Ir al contenido principal

Allá donde te encuentres

Querida Alicia:
Hace ya ocho meses que te fuiste y no he sabido nada de tu vida. Durante este tiempo he deambulado por la casa sintiendo la soledad de tu ausencia. Cada objeto, cada rincón, todo me habla de ti y me emociono, no puedo evitarlo. Es como si aquí a mi lado estuviera esa Alicia a la que tanto quiero, la verdadera, la que llenaba de ilusión, sonrisas y vida la casa. La malhumorada de los últimos tiempos no eras tú.

Estabas ya tan acostumbrada a que todo cuanto te sucediera fuera algo extraordinario, que te pareció de lo más soso y estúpido que la vida siguiera por el camino normal. Te resistías a dejar de soñar en este mundo de adultos tan complicado. Por eso, mientras te dedicaste a contar cuentos a un público cautivado, el de los niños, que te recordaba tus felices días de infancia, todo fue estupendo. Cuando tu prestigio como narradora creció, fueron otros los que reclamaron tu presencia. El encontronazo, en la isla de Ely, con el presidente de la Sociedad literaria de la anguila, marcó un punto de no retorno por la resonancia que tuvo en los medios. «Te juro que quise contenerme, pero las preguntas de aquel hombre sobre mi vida privada me resultaron insoportables», me comentaste nerviosa, ¿recuerdas? Le habías estampado una tarta en la cara de la que solo asomaba su nariz aguileña cual quilla de barco naufragando. De repente afloró entre nosotras una complicidad que creía perdida.

Poco después, me hablaste de que tenías que irte para encontrarte contigo misma. Por tus silencios, tus miradas ausentes, tus breves y desganados resoplidos, yo ya sabía de tus ganas de huir; no de mí, no de la casa, sino de la persona en la que te estabas convirtiendo. Con tu decisión me sentí más tranquila y hasta sonreí porque comprendí que estabas hecha para vivir en el interior de un cuento donde los graznidos del Grifo colmaran el aire. La niña interior te llamaba con la fuerza de la curiosidad, esa luz que ilumina tu vida. Aquí nos dejaste un fulgor como de estrella hace tiempo desaparecida que llena la casa con tu presencia.

Admiro esa manera de ser tuya, que te lleva una y otra vez a seguir ciegamente al Conejo Blanco para desembocar en nuevos descubrimientos. A la vez me siento nostálgica. También tu gatita siente lo mismo, no sabes cómo me mira con ojos suplicantes. Ahora está retozando en mis pies mientras te escribo, creo que entiende lo que estoy haciendo y es su manera de agradecérmelo.

Al amanecer el día de tu marcha, ¡qué nerviosas estábamos! Viniste a mi cama y te acurrucaste junto a mí como cuando eras pequeña. Sentí tus brazos que contagiaban ilusión y creí ver en la penumbra tus ojos brillantes que me miraban risueños. Me susurraste: «Gracias, hermana, por estar a mi lado siempre y reírte con mis excentricidades». No pude responderte con palabras porque me hubiera quebrado en llanto. Después, te fuiste separando muy suavemente de mí, descalza como habías llegado, saliste de la habitación cerrando la puerta con mucho cuidado, para reunirte con aquellos que, como tú, no habéis perdido la imaginación ni la inocencia y consideráis que un modo de vida diferente es posible. No quisiste que te acompañara a la puerta, te vi cruzar la cancela del jardín desde la ventana. Era otoño y las hojas se arremolinaban por todas partes. Enérgica, con tu gorro de colores y la mochila a la espalda, te perdiste en ese día gris bajo un cielo sombrío.

Ya, ya sé que antes de tu partida me dijiste: «Nada de escribirnos. Necesito vivir esta experiencia en soledad como la que viví en Alicia en el País de las Maravillas». Te lo respeto. De hecho, si llegas a encontrar este escrito será porque yo ya me habré ido. No es que no piense esperarte como te prometí, pero el mundo tan seguro en el que vivíamos ha saltado por los aires. Nos están invadiendo unos seres letales, invisibles, contra los que parece no tenemos nada que hacer. Y no quiero que quede nada pendiente entre tú y yo. Porque una vez que uno se va lo que más se siente es precisamente eso. Si hubo alguna divergencia entre nosotras fue por lo diferentes que somos, tú eres la puerta que se abre a la fantasía y yo la manía de la razón de querer organizarlo todo.

