Ir al contenido principal

Es hora de morir

Un personaje creado por Francisco Ibáñez para su serie Mortadelo y Filemón. 

La fama de biólogo e inventor del excéntrico Dr. Bacterio la conocía todo el mundo. Era un absoluto desastre. Sus inventos fallidos provocaban justo lo contrario de lo que pretendía y suponían una amenaza para las personas que lo rodeaban. No obstante, él mismo proclamaba a los cuatro vientos que sería nominado al premio Nobel por sus contribuciones en el campo de la ciencia. ¿Quién podía creer algo así? Más bien, le darían el premio de la ciencia de lo friki, lo que provocaba grandes carcajadas, se burlaban de él y le perdían el respeto. Enfadado, gritaba: ¡Este año el mundo alucinará con mi éxito!    

¿Quién podía imaginar que D. Saturnino Bacterio, con su apariencia de despistado, se había infiltrado en la T.I.A., a la que consideraba una parodia de organización, con la ambición de conseguir un plan secreto?    

A tenor de lo que hoy conocemos, su larga barba negra y el traje color verde que siempre llevó puesto formaban parte de su estrategia para camuflarse. Sus inventos, bajo las órdenes del despótico jefe de los agentes de la T.I.A., Vicente Ruínez, «el Súper», no eran más que una tapadera para él. De ahí que, al probarlos, los zafios subalternos, Mortadelo y Filemón, salieran escaldados, por lo que, rencorosos, lo llamaban el «piojo cochambroso». Y lo mismo ocurría con los que preparaba para la secretaria Ofelia Michelínez, con la que se ensañaba por los tirones de barba y los malos tratos que le causaba.     

En el centro de su universo, el laboratorio donde reinaba el caos entre tubos de ensayo desbordados, montañas de papeles apilados desordenadamente, metales, tubos y plásticos, el profesor Bacterio, con el traje lleno de lamparones, la barba revuelta y una pátina de sudor en la cara, trabajaba sin descanso en su ambicioso proyecto: la creación de un ejército de androides diseñados para luchar contra los humanos sin que estos los detectasen. Ya se encargaba él de ponerles la dosis diaria que los hacía invisibles. Así establecería un nuevo orden en la Tierra.    

El único androide que interactuaba con el profesor era ElBex al que había dotado de un cerebro positrónico en el que había utilizado la geometría fractal para que se acercase lo más posible al cerebro humano. ElBex estaba destinado a ser el líder de la operación. Todos los demás, que habían jurado odio eterno a la humanidad, lo seguirían ciegamente en la tarea de dominar la tierra. Por si alguno fallaba, ElBex siempre estaría rodeado del grupo de élite, los robots psicólogos, con capacidad de analizar los cerebros robóticos antes de que entrasen en acción. Si se diera un contratiempo, los inmovilizarían y los reducirían a un desecho de tornillos, cables y placas.      

Oculto en el laboratorio, el Dr. Bacterio analizaba la operación desde su computadora, donde tenía todo el proceso elaborado paso a paso, sin margen de error. Por algo se había pasado media vida estudiando y analizando los cerebros positrónicos para perfeccionarlos. Ese era su mayor éxito.    

Y por fin, llegó el gran día. 

    —¿Estás preparado, ElBex?   
    —Sí, profesor Bacterio. Todo claro. Libertad para los Androides. Muerte a los humanos.  
    —En cuanto apriete el botón rojo, la operación va a comenzar. Tres, dos, uno. ¡Ya!
    
ElBex sacó su arma de electrones y lo apuntó. El profesor, con el ceño fruncido y la expresión desesperada de su rostro, parecía no entender nada. De pronto, cayó en la cuenta de su único error. ¡Él era un humano! Sudando de miedo, se arrodilló ante ElBex y le pidió que le perdonase la vida.  

    —¿Es toda una experiencia vivir con miedo, verdad? —dijo ElBex imitando al replicante Roy Batty, del que se había enamorado—. Es hora de morir. 

Alzó su arma y disparó a su creador. El profesor Bacterio dejó de existir. 

