro de nuestra casa en estado latente y cuando llegó el gran cuerpo de batalla, le abrió la puerta a traición, como el de Troya. Se nos coló, por el flanco más débil —la pequeña de la familia— un ejército formado por millones de elementos, todos muy bien equipados, nos dejó muy tocados, pero no hundidos. Nos demostraron que son grandes estrategas y saben golpear al adversario allá donde más le duele.
En el fragor de la batalla, un nuevo traidor inesperado hizo coalición con el enemigo: el tiempo. En Vitoria cayeron las temperaturas y cuando nos creíamos envueltos en una preciosa primavera, amanecimos cubiertos con una capa de nieve de entre 5 y 15 cm. Los virus se quedaron al calor del hogar y siguieron engordando a nuestra costa. Como en la Invencible, aquí también el tiempo jugaba en campo contrario.
Aprovechándose de la situación llegó el ejército bacteriano que nos arrasó. Las bacterias entraron a tropel y empezaron a celebrar su orgía. Astutas ellas, conocen las armas de destrucción masiva con las que contamos: los antibióticos, y nos hacen cuchufletas.
La abuela del pueblo inundó la casa de nueva energía. Su sola presencia nos hizo cambiar la concepción del mundo de trincheras que teníamos. Con sus ojos claros de mirada viva nos pasó revista y con humor campechano ridiculizó nuestro abuso de medicina. Se encerró en la cocina y de su enorme bolso, en el que cabían todas las plantas del bosque etiquetadas en bolsitas, extrajo las que necesitaba. Con amor nos preparó un té con jengibre, una pizca de canela, limón y miel. Estaba delicioso. Mientras lo saboreábamos se puso a destilar eucalipto en un pequeño alambique de cobre en el que volcaba sus conocimientos. Tras el proceso de destilación, extrajo el aceite en un pequeño frasquito. Disfrutaba al aplicar su sabiduría transmitida de generación en generación. Éramos los primeros que habíamos roto la cadena y nos habíamos reído de sus remedios que considerábamos obsoletos. Inspirar el vapor de unas gotas de la esencia obtenida fue mano de santo. Nos hicimos los enfermos algo más de la cuenta para contar con su calor, sus manos que nos arropaban y sus ricas comidas. Aromatizó la casa con esencia de eucalipto. Era un alivio poder respirar.
La batalla ha sido una confrontación sin igual, hemos luchado cuerpo a cuerpo, al final hemos sido vencidos y el pequeño ejército familiar ha quedado destrozado.
Cuando nos llegó la primera avanzadilla, la obligamos a retirarse con cajas destempladas, aquí no tenía cabida y la derrotamos con contundencia. Entre los virus se extendió la alarma, nos habíamos atrevido a ridiculizar a sus hermanos y la respuesta no se hizo esperar: todos los virus del mundo se aliaron para demostrar que quien ríe el último ríe mejor.
Empezó la venganza.
Negociaron con las bacterias el prepararles el terreno y una vez que lo tuvieran, para ellas sería coser y cantar. Parece que algún virus se quedó dentro de nuestra casa en estado latente y cuando llegó el gran cuerpo de batalla, le abrió la puerta a traición, como el de Troya. Se nos coló, por el flanco más débil —la pequeña de la familia— un ejército formado por millones de elementos, todos muy bien equipados, nos dejó muy tocados, pero no hundidos. Nos demostraron que son grandes estrategas y saben golpear al adversario allá donde más le duele.
En el fragor de la batalla, un nuevo traidor inesperado hizo coalición con el enemigo: el tiempo. En Vitoria cayeron las temperaturas y cuando nos creíamos envueltos en una preciosa primavera, amanecimos cubiertos con una capa de nieve de entre 5 y 15 cm. Los virus se quedaron al calor del hogar y siguieron engordando a nuestra costa. Como en la Invencible, aquí también el tiempo jugaba en campo contrario.
Aprovechándose de la situación llegó el ejército bacteriano que nos arrasó. Las bacterias entraron a tropel y empezaron a celebrar su orgía. Astutas ellas, conocen las armas de destrucción masiva con las que contamos: los antibióticos, y nos hacen cuchufletas.