Mientras espero una señal que me confirme que todavía vivimos bajo el mismo cielo, sigo con mi rutina cotidiana. Bueno, en algo he cambiado: cuido a tu gatita y escucho música, además de leer esos libros sin dibujos que te parecen tan aburridos.

De pronto, siento un impulso que me domina. Sé que se trata de ti, Alicia. Es ridículo decirlo, yo misma no lo comprendo hasta que te visualizo perfectamente. ¡Estás en el Bolero de Ravel que estoy escuchando! Mi corazón empieza a latir diferente, más bien aletea como un pajarito emocionado. Jubilosa, marcas el ostinato rítmico de la caja con el que guías a un grupo de personas que te siguen agitadas para atravesar la madriguera que los lleva hacia un mundo mágico. Yo no soy tan valiente, pero me gustará dejarme mecer con tu voz cuando, con la cabeza apoyada en mi falda, me cuentes esta nueva aventura.

Un beso de tu hermana mayor. 
(900 palabras)
Relato publicado en el libro Relatos Asombrosamente Asombrosos de ETDO
 

Safe Creative #2005234086019

Comentarios

  1. ¡Qué preciosidad, amiga María Pilar, qué maravilla de relato! Cuánta fantasía, cuánta magia, cuánta añoranza sostenida pero, sobre todo, cuánta ternura; ternura disfrazada con la elegancia de tus letras. ¡Qué bien has descrito esa oposición de caracteres y personalidades que tan bien se complementan en última instancia. ¡Gracias por compartir esta belleza y enhorabuena!
    Te deseo mucha suerte en El Tintero.
    Un fuerte abrazo, compañera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué maravillosas palabras me dejas, Patxi. Me he quedado sin palabras.
      Gracias mil.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. ¡Que cuento más hermoso!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado. Gracias, Alfred.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Pilar, tu relato es muy apropiado en estos momentos. Somos tantos los que tenemos familiares lejos de nosotros, que entendemos tu nostalgia, tu apatía, tu comprensión, tu fortaleza y tu mirada en perspectiva, que deja atado y bien atado ese amor, que está por encima del tiempo entre dos hermanas.
    Mi felicitación y mi abrazo por tu creatividad, amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que hayas sintonizado con el texto, Mª Jesús. Gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Sorpresa ninguna, siempre escribes muy bien y muy bonito pero la ilusión de una nueva entrega si se tiene al venir a leerte. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ester por tus bonitas palabras.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Supongo que te lo habré dicho muchas veces, pero me da lo mismo. Qué bien escribes, María Pilar. Es una carta llena de belleza y sensibilidad. Me ha encantado.
    Vaya nivelazo le estáis dando al Tintero de David.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y nunca te canses de decírmelo que sienta muy bien. Gracias y un abrazo, Chema.

      Eliminar
  6. Mucha suerte. Es muy buena historia, narrada con gran ternura.
    Nos avisas cuando ganes, para ponernos lindos e ir a aplaudirte... Imaginariamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te guste la historia, Sara. Gracias por esas ganas de aplausos virtuales. Yo ya gano participando y que gente como tú me lea.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Una carta que desborda ternura y fantasía. Una belleza de relato. A mí también me ha encantado, M.Pilar. Felicidades y mucha suerte en el Tintero.

    ResponderEliminar
  8. Gracias por este cuento,cariños.

    ResponderEliminar
  9. Hermoso y entrañable relato, mi querida Pilar!! Siempre es un placer enorme leerte!!!
    Te mando todo mi cariño y mis mayores deseos de éxitos en el concurso!!
    Lau.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre es un placer encontrarte por aquí, Lau.
      Gracias.
      Un abrazo enorme.

      Eliminar
  10. Uy que lindo relato tan lleno de magia y poesía. Te mando un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado, Citu. Gracias.
      Un beso.

