Wassily Kandinsky |
La noticia le produjo una gran inquietud y le lanzó a una actividad frenética. Era su manera de espantar los fantasmas que se aprovechan de hechos semejantes para hundirnos en el pasado y sacarnos las emociones de las entrañas. Llamó al hospital pidiendo información:
—¿Quién es usted? ¿Es familiar? —le preguntaron desde la centralita.
Se hizo el silencio y colgó.
La nostalgia fue colándose como solo ella sabe hacerlo. Dejó lágrimas en la almohada.
Se enteró por una nota de prensa que había salvado la vida de milagro, que el cuchillo no le había llegado al corazón por muy poco, que había requerido cirugía mayor y que tras el proceso de hospitalización necesitaría un tiempo de recuperación.
Quería verlo, tenía que verlo.
Un día, consiguió burlar la vigilancia de urgencias, y se alejó por el pasillo pisando firme, la sostenía una mente llena de recuerdos. Llegó a la planta en la que estaba ingresado. Lo encontró postrado en una cama de hospital, entubado y con respiración asistida. Con la poca luz de la habitación resplandecía su rostro de cera. Tuvo que contener el frío aliento del desconsuelo y no acercarse para tocarlo. El resto quedaba en penumbra, como en penumbra estaba aquella mujer con su juventud, su larga melena y su belleza a pesar de las ojeras y el cansancio manifiesto en su rostro. Apartó de ella la mirada para fijarse en la foto de la mesita. Allí se les veía guapos, jóvenes y resplandecientes; con aquel bebé en sus brazos proclamaban al mundo su felicidad.
En ese momento la joven supo de su presencia.
—¿Desea algo?
—Perdón, me he equivocado de habitación.
Se fue con su solitaria sombra, pero sabiendo que, por esta vez, la dama de la guadaña no se había salido con la suya.
—¿Quién es usted? ¿Es familiar? —le preguntaron desde la centralita.
Se hizo el silencio y colgó.
La nostalgia fue colándose como solo ella sabe hacerlo. Dejó lágrimas en la almohada.
Se enteró por una nota de prensa que había salvado la vida de milagro, que el cuchillo no le había llegado al corazón por muy poco, que había requerido cirugía mayor y que tras el proceso de hospitalización necesitaría un tiempo de recuperación.
Quería verlo, tenía que verlo.
Un día, consiguió burlar la vigilancia de urgencias, y se alejó por el pasillo pisando firme, la sostenía una mente llena de recuerdos. Llegó a la planta en la que estaba ingresado. Lo encontró postrado en una cama de hospital, entubado y con respiración asistida. Con la poca luz de la habitación resplandecía su rostro de cera. Tuvo que contener el frío aliento del desconsuelo y no acercarse para tocarlo. El resto quedaba en penumbra, como en penumbra estaba aquella mujer con su juventud, su larga melena y su belleza a pesar de las ojeras y el cansancio manifiesto en su rostro. Apartó de ella la mirada para fijarse en la foto de la mesita. Allí se les veía guapos, jóvenes y resplandecientes; con aquel bebé en sus brazos proclamaban al mundo su felicidad.
En ese momento la joven supo de su presencia.
—¿Desea algo?
—Perdón, me he equivocado de habitación.
Se fue con su solitaria sombra, pero sabiendo que, por esta vez, la dama de la guadaña no se había salido con la suya.
Me ha dado mucha pena. Tragedias llenas de impotencia. Besicos.
ResponderEliminarNo es mi intención dar pena, pero miro a mi alrededor... y a mi me inspira para escribir lo que veo, eso que siempre intento dejar una puerta abierta a la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo Trimbolera y un feliz fin de semana con la nieve uniformándolo todo.
...volverá y será definitiva, siempre lo es. Glups!!
ResponderEliminarEspero que tarde en volver, que cuando lo haga no dude, si ella duda, viene la desesperación, la rehabilitación, intervenciones imposibles, curas dolorosa, dolor y sufrimiento, olvido y abandono.