La abuela del pueblo inundó la casa de nueva energía. Su sola presencia nos hizo cambiar la concepción del mundo de trincheras que teníamos. Con sus ojos claros de mirada viva nos pasó revista y con humor campechano ridiculizó nuestro abuso de medicina. Se encerró en la cocina y de su enorme bolso, en el que cabían todas las plantas del bosque etiquetadas en bolsitas, extrajo las que necesitaba. Con amor nos preparó un té con jengibre, una pizca de canela, limón y miel. Estaba delicioso. Mientras lo saboreábamos se puso a destilar eucalipto en un pequeño alambique de cobre en el que volcaba sus conocimientos. Tras el proceso de destilación, extrajo el aceite en un pequeño frasquito. Disfrutaba al aplicar su sabiduría transmitida de generación en generación. Éramos los primeros que habíamos roto la cadena y nos habíamos reído de sus remedios que considerábamos obsoletos. Inspirar el vapor de unas gotas de la esencia obtenida fue mano de santo. Nos hicimos los enfermos algo más de la cuenta para contar con su calor, sus manos que nos arropaban y sus ricas comidas. Aromatizó la casa con esencia de eucalipto. Era un alivio poder respirar.
Así como gracias a ellas se originó la vida y el adn, podríamos pensar que también tienen la capacidad de acabar con la humanidad. Y tal vez sean, todas en su conjunto: el mismísimo dios. Y bueno. Porqué habría de ser de otro modo. Alo mejor los salmos vienen de salmonella y el resto de las concordancias corre por cuenta del lector. ja
ResponderEliminarLos salmos vienen de salmonela, ¡¡jajaja!! Garriga eres único, casi me haces una bellísima entrada; disparatada, pero preciosa.
ResponderEliminarComo observadora de la vida, confió que en un futuro puedas comprobar que la pequeña y desperdigada resistencia, se haya reagrupado en una nueva batalla y gane al ejercito bacteriano. Mientras hay algo de vida hay esperanza.
ResponderEliminarMientras hay vida hay esperanza y de momento seguimos vivos.
EliminarSaludos Marcos.
Si pero cuando los virus atacan y se les unen las bacterias vienen las cosas chungas en los cuerpos, como por ejemplo las diarreas. Entonces el ejercito de antivirus se tiene que lanzar con toda la artillería pesada para ganar la batalla. ya que de lo contrario las bajas en nuestro organismo son importantes como la bajada de peso debido a las fuertes cagaleras.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Jajaja!Con humor, como hay que tomárselo todo en la vida.
EliminarAbrazo Rafa.
Hola Pilar , primero, desearte una bienvenida como te mereces... estoy haciéndote la ola, aunque no me veas.... jajajaja
ResponderEliminarSegundo, que este "homenaje" que le haces a las bacterias me parece oportuno y necesario.... ya está bien de tantos contagios, je je
Un placer siempre leerte .
Un abrazo.
Lo de la ola, la he visto y recibido por esas cosas que tiene la tecnología. La guerra de las bacterias y los antibióticos se deben tratar de manera más seria, pero para eso ya están los especialistas.
EliminarAbrazo Rosy
Espero que ya estén todos riendo porque han ganado la batalla y que así sigan. Qué se creen esas bacterias de pacotilla!! jajaja.
ResponderEliminarMuy simpàtica tu manera de narrarlo.
Besos.
¡A escobazos los barrería de mi casa! bueno que con los antibióticos lo hacemos a cañonazos y así nos va.
EliminarBesazo Sara.
Uy tienes toda la razón, y muy buena forma redactarlo Un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarGracias por tu ánimo Citu, tú también cuídate y un besazo.
EliminarBueno al menos ganaron la batalla no?
ResponderEliminarabrazos
El final fue nuestra la victoria.
EliminarCariñoso abrazo Fiaris.
Una batalla que suena muy real.
ResponderEliminarMalque, es la vida de cada día.
EliminarBesos.
Hola mp, buenos días,
ResponderEliminarexcelente relato, atrapante como todos =)
ésta entrada, nos sirve a los del cono sur para ir preparandonos para la batalla, gracias por el dato, los estaré esperando con mi botellita de anis bien cargada, vamos a ver quien gana,
su veneno o mi antídoto! =)
bonito jueves
besos
¡La botellita de anís bien cargada, ¡claro! ¿Cómo se me pasó?
EliminarBesos
Vaya, espero que ya estéis mejor. Ganarán una batalla, pero no la guerra.:) Un beso.