      Eliminar
  11. ¡Hola María Pilar!
    Tu relato me ha parecido ocurrente, escrito de forma intimista y donde los sentimientos florecen a lo largo y ancho de esta historia, que trata de evocar el vacío emocional que la ausencia de Alice Liddell (la niña en la que Lewis Carroll se inspiró para crear al personaje de Alicia) produce en su hermana mayor, Lorina.

    Me ha gustado tu recreación tan emotiva de esta experiencia fraternal, al diseñar una trama donde los profundos lazos sentimentales, entre ambas, quedan totalmente reflejados, así como la gran divergencia de sus personalidades: Alice tratando de dar rienda suelta a su imaginación, mientras que Lorina imponiendo la razón para organizarlo todo.
    Logras atraparnos, con esa sabia elección de una narradora en primera persona, manteniendo un ritmo lento pero muy rico en emociones, como así queda reflejado en su conmovedor desenlace, de una ternura exquisita.
    Mis felicitaciones por anticipado y confío en que llegues muy alto en la final del Tintero.

    ResponderEliminar
  12. Saludos cordiales María Pilar.
    Quiero felicitarte porque tu narrativa es prolija y pulcra. Eliges un relato epistolar que nos permite bucear en la intimidad de los personajes. Me parece que este genero es de los pocos que admite la narración en segunda persona. Me provoca ruido que la remitente le cuente al destinatario detalles que ella conoce, entiendo que es la forma en que el lector de tu cuento se entere de la personalidad de los dos personajes y del amor fraternal entre las hermanas. Quiero mencionarte que tu aportación me recordó al cuento de Cortázar “Carta a una señorita de Paris” y no solo porque es el mismo subgénero, es más porque está escrita para ella misma como en la de Cortázar en donde el remitente también registra su muerte y en la tuya la anticipa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Alfredo. ¿Julio Cortázar? Un autor de los grandes, pero, perdona mi ignorancia, ese cuento lo desconozco. Voy a buscarlo para leerlo porque me ha picado la curiosidad con lo que me dices.

      Eliminar
  13. ME ENCANTO!!
    Está tan bien escrito, que entré en la historia,jugué con el gato de Alicia y comprendí la tristeza de su hermana.tristeza, tan de adentro, donde se guardan las mejores alegrías y las penas.
    Un abrazo.


    MARIAROSA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias María Rosa por la bonitas palabras que me dejas.
      Un abrazo.

      Eliminar
  14. Hay muchas Alicias en este mundo, o eso quiero creer, que han tomado diveras formas y todas pintadas de fantasía. La ilusión y la fantasia no deberían morir.
    Un cuento precioso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

  15. Buenos días María Pilar.
    ¡Qué carta más dulce y bonita!, aunque está dirigida a Lorina, la hermana mayor de Alice, me ha parecido que es un recurso para que la "yo" de Alicia adulta, se conecte con la Alicia niña y no pierda su esencia infantil.
    Has escrito un ejercicio libre, por eso hago una libre interpretación.
    Sea como sea, lo importante es como lo cuentas, y lo cuentas bien, con palabras delicadas y sensibles.
    Un abrazo María Pilar, y que tengas un estupendo domingo y resto de la semana.

    ResponderEliminar
  16. Qué bella carta, María Pilar! Con todo el amor de esa hermana que bien podría ser la misma Alicia de adulta, que no entiende pero que ansía volver a ver a Alicia. Toda la ternura y la emoción puestos a flor de piel.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Me ha gustado esa bella carta intimista y tierna. Se puede dar hoy en día entre hermanas que no se ven hace un tiempo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Hola, María Pilar. Hay que reconocer que el estilo epistolar se te da de maravilla, en este caso, de Maravillas. Con una prosa de categoría y una narrativa fluida nos propones un imaginativo viaje de ida y vuelta entre la Fantasía y la Realidad protagonizado por Alicia, fusión singular de persona y personaje. Hay toques de humor, lirismo surrealista y, por encima de todo, la certera y emocionada plasmación de la pena que siente la hermana mayor sumida en "la soledad de la ausencia" de Alicia. Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Un hermoso relato lleno de nostalgia, María. Y lo que más me ha llamado la atención no es esa Alicia crecida, sino que centraras el protagonismo en su hermana, a la que Carrol apenas muestra atención. Touché.
    Recibe un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  20. Hola, María Pilar.

