El otoño, con sus días soleados y sus noches frías, se detiene en el pueblo cuando la vendimia llama a su puerta. El ambiente sabe a grana y esperanza y el olor dulce del caldo se extiende por todos los rincones. Por las calles se ve ajetreo constante de gente y se siente el crujir de los sarmientos a su paso. Ruidos de tractores seguidos de pequeños remolques se oyen por doquier y voces de tierras lejanas se mezclan con las del lugar. Son los temporeros que dejan casa, tierra y familia para hacer la campaña de la vendimia.
El ritual cargado de arte, magia y fiesta se repite de generación en generación hasta perderse en la memoria de los tiempos. En cuanto amanece, los vendimiadores están a pie de cepa para empezar a tomar contacto con esos racimos de uvas rebosantes. Avanzan con cuidado, notan el fruto maduro en su mano y cortan con diligencia para no estropear el milagro. Sienten la cercanía de los demás, a veces algún roce cómplice que se celebra con sonrisas. La recogida de la uva también implica recogida de ilusiones. Para algunos el sustento de la familia de todo el año.
El sol se pone y al compás de su luz se suspende la tarea. La sintonía de voces, olores y colores se va sosegando. Cuando por la noche el silencio envuelve un merecido descanso, hay quien, antes de dormirse, saca emocionado una gastada foto familiar para rozarla con los labios.
El ritual cargado de arte, magia y fiesta se repite de generación en generación hasta perderse en la memoria de los tiempos. En cuanto amanece, los vendimiadores están a pie de cepa para empezar a tomar contacto con esos racimos de uvas rebosantes. Avanzan con cuidado, notan el fruto maduro en su mano y cortan con diligencia para no estropear el milagro. Sienten la cercanía de los demás, a veces algún roce cómplice que se celebra con sonrisas. La recogida de la uva también implica recogida de ilusiones. Para algunos el sustento de la familia de todo el año.
El sol se pone y al compás de su luz se suspende la tarea. La sintonía de voces, olores y colores se va sosegando. Cuando por la noche el silencio envuelve un merecido descanso, hay quien, antes de dormirse, saca emocionado una gastada foto familiar para rozarla con los labios.
Idílica y hermosa mirada a un trabajo que la verdad, sin haberlo hecho nunca, no tiene pinta de ser demasiado idílico :)
ResponderEliminarPorque supongo que recoger cuatro racimos en la huerta de tu padre cuando eras chaval no cuenta como vendimia ¿no?
Besos querida.
No pretendo hacer una crónica de la vendimia. Ayer pasé un día estupendo en La Rioja y sólo he querido plasmar las sensaciones que yo percibí de una tierra tan amable y de su gente tan acogedora.
Eliminar.
Lo has descripto de maravilla, senti el aroma en tus letras
EliminarAbrazo
Gracias Lapislazuli.
EliminarBesos
la vendimia y sus pasos hasta el vino son sagrados, casi todas las civilizaciones han cultivado su fruto y considerado sus caldos como una bebida tonificante, saludos querida amiga
ResponderEliminarHay médicos que aconsejan un vasito de buen vino en cada comida, universidades de EEUU que hacen una investigación sobre sus excelencias. La gente de por aquí ya lo sabe por propia experiencia.
EliminarUn abrazo.
Me encanta el vino tinto, a mí también me parece un milagro. La propia uva, los cuidados y mimos que ha de recibir para que sea de calidad y el proceso de elaboración del mismo, con esa magia que le imprime el enólogo y luego se nos ofrece envasada y para nuestro disfrute. Un auténtico placer. Y sí, el momento de la vendimia es el final de la primera parte, la de la tierra y el clima.
ResponderEliminarUn beso, María Pilar
pd. Va de lujo el cuadro de comentarios.
Un auténtico placer tomar una copa de vino en buena compañía.
EliminarMe alegro por lo de los comentarios, por lo que te pasaba a ti he hecho todo el cambio y si ahora va bien ha merecido la pena.
Besos Zavala
Hola Pilar, buenas tardes,
ResponderEliminarme ha gustado conocer un poco más del tema,
lo has contado con naturalidad y gran encanto,
lo más atractivo de este paseo fue llegar al final del día...
salud y buena semana
un beso y un abrazo
Gracias por tus bonitas palabras Ariel. Te deseo también una feliz semana.
EliminarBesos.
"Perlas de uvas
ResponderEliminarDios Baco las bendice.
