Se pasaba el día deshojando la margarita: ser o no ser, hago esto o aquello. Siempre la duda le emborronaba los pensamientos y le incapacitaba para tomar decisiones. Esa actitud era tan irritante para los demás que comenzó a quedarse solo. Y solo siguió con su duda hasta tal punto, que su figura se fue doblegando para soportar la pesada carga. .
El día que logró ver la sombra de su caparazón soplándole en la nuca, comprendió que no merecía la pena seguir con ese lastre. Su cuerpo crujió al cambiar de postura para empezar a ser.
El día que logró ver la sombra de su caparazón soplándole en la nuca, comprendió que no merecía la pena seguir con ese lastre. Su cuerpo crujió al cambiar de postura para empezar a ser.
Una entrada que da mucho que pensar.
ResponderEliminarLa conversación interna puede convertirse en el arma más mortífera que tenemos. En vez de abrirnos caminos, nuestra mente temerosa nos entierra baja escombros de miedos y dudas, hasta el día en que decidimos trascender nuestras limitaciones, superar nuestros demonios y encontrarnos con nuestro verdadero Ser. El premio final son las sensaciones de volar por encima de antiguas historias y reencontrarnos con la libertad.
Un abrazo, María Pilar.
Es cierto, en la vida es recomendable cambiar de postura...
ResponderEliminarBuen texto
No hay que tener miedo de hacer lo imposible,
aún cuando los demás no piensen
que lo podremos lograr.
Recordemos que la historia está repleta
de logros increíbles alcanzados
por aquellos que fueron lo suficiente decididos,
para creer en sí mismos.
Un abrazo de sencillas flores
Para finalizar la semana
Con aromas de primavera…
Atte.
María Del Carmen
Cambiar de postura puede ser el renacer indudablemente.
ResponderEliminarsalir del closet es saludable, en todos los sentidos posibles.
ResponderEliminarLo malo hubiera sido que, no interpretando ese crujido como un primer paso imprescindible para que se reajustasen las piezas de nuevo, se acobardara y pensara que tenía el mecanismo definitivamente inservible, por lo que lo mejor era volver a la postura en que estaba.
ResponderEliminarUn abrazo, María Pilar.
Pilar, nos dejas una gran entrada, amiga...La duda es buena y necesaria para sopesar, reflexionar y valorar varias perspectivas y decidir por fin... Pero, nunca debe ser una calle sin salida y una costumbre, que nos impida mostrarnos con claridad en sentimientos, palabras y hechos...La vida nos espera siempre y no debemos quedarnos anclados en la duda, en pasados yertos o en miedos y laberintos, sino seguir adelante y eligiendo siempre lo mejjor, que la mente y el corazón hayan sopesado y decidido...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu cercanía y buen hacer, Pilar.
Feliz domingo, amiga.
M.Jesús
A veces cargamos con pesadísimos fardos que están solamente en nuestra cabeza. Se soluciona tomando al toro por los cuernos.
ResponderEliminarLas dudas no resueltas nos detienen, nos paralizan en la constante rumia d lo que es o puede ser. Es mejor resolverlas o dejarlas atrás y seguir.
ResponderEliminarExcelente relato, me gusta mucho tu forma de escribir.
Un beso.
Estas reflexiones, me acuerdo, me gustaron en su día. Un cambio, por muy pequeño que sea, puede traer a nuestra vida ese aire nuevo que necesitamos para seguir siendo o empezar, como bien dices, a ser.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Empiezo a pensar, si no me estoy confundiendo con Jashira, que también hozo un micro de esta foto... ya me contarás.
ResponderEliminarUn beso
No te confundes Rosy, participé con este relato en PFD de Luisa Hurtado donde te leo también a ti.
ResponderEliminarUn besazo
Es que me sonaba mucho, pero ya sabes...
ResponderEliminarBesote guapa.
Hola Pilar,una duda,solo una duda,es lo que hace que las cosas cambien dentro de nosotros mismos.
ResponderEliminarY como siempre,perfectamente escrito.Me encanta como lo haces.
Muchos besos.
Algunas veces, de puro dudar el tiempo se pasa y el azar toma sus propias decisiones.
ResponderEliminarBesazo
Yo estoy muy de acuerdo con el querido Macondo, ese instante es la clave del asunto, gran comentario acorde a una gran entrada.
ResponderEliminarMuy buen relato, imagino que inspirado por la fotografía. Magnífica escultura.
ResponderEliminarNo hay que llegar nunca a ese extremo. Hay que ser valiente.