    Has elegido el formato carta para expresar sentimientos, lo que ha resultado un acierto. Otra forma de interpretar el reto del Tintero y mira que he leído varias y todas originales.
    El relato está muy cuidado en la forma, con ritmo, sonoridad y lenguaje impecables. Por señalar algo, el segundo párrafo empieza con unas comillas que se cierran en la segunda línea y no entiendo su sentido, teniendo en cuenta, además, que hay otras comillas para introducir lo que Alicia decía o pensaba.
    Me ha encantado.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Isan, gracias por comentar y por la observación que me haces. Las comillas que dices marcaban una frase literal del libro, pero tienes razón en que puede llevar a confusión con las palabras de Alicia.
      Creo que ahora queda mejor.
      Saludos.

      Eliminar
    2. ¡Qué maravilla de relato, María Pilar! La verdad es que una narración en segunda persona es algo complicado, pero si se domina el resultado es impactante. Me encanta tu manera de narrar las cosas. Cada palabra, cada frase y párrafo están cómo y dónde deben estar, sin nada que sobre o falte. El resultado es una lectura limpia y clara, fluida y muy gratificante, sin nada que entorpezca su avance.
      De la trama también destaco la originalidad de lo que acontece. De esa Alicia rebelde que se superpone a las obligaciones que se supone debe realizar y vira hacia su verdadera existencia.
      En conjunto es un relato que he disfrutado mucho. Felicidades, María Pilar. Has escrito un muy buen relato.
      Un abrazo y mucha suerte.

      Eliminar
  21. Hola María Pilar
    Una carta de esas que todos quisiéramos recibir por la ternura y el amor que encierra. Me ha gustado la idea de utilizar el cariño especial que había entre Alicia y su hermana para tejer este relato.
    Enhorabuena y abrazos.

    ResponderEliminar
  22. Doble reto el que traes, Pilar, el del Tintero y el haberte atrevido con un relato en segunda persona, que siempre son difíciles y se nos puede escapar cualquier error. Tú lo resuelves a la perfección, con un lenguaje pulcro y elegante a la vez que comedido, y con gran solvencia narrativa. Ese diálogo de la hermana mayor con Alicia no deja de ser en el fondo un diálogo consigo misma y la nostalgia que la invade. Gran relato. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  23. Hola, María Pilar! Tu relato me ha gustado muchísimo. Ese tono intimista del que lo has impregnado me ha llegado al corazón, me ha emocionado sobremanera. Se trata de un relato magistral, sin fisuras aparentes. De las historias que llevo leídas (todas las que preceden a la tuya) es la que más me ha gustado. Enhorabuena y un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Magnífica escritura. Un gran acierto la voz narrativa en segunda persona. Un gran acierto y valentía para experimentar. El resultado no puede ser más atractivo. Hay una historia que se vé, pero hay mucha historia que no se vé pero se presiente. Es un disfrute para cualquier lector. Enhorabuena, gracias y haya salud, Pilar

    ResponderEliminar
  25. Hola, María Pilar: Original elección del narrador: la desdibujada hermana de Alicia, nos muestra a una niña ajena a las rutinas y los estándares del triunfo. La carta, otro acierto. Md gustó mucho. Suerte para vos.