Aire Señorial..."
Te dejo mi abrazo de mar:)
Poéticas palabras Ángeles. Un abrazo de mar con un abrazo desde la tierra del vino creo que tienen que casar muy bien porque los opuestos siempre se atraen.
EliminarMaría Pilar alguna vez he participado de la vendimia en tierras de amigos y salvo los riñones todo el resto de mi cuerpo agradeció aquellos días de naturaleza y comida sencilla en la propia viña pero que sabía a gloria, bonitos recuerdos.
ResponderEliminarBesos,
Nunca he participado en la vendimia, me la imagino dura como todas las faenas del campo, pero creo que encierra un encanto especial.
EliminarBesos
Buena tierra, un placer tomar un caldo embotellado desde hace años, abrirlo, orearlo y paladearlo en buena compañía. Bsosss.
ResponderEliminarEn cualquier sitio se aprecia algo así, en el lugar saborearlo se hace imprescindible.
EliminarBesos.
No cabe duda de que los viñedos en otoño son un paisaje sin par, pero yo tengo predilección por las laderas de tempranillo de Laguardia a Elciego ya podadas en pleno invierno. El bus del vino me llevó por ahí una vez, comí de miedo y disfruté como nunca. El olor de los sarmientos ardiendo es un recuerdo imborrable.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Esos lugares que citas los tengo muy cerca de casa y cualquier época es buena para hacer una visita.
EliminarSaludos JM
Pilar, la vendimia es un verdadero ritual. Yo he vendimiado muchos años en mi tierra manchega y todo lo que nos cuentas lo he sentido en la piel y en el alma...La uva es un fruto sagrado, que nos invita a saborearlo y a sentir todos sus beneficios, mientras el sol nos abraza todo el día...Mi gratitud por compartir y mi abrazo grande, amiga.
ResponderEliminarFeliz domingo,Pilar.
M.Jesús
M. Jesús, me encanta que corrobores mis palabras desde la experiencia y aunque no fuera así, también te lo agradecería porque los comentarios son los que mantienen vivos los blogs.
EliminarAbrazo inmenso para ti y feliz semana :)
Todo lo que sea recoger después de sembrar es gratificante.
ResponderEliminarHa sido muy agradable leerte, María Pilar.
Bicos.
Gracias por tus palabras Ohma.
EliminarInmenso abrazo y feliz semana.
¡Que hermoso! Cada cultura y cada pueblo tiene trabajos que representan la esencia de su tradición. La vendimia en cualquier tierra de vinos es una forma ser y tú lo has expresado divinamente.
ResponderEliminarBesazo
Qué generosa eres Dolega, me encantan tus palabras.
EliminarInmenso abrazo.
Uy hermosa entrada, te mando un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarGracias Citu, espero que te encuentres bien.
EliminarBesos
Pilar, tu relato es maravilloso. Algunos pocos pueden percibir con todos los sentidos la magia escondida en estas pequeñas cosas de la vida. Otros, solo pueden ver...
ResponderEliminarUn abrazo!
Así lo entiendo yo Soledad, todos los sentidos perciben sus sensaciones en este ritual.
EliminarBesos
Mucho de ritual y mítico.
ResponderEliminarAsí es Baus. Gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario.
EliminarSaludos
Bien contado, muy poético
ResponderEliminar¡Qué alegría encontrarte por aquí! Bonitas palabras me dejas Luisa . Gracias.
EliminarRecuerdo aquel olor dulzón a uvas, en Campo Real, el pueblo madrileño que da nombre a "La arañita campeña". Pero la vendimia estaba lejos de mi aula y yo no la veía...gracias por compartir tu vendimia.
ResponderEliminarBesos, Pilar.
Son pocos los pueblos de este país que no tienen viñas cerca y aquí en La Rioja todo un culto.
EliminarBesos con todo mi cariño.
Hasta donde sé la vendimia debe resultar agotadora, pero sin duda, ese componente de ritual que se repite año tras año, el trabajo codo con codo y la satisfación una vez acabada la campaña debe convertirlo en una gran fiesta.
ResponderEliminarBesos
Sí Jara, el trabajo es manual y muy duro, pero ya ves que yo me he centrado más en lo que tiene de ritual.
EliminarBesos
Lo has contado con tanta hermosura, que he vivido paso a paso lo que iba leyendo. Debe ser precioso ese tiempo de vendimia, trabajo duro, pero recompensado.