ResponderEliminarLo peor es cuando uno se detiene a pensar seriamente en poqué arrastra impenitentemente todo eso y no encuentra ninguna razón valida...pero más vale tarde ;) que nunca
ResponderEliminarUn beso, Pilar.
Nena ¿Qué has hecho con los muebles?
¿Los muebles? En un almacén de momento, a la espera de recuperarlos o seguir con este minimalismo. La duda, ya ves. ¡jajaja!
ResponderEliminarMe hackearon la cuenta y puesta a cambiar a poco no dejo ni los escritos.
Un beso preciosa.
Un renacer para por fin se, que nunca es tarde para darse cuenta y desintegrar los barrotes invisibles de los miedos. Excelente amiga! Besos
ResponderEliminarBuen escrito,abrazo
ResponderEliminarAsí es, permanecer estancado no ayuda, tu forma de quitar lastre es como habitualmente me tienes acostumbrada con esa pluma que crea mi adicción a tu narrativa.
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥
tRamos
A veces nos detenemos demasiado tiempo en las preguntas en lugar de ir a buscar las respuestas.
ResponderEliminarCuídate. Un abrazo.
Perdemos mucho tiempo en pensar, estando quizás la solución más cerca de lo que pensamos....y al final, cuando ya el agotamiento puede contigo, nos damos cuenta de que era todo mucho más sencillo y que no merecía la pena tanto esfuerzo.
ResponderEliminarBesos apretaos, María Pilar, un buen relato
Nunca será tarde para darnos cuenta que hay que evolucionar y cambiar, para mejorar malos hábitos.
ResponderEliminarEl que no se arriesga, jamás cruzará el río.
De los errores también se aprende.
Cariños en abrazos.
kasioles
Hola María Pilar, lo importante es que a pesar de tanto tiempo se dio cuenta y pudo resolver la duda.
ResponderEliminarNo es bueno estar siempre en la misma posición porque al final el cuerpo se entumece.
Saludos y un abrazo
Hace un par de años dediqué un post a deshojar la margarita. Era más desenfadado que este. Este es más serio. Espero que el crujido le haya ayudado a madurar en vez de dejarle fuera de juego.
ResponderEliminarBss
Bueno yo sólo con ver la estatua esa, o lo que sea, ya me he cagado de miedo.
ResponderEliminarBesos.
Uno debe actuar y no pasarse imaginado. muy buena historia y genial reflexión te mando un beso y te me cuidas . Por cierto soy Citu
ResponderEliminarMuy bueno, me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando "cambió de postura", cambió realmente su forma de enfrentarse con sus dudas, por eso dejaron de existir.
ResponderEliminarQué bueno!.
Me alegro de poder volver a comentarte en tu casa!.
Besitos.
La indecisión es un freno en el carro de nuestra existencia. Dudar nos ayuda a crecer, pero dudar eternamente nos lleva irremisiblemente a la inmovilidad y al estancamiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, María Pilar.
ResponderEliminarDebió aligerarse antes de ese pesado fardo.
Creo que dudar es bueno, pero no soporto a las personas que no toman decisiones y se mantienen siempre en la duda... y no avanzan.
Besos, bonita, me encantó.
Impactante imagen, me ha puesto a pensar en la eterna duda.
ResponderEliminarUn abrazo
Estar demasiado siempre seguro de todo no es bueno, dudar es humano y a veces una forma de avanzar. Pero dudar por sistema de todo y ser incapaz de tomar una decisión ahoga y nos anula como personas. Como casi siempre, la dificultad está en encontrar el equilibrio. Muy buena reflexión.
ResponderEliminarBesos
Gracias a todos por haber pasado por aquí, por vuestras plabras y por la agradable compañía. Os deseo lo mejor. Inmenso abrazo :)
ResponderEliminarLas dudas forman parte de nosotros mismos. Disipar todas las dudas, todas, todas, puede llegar a pasar factura. Sigamos dudando.
ResponderEliminarMe ha gustado tu forma de expresarlo.
Un saludo!
¡Felicidades por este genial microrrelato! Así son las eternas dudas...no nos dejan seguir adelante.
ResponderEliminarAbrazos
Las dudas hay que despejarlas cuanto antes y arriesgarse, perder el temor a fracasar.
ResponderEliminarUn breve relato que condensa el eterno y paralizante ser o no ser y que has conducido con tu consabida maestría, m.p.
Besarkada bat.
Esa es la cuestion....la DUDA de tanbtas cosas...un abrazo desde Murcia...de momento no dudo en mandarte un saludo...
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