Ir al contenido principal

Mujer fenomenal

Las mujeres hermosas se preguntan 
dónde radica mi secreto. 
No soy linda o nacida 
para vestir una talla de modelo. 
Mas cuando empiezo a decirlo 
todos piensan que miento 
y digo: 
está en el largo de mis brazos, 
en el espacio de mis caderas, 
en la cadencia de mi paso, 
en la curva de mis labios. 
Soy una mujer. 
Mujer fenomenal, 
esa soy yo. 

Ingreso a cualquier ambiente 
tan calma como a ti te gusta, 
y en cuanto al hombre 
los tipos se ponen de pie 
o caen de rodillas. 
Luego revolotean a mi alrededor, 
una colmena de abejas melíferas. 
Y digo: 
es el fuego de mis ojos, 
y el brillo de mis dientes, 
el movimiento de mi cadera, 
y la alegría de mis pies. 
Soy una mujer. 
Mujer fenomenal, 
esa soy yo. 

Los mismos hombres 
se preguntan qué ven en mí. 
Se esfuerzan mucho 
pero no pueden tocar 
mi misterio interior. 
Cuando intento mostrárselo, 
dicen que no logran verlo. 
Y digo: 
está en la curvatura de mi espalda, 
en el sol de mi sonrisa, 
en el porte de mis pechos, 
en la gracia de mi estilo. 
Soy una mujer. 
Mujer fenomenal, 
esa soy yo. 

Ahora comprendes 
por qué mi cabeza no se inclina. 
No grito ni ando a saltos, 
no tengo que hablar muy alto. 
Cuando me veas pasar 
deberías sentirte orgullosa. 
Y digo: 
está en el sonido de mis talones, 
en la onda de mi cabello, 
en la palma de mi mano, 
en la necesidad de mi cariño. 
Porque soy una mujer. 
Mujer fenomenal, 
esa soy yo. 

Maya Angelou (1928-2004)

Comentarios

  1. Que bello poema Pilar en honor a la mujer. Sí, somoS fenomenales porque lo somos, así nos debemos sentir. Escuchar esa voz que nos anima y siempre nos acompaña, nunca nos suelta de la mano. Amate para poder Amar, nadie como la mujer para llegar a ello. Un beso y feliz día mujer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Carmen, es una manera de ser, de sentirse en la vida. Un beso.

      Eliminar
  2. Lindo homenaje .Profundo poema. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
  3. Es cierto PILAR, este poema define de maravilla y d forma preciosa a alguien que se quiere, que se siente orgullosa de quien és y que al márgen de cómo sea por fuera, sabe que su magia la lleva dentro y eso es lo que trasciende al exterior...
    Tú tb eres una mujer fenomenal ; )

    Un abrazo muy grande, aunque haya pasado el día, nuestro día son todos, porque somos estupendas tooodo el año jajaja

    ResponderEliminar
  4. Empoderar a la mujer desde niña, para que tenga una buena autoestima, es lo único que se necesita para que viva plena y logré lo que quiera, sin necesitar de enfrentar al hombre.
    Te quedó estupendo. Te felicito.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Más vistas

Hagamos un trato

Te propongo un pacto. No removamos más el pasado, no le demos más vueltas ni nos echemos más en cara lo que ocurrió, ya no lo podemos cambiar, dejémoslo correr por el camino del olvido, no me gusta esta guerra soterrada ni este mirar de soslayo con la desconfianza como carga. Llevamos un tiempo con el rictus de la tristeza pegado y el alma rota sin querer dar el brazo a torcer. «Demasiado vehemente», me dices; «excesivamente racional», te contesto. Esto es un «toma y daca» y esta guerra no va a parar. Ya sé que soy impulsiva, alocada y me lanzo sin escuchar tus voces de contención, pero reconoce que eres tan racional, tan pausado y mides tanto las palabras que a tu lado últimamente no hago más que bostezar. Me gusta volar como el viento, necesito sentirme en libertad, no me atosigues. Cuando yo he tomado decisiones no nos ha ido tan mal. Y sobre todo no cargues sobre mi conciencia, sabes que soy muy sensible y el sentimiento de culpa me hace pasarlo fatal. Te pasas la vida planific