ResponderEliminarGracias por compartir este bonito texto.
Besos apretaos.
Generosas palabras las tuyas Yeste. Sí es un tiempo grande y que marca mucho a los que viven de esas actividades.
EliminarBesos norteños.
el tiempo de la vendimia es una mezcla no solo de granos sino de vida que muy bien dejas relatado , una fiesta y una despedida todo se macera y se conjuga en la rutina de quienes hacen parte de ello
ResponderEliminarbesitos y feliz semana Pilar
Preciosas palabras las tuyas en las que se pueden leer el arte poético que siempre te acompaña.
EliminarUn abrazo y feliz semana Elisa.
Hay una película gallega que hace de ese roce en la recogida de la uva, la secuencia más erótica que he visto en cine.
ResponderEliminarPrecioso texto casi en el día de tu santo.
El día de mi santo precisamente estaba celebrando por La Rioja y algo os quise compartir.
EliminarBesos
Que precioso post :) El sábado vi la vendimia en el Bierzo... igual porque soy montañesa y en mi tierra no hay vino la vendimia ejerces siempre sobre mí una sutil fascinación.
ResponderEliminar(Oye, que me gusta mucho el aspecto nuevo del blog. Felicidades)
Un beso grande
Adra, me alegro que te guste el diseño a ti que entiendes tanto de esto.
EliminarInmenso abrazo.
Qué bellas imágenes transmites con tus palabras!
ResponderEliminarJosé, me alegra mucho verte por aquí, a veces andamos con tan poco tiempo para hacer todo lo que quisiéramos, que no llegamos a todo.
EliminarUn abrazo
La vendimia también guarda su encanto.
ResponderEliminarCuando era muy niña he participado en ella, veía como los cestos se iban llenando con la uva recogida y luego los volcaban en los carros, era todo un espectáculo.
A mí me encantaba sentarme al lado de una cepa y comerme un racimo fresquito a primera hora de la mañana, ese sabor aún lo guardo en el baúl de los recuerdos, es único.
¡Qué bonita entrada y cuantos recuerdos me ha traído!
Abrazos y cariños.
Kasioles
Kasioles, cómo me alegran tus palabras tan sentidas y emotivas.
EliminarInmenso abrazo.
Hola María Pilar, precioso como lo has escrito, es un texto muy poético.
ResponderEliminarLa vendimia une a las familias. Se está todo el día juntos trabajando. Se cuentan problemas y dichas. Miradas de complicidad por el trabajo realizado. Es toda una ceremonia. El cuerpo termina cansado, pero el esfuerzo merece la pena a unos por que tendrán un salario esos días, y a otros porque recolectan la uva para convertirla en caldos y saborearlos durante todo el año. Me ha gustado mucho como lo has escrito.
Saludos y un abrazo
Gracias Isa por tus palabras que aportan un buen conocimiento sobre el tema.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Ay, la vendimia... Que momento tan bello... Magnifico ver como el hombre sigue necesitando y honrando a la naturaleza
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Gracias Antiqva por tus palabras tan evocadoras.
EliminarFuerte abrazo.
Gracias por esa mirada sensible, a todo lo que te rodea. la vendimia siempre ha sido una fiesta en todos las ciudades y puebles productores de vino. La vid es todo un símbolo desde la antiguedad. Precios tu texto de hoy-
ResponderEliminarEspero que disfrutes estos días de ese "Me voy". Te echaremos de menos.
Bss
Gracias a ti Katy por dejar tu entusiasta comentario.
EliminarBesos
No, María Pilar, no es una crónica. Es un ensueño que se repite año tras año, es una ilusión que se espera con expectación, es una inmensa mezcla de olores, sabores, colores, aire fresco y rugir de motores, que tendrán como objetivo obtener un caldo dulzón, que queda manchando las manos todo el día. Cuando el proceso de fermentación transforme, en homenaje a la Naturaleza, la densa y dulce glucosa en alcohol, cetonas, etc., las barricas esperarán con impaciencia para acabar de madurar y hacer que repose este néctar que nos complacerá durante todo un año para esperar el siguiente. Un relato de amor a las tradiciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida María Pilar.
Antonio, creo que has dado en la apreciación justa entre una crónica sobre el tema y la ilusión expectante de que no se rompa la cadena milenaria de una tradición que no irrumpe agrediendo a la naturaleza para beneficio propio.