    ResponderEliminar
  26. Hola María Pilar. Muy bonito el cuento. Dos hermanas y cada una de ellas diferentes.
    Me gusta como lo has escrito porque nos da a entender que no siempre la separación familiar es por discusiones si no que hay otras razones. Tu hermana añoraba la libertad y seguir siendo niña, no quería madurar porque se encontraba muy a gusto como Alicia en el País de las Maravillas. No entiendo de escritura, pero veo un cuento muy didáctico y sobre todo la diferencia de personalidad de cada individuo y el respeto que debemos de tener por la diferencia de los demás. Ser diferentes, pensar diferentes, no nos hace ser menos persona a nadie. Suerte y ojalá guste mucho y seas ganadora.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  27. Mi querida Maria Pilar, que recreo de la mirada de quién no tiene hermana; que haya alguien que la conozca tan bien como ella misma. Una carta que es toda una biografia. Cada detalle, cada pensamiento y sentimiento nos acerca a una mujer valiente que fue niña y no deja de hacerlo siendo ya adulta. Hay quién es mayor y no fue niña y su búsqueda da mil vueltas en globo, en norias y letras. Lecturas para doblarlas, porque en una no basta. Un abrazo y un gracias.

    ResponderEliminar
  28. María Pilar, tu estilo epistolar es conmovedor y casi perfecto. El casi va porque seguimos siendo humanos y se supone que la perfección queda para los dioses, pero estás ahí cerquita. Me maravilló la "maravilla" que al mismo tiempo duele tanto como esta realidad que nos aleja de todos los que amamos. Te felicito de corazón. Un abrazo lo más cercano posible.

    ResponderEliminar
  29. Hola!
    Si que sabes transmitir cómo llegar a la emoción del lector, Maria. Es una carta estupenda, tierna, de amor filial. Me gustó, muy original la trama.
    Te deseo mucha suerte en el tintero.

    ResponderEliminar
  30. Una emotiva carta que trasmite sentimientos de una hermana mayor hacia una pequeña. Una manera de narrar una historia muy bonita y diferente .
    Un abrazo Maria Pilar
    Puri

    ResponderEliminar
  31. Muy buen trabajo, perfectamente hilvanado y bien resuelto. La historia que cuentas consigue atraerte y sumergirte en ella. Me ha gustado mucho.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  32. Hola María buen relato y excelente historia. Suerte en el Tintero de Oro. Saludos cordiales desde Venezuela.

    ResponderEliminar
  33. Precioso Maria Pilar. Se nota que dominas el género epistolar. La carta perfila dos personalidades: la hermana mayor de carácter más pragmático y Alicia que como no podía ser de otra manera encarna la aventura. Ese dúo de hermanas con personalidades tan diferentes me recuerda a los personajes de Dickens: Frances y Honoria.
    Un abrazo compañera

    ResponderEliminar
  34. Una epístola muy sentida dirigida a una hermana a la que se añora, casi antagonista de la que escribe. Una añorando mundos de fantasía la otra, viviendo una continua realidad desesperanzadora. La realidad casi siempre lo es.
    Pero la intuición final de la presencia de la ausente, cambia el tono del mensaje y se presiente la sonrisa de un reencuentro, aunque no se sabe en que plano existencial o si se trata de un final sin vuelta atrás.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  35. Hola Maria Pilar. Un relato magnífico en forma epistolar de la hermana mayor de Alicia, reflejando la nostalgia de la ausencia y recordando los bellos momentos vividos. Alicia necesita la libertad de sus mundos fantásticos y se siente atrapada en una realidad que no le satisface, en contraposición a la narradora. Sinceramente, me ha encantado. Un abrazo y suerte en el Tintero

    ResponderEliminar
  36. María Pilar, no nos conocemos personalmente, pero me has dejado sin palabras.

    Te explico: Esta noche he soñado con un nombre que no encontraba en ese sueño y sin embargo, era el principal protagonista. Esta mañana veo que has vuelto a mi blog y yo ne había venido al tuyo, como te prometí, así que he llegado hasta aquí, para leer este maravilloso cuento de Alicia que has dejado por aquí.

    Que conste que yo ayer pensé en releer el famoso libro de ‎Lewis Carroll y no sé, puede ser casualidad, pero me he quedado algo sorprendida.

    Besos y seguiremos en contacto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué curioso!Es verdad que volví a tu blog porque algo me llamó la atención y quieres creer que ahora mismo no recuerdo lo que fue. Hay fuerzas que se cruzan y que no comprendemos, pero están.
      Un beso.

