La abuela era una mujer de carácter, luchadora, perseverante y con un gran afán de superación.
Sin duda, la mejor amazona de la comarca y montada en su caballo aparecía en cualquiera de sus fincas para vigilar el trabajo de los obreros.
Lo que en un hombre se hubiera visto como normal, en ella chocaba: era mujer y ¡vaya mujer! No se sometió al papel de esposa sumisa que marcaban los cánones de la época.
Antes del nublado —los de la zona todavía hablan de antes del nublado como referencia temporal— estaba pletórica de salud y vida, salió de él envejecida y enferma. En su rostro, los ojos seguían brillando con tenacidad, pero en su corazón se había instalado la idea de descansar para siempre y no seguir viendo tanta calamidad. Con la humedad, ella, que nunca había estado enferma, empezó a sentirse mal, tosía mucho y tenía escalofríos. Se calentaba con piedras que habían acercado a la trébede.
El ama de llaves musitaba un soniquete de oración para ahuyentar los malos espíritus. Envuelta en un halo de misterio que embargaba su mundo interior, le susurró a la abuela que seguía oyendo noche tras noche el canto del búho cerca de la casa. Ella la recriminaba diciéndole: ¿Te parece poca desgracia la que ya estamos padeciendo?
Cada vez que volvían los de la búsqueda, los inquiría con un gesto acompañado de una anhelante mirada. Al ver la negación en sus rostros, se enojaba y decía: mi nieta a merced de las alimañas. Sentada en su silla, con las uñas ennegrecidas y los bajos de las sayas empapados, miraba alrededor las paredes húmedas de su casa y con amargura y tristeza decía que estaba resignada a todo menos a no encontrar a su nieta.
Determinó salir ella con la cuadrilla a rastrear más allá del río. Ese día se vistió el carácter del que siempre había hecho gala y les dijo: no tenemos más suelo que el que pisamos y si está lleno de agua, pues lo tendremos que secar.
Una historia bien escrita ,con personaje muy especial,abrazo buen finde
ResponderEliminarCuántas abuelas fueron así, en otro tiempo: el sustento de los hogares.
ResponderEliminarQué bien has narrado, Pilar, esta historia tan emotiva, y con qué frase final, tan llena de fuerza la rematas.
ResponderEliminarDa gusto leerte, de verdad que sí.
Un abrazo.
La energía y carácter de una época de vida muy dura.
ResponderEliminarLograste que la pudiera imaginar con tu destreza narrativa que le dio ese gran carácter y grandeza a la protagonista. Gracias... es un estupendo relato!
ResponderEliminarBesos de anís.
Un magnífico y emocionante relato, Pilar.
ResponderEliminarComo siempre: un placer leerte!
Un besote!
Lau.
Un siglo femenino necesitaríamos, al menos.
ResponderEliminarUn beso.
excelente relato PILAR
ResponderEliminarfelicitaciones
la fuerza y la maña se dan la mano en la experiencia
abrazos y feliz fin de semana
Estas mujeres con los ovarios bien puestos, que han sabido nadar a contracorriente en tiempos muy complicados para ellas, son las auténticas feministas que han hecho subir peldaños a la mujer.
ResponderEliminarMuy bien contado.
Besos.
Vaya temple de mujer! esto es tenacidad, fortaleza y determinación, extraordinario relato querida Pili, todo mi cariño, TQM
ResponderEliminarCualquier cosa se hace por los hijos y creo que por los nietos es algo similar.
ResponderEliminarMuy bien construido el relato
Un abrazo
Luz
Pilar, nos dejas una historia humana y divina...El coraje de la abuela no sólo lo movía su rebeldía y voluntad, también el amor conseguía hacer el milagro de levantarla por encima de las circunstancias...Dice un refrán: "Quien tuvo y retuvo guardó para su vejez"...La fortaleza de su alma seguía joven a pesar del tiempo..
ResponderEliminarMi felicitación por tu magnífico escrito.
...Y mi abrazo inmenso por tu cercanía y buen hacer,compañera y amiga.
M.Jesús
ResponderEliminarCuando la fortaleza del carácter parece languidecer, los estímulos exteriores casi nunca pueden hacerla reverdecer. Pero si ese estímulo brota en el interior y es tan intenso, vuelve a renacer, agigantándose. Me ha gustado mucho tu relato y la forma contundente en que la buela lo cierra.
Un saludo.
Esa titánica abuela expresa la perseverancia,la tenacidad y la capacidad infinita de luchar en la más aciaga adversidad.Tu relato me ha hecho recordar a mi abuela paterna que vivió la posguerra y sus miserias con la mayor entereza.Mujeres con mayúsculas.Un cálido abrazo.