ResponderEliminarUn abrazo de sábado
Me gusta el título del Blog: Observando la Vida. Si tienes capacidad de tiempo para observar la vida, también tendrá mucho tiempo para reinventarte y eso es volver a nacer.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
Tomae y veremos a ver qué pasa de momento la cosa está en stand by.
ResponderEliminarFeliz fin de semana:)
Ester nos dejaremos sorprender, a ver qué pasa, creo que una capacidad que no debemos perder es la de sorprenderse cada día con lo que ocurre a nuestro alrededor.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo Ester.
Rosa María, gracias por pasarte por aquí y dejar tu grato mensaje.
ResponderEliminarFeliz fin de semana:)
Ese día vendrá, como vienen sin duda las arrugas y las ojeras. Muy bien narrado y con mucha sensibilidad.
ResponderEliminarBss u que disfrutes del finde.
¡Me encantó la historia, el misterio... y todo lo que gira alrededor de ella. Triste realidad de la que nadie está libre de vivir!
ResponderEliminarFelicitaciones amiga y qué gusto pasar por tu casita bloguera.
Cariños desde Perú.
He ido siguiendo el relato estos días aunque no haya dejado comentarios.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el pedacito de hoy.
Besos
P.S. No conocía esa obra de Kandinsky y me ha encantado. Gracias por el descubrimiento.
Srta. Moreno:
ResponderEliminarTras darme una vuelta por su blog, observo al leerle su afición por el relato breve.
Como verá, mi blog se basa en regalar cuentos cortos a todo aquel que se atreva a pedírmelos (lo cual, aunque parece sencillo, no lo es; siendo así que mi bandeja de pedidos está más flaca que una vaca flaca).
Sería muy de mi agrado que me encargara uno, para así poder practicar y divertirme al escribirlo.
Si fuera tan amable de responder a una pregunta, su respuesta concreta, libre e irreflexiva, sería una gran ayuda par encaminar el futuro cuento hacia buen puerto.
Srta. Moreno, ¿qué es lo que más le gusta de todo lo que le gusta?
Tras informarle que el cuento es gratuito, me despido de usted, no sin antes informarle que entre mis aficiones figura igualmente la de observar la vida.
Atentamente.
Diego Peñas (Driver).
Me gustan las cosas que dices y como las dices , tu relatos están llenos de realismo y desde el chico del tren me ha seducido este tu buen hacer.
ResponderEliminarBesos.
la dama vendrá sin estruendos ni flashes ni comparsa
ResponderEliminarella simplemente vendrá y nosotros como infantes de su mano iremos
ella es la vencedora al final de todo
excelente trabajo narrativo , felicitaciones
condensas y no caen en exageradas descripciones que cansan
la idea comunicativa se expresa fluidamente
abrazos y feliz fin de semana
el empedrado de los recuerdos
ResponderEliminarclaro
es la clave
Me ha encantado la trama y la pasión con la que impregnas tu historia
ResponderEliminarBuena historia y mejor escrito.
Un fuerte abrazo.
Es realmente agradable leerte,auque los relatos a veces sean fuertes,un abrazo.
ResponderEliminarLa dama negra siempre puede esperar, no creo que tenga tanta prisa porque al fin y al cabo el fatídico día tiene fecha y nuestras vidas estan condenadas a la caducidad. Buen relato.
ResponderEliminarBesicos.
Excelente relato, Pilar!
ResponderEliminarRealista, conmovedor, pero sin golpes bajos.
Me encanta como escribís.
Un beso enorme para vos.
Lau.
Me ha encantado este Relato por tu forma sincera y realista al contarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy original, pero me he quedado con ganas de más
ResponderEliminarMe alegro de que sobreviviera aunque no se vieran ya más. Un beso.
ResponderEliminarCuando todos le creíamos muerto resucitaste al prota, como en ET. Esto es ejercer el poder absoluto sobre la vida y la muerte que tienen los autores.
ResponderEliminarDuele el dolor que antes fue nuestro y ahora se deposita en otras manos.
ResponderEliminarFeliz domingo
Que triste, pero muy bien escrito. He ido leyendo toda la historia siguiendo lo enlaces, me gusta mucho esa manera de enlazar los relatos. De hecho a veces lo hago en mi blog.
