¿Dónde lavas tu rostro de belleza
Para lucir de piedra tan lozana?
¿En qué manantial, arroyo o fontana
Reflejas tu pudor a tu manera?
Quisiera ser del túmulo la tierra
Que acoges y abrazas cada mañana
Con el peso del agua enamorada
Apoyando mi mano en tu cadera.
Ser cordón para apretar tu corpiño
Ser viento que despeine tu melena.
Si lugar poder fuera: Este foso.
Ser sol para provocarte un guiño.
Feliz reo si fueras mi condena.
Almohada que recoja tu reposo.
Permíteme estos versos
Acabar en estrambote
Me quito el sombrero, Rosa
A tus pies, tu Juan Belmonte
(de Ana Mary)
Siempre me han gustado los sonetos con final, el estrambote puede hasta matizar unos verso dolorosos. No te prodigas en poesía y el soneto te ha quedado genial. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Ester, ya sabes que yo escribo más relatos. Gracias por tu opinón. Un abrazo.
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