Proyecto Bradbury:
«Durante un año escribe un cuento corto cada semana. No es posible escribir 52 cuentos malos consecutivos». (4)
Me afanaba en comprender el mundo, pero el mundo se me resistía. Eran momentos en los que, a tontas y a locas, deshojaba la margarita. ¡Cuántas margaritas sacrificadas inútilmente! Cuando dejé de intentarlo, me di cuenta de que mi mundo se había recolocado solo. Como un puzzle, todas las piezas encajaban en un paisaje perfecto, con sus matices, como a mí me gusta.
Por fin, él y yo nos habíamos encontrado. Era un mundo con volumen y textura. Estimulaba los sentidos. Descubrí un derroche de olores, el frío viento del norte, la sensación de amplitud de los espacios abiertos. Risas y jolgorio. Besos y abrazos reconfortantes que calaban muy dentro. Cerramos los postigos y bajo una luz velada nos atrapó la felicidad.
Casi sin darnos cuenta nos llegó la noche. Al levantarme, encorvada y con pasos lentos, choqué con la mesilla, di un traspié con la esquina del vestidor, y con las manos temblorosas así la manilla de la puerta. Frente al espejo no me reconocí en la señora que me miraba. Pude verme el lunar cerca del pecho y la nariz respingona, también la mirada aguda de unos ojos empequeñecidos, castaños. ¡Era yo! Nada podía cambiar, pero era yo. El espejo sonrió y yo también. Entre él y yo, toda una vida sostenida en el tiempo.
Raro que el espejo sonría primero, es todo caso es bonito sonreír a la vida.
ResponderEliminar:)
Besos.
Gracias, Amapola por pasarte por aquí y comentar.
EliminarUn saludo.
Siempre es bueno pasar de visita por aquí,cariños.
ResponderEliminarY para mí una alegría verte por aquí, Fiaris.
EliminarCariños.
52 cuentos malos consecutivos no, pero María Pilar es capaz de hacer 52 buenos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Chema.
EliminarMi cariño en este abrazo!
Este cuento es de los buenos! Me encantó! Saludos!
ResponderEliminarGracias, Ana.
Eliminar¡Saludos!
Genial relato me encanto el final, te mando un beso
ResponderEliminarGracias, Citu.
EliminarUn beso vuela para allá.
Cuánto sentimiento en tan poco espacio. Me encantó, querida amiga, envontrarte por aquí también.
ResponderEliminar¡Qué alegría, Froilán! Un placer verte por aquí.
EliminarUn hermoso relato!! Cariños, Pilar!
ResponderEliminarLau.
Gracias, Lau.
EliminarTe envío un beso.
Hola, María Pilar! Es difícil, darse cuenta del estar aquí y disfrutar del proceso de la vida en todas sus fases, desde lo que anhelamos y no conseguimos a lo que nos hace ser, solo por el simple hecho de disfrutar, el espejo para mí, es la evidencia de que todo lo vivido reside en el interior aunque a veces, no lo queramos ver con los mismo ojos. Esos de la negatividad. Muy buen post. Y me hago seguidora de tu blog. Me ha encantado tu forma de escribir y mostrar. Por cierto, gracias por pasar por mi blog. Feliz descanso de fin de semana. Saludos!!
ResponderEliminarGracias, Keren.
EliminarUn placer conocerte!
El caso es saber envejecer.
ResponderEliminarAsí es, Cabrónidas.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Buen relato con un final excelente. Feliz semana
ResponderEliminarGracias, Chelo.
EliminarUn saludo.
Cuando envejecemos bien el mundo se recoloca solo.
ResponderEliminarEs un hecho.
Besos
Gracias, Myriam.
EliminarBesos.
Hola María Pilar. El tiempo pasa tan deprisa que a veces no nos reconocemos en el espejo, pero el espejo sí nos reconoce por tantas veces que nos hemos mirado en él en el transcurso del tiempo y de la vida. Muy bueno el texto
ResponderEliminarAbrazos
¡Qué alegría verte, Isa! Gracias por pasarte por aquí.
EliminarAbrazos.
Una síntesis, que nos habla de cómo el amor recoloca el alma y nos devuelve el sentido del humor. Es cierto que perdemos tiempo tratando de adivinar e intuir el futuro. Pero la vida llega y nos sorprende y nos abraza. El espejo se ríe con nosotros, porque sabe que somos felices por encima de los límites físicos.
ResponderEliminarMi felicitación por el realismo, claridad y consistencia que le has dado al relato, Pilar.
Mi abrazo entrañable y mi ánimo por esa superación constante.
¡Qué bella reflexión me dejas, Mª Jesús! Gracias por pasarte por aquí.
EliminarUn abrazo con todo mi cariño.
Así es el tiempo, cuando el amor nos invade, no lo vemos pasar. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Tinta!
EliminarUn abrazo.
É uma bela história que gostei de ler!
ResponderEliminarSaudações do Brasil
Gracias, Fatyma.
EliminarSaludos!!
Me encanta.
ResponderEliminarEnfrentada a la vejez con una sonrisa compartida.
Un abrazo.
Gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo.
Estava tentando conhecer o mundo, mas o mundo resistia a mim!
ResponderEliminarQue belas palavras, obrigada pela partilha. Belos contos.
Um abraço e bom fim de semana
Gracias, Fatyma.
EliminarUn abrazo y buen fin de semana.
¡Hola, María Pilar! Un micro hermoso en el que recolocas lo que es la vida de los sentidos y el tiempo como factor necesario para nuestro desarrollo personal. Algo tan de sentido común, pero algo al parecer tan extraño para esta sociedad y mundo de la apariencia y de la virtualidad digital. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias, David, por la valoración que haces a mi micro. Ya ves que ahora escribo solo micros. No puedo estar mucho tiempo sentada.
EliminarUn abrazo con todo mi cariño.
Me llegó , lo viví siendo yo la que se miraba a la vez que te sentía junto al espero. Gracias¡¡¡ -Besos muchos
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