ResponderEliminarAhé está, Susana, que lo que importa es quién gana la guerra.
EliminarCariñoso abrazo.
Vaya que forma más elegante de exponer un gran resfriado o gripe.
ResponderEliminarMe ha encantado como lo has contado.
Para prevenir resfriados, gripes y demás dolencias de enfriamiento, hay una infusión en el Mercadona llamada Respir. Cuesta 85 centimos 20 bolsitas de 30g. Mano de santo. Nosotros lo tomamos durante todo el invierno, y de vez en cuando durante el año. Este invierno no nos hemos constipado ninguno. Incluso mi padre que estaba todos los inviernos con los oídos reventados y con pus, este año no se ha constipado, y tiene los bronquios y pulmones hechos polvo por el tabaco. Respir está compuesto de: tomillo, eucalipto, romero y menta.
Deseo que estén bien y si aun tienen secuelas con estas hierbas se limpiaran los bronquios de mucosidad.
Saludos y un abrazo
Isa, ese respir debe ser una maravilla, tengo que conseguirlo. En el País Vasco no tenemos Mercadona, pero por los alrededores sí.
EliminarCariñoso abrazo.
He visto claramente los ejercitos y el orden de batalla. Me sabe un poco mal haberlo pasado bien con el relato de tus males pero que sepas que es mérito de la narradora. Espero que tu bando se haya alzado con la victoria de forma rápida y lo menos cruenta posible.
ResponderEliminarBesos
Con esa intención lo he escrito porque pasado el vendaval llega la calma.
EliminarBesos Jara.
Y la última bactería, murióse de prua risa ....
ResponderEliminarBesos
(Espero que tu flía ya estés bien toda)
Son especialistas en celebrar orgías y aprenden rápido. Por aquí todos bien de momento, gracias Myriam.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Nos invaden, se aclimatan, se hacen resistibles y mutan. Son inteligentes sin duda. Pero como bien dices habéis podido de lo cual me alegro y me sumo a la celebración. Me encanta tu relato.
ResponderEliminarBss
Gracias Katy, como siempre, por tus palabras.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
no solo las bacterias , sino que los Virus son inacabables
ResponderEliminarlas bacterias se hacen resistentes
y los virus simplemente mutan
quien les haya dejado a raya y sobrevivido es todo un ganador
tiene una historia para contar
y una ventaja
un relato distinto con giros surreales
abrazos y feliz jornada
Se ha abusado de los antibióticos y ahora parece que ya no tienen el efecto deseado.
EliminarUn abrazo Elisa y feliz fin de semana.
Microscopicas han sabido unirse para ser poderosas !!!!
ResponderEliminarCariños
Y nosotros que con los antibióticos creíamos que teníamos la panacea, ahora parece que se hacen resistents a los mismos.
EliminarBesos Abu.
Total que lo de "la unión hace la fuerza" va a ser verdad.
ResponderEliminarPues a tomar nota y a unirse todos contra ellos; al fin y al cabo somos mucho más grandes y, se supone, que mucho más inteligentes. O no...?.
Besitos.
Somos más grandes y más inteligentes, sin duda Belén; pero ellos se escabullen con disimulo y tanta habilidad que nos dejan KO
EliminarCariñoso abrazo Belén.
Entre virus, bacterias y polen no saltamos el pañuelo.
ResponderEliminarGran relato, es siempre un placer leerte.
Este fue muy divertido y cuestión de microclimas.
Si ellos resisten nosotros seremos la resistencia jajajaja!!
Un fuerte abrazo Pilar :)
Pablo, seremos la resistencia y les cantaremos lo de "no nos moverán" ¡Jajaja!
EliminarCariñoso abrazo Pablo.
Y ahora viene el polen, por si queda algo de grano en el almacén.
ResponderEliminarbesos
No me lo recuerdes Pilar, que esta primavera se anuncia cargadita en ese sentido.
EliminarCariñoso abrazo.
Duro con ellos.
ResponderEliminarCon esos bichejos tan pequeños (que fastidian y mucho) no hay que darles cuarte.
Pero cuando comienza la batalla, hay que seguirla hasta exterminar todos, que no quede ni uno.
Bien por el corresponsal de guerra.
Saludos, manolo
Manolo, me has hecho reír. Eso, ¡que no quede ni uno!
EliminarUn abrazo.