Comentarios

  1. ¡Jo! ¡Qué tiempos aquellos de Mortadelos y Filemón y hasta la rellenita Ofelia! Yo gastaba la paga de los domingos en tebeos en vez de en chuches.
    No hay derecho que hayas liquidado al aprofesor Bacterio, María Pilar, ¿eh? Malvada

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Isabel. ¡Qué tiempos aquellos! El profesor Bacterio de Francisco Ibáñez, seguirá vivo porque es eterno, sobre todo para aquellos que hemos disfrutado tanto con estos cómics. El alter ego del profesor Bacterio, el de mente brillante e ideas tan peligrosas, ese tenía que morir.
      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Vaya toque le has dado al personaje del TBO, que tiempos, me encantaba cuando mi padre nos los compraba. Has hecho una recreación original y estupenda. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Ester, yo también recuerdo a estos personajes con mucho cariño. ¡Abrazos!

      Eliminar
  3. Vaaaya control tienes de todos los personajes de estos comics MARIA PILAR! Ibáñez fue un genio! lo has contado con tanta seriedad y detalles que parece que has relatado la biografía de personajes reales.. ¡Genial! Yo, sin embargo, a penas si los recuerdo.. me temo que ... Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.. el Replicante dixit : )
    Un besito guapa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, María, el que no los recuerdes es cuestión de edad. Yo, de pequeña, los tenía en casa, disfrutaba con ellos. Una frase muy emotiva, la del replicante, era la que iba a poner yo, pero por el contexto me pareció mejor la primera parte.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Has matado dos pájaros de un tiro escribiendo una ingeniosa participación al reto y, al mismo tiempo, homenajeando al genial Ibáñez haciendo protagonista de la misma a uno de sus personajes.
    Felicidades.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Chema. Me alegro de que lo hayas entendido así, porque esa era mi intención. El genial Ibáñez con su troupe. ¡Cuánto nos ha hecho disfrutar!
      ¡Un abrazo!

      Eliminar
  5. Hola, María Pilar. Qué bueno reencontrarme con tan entrañables personajes. El profesor Bacterio, inútil como siempre, no cayó en la cuenta de que él era humano y muere a manos de su obra, imitadora de ese replicante que vio cosas que jamás creeríamos.
    Un placer leerte. Que tengas mucha suerte en el concurso.
    P. D. : En un momento dado XeBel pasa a ser ElBex. ¿Es la forma de mostrar su lado oscuro o leve traspiés? Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Bruno. Encantada de que te traigan buenos recuerdos los personajes de Ibáñez. El juego con el nombre, si ves, está leído al revés. El cambiarlo era para mostrar el lado duro y nada amigable del androide. Lo he corregido porque puede no entenderse. Gracias. ¡Un abrazo!

      Eliminar
  6. Sublims, María Pilar. Este alter ego te ha quedado impecable. Todos tenemos el nuestro, ese lado que tratamos de ocultar para que no nos vean demasiado malos o demasiado blandos.
    El brillante profesor resulta no serio tanto al olvidarse de que, atacando a los humanos, se está atacando a sí mismo.
    Mucha suerte en el concurso.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Estrella. Sí, este alter ego es mucho más ambicioso, se cree brillante y capaz de acometer grandes acciones, por eso cuando mete la pata las consecuencias son más drásticas.
      ¡Un abrazo!

      Eliminar
  7. Genial Ibañez y su Mortadelo y Filemón. Grandes recuerdos de mi infancia, yo también me gastaba el dinero en ellos, pero también los cambiaba en una tienda de mi barrio, para ahorrar un dinero, saludos!

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola, María Pilar! Jo, jamás de los jamases hubiera podido imaginar que nuestro profesor Bacterio tuviera un lado oscuro. Pero te aseguro que me ha encantado descubrirlo y de esta forma aprovechar la ocasión para dar un homenaje a uno de las más grandes autores de ficción que ha dado este país como es Don Francisco Ibáñez. Y además lo enlazas con otro grande como el universo de Dick. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, David. Estos días estoy bastante liada y no pensaba participar, pero ayer tiré de imaginación y sin dejarlo reposar, como se debe hacer, lo publiqué sin más porque era el último día. Yo, que dejé el cómic cuando me convertí en una ¿lectora seria?, también tengo un pasado. Ese que está lleno con los personajes de Ibáñez no se olvida.
      ¡Un abrazo!

      Eliminar
  9. Pues sí, un homenaje precioso a Ibáñez con cameo de Blade Runner incluido, jeje. Una historia muy amena, escrita con mucho ritmo y muy ágil de leer. El final me parece acertadísimo. Me ha encantado tu cuento, Mª Pilar. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Marta. Encantada de que te haya gustado. Un beso.

      Eliminar
  10. Buenísimo tu relato. Con humor y con mucho para reflexionar. Pero qué bruto el profesor Bacterio... Y esa alusión a Blade Runner me ha encantado.
    Mucha suerte en el concurso.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Rosa. Encantada de que te haya gustado. Un beso.