EliminarUn abrazo
La vendimia de la Rioja Alavesa hecha prosa poética por una mujer de por allí con nombre de por aquí.
ResponderEliminarFelicidades por tu reciente santo.
Un abrazo, María Pilar.
Gracias Chema, Un abrazo.
Eliminar:-) tu relato evoca ese paisaje, romántico casi, de gente con sombrero recogiendo el fruto. Ahora bien, no es por quitarle magia, pero un año estuve vendimiando y ¡nunca mais! estuve eslomado un mes. Es más bonito verlo que hacerlo jajajaja.
ResponderEliminarUn besote.
Oski, seguro que tú sabes más de la práctica del día a día que yo mera espectadora. Gracias por completar mi relato con tu aportación.
EliminarBesos
Es muy hermosa tu entrada, la vendimia tiene todo un ritual de colores, olores, para los sentidos. Me trae gratos recuerdos de mi niñez.
ResponderEliminarLa vendimia marca la entrada del otoño entre aromas a mosto.
Un cálido saludo.
Me alegro por esos recuerdos de niñez que seguro son encantadores.
EliminarBesos
Pilar, la vendimia no me es ajena, la conozco. No así la que tu nos transmites. Ésta literaria que exportas desde La Rioja y nos llega en la textura y en tu mirada de escritora.
ResponderEliminarPercibimos el aroma a uva, el delicado y apasionada trabajo, l ambiente y la atmósfera que la rodea.
Gracias por compartir esta emocionada experiencia.
Un abrazo
Gracias por tus generosas palabras.
EliminarInmenso abrazo Felicidad.
Tu visión es yo diría "panorámica" y desde un zoom de acercamiento y alejamiento en ese final donde saca esa foto.
ResponderEliminarHe asistido a una o cientos de jornada, a una persona y cientos de personas junto a la madre naturaleza, a ese sueño de madrugada y el cansancio de la jornada terminada., podría seguir.... cuentas mucho más de lo que aparentemente dices, GENIAL¡
Besos muchos ♥♥♥
Gracias por tus bellas palabras Tramos.
EliminarBesos
Tu escritura tiene alma. Con tu permiso, me quedo por aquí para aprender un poquito.
ResponderEliminarSaludos
ibso
Todo tuyo Ibso.
EliminarSalaudos
Un relato lleno de sensaciones, huele, sabe a uva, y a vino.
ResponderEliminarMe gustó, Pilar.
Un abrazo amiga.
Rosy
Se me olvidaba decirte que me gusta tu nuevo look, parece más abierto y "espacioso"..., o es cosa mía!!!!
Eliminarjajajajaj
Me alegra que te guste Rosy.
EliminarInmenso abrazo y felices días.
Bella descripción del trabajo que consigue alegrarnos muchas veladas y achisparnos porqué no, bendecido por Baco.
ResponderEliminarUn abrazo Pilar!!!
Gracias Rosa por pasarte por aquí.
Eliminarbesos
Hola, Pilar. Desconozco la experiencia, pero me encanta la forma como la reconstruyes, enlazando tu visión a las experiencias de esos otros seres dedicados a la tarea. Lindo poner dejar fluir las emociones con suficiente aire y espacio para que levanten el vuelo. Abrazos
ResponderEliminarBellas palabras las tuyas con ese "fluir las emociones con suficiente aire y espacio para que levanten el vuelo" me han encantado.
EliminarUn abrazo
Lo que más me gusta de la vendimia son los colores de sus cepas. Este año, en Pardilla, el primer lugar que aparece en el vídeo y que es el lugar donde nací, van un poco atrasado con esta vendimia y las cepas aún no tienen los colores que tanto me gustan. Puede que nuestras sensibilidades estén un poco conectadas.
ResponderEliminarUn abrazo
Luz
Llegarán esos colores ocres que embellecen tanto los campos de viñas.
EliminarBesos Luz
Pilar has conseguido plasmar de manera brillante lo que sentiste en ese dia en la Rioja.
ResponderEliminarmuy tierno y dulce tu relato me ha gustado mucho corazón
Me alegran tus palabras Gerard.
EliminarSaludos
Preciosa forma de relatar un trabajo que es tan solo el principio de una magia antigua y sabia.
ResponderEliminarFelicidades con un poco de retraso, pero con el mismo cariño
Bienvenidas esas felicidades sobre algo que nos incumbe a las dos.