      Eliminar
  37. Entiendo que participas en un concurso. ¡Ojalá te lleves un gran premio! Te lo mereces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Participo en "El tintero de oro". Para mí el escribir un relato habiendo leído el libro y cumpliendo las premisas que se piden ya es un premio.
      Hay muchos relatos y muy buenos.

      Eliminar
  38. ¡Felicidades María Pilar por ese tintero tan merecido! Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Queeeeeé? ¡No te habrá equivocado! Porque vaya alegría que me das. Me pasaré por allí en cuanto pueda. Un abrazote, Bruno. ¡Gracias!

      Eliminar
  39. Mª Pilar, me alegra mucho ese tintero de plata, tu relato fue de los que más me gustaron.
    ¡Felicidades!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pepe. La alegría que me habéis dado con vuestros votos. Felicidades también por tu relato que coincidimos, me encantó.
      Un abrazo.

      Eliminar
  40. María Pilar muchas felicidades por tu PLATA. Un relato muy especial. Un abrazote y nos vemos en septiembre compañera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Tara. Para mí es como llevarme una matrícula de final de curso. Sorprendida estoy y también contenta. Felicidades también a ti por tu precioso relato.
      Abrazote. ¡Feliz verano!

      Eliminar
  41. Felicidades Pilar por ese Tintero de Plata. Abrazos!

    ResponderEliminar
  42. Felicidades, Maria Pilar por tu flamante Tintero de plata que ya veo colgado en tu blog.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Jose. Felicidades a ti también por ese Tintero. Un abrazo.

      Eliminar
  43. ENHORABUENA, María Pilar, por tu flamante Tintero de Plata. Sé lo bien que sienta, te lo digo por experiencia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Paco. Tú sí que sabes de Tinteros, ¡qué buen escritor de relatos eres!
      Un abrazo.

      Eliminar
  44. Este relato es una maravilla.
    Me ha emocionado.
    ¡Enhorabuena!
    En esas 900 palabras he viajado con Alicia, he sentido con su hermana y casi he llorado porque Alicia no puede estar con nosotros y no volverá. Su mundo, sin duda, es mejor.
    Es un cuento magistral.

    Un beso y me alegra haberte conocido

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Volarela, por dejarme un mensaje tan bonito. Me alegra que te haya comunicado tanto sentimiento.
      Se ven los 50 primeros comentarios por agilizar la página. Todos están publicados, pero para verlos tienes que clicar en "Cargar más"
      Encantada de verte por aquí.
      Cariñoso saludo.

      Eliminar
  45. Te dejé un comentario, pero no aparece... Y ahora no sé si es porque tienes moderación.
    Decía que me ha fascinado y sin duda seguiré tus cuentos. Hacía tiempo que no leía nada tan bello.

    Un cordial saludo, y encantada de conocer tu obra

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Más vistas

Hagamos un trato

Te propongo un pacto. No removamos más el pasado, no le demos más vueltas ni nos echemos más en cara lo que ocurrió, ya no lo podemos cambiar, dejémoslo correr por el camino del olvido, no me gusta esta guerra soterrada ni este mirar de soslayo con la desconfianza como carga. Llevamos un tiempo con el rictus de la tristeza pegado y el alma rota sin querer dar el brazo a torcer. «Demasiado vehemente», me dices; «excesivamente racional», te contesto. Esto es un «toma y daca» y esta guerra no va a parar. Ya sé que soy impulsiva, alocada y me lanzo sin escuchar tus voces de contención, pero reconoce que eres tan racional, tan pausado y mides tanto las palabras que a tu lado últimamente no hago más que bostezar. Me gusta volar como el viento, necesito sentirme en libertad, no me atosigues. Cuando yo he tomado decisiones no nos ha ido tan mal. Y sobre todo no cargues sobre mi conciencia, sabes que soy muy sensible y el sentimiento de culpa me hace pasarlo fatal. Te pasas la vida planific