Que es toda una batalla, delicia de anotación, por cierto tomar en cuenta que las bacterias se "multiplican":"dividiéndose",y que algunas se han fortalecido ya a los antibióticos, así que a lo mejor algunas pócimas, o remedios naturales, celebro que ganes la batalla, un fuerte abrazo
ResponderEliminarQuerida Regina, me alegro muchísimo de encontrarte por aquí como siempre, pero más hoy. Inmenso abrazo :)
EliminarEso es pasar la cosa con el humor necesario para no caer derrotada, que no te creas, es importante, piensa que el invierno acabó, ahora como mucho algún resfriadillo por vestirnos mal, que vemos el sol y nos pensamos que esto es el Caribe :D
ResponderEliminarBesos y felicidades, bien narrada la batalla.
Y me lo dices tú Dess, un maestro del humor. No es Caribe, pero a ver si el sol deja de ser tan tímido que ya le vale.
EliminarEstupendo fin de semana.
Una batalla atroz! Me ha estremecido su visión.Quizá se eche en falta un/a héroe capaz de inmolarse o dirigir sabia y valerosamente los ejércitos bacterianos.
ResponderEliminarSaludos!
¡Aja!Si conociéramos al jefe, a por él iríamos con uñas y dientes, pero se camuflan las muy...
EliminarSaludos José
Parece mentira que una situación cotidiana (puteante pero cotidiana al fin y al cabo) se pueda narrar de esta manera.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Suerte, al final les ganaréis la batalla, al principio lo dan todo pero luego se debilitan.
Abrazos.
Oski yo sólo sé escribir sobre lo cotidiano, lo mío nunca es trascendental, ni sublime, ni nada de nada.
EliminarMe alegra que te haya encantado y te deseo un estupendo fin de semana.
jajaja, ha estado bien. Menos mal que no estamos a principios del siglo pasado, donde las bacterias se ponían las botas a nuestra costa.
ResponderEliminarYo este año he coleccionado bacterias, hacían fila para entrar las muy c.......
Un abrazo! :-)
Si estuviéramos a principios de siglo no habría podido escribir la entrada porque las muy c... me habrían mandado al otro barrio.
EliminarCariñoso abrazo y feliz fin de semana.
Qué texto tan original y ameno! Tremenda batalla.
ResponderEliminarAgobiante de verdad.
EliminarBesos Marilyn
Pilar,nos cuentas toda una "epopeya"digna de colgar en la estancia del buen humor y el optimismo...Realmente es así,esta primavera atípica que estamos viviendo, nos plantea todo tipo de retos,que ya no sabemos cómo superar...Hoy tengo que viajar al pueblo y me siento constipada de nuevo y además con los músculos doloridos de la rodilla,que me impiden seguir luchando y avanzando...
ResponderEliminarOjalá podamos reir al final,como ahora hacemos contigo,amiga...
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu creatividad y buen hacer.
Feliz fin de semana.
M.Jesús
M.Jesús ¿que tal van tus molestias? Completamente superadas, si es que quien la sigue la consigue. ¡Ánimo!
EliminarCreatividad grande la tuya con tus poemas maravillosos llenos de color, sentimiento y vida.
Mi cariñoso abrazo :)
Comerse un ajo crudo cada mañana los pone en fuga para siempre, o eso dicen, yo nunca me he atrevido a hacerlo, no vaya a ser que no los ponga en fuga sólo a ellos :D
ResponderEliminarPonte buena, el humor es lo mejor, que no nos quiten la risa. Un beso
¡¡Jajaja!! Lo del ajo si viviéramos en soledad como que lo probaría, pero...
EliminarBesos con humor y sin ajo.
Hoy me he levantado
con el firme propósito
de dar gracias a Dios,
por permitirme conocer
a personas tan maravillosas
como lo eres tú.
Un fuerte
y excepcional abrazo,
para recibir el fin de semana
con radiante alegría,
de parte de esta
tú incondicional amiga.
Atte.
María Del Carmen
La fluidez que tienes para enlazar versos me admira.
EliminarBess Mª Carmen y feliz semana.
Jaja, mucho peligro, el enemigo invisible es el peor.
ResponderEliminarCon los antibióticos matas los virus y te cargas al mismo tiempo parte de las defensas, daños colaterales, luego llegan las bacterias y no solamente te pillan con la defensa baja, sino que el antibiótico no sirve para destruirlas. Si te sirve de consuelo, están por todas partes.