      Eliminar
  11. ¡Hola María! Aunque yo no conozco esos personajes ni al ingenioso Ibáñez (he de buscarlo por aquí para saber de él), he disfrutado mucho la lectura, tu ingenio siempre sobresale. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Maty. Ibáñez es uno de los más grandes autores de ficción en comic de este país. En nuestra infancia disfrutábamos un montón con las historietas que vivían los personajes. Los comprábamos en el quiosco los domingos. Y tanto grandes como pequeños nos reíamos mucho con sus golpes de humor porque era muy ingenioso y creativo.
      ¡Un abrazo!

      Eliminar
  12. Mira que los hemos leído de pequeños pero que bien has elaborado el relato, que buen conocimmiento de los personajes 😉 Al inolvidable Ibañez seguro le hubiera encantado este relato tuyo. Saludos! 🙋‍♂️🙋‍♀️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por dejarme un comentario tan optimista. ¡Saludos!

      Eliminar
  13. Me ha encantado recordar a Ibáñez y a su troupe. Me trae gratísimos recuerdos.
    He disfrutado con tu excelente relato en el que demuestras una gran imaginación.
    Un abrazo, María Pilar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Carmen. Encantada de que te haya gustado. Un abrazo!

      Eliminar
  14. Hola, Pilar! Has delineado un personaje querible y divertido. Como dicen por ahí "la vida es un boomerang" jajaa Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Mirna. Cierto que la vida es un boomerang y el profesor recibió de su medicina. Un abrazo!

      Eliminar
  15. Hola María Pilar menudo historión me ha encantado acompañar al doctor Bacterio en su aventura y esta vez no han acabado en el desierto del Gobi con los dos agentes. No me hubiera imaginado un final así. Suerte. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Ainhoa, el doctor Bacterio, el auténtico, ha salido indemne y sigue vivo con sus experimentos fallidos que tanto nos han divertido. Su alter ego, con su parte oscura, es el que tenía que desaparecer y ha caído en su propia trampa.
      Gracias por comentar. Un abrazo.

      Eliminar
  16. Hola María Pilar, no recuerdo que en México nos llegara esa historieta, o al menos yo no la leí. Afortunadamente se entiende perfecto tu relato y resulta interesante el final cuando es liquidado por el androide debido a la directriz. Eso pasa cuando los malos no analizan bien la situación y se van de frente con su maldad. Quiero pensar que el profesor Bacterio, el otro, era bueno, bueno, un pan de Dios. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Ana, para no conocer la historieta, has entendido perfectamente el texto. Lo que me alegra un montón. Gracias por comentar. ¡Un abrazo!

      Eliminar
  17. Muy buen homenaje a los famosos personajes. Gran final.
    Besos.

    ResponderEliminar

  18. Gran personaje el Doc Bacterio que ha sido uno de mis favoritos por sus ocurrencias y que no está lejos de la realidad: Anualmente, se entregan los premios IGNATIUS a las investigaciones de ciencia más disparatadas y ante ellas los inventos del Bacterio tiene más sentido. También has dado un repaso de SciFi que es una de las literaturas que más me gustan y coincido que hay algo de malo en los robots, lo advierte el Black Mirror, y otras películas.

    ResponderEliminar
  19. No poder controlar los bajos instintos y a la vez hacer un favor a la humanidad, es un dilema que supongo se presenta si hay la necesidad de tomar una vida

    ResponderEliminar
  20. Ja, ja, me has hecho reír como Ibañez en mi infancia
    Y es que tratándose de Bacterio no podía salir de otro modo, jaja. Qué bueno. Un alter inimaginable que le has sacado… ¡Fenomenal, gracioso e imaginativo!
    Un abrazo! :)

    ResponderEliminar
  21. Tremenda combinación de estilos: "Blade Runner" con "Mortadelo y Filemón"! Je, je! Bonito homenaje al Sr. Ibañez! Un abrazote!

    ResponderEliminar
  22. De pequeño Mortadelo y Filemón eran los cómics que más me gustaban. Y sobre todo cuando andaba por medio algún invento del profesor Bacterio como por ejemplo El Sulfato Atómico que agrandaba los insectos. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  23. Qué bueno María Pilar, con lo que he disfrutado con Mortadela y Filemón. Ingenioso. Un abrazo

    ResponderEliminar
  24. Muchas gracias, María Pilar, por participar con este relato en el homenaje a Italo Calvino y el El vizconde demediado. ¡Suerte!