Amanecer deslumbrante

Salimos de casa con aspecto somnoliento. Al subir al remolque, ayudados por los dos hermanos mayores, percibimos el viento gélido de la madrugada. No era normal que nos llevaran con ellos; pero ese día, así padre lo había decidido. La calle en la que vivíamos aparecía oculta en la penumbra, se nos hacía extraña. Dejamos el pueblo solitario y silencioso envuelto en la neblina matinal. En el remolque nos encogimos como pudimos para evitar el frío que nos hacía castañetear los dientes y nos provocaba pequeñas chimeneas de vaho que se fundían con la niebla; esfuerzo inútil, pues el traqueteo descomponía nuestras figuras y nos lanzaba a la una contra la otra. No así los hermanos mayores que, apoyados en las cartolas, se dejaban acunar por el movimiento y se hacían los dormidos. El tractor reptaba ruidoso por la subida del Carramonte. Al llegar al alto del páramo por la zona de Valdesalce, amanecía. Nos apeamos de un salto. Impresionaba el mundo que se abría ante nosotros. Miré a mi a

Cuando uno dice blanco, el otro... blaugrana

Va a ser un día complicado, se dijo Aurora al despertar pensando en que se jugaba el Clásico. Su preocupación eran sus hijos Raúl y David. Cuando nacieron todo fue caos en su entorno y nadie, excepto ella, se fijó en los ojos tan abiertos con los que se observaban sin pestañear. Aunque le decían que los recién nacidos no ven, esa mirada gélida de un gris opaco fue el presagio que acabó con sus sueños de madre.  La crueldad sistemática entre los hermanos confirmó sus sospechas. Parecían dos gatos en continua pelea. Si uno necesitaba luz, el otro oscuridad; si uno quería dormir, el otro berreaba y si uno decía blanco el otro… blaugrana. Era un sinvivir que a ella le tenía agotaba. —Os vamos a machacar —decía Raúl con la camiseta blanca. —¡Qué dices, idiota! Hoy comeréis el barro bajo nuestras botas. —De idiota nada, mamón.  — ¡Pum! Arrojó un derechazo al ojo de su hermano. —Te arrancaré la nariz, imbécil. —Y el zurdazo lo dejó sangrando. —¡Ay!, me ha mordido. —¡Basta! —gritó Aur

El vaivén de la vida

En la vida de Clara había aparentemente de todo menos paz y sosiego. Era de esas personas que cuando te pasan, su estela tira de ti y te hace girar la cabeza deseando alargar tu mano entre la brisa que ondea los rizos de su melena. Esa noche Clara se separó de la fiesta, se quitó los zapatos de tacón de vértigo, la máscara de top-model y se abandonó en el columpio de sus pensamientos. Cualquier observador habría olido la tristeza que embargaba tanta belleza. Sabía que Rubén no se creía que ella se dormía en cuanto se acostaba, pero callaba. Rubén sabía que esa tarde ella había llorado, pero dijo: ̶ Cariño, ¿estás ya preparada? La rutina había llegado a sus vidas como un intruso para definitivamente quedarse. Su ambición profesional, el estatus social y ese ajetreo diario de fiestas y relaciones sociales para alzar una muralla sobre la que asentar su seguridad, había resultado una telaraña en la que se habían perdido y ahora… ahora todo ello solo servía para acallar el incómodo

La musa de la escritura

Hoy hace un año que te fuiste… Digo a gritos que no te necesito, que ojalá no vuelvas. Miente mi orgullo para cubrir el dolor de mi impotencia. Ya sabes que mi cabeza es un cóctel de ideas encontradas, letras sueltas y sensaciones indefinidas. Qué diferencia con las composiciones escritas a golpe de vértigo, las notas de recuerdos con ilusión vividos, la actividad nerviosa, el febril pensamiento desbocado, todo un mundo que se diluía en la página en blanco. Mi imaginación no se resigna a esta inactividad actual y sigue alimentándome: me trae el choque de olas acunando a otros muchos en sus aguas, el espectáculo de un gnomo sibilino junto a una princesa destronada, un bello alfiler ensangrentado en el escenario de una explosión en Yakarta, hasta me tienta con el aroma de la riquísima sopa de la abuela. Miro tu hermética bola de cristal donde encierras la energía en un tiempo y un espacio diferente al que reclama el reloj para sí mismo. Te miro y tu fulgor me deslumbra y pienso