Una fábula satírica ingeniosamente construida por George Orwell y publicada en 1945. Muy polémica en su momento por la crítica que contiene sobre la degeneración del régimen soviético de Stalin, su carácter universal la convierte en una obra imprescindible para comprender la corrupción que engendra el poder absoluto.
En Rebelión en la granja, los animales, hartos de ser explotados, se rebelan contra los humanos y fundan el sistema Animalista, basado en la igualdad y la libertad. Muy pronto los cerdos, encabezados por el tiránico Napoleón, rompen esos principios y de forma totalitaria dirigen el destino de los animales.
La estructura de la novela es cíclica, comienza con el Sr. Jones como tirano de la granja y termina con Napoleón como tirano de la granja, vestido como el Sr. Jones. En la escena final del libro: “Doce voces gritaban de ira, y todas eran iguales. No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales del exterior miraban de cerdo a hombre y de hombre a cerdo, pero era imposible decir cuál era cuál” (p. 139).
El abuso de poder y la facilidad con que todo lo corrompe impiden al lector pensar un futuro mejor para la granja. Si se produjera otra rebelión, sus líderes llegarían a emular a Napoleón.
La fábula recurre a los animales para representar personajes históricos. ¿Por qué eligió a los cerdos para dirigir la granja? “Se me ocurrió que si esos animales cobraran conciencia de su fuerza, no tendríamos poder sobre ellos”, dijo George Orwell. El cuento de hadas, como él lo llamó, está lleno de situaciones y personajes que nos permiten hacer un recorrido ágil y divertido por la compleja situación social y política del siglo XX.
El Viejo Mayor simboliza a Karl Marx y Lenin; Napoleón a Stalin; Snowball a Trotsky; Squealer, la propaganda del gobierno y un agente de miedo y terror; Moses, la religión frente a “la religión es el opio del pueblo” de Karl Marx. Bóxer, a los campesinos; el Sr. Jones, a Nicolás II; Mollie, a la élite; ovejas y gallinas, al pueblo analfabeto; Clover, a los que se dan cuenta de que el gobierno miente, pero que no pueden hacer nada; Frederick, a Hitler; Pilkington, a los aliados. El juego de póker de Napoleón y Pilkington, al final del libro, sugiere una lucha de poder que se convertiría en la Guerra Fría.
Benjamín, el burro, es el alter ego de Orwell. Inteligente, sabe leer con fluidez. Es la tendencia humana a la apatía. Se aferra a la idea de que la vida es intrínsecamente difícil y los esfuerzos para mejorarla son inútiles.
El narrador está al margen del mundo de los animales, es un observador silencioso. Describe las cosas tal como las perciben los animales, sin opinar. Sin embargo, podemos darnos cuenta de que lo hace desde la perspectiva de los animales que no sean los cerdos. Orwell se representa a sí mismo en el narrador. Sabemos que se sentía parte de la clase trabajadora y nunca le gustó ejercer el poder sobre la gente. Deja que el lector haga su propia interpretación de la historia.
Además de los personajes, toda la fábula está llena de simbolismos con los que Orwell pone de manifiesto la manera como los regímenes autoritarios fomentan la sumisión, se mantienen sobre la ignorancia de sus súbditos, prohíben la libertad de prensa, y practican la corrupción, la propaganda engañosa y el terror. En la primera ejecución pública, los perros adiestrados por Napoleón desgarran las gargantas de los cuatro cerdos que habían sido considerados traidores. Y continúa una serie de confesiones y ejecuciones.
La Batalla del Molino de Viento simboliza la Segunda Guerra Mundial. La tecnología como fuente de progreso depende de las manos que las utilicen. El significado simbólico del molino de viento varía a lo largo de la novela. Una relación clara con la Torre de Babel.
La alfabetización es un instrumento de poder y un medio para la propaganda. Los otros animales no saben leer, por eso los animales que controlan el poder, revisan los siete mandamientos del Animalismo cuando quieren. Al final, vemos cómo Napoleón se prepara para educar a los treinta y un cerdos jóvenes que ha engendrado y adoctrinarlos en el código de la opresión. Una referencia a los “Treinta Tiranos” de la antigua Grecia.
Orwell también utiliza símbolos vacíos de contenido para mostrar cómo se han ido cambiando los principios de la Revolución de Viejo Mayor.
“La calavera del viejo comandante, ahora limpia de carne, había sido desenterrada del huerto y colocada en un tocón al pie del asta de bandera, detrás del arma. Después de izar la bandera, se les exigió a los animales que pasaran por el cráneo de manera reverente antes de entrar al granero” (P. 46-47). Los animales adoran un cráneo vacío sin percatarse de que el cráneo se ha movido de posición, al igual que los ideales revolucionarios.
Lo mismo ocurre con el significado de la bandera verde sin el símbolo de la pezuña y el nuevo himno de la granja: “Granja de animales, Granja de animales / Nunca a través de mí te hará daño” (p. 73). Nos muestra la caída de la Granja Animal mientras los animales celebran su propia tragedia sin saberlo.