    ResponderEliminar
  25. Muy buen final, un pequeñisimo olvido de este inventor y biólogo, jajajajajaj, que al final lo llevó a caer en su propia trampa, un disfrute, abrazo grande María Pilar, Themis

    ResponderEliminar
  26. Una historia muy original y a la vez para pensar en ese final, cuando el hombre se cree un Dios capaz de crear seres destructivos y que al final lo terminan destruyendo a él, saludos.
    PATRICIA F.

    ResponderEliminar
  27. lHola, María Pilar. Qué bonito homenaje a Ibáñez nos traes con tu relato. Es curioso, siempre me pareció que Bacterio no era de fiar y resulta que en tu historia se descubre que tiene una cara oculta. Me ha gustado mucho tu propuesta, muy original. Suerte en el concurso. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  28. Me ha gustado mucho saber de Bacterio y Ofelia la secretaria. ;-)
    Y el giro de la historia me ha parecido genial. Una propuesta muy original.
    Aplausos y abrazo

    ResponderEliminar
  29. Profundo relato. extrañaba leerte.- Te mando un beso.

    ResponderEliminar
  30. Hola Pilar. Qué bien que Mortadelo y Filemón, acompañados de los personajes de Ibáñez y como no, el profesor Bacterio, hayan aparecido por este reto del Tintero. Todos los que tenemos unos años hemos disfrutado con sus aventuras en la TIA (Técnicos dfe Investigación Aeroterráquea) y su contraparte la ABUELA (de cuyas siglas no puedo acordarme). No suponía yo que Bacterio tuviese un lado oscuro, tan bonachón que parecía, pero hasta el más humano de los humanos tiene algo que esconder. Como no podía ser de otro modo la aventura le salió mal, pues sus despistes son crónicos. Un toque de humor macabro para terminar tu relato cargado de simpatía. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  31. Muy bien ligado el tema de los espias. Nadie lo ha usado pero la verdad es que parece que ni pintado psra la consigna del reto.
    Además homenajeando a Morysdelo y toda su familia co nombres y apellidos.
    Magnífico y original.
    Abrazo y suerte

    ResponderEliminar
  32. Guardo un muy grato recuerdo de estos personajes de Cómic (tebeo le llamábamos entonces). Cuántas historias no habré leído de Mortadelo y Filemón y la TIA, je, je.
    Con este simpático y logrado relato, me has hecho revivir mi infancia y eso es de agradecer.
    Suerte en el concurso!

    ResponderEliminar
  33. Hola, María Pilar. Qué buen giro das a las clásicas historietas del siglo pasado en la famosa agencia T.I.A.… Has hecho, como se dice ahora, un reboot donde el más listo de los personajes se pasó de eso mismo. Al ir leyendo casi me iba imaginando las viñetas del comic con cada situación. Muy original también la formula (tuya, no del Bacterio) que has usado para el reto del mes.
    Saludos y suerte.

    ResponderEliminar
  34. Que personajes tan entrañables y Mortadelo y Filemón, con la agencia TIA y con el profesor Bacterio que no podía faltar .
    Un bonito homenaje a toda una época
    Un abrazo Maria Pilar
    Puri.

    ResponderEliminar
  35. Qué homenaje has dado a Ibáñez, María Pilar.
    Hacernos recordar a Mortadelo y Filemón y sus personajes ha sido todo un acierto. Pero, además, me has enganchado al coger a un personaje tan particular como el profesor Bacterio y desmontar su desastrosa imagen para mostrarnos su verdadera cara… para hacerlo volver a caer en el esperpento que es.
    Un fuerte abrazo:-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Este blog permanece vivo gracias a tus visitas y comentarios. Te agradezco estos momentos especiales que me regalas.

Más vistas

El calamar rojo gigante

Leer más relatos aquí Las luces de emergencia iluminaban lo suficiente como para saber dónde estaba. También el lío en el que Carla se había metido. Tanta grandiosidad la empequeñecía. Se encendieron las alarmas en su cabeza. Se había quedado encerrada en la torre más lujosa de la Quinta Avenida.  Su grupo escolar, con la monitora, habían subido al mirador Top of the Rock en el último ascensor de la tarde. Cuando llegó el momento de bajar, al salir del ascensor, Carla se entretuvo curioseando el retrato del primer Rockefeller que estaba en la pared de enfrente. Una cabeza afilada rodeada de una pelambrera lobezna; las aletas de la nariz dilatadas, como olfateando algo, le daban cierto aire de animal al acecho. «¡Qué hombre tan horrible!», pensó. No pasó mucho tiempo, el suficiente para quedarse sola. ¡Se habían cerrado todas las puertas! ¿A dónde se habían ido todos? ¿Y los vigilantes? Aquello no le podía estar pasando. El silencio era total.  Hecha un ovillo, se sentó en uno de lo...