ResponderEliminarUna gran fortaleza de carácter, cada día mas escaso, me ha encantado el relato, antes las abuelas eran así. Saltos y brincos
ResponderEliminarLa encontrará.
ResponderEliminarUn relato de una mujer fuerte. ¿Quién la hallará?
... Salomón sabía muy poco de mujeres, con toda su sabiduría.
Besos
Mujeres de caracter. El siglo pasado las dió a millares. Duras y a pesar de lo que digan, respetadas por todos en casa. Yo lo he vivido.
ResponderEliminarBesazo y hermoso relato.
Hola mp, buenas tardes,
ResponderEliminaractitud, convencimiento y voluntad...
enhorabuena por la abuela!
Te deseo un gran inicio de semana
un beso
Un buen retrato de una mujer fuerte. No se rinde,claro que no, y menos ahora que está super motivada en la búsqueda de su nieta. La última frase lo dice todo. Me gustó esa frase, :)
ResponderEliminarBesos, m.p.
Se merece encontrar a su nieta, MPMORENO cielo, espero que a esta preciosa historia de mujer "corajuda" como dicen en sudamérica le permitas tener el final feliz que se merece... toooodo el mundo debería tener escrito su final feliz, sobre todo cuando se ha luchado a sangre y fuego con la vida.
ResponderEliminarUn besito cielo, enhorabuena por escribir sobre un personaje de eso que en estos tiempos tanto necesitamos... veeenga abuelita, ven pronto que me estoy helando aquí agarrada a una platanera:-)
no tenemos más suelo que el que pisamos y si está lleno de agua, pues lo tendremos que secar.
ResponderEliminarLa sabiduría y el coraje en una sola frase, me ha encantado.
Esas abuelas...ya no fabrican mujeres así, nos hemos vuelto blandas y falta coraje, aunque aún muchas luchan más allá de sus posibilidades. Si las circunstancias son duras surge la fuerza.
ResponderEliminarMe ha encantado encontrar la pálabra "Trébede" precisamente mi abuela todavía la utilizaba y de pequeña me consiguió unos pequeñitos para jugar a las comiditas, me ha entrado nostalgia.
Besos, Pilar
Un personaje y un retrato muy bien construido. Mujeres así crean el mundo.
ResponderEliminarSaludos!
Si hay personas dignas de admiración son aquéllas que ponen su esfuerzo, su coraje, su trabajo y su vida con el fin de lograr sus objetivos. En contra de lo que comentan algunos, creo que existen todavía personas así, pero quizá el relato de esa abuela, dadas las circunstancias y la época era una honrosa excepción.
ResponderEliminarUn beso, M. Pilar :-)
Se necesitan muchas mujeres como esta, con carácter y fuerza.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarEn el siglo anterior salieron a la luz, con fuerza y con coraje,a contracorriente y ellas nos dejaron la obligación de seguir mostrando esa entereza, sin ellas, ahora no seríamos como somos.
Estupendo relato. Besos.
Hola, con motivo de mis 250 seguidores, os quiero hacer un regalo para agradeceros vuestro apoyo y compañía y, de paso, si más gente lo quiere, que no dude en venir a por él.
ResponderEliminarNO ES PARA QUE HAGÁIS NADA. Solo es un regalo sin más.
http://relatosfantasiaelfos.blogspot.com.es/2013/06/ya-somos-250-en-este-blog.html
Un abrazo.
Asi era mi abuela :) De pequeña nada había que me diera tanto miedo como ella...el ogro, el tío del saco, la bruja Antonia, pffff... Pero como me dijeran a que se lo digo a tu abuela, vaya si me espabilaba :D
ResponderEliminarCuando ya era muy viejita tuvo una trombosis leve, que le relajó el caracter para que todos viéramos lo dulce que era en realidad por dentro.
Un beso, m.p
Ojalá hubiera más mujeres así...
ResponderEliminarMe encantó el relato (y me recuerda un poco a mi abuela que tiene un poco de tu personaje).
Un beso Pilar
La frase final magnífica qué fuerza... la nieta no serás tú??? Bsosss.
ResponderEliminarNo Juan, no soy la nieta, soy la bisnieta. Aunque yo no la conocí, me he inspirado en cosas que he oído contar para escribir el post.
EliminarBesos :)
Hola María del Pilar precioso relato. Por como describes a la abuela se ve que es/era una mujer de armas tomar. Con una fortaleza de roble y con más agallas que el mismo roble.
ResponderEliminarCuando el amor supera el dolor la búsqueda se hace incansable.
Me ha encantado como lo cuentas y lo desenfadado del cuento.