ResponderEliminarUn beso.
Muy bueno!!!!!
ResponderEliminarun abraxo!
Pilar,gracias por tu presencia en mi blog,que me ha permitido acercarme al tuyo...Me gusta tu forma escueta,clara e inteligente de mostrarnos los hechos...Alguien ama por encima de todo y ha comprobado,que aún seguirá amando a la vida de forma anónima y silenciosa...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande,compañera de letras.
M.Jesús
Espantar a los fantasmas del pasado se pueden esquivar, pero la dama oscura volverá.
ResponderEliminarUn relato realista y muy bien escrito como siempre.
Mis felicitaciones!!
Un abrazo amiga!!
Jolines Pilar, me ha costado, hasta que he descubierto los enlaces que haces con tus relatos...
ResponderEliminarme has dejado ¡ANONADADA!
Deberías de avisar a los nuevos... o bien dejar manual de instrucciones jajajaj
Magnífico, original, diferente.
Un besazo grande como mi pinar
La dama oscura volvera, solo cuando sea su momentos
ResponderEliminarBien logrado
Abrazo
Buen relato porque hasta el final no sabes como va a desembocar la historia. La dama negra es una puñetera, pero todos tenemos una que tarde o temprano nos visitará. Ojalá tarde mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Es un relato sugerente del que me atrae su historia que comienza de nuevo a partir del punto final y, por supuesto, el estilo que me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a todos por vuestra variedad de opiniones. Como siempre, me gustaría responderos personalmente y como siempre me falta tiempo.
ResponderEliminarOs leo detenidamente a todos y tengo en cuenta vuestras propuestas e impresiones en las que me baso para próximos escritos.
Yo escribo las entradas, pero lo que le da vida al blog son vuestras aportaciones, vosotros sois los que hacéis que este blog se mantenga abierto.
Gracias y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTienes gancho escribiendo, tus relatos obligan a leerlos ávidamente y tienen la facilidad de decir mucho en pocas palabras y eso es muy difícil, yo no podría hacerlo.
Un gran beso, Pilar, y sigue así que aquí estamos acompañándote.
Um lindo texto e muito verdadeiro para um momento de reflexão. Abraços
ResponderEliminarEstá muy bueno el relato. Lo más importante es que de esa se salva. Aun le queda vida para seguir disfrutando. La muerte se fue con el rabo entre las patas :-). Mejor dicho, con la aguadaña en el hombro en busca de otra persona menos fuerte.
ResponderEliminarSaludos y besos
Me gustan los giros que das, cambia el chip de repente, y lo haces con gran realismo. Has respondido que escribes lo que ves... espero que empieces a ver cosas más bonitas, pero yo también me tengo que aplicar el cuento.
ResponderEliminarUn beso ;-)
el amor y la muerte son imprevisibles...
ResponderEliminarme gustó tu escrito, saludos amiga mia
A mi me ha dado la impresión de que la tercera persona era un antiguo amor de él, :)
ResponderEliminarMuy bien escrita m.p.
Un abrazo.
¿El amor es una mierda? Dime de lo que hablas y te diré de lo que careces... Ese fue tu comentario en mi post......No caresco de amor, talvez me ahoga
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ResponderEliminarMe gustaría ser una gota de lluvia,
Para nacer al borde de unos bellos ojos
derramarme por la luz de las mejillas
y romperme en la silueta de los labios,
para iluminarte con una sonrisa cada mañana.
¡¡Un feliz y radiante fin de semana te deseo!!
Atte.
María Del Carmen
mmm Pili, la angustia, del ser que a la distancia esta, seguro que volvera, y él su presencia esta percibiendo, sigo el hilo de tu narración, es más que real, un fuerte abrazo amiga
ResponderEliminarRegina, me encantan tus palabras por lo que intuyes y que podría dar lugar a una continuación que de momento he cerrado.
EliminarCariñoso abrazo.
Preciosa, es continuación... pues hay quien cree de verdad que HD me inventó... jajaja.
ResponderEliminarCómo te va a inventar HD, ¡es imposible! En todo caso tú puede que hayas colaborado en su invento.
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