Lo leí hace muchos años, en inglés (o sea, que debió ser hace unos 40, que era cuando estudiaba inglés) y me gustó mucho. Una ocasión perfecta para releerlo. Gracias.
ResponderEliminarMaravillosa novela que tardé mucho tiempo en leer. Lo hice finalmente para un Tintero de Oro y no sabes cuánto me alegré. Eso de que los personajes fueran animales siempre me había disuadido de la lectura del libro, pero finalmente lo disfruté mucho.
ResponderEliminarMagnífica reseña.
Un beso.
El poder corrompe y siempre sucede lo mismo. Los oprimidos se rebelan y con el transcurso del tiempo se transforman en lo que supuestamente detestan.
ResponderEliminarAbrazos María Pilar
Un libro imprescindible.
ResponderEliminarOrwell nos mostró el camino de lo que vendría tal como ya ocurrían las cosas.
Un abrazo.
Maravilloso, hace mucho que lo leí, pero no me importaría volver a hacerlo. Fantástico 👍
ResponderEliminarConocía la historia, pero no conocía sus raíces. Muy interesante la publicacion, buscare el libro. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.
ResponderEliminarAhora no sé, pero en mi época de colegial nos hacían leer basura y no ese tipo de libros. ¿Por qué sería?
ResponderEliminarUna obra muy interesante de leer, la recomiendo.
ResponderEliminarNicaragua y Ortega es la mejor explicacion
ResponderEliminarEs un genial libro. Gracias por la reseña. Te mando un beso.
ResponderEliminarLo leí hace mucho, tal como dices, imprescindibel!
ResponderEliminarDe como con el tiempo los ideales se olvidan y reproducimos comportamientos antes odiados y criticados..
Si tuviera que hacer un resumen para presentar en clase, te lo copiaría de arriba a abajo, has hecho un trabajo expléndido ; )
Un abrazo enoorme y feliz domingo, con la granja en paz ; )
¡Hola, María Pilar! Una excelente reseña con datos, curiosidades y, por supuesto, con el detalle de la trama y su estructura. Leyéndote estaba pensando que si quitaras las referencias a la novela y dejaras lo relativo a su contenido, perfectamente podrías haber escrito un artículo de análisis de cómo funciona la cosa hoy día.
ResponderEliminarY es que uno de los legados que nos dejó la primera mitad del s. XX fue precisamente lo que con precisión de cirujano detectó Orwell y denunció en esta obra y en 1984.
El Poder político y económico solo tiene un propósito: mantenerse. Siendo así, para ello tiene dos armas fundamentales: la Fuerza y la propaganda. La primera da resultados a corto plazo, la segunda a largo. Hoy tenemos ejemplos en todas partes. Los Mass Media pueden criticar a según qué jugadores, pero jamás el Sistema; se habla de Sostenibilidad, cambios climáticos, pero no de la evidencia del agotamiento de las reservas petrolíferas y la necesidad, sí o sí, de invertir en otras energías; del "Nuclear, no gracias" a declarar lo nuclear como energía verde... Si en la novela se habla de libertad e igualdad, hoy se habla de sostenibilidad, inclusión, diversidad... Conceptos que desde luego no salen de la calle, sino de otro sitio y por tanto con intenciones muy claras... Y podría seguir con las maravillas de la tecnología, hoy la llamada era digital tan "imprescindible y necesaria", como si nuestra especie no hubiera vivido tan tranquila sin ella durante más de 10000 años. Bueno, paro que al final me acusarán de negacionista, conspiranoico o cualquier otro calificativo tan en boga para etiquetar a quien se cuestiona lo que ve. Otro recurso del Sistema. Fantástica, y necesaria, reseña. Un abrazo!!
Gracias por recordarme que es una de mis muchas asignaturas pendientes. No he leído Rebelión en la granja.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola María Pilar, una gran reseña con un montón de datos interesantes que al menos yo, desconocía. Gracias por ella. Saludos.
ResponderEliminarExcelente obra, lo leí hace mucho tiempo y aplica perfectamente en la actualidad.
ResponderEliminarTe quedó perfecta tu reseña.
Besos.
Me trae nostalgia. La leí en bachillerato como parte de un proyecto de lectura y redacción. Tanto me enganchó que me lo acabé en una tarde.
ResponderEliminarMe trae nostalgia. La leí en bachillerato como parte de un proyecto de lectura y redacción. Tanto me enganchó que me lo acabé en una tarde.
ResponderEliminarHace muchos años que leí Rebelión en la granja, María Pilar, y me ha resultado refrescante leer una reseña tan interesante y detallada como la que has escrito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
¡Tengo que leerla! Gracias María por otro regalo más. Abrazos cariñosos.
ResponderEliminarOrwell señaló tras escribir Rebelión en la Granja que más allá de la asimilación inmediata entre sus personajes y otros inmediatos, quería ofrecer una mirada universal sobre los peligros de la democracia frente al autoritarismo de cualquier signo.Orwell era un progresista escandalizado por el totalitarismo soviético.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy buena reseña, con mucha información que no conocía, gracias por traerla, abrazo grande
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu post. Un saludo!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu post
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