La foto preciosa
Saludos y besos
¡Qué hermosa historia, María Pilar! Hermosa por la fortaleza de esta sufrida mujer que es el alma de una familia. Triste porque unos acontecimientos meteorólogos inusuales y muy perjudiciales arrasan las posibilidades de una vida en paz. Una prosa directa, precisa y sin aditamentos, provoca una sensación de realidad vivida, no escrita ni relatada. Una gran mujer para una brillante historia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida María Pilar.
Gran carácter el de la abuela.
ResponderEliminarParecía vencida por la edad y por el cansancio de ver tantas cosas pero sacó lo mejor de ella misma para buscar a su nieta.
Buen relato amiga.
Un abrazo.
Hola Pilar.Hay cosas más fuerte que la edad y el cansancio: el amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando se tata del amor de los abuelos por los nietos, no hay nada que pueda hacerle sombra.
ResponderEliminarEs seguro que no desistirá, pase lo que pase, hasta que encuentre a su nieta.
Entrañable personaje el que has creado.
Besos.
Pilar, el impulso y las convicciones de las mujeres acostumbradas a pisar con coraje y resolución se refleja con precisión y acierto en tu magnífico relato.
ResponderEliminarNuestros antepasados, sus vivencias, sus historias, son sabias y enriquecedoras fuentes literarias.
Me encanta la construcción del personaje de la abuela por la fuerza que trasmite tu escritura.
Un placer leerte.
Un abrazo
Una mujer de carácter, como las de antaño. Una mujer de "armas tomar" como decimos por acá. Una mujer con sapiencia y con fuerza en sus convicciones. Toda una mujer.
ResponderEliminarUn beso.
Me encantó encontrarte en este mundo de palabras.
Un relato pleno de fuerza, en el que intuyo que has plasmado algo que, de algun modo, has conocido...
ResponderEliminarMagnifico, amiga
Un abrazo
No Antiqva, no lo he conocido, pero he oído hablar de mujeres de antes fuertes y enérgicas y por ellas va este pequeño homenaje.
EliminarUn abrazo :)
Toda una oda a las grandes mujeres luchadoras. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Holaaaa, qué gusto visitarte. La verdad me ha emocionado mucho tu relato y he
ResponderEliminarhe recordado a mi difunta abuelita, tan buena, siempre luchando por los demás a cambio de nada. Muy bonito. Felicidades amiga.
Un abrazo
Tiempos como los de antes... con el brasero en el que nuestros abuelos se sentaban rodeando la camilla... esas abuelas de aquellos tiempos en los que con tantas cosas tenían que enfrentarse y trabajar tan duro para sacar adelante a todos.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un beso.
PD.- No encuentro tu email para enviarte mi agradecimiento por tu colaboración con un premio con todos los participantes en los micro-relatos ¿me lo puedes enviar?
Las abuelas....cuánto enseñaban y que faltita hacen hoy en día...Y..es que las desgracias pueden con uno y hasta el más fuerte es vencido.
ResponderEliminarMe encatóoooooo pasarme por aquí y....ya no me escapooooooooo me quedo en tú blog con tu permiso!!!!!!!!!!!!!!!!!Besitosssssss
Gracias a todos por el maravilloso seguimiento que habéis hecho a esta entrada y por haber dejado aportaciones tan interesante que me animan a seguir con el entusiasmo de siempre. Inmenso abrazo :)
ResponderEliminarExtraña fuerza la que destila este magnífico relato, de argumento original y personaje excepcional.
ResponderEliminarQue pases muy buen fin de semana. Un abrazo.
Mujeres que merecen letras como las tuyas...
ResponderEliminarYo creo que aún existen esa clase de abuelas, aunque las 'liberales' parecen dominar el panorama.
Un beso.
HD
Y con tu relato, me has traído el recuerdo de la mía.
ResponderEliminarEstoy convencida de que si a mí algo me hubiese pasado, saldría en mi busca y no cesaría ni de noche ni de día ¡cuánto me quería!
Quería agradecer tu comentario en mi blog. Vuestro cariño y apoyo, han hecho que me sintiese arropada por todos vosotros, no te puedes imaginar lo mucho que me ha ayudado el sentiros tan cerca.
Te dejo abrazos y cariños en el corazón.
Kasioles
La abuela luchadora, la joven valiente, la niña decidida, todas ellas forman lo que decimos "mujer de armas tomar". Viva la abuela !!
ResponderEliminarMe entusiasman vuestros comentarios, ¿os he dicho alguna vez que sois los mejores? Cariñoso abrazo y feliz semana para todos :)
ResponderEliminarSiempre he admirado a esas mujeres que luchando contra todo tipo de presiones y habladurías tomaban las riendas y eran un ejemplo a seguir.
ResponderEliminarAbrazos.