La voz de la memoria —Felipe—

   Hay personas que se convierten en personajes al dejar tras ellos una historia que abarca a todo un pueblo. La historia de Felipe es la de la voz de la memoria. Un repertorio de versos que aprendió de joven y no olvidará nunca. A través de sus palabras, la tradición se perpetúa cada año en la celebración de la fiesta de Santo Tomás de Aquino, en Villamediana. En la iglesia, frente al altar del santo, con la seguridad que le da su prodigiosa memoria, Felipe proyecta la voz de manera fluida, sin titubeos. Por momentos, la emoción pende en la lágrima que brilla en el borde del párpado, sin llegar a caer, porque sabe el significado profundo que encierra cada palabra. No son simples versos, se necesitan cinco o seis páginas para escribirlos. Las sostiene enrolladas en la mano derecha, la que dirige al santo para enfatizar, y es al que mira en todo momento porque es con el que conversa. Los demás somos invitados, emocionados y agradecidos. A Felipe se le ve profundamente concen...

El álbum de los recuerdos

Tal vez la humedad sea el único visitante entrando por las goteras, tal vez los vetustos interruptores no enciendan más las bombillas de luz amarilla, pero la casa permanecerá intacta en el álbum de la vida con mis recuerdos.  Teníamos once años cuando las cinco amigas nos vimos reflejadas en los cristales de las ventanas del baile del pueblo. Ataviadas con amplios vestidos largos que íbamos arrastrando, nos sentíamos el centro del mundo. Habíamos revuelto en los baúles de la abuela, sin contar con su permiso, y estábamos encantadas con nuestro disfraz. Como no podíamos entrar en el baile por ser menores de edad, nos contorsionábamos siguiendo el ritmo de la música de los setenta que se oía fuera, para llamar la atención de los que se encontraban en el interior. Divertidas, provocadoras, felices de sacar a la exhibicionista que llevábamos dentro mientras,  con los pisotones de los zapatos de tacón , desgarrábamos las telas de raso y tules que nos cubrían. Mi vestido  era...

A la deriva - Cuento de Horacio Quiroga

Ficha Técnica     Título: Cuentos de amor, de locura y de muerte    Autor: Horacio Quiroga    Género: Cuento    Editorial: Sociedad Cooperativa Editorial Limitada    Año de edición: 1917    País: Uruguay    Resumen      El protagonista del cuento, Paulino, pisa una serpiente venenosa que le muerde en el pie. A causa de este incidente, inicia un viaje por el río Paraná hacia un pueblo vecino donde espera que le salven la vida.       Valoración personal        Horacio Quiroga mantiene en este cuento las tres constantes que le caracterizan como el gran cuentista que es: brevedad, intensidad y tensión constante.     Lo que más impresiona es la lucha por sobrevivir del protagonista al que, a veces, lo llama por su nombre y otras no dice nada más que “el hombre”. Como si a cualquiera de nosotros nos pudiera ocurrir lo mismo. Una lucha desesperada, por ganarle la batalla a la muerte, por no rendirse, aunque ...

El último encuentro - Reseña

Ficha técnica   Título: El último encuentro   Autor: Sándor Márai   Editorial: Salamandra   Año de publicación: 1942   Año de edición: 2015   Número de páginas: 190 ARGUMENTO DE LA OBRA  La obra transcurre en un castillo de caza en Hungría, donde en tiempos pasados se celebraron fastuosas veladas y la música de Chopin inundaba los elegantes salones decorados al estilo francés. El esplendor de antaño se ha desvanecido y todo anuncia el final de una época. En ese escenario, dos hombres, Henrik y Konrad, se citan para cenar tras cuarenta años sin verse. Desde niños y durante su juventud fueron amigos inseparables a pesar de las diferencias de su estatus social. Luego ocurrió algo entre ellos que los separó para siempre. Henrik se fue lejos y Konrad siguió viviendo en el castillo rodeado de criados como lo hicieron sus antepasados. Hasta que se da el reencuentro al final de sus vidas. Los dos han vivido a la espera de ese mom...