Muchos besos
Es enemigo, es invisible y te pilla con las defensas bajas, lo que dice mucho de su "astucia sibilina" y nosotros que nos creemos los reyes del mambo, viene uno de esos y nos deja tumbados una semana.
EliminarBesos para ti Inma.
Terrible cuando entran en casa esos ejército indeseables. Además van metiéndoe en todos a cada uno de los miembros de la casa, hasta que no dejan ni uno libre, menos mal que al final, el bien siempre gana :D
ResponderEliminar¡¡Besazo y que os mejoreis!!
El bien siempre gana, tú lo has dicho Dolega.
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana.
Menos mal que tenemos los antibióticos, que son nuestro ángel de la guardia, que sino... Un abrazo.
ResponderEliminarTendrán que inventar otros antibióticos porque los que tenemos ya se los conocen y se han hecho resistentes a los mismos.
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana Lobezna.
Excelente crónica de guerra en la que los inventos modernos parecen jugar un papel importante pero siempre existen imprevistos que les hacen fallar. En este caso, las condiciones atmosféricas se aliaron con el Dr. No e impidieron que sus ¿eficaces inventos?, cumpliesen los objetivos marcados en el plan de combate. Posteriormente vinieron los efectos secundarios, imprevisibles e ineficaces contra el caballo que esconde un ejército de no sabemos qué alienígenas. Pero, por fortuna, María Pilar, los remedios caseros que te aconsejan en otros comentarios pueden mejorar el estado geenral. En cualquier caso, piensa que es el último resfriado de este año. La primavera ya está aquí.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y un beso (sin miedo al contagio), querida María Pilar.
Las primavera ya llegó y con qué fuerza, por aquí han subido las temperaturas 20º y nos hemos vuelto todos un poco locos, como niños con zapatos nuevos nos hemos lanzado a los parques, pantanos, monte, playa,... todo para recibir el sol. El tema de conversación, ha desplazado hasta a la crisis.
EliminarBesos.
Simpática, original y brillante forma de relatar esa epidemia invernal de resfriados que tumbó a la familia. Con el estupendo relato has suscitado muy buenos comentarios y ya no queda margen para decir algo con ingenio. Yo este año me he "librado de la guerra" gracias a unas cápsulas de "Echinácea" (una planta) que tomé en plan preventivo.
ResponderEliminarTe envío un fuerte abrazo.
Esa "Echinácea" habrá que tenerla en cuenta para prevenir nuevas batallas.
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana Chela.
Sí, sí, ellos serán duros de pelar...pero son incapaces que escribir algo con tanto ingenio y tanta originalidad y agilidad. Créeme, tus letras son el antibiótico más eficaz...!
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Mercedes no me des ideas, que leyéndote me he imaginado una escuela de virus y bacterias aprendiendo a escribir el relato de sus batallas, con premios para los mejores. ¿Quién lo ganaba? Pues el que ha abierto la puerta de mi casa. ¿Te imaginas un virus abriend una puerta?...
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana Mercedes :)
"Escribe y vencerás" ¿o no era así?.
ResponderEliminarSea como fuere, estás viva.
Escribe, que te echamos de menos.
M. Jesús me encanta escribir, auque solo sea estas entradas que voy poniendo en el blog, pero el tiempo no se alarga y hay que repartirlo.
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana.
Y no hay nada que hacer ante estas invasiones,nada más que esperar a que se vayan por su voluntad, :)
ResponderEliminarOriginal visión de las batallas que libramos contra los microorganismos.
Mejórate y un fuerte abrazo.
Ohma, todo el mundo ha entendido perfectamente la batalla y es que quien más quien menos, todos la hemos tenido que afrontar alguna vez.
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana.
Que esta semana se presente benigna y colmada de oprtunidades.
ResponderEliminarEs mi deseo hacia ti y seres queridos.
Cariños
Frase de la semana:
No esperes el final de tu vida para arrepentirte. No esperes el mañana para soñar, y por ningún motivo dejes de decirle a una persona que la quieres!
( desconozco el autor)
Abu, has venido a visitarme muy inspirada, ¡vaya frases! Como si me hubieras traído bombones voy a elegir una: la de decir a una persona que la quieres, aunque sé que ya lo sabe.
EliminarCariñoso abrazo y feliz semana.