Amanecer deslumbrante

Salimos de casa con aspecto somnoliento. Al subir al remolque, ayudados por los dos hermanos mayores, percibimos el viento gélido de la madrugada. No era normal que nos llevaran con ellos; pero ese día, así padre lo había decidido. La calle en la que vivíamos aparecía oculta en la penumbra, se nos hacía extraña. Dejamos el pueblo solitario y silencioso envuelto en la neblina matinal. En el remolque nos encogimos como pudimos para evitar el frío que nos hacía castañetear los dientes y nos provocaba pequeñas chimeneas de vaho que se fundían con la niebla; esfuerzo inútil, pues el traqueteo descomponía nuestras figuras y nos lanzaba a la una contra la otra. No así los hermanos mayores que, apoyados en las cartolas, se dejaban acunar por el movimiento y se hacían los dormidos. El tractor reptaba ruidoso por la subida del Carramonte. Al llegar al alto del páramo por la zona de Valdesalce, amanecía. Nos apeamos de un salto. Impresionaba el mundo que se abría ante nosotros. Miré a mi a

Cuando uno dice blanco, el otro... blaugrana

Va a ser un día complicado, se dijo Aurora al despertar pensando en que se jugaba el Clásico. Su preocupación eran sus hijos Raúl y David. Cuando nacieron todo fue caos en su entorno y nadie, excepto ella, se fijó en los ojos tan abiertos con los que se observaban sin pestañear. Aunque le decían que los recién nacidos no ven, esa mirada gélida de un gris opaco fue el presagio que acabó con sus sueños de madre.  La crueldad sistemática entre los hermanos confirmó sus sospechas. Parecían dos gatos en continua pelea. Si uno necesitaba luz, el otro oscuridad; si uno quería dormir, el otro berreaba y si uno decía blanco el otro… blaugrana. Era un sinvivir que a ella le tenía agotaba. —Os vamos a machacar —decía Raúl con la camiseta blanca. —¡Qué dices, idiota! Hoy comeréis el barro bajo nuestras botas. —De idiota nada, mamón.  — ¡Pum! Arrojó un derechazo al ojo de su hermano. —Te arrancaré la nariz, imbécil. —Y el zurdazo lo dejó sangrando. —¡Ay!, me ha mordido. —¡Basta! —gritó Aur

El vaivén de la vida

En la vida de Clara había aparentemente de todo menos paz y sosiego. Era de esas personas que cuando te pasan, su estela tira de ti y te hace girar la cabeza deseando alargar tu mano entre la brisa que ondea los rizos de su melena. Esa noche Clara se separó de la fiesta, se quitó los zapatos de tacón de vértigo, la máscara de top-model y se abandonó en el columpio de sus pensamientos. Cualquier observador habría olido la tristeza que embargaba tanta belleza. Sabía que Rubén no se creía que ella se dormía en cuanto se acostaba, pero callaba. Rubén sabía que esa tarde ella había llorado, pero dijo: ̶ Cariño, ¿estás ya preparada? La rutina había llegado a sus vidas como un intruso para definitivamente quedarse. Su ambición profesional, el estatus social y ese ajetreo diario de fiestas y relaciones sociales para alzar una muralla sobre la que asentar su seguridad, había resultado una telaraña en la que se habían perdido y ahora… ahora todo ello solo servía para acallar el incómodo

La musa de la escritura

Hoy hace un año que te fuiste… Digo a gritos que no te necesito, que ojalá no vuelvas. Miente mi orgullo para cubrir el dolor de mi impotencia. Ya sabes que mi cabeza es un cóctel de ideas encontradas, letras sueltas y sensaciones indefinidas. Qué diferencia con las composiciones escritas a golpe de vértigo, las notas de recuerdos con ilusión vividos, la actividad nerviosa, el febril pensamiento desbocado, todo un mundo que se diluía en la página en blanco. Mi imaginación no se resigna a esta inactividad actual y sigue alimentándome: me trae el choque de olas acunando a otros muchos en sus aguas, el espectáculo de un gnomo sibilino junto a una princesa destronada, un bello alfiler ensangrentado en el escenario de una explosión en Yakarta, hasta me tienta con el aroma de la riquísima sopa de la abuela. Miro tu hermética bola de cristal donde encierras la energía en un tiempo y un espacio diferente al que reclama el reloj para sí mismo. Te miro y tu fulgor me deslumbra y pienso