EliminarBesos Pilar
Qué hermosa vendimia has plasmado Pilar, felicidades y gracias por el relato.
ResponderEliminarGracias a tdos
EliminarThanks designed for sharing such a nice thinking, post is good,
ResponderEliminarthats why i have read it fully
Here is my site - todoalessandraambrosio
Sonriendo me has transportado a mi infancia.
ResponderEliminarEntonces, mis abuelos, nos llevaban a vendimiar, nos dejaban pisar las uvas y hasta nos daban un sorbito de mosto.
Hoy aquella experiencia sólo vive en mi recuerdo.
Me ha encantado.
Besitos.
Con tu experiencia y tu arte poético qué bello poema podrás hacer.
EliminarBesos
Hola, Pilar.
ResponderEliminarCon esta delicia de vendimia me han dado hasta ganas de participar en alguna.
Felicidades por lo bien que escribes, sea lo que sea.
Un beso muy grande.
Gracias por tu generosidad.
EliminarInmenso abrazo
Tu poema se me hizo mágico y muy hermoso :)
ResponderEliminarGracias Boris por tu paso por este blog y por dejar tu precioso comentario.
EliminarSaludos:)
Tiene mucho de ritual y de magia la vendimia MARÍA PILAR... la has descrito con tanto cariño que supongo que se te ha unido el amor a tu tierra ¿sabes? también yo soy de tierra de cepas y vendimia, ahora vivo en Galicia donde las uvas del tipo godello para hacer el típico Ribeiro y Albariño das Rías Baixas ya han sido arrancadas de las parras altas donde crece para aislar a la planta de la humedad, pero nací en el Bierzo (León), allí la uva como en tu preciosa Álava crece pegadita a la tierra el tipo que se da allí es Mencía.. en fin, ya nos une algo... no, dos cosas... amo a mi tierra y esta preciosa tarea del campo... dura y hermosa a la vez, como tú.
ResponderEliminarGracias por tu precioso dibujo en letras de la vendimia.
Un beso graande bonita...a veces me cuesta mucho entrar en tu blog porque cliko en tu link y me dirige a Goggle + para mi es un verdadero folklón localizar ahí vuestros blogs así que me alegro haberte podido decir hola por fin...
Muy feliz finde y graacias por tus visitas al mío, siento no habértelas podido dar antes.
Aaaah! por cier... en mi anterior entrada te dejé una felicitación tardía a ti y a todas las Pilares jajaja sieempre llego tarde, lo siento:))
ResponderEliminarGracias María por tus emocionantes comentarios. Siento que tengas problemas para entrar en el blog, de momento no lo tengo conectado con google,,,
EliminarMás vale tarde que nunca y te lo agradezco un montón .
Besos
Preciosa foto. Divinamente descrito!
ResponderEliminarMe alegra que te guste Marilyn. Un abrazo.
EliminarBonito texto dedicado a ese magistral mundo de la vendimia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafa, qué alegría, ¿es señal de que ya estás bien?
EliminarAbrazo.
Hola.
ResponderEliminarAcabo de llegar a los 300 seguidores y quisiera hacerte partícipe, al ser uno de ellos, de mi alegría.
Para ello, he preparado un post de celebración, explicación y un regalo.
No te demores mucho en recogerlo, ya que tiene un plazo.
Es un pequeño detalle, un trocito de mí que voy a compartir un par de días con vosotros.
Este es el enlace al post.
http://relatosfantasiaelfos.blogspot.com.es/2013/10/somos-300-gracias-todos-mis-seguidores.html
Un abrazo y muchísimas gracias por acompañarme en estos mundos blogueros.
Felicidades, voy para allá.
EliminarMe encantó esta entrada, sentí que honrabas una actividad, que nos hacías partícipes de un rito maravilloso.
ResponderEliminarTe dejo un beso grande.
HD
Viniendo de ti que sabes tanto de escribir en blog, me parecen unas palabras maravillosas.
EliminarBesos y feliz semana :)
Ya lo creo que un buen baso de vino en la comida hace mucho bien, en especial si es Riojano, del Duero o francés, de Mendoza, Argentina o de Rishon Le tzion, Israel, pero que sea. La vendimia tiene un encanto especial y poder participar en una, lo transporta a uno a tiempos inmemoriales.
ResponderEliminarUn beso, PIlar
Ah me olvidaba y tus vientos de vendimia me trajeron ese aroma hasta aquí.
ResponderEliminar