Cielos, esas bacterias me parecieron un tanto fascistoides.
ResponderEliminar:)
Se saben perfectamente el arte de la guerra más cruel: la de cuerpo a cuerpo.
EliminarGracias Juan Antonio por pasarte por aquí.
Cariñoso abrazo y feliz semana.
El amanecer ha abierto sus puertas,
como pétalos en flor a una nueva semana,
para compartir el amor y la armonía
con los amigos donde tú eres unos de ellos...
Un abrazo de aromas
que siempre emanan
su característica esencia...
...el entendimiento y la comprensión.
Atte.
María Del Carmen
Gracias María del Carmen por esa amistad que siempre me brindas, espero no decepcionarte.
Eliminar:)
Las invasiones enemigas mermaron de forma palpable nuestra fuerza armada pero las arengas de nuestro Capitán nos dieron alas para sacar fuerzas de flaqueza y vencer!
ResponderEliminaránimos;)
El Capitán sabía que la lucha era vencer o morir y ¡venció!
ResponderEliminarGracias A. Sandler por pasarte por aquí.
Cariñoso abrazo y feliz semana.
Aunque tu entrada esté expuesta con un buen tono de humor, lo cual se agradece, ya que nos arranca una sonrisa, si lo pensamos seriamente, tenemos que pensar que tanto virus como bacterias cada vez se están haciendo más resistentes.
ResponderEliminarLas dosis de los antibióticos y el tiempo de ingestión de los mismos, cada vez se está haciendo mayor.
Te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
kasioles
Sí que lo escribí con humor Kasioles y veo que así ha sido recibido, pero no quita que en el fondo tengamos que hacer esa reflexión sobre el uso y abuso de los antibióticos.
ResponderEliminarCariñoso abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarLo que no sé es de dónde salen tantos soldados, mira que combatimos cada año y siempre les vencemos al final.....pero nada, siempre vuelven. Menos mal que no nos dejamos avasallar, jajaja.
Muy buen texto, Pilar, me ha encantado.
Besos.
Gracias Yeste, me alegro que te haya gustado.
EliminarBesos y feliz semana.
Me gustan las luchas en las que el humor es la principal arma. Vencerás seguro, jajaja.
ResponderEliminarUn texto muy simpático y bien escrito. Lo he pasado estupendamente.
Un abrazo bien grandote.
Maravillosas palabras las tuyas Isabel. El éxito ya está asegurado.
EliminarAbrazote compartido.
me gusta mucho el humor con el que pimtas tus letras
ResponderEliminarRecomenzar, gracias por tu comentario y bienvenida a este blog.
ResponderEliminarSaludos :)
Hoy quiero que tu mañana
sea tan bella melodía
como la luz de la armonía...
✷ ✷
Un abrazo soñando
y un beso amando,
el fin de semana
que ya nos ha llamado
a la placidez y el descanso...
✷ ✷
Atte.
María Del Carmen
Pasado el fin de semana, toda la energía para afrontar la que empezamos.
EliminarBesos.
Buena historia bélico-vírica. ¡A mejorarse!
ResponderEliminarGracias AlNeri por pasarte por aquí.
EliminarSaludos y feliz semana.
En mi blog de regalos hay un detalle para ti. Espero te guste. Como siempre no es obligatorio recogerlo, bien porque no te guste, bien porque no tienes costumbre aunque me gustaría que lo hicieras.
ResponderEliminarUn abrazo
Enlace
http://katy-agradeciendoregalos.blogspot.com.es/2013/04/un-inesperado-regalo-de-rosa-lazaro.html
Gracias por el premio Katy. Todo un detallazo.
EliminarBesos.
Hola Pili, se que estas más que premiada :) yo te traigo con mucha ilusión el Premio Blog Estupendo!!!, más que merecido para Observando La Vida, http://solo-de-interes.blogspot.com/2013/04/compartir-blog-estupendo.html, espero que lo disfrutes, te dejo todo mi cariño, y un fuerte abrazo
ResponderEliminarParece que tocan a pares, encantada de recibirlos. Te lo agradezco Regina. Inmenso abrazo.
EliminarSeguro que tú vences a todo tipo de bacterias, con el arma del humor que has utilizado y transmitido desde este texto jajaja seguro seguro que las vencerás jajaja.
ResponderEliminarEspero que te encuentres más recuperada.
Un besazo de miércoles.