Ir al contenido principal

El amante absorbente

Kandinsky

En cuanto lo vi me enamoró, era el perfecto compañero con el que una puede soñar en compartir su vida. De irresistible belleza y tacto suave te satisface en todo. Solidario él, te ayuda a estar más cerca de los tuyos, a capturar esos momentos irrepetibles que vives con ellos, a vivir experiencias jamás soñadas, a viajar a lo largo y ancho del mundo y a contar con millones de amigos. Es todo un caballero y empequeñece a todos los que había conocido hasta ahora. A cambio, te quiere con él las 24 horas del día y por supuesto que no compartas ni un minuto de tu tiempo fuera de él. Sí, es absorbente, absorbente y celoso. Me tenía obnubilada y a su lado viví una pasión desenfrenada hasta que empecé a añorar  la tranquilidad de mi vida anterior. El día que se agotó la batería se hizo el silencio.

Comentarios

  1. Absorbente y sutil relato, María Pilat. Posiblemente, la protagonista aprecia un ahogo, agradable en un principio, pero con nudo corredizo que va aprisionando sin descanso su libertad, su personalidad, su alegría de vivir. No solo de amor absorbemte vivien los amantes. Compartir en libertad es ineludible en unas relaciones que nunca anulan a nadie sino que los eleva a la categoría de seres independientes y cada día más enamorados. Un relato excelente.

    Un cariñoso abrazo, querida amiga María Pilar.

    ResponderEliminar
  2. El mio no tiene batería, tiene cascos cuatro patas y rabo, encima va un loco con las canillas al aire dando gritos, la pareja perfecta, cuerdo abajo y loco arriba.

    Muchos besos,

    ResponderEliminar
  3. Los celos no esconden amor, lo destrozan. No recarges la batería!!

    ResponderEliminar
  4. Pues te has hecho un favor, mejor los de carne y hueso, y encima no tienes que recargarlos.
    Un abrazo Pilar

    ResponderEliminar
  5. El silencio enloquecedor de un celular sin batería, pena penita pena.


    Beso

    ResponderEliminar
  6. Cada época tiene sus notas particulares.
    Lo que nació con unas maravillosas expectativas nos ha ido adentrando en un laberinto de difícil salida. A fin de cuentas, ¿Quién puede librarse hoy día de ciertos hábitos?
    Un abrazo, María Pilar.

    ResponderEliminar
  7. Uy muy cierto aveces la tecnología te nubla las cosas y uno empieza depender mucho de ella. Te mando un beso

    ResponderEliminar
  8. Cierto, cierto, amiga, un amante que entraña demasiado peligro... Nos enloquece al mas minimo descuido...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Esos amores tan absolutos, tan absorbentes pueden llegar a ser hasta necesarios pata vivir intensamente las sensaciones, pero a la larga se autodestruyen asfixiados por ellos mismos.

    ResponderEliminar
  10. Todos deberíamos vivir en algún momento de nuestra vida un amor así, pero hay que saber dejarlo a tiempo.

    ResponderEliminar
  11. Una cárcel de oro, en la que vivir una semana y luego volver a la libertad.

    ResponderEliminar
  12. Hola Pilar,a veces es bueno dejarle si batería.
    Solo así nos reunimos de nuevo con los amigos en ese bar de siempre y que sin darnos cuenta lo vamos aplazando porque el de la batería es muy celoso.

    Muchos besos y muchas gracias por ser como eres.Nos vemos.
    Feliz verano amiga!!

    ResponderEliminar
  13. Hola María Pilar, muy original tu texto. Yo creo que es mejor que esté sin batería porque como tú bien dices es tan absorbente que nos esclaviza. Jajajajaja, estoy por no volver a cargar su batería.
    Muy bueno y ocurrente el texto. La pintura muy bonita
    Saludos y un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Lo mejor es tener siempre a mano, las pilas de los chinos. Absorbentes, posesivos y encima sin batería, creo que no mola.

    Besos.

    ResponderEliminar
  15. El sentimiento de la Posesión lleva a destruir una relacción que, en un principio, parecería utópica.
    Precioso Texto.
    Abrazos y Besines.

    ResponderEliminar
  16. Esos amores sin tiempo para respirar no pueden ser duraderos.
    Un abrazo, María Pilar.

    ResponderEliminar
  17. Suena paradójico criticar a la tecnología desde una portátil pero nada más cierto, cada vez somos más dependientes y lo notamos cuando dejan de funcionar...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Una visión acertadísima. Absorbe y te hace dependiente. Yo creo que se ha convertido en una extensión más de nuestra mano, una mano biónica y que seguramente recargarás.

    Besos Calados.

    ResponderEliminar
  19. Sabemos que nos absorven del todo pero enseguida los recargamos, es curioso, esto de als tecnologías es algo que ponemos siempre a parir, vía internet, que debe ser del tiempo de los papiros al parecer :)

    Besotes.

    ResponderEliminar
  20. Jugaste con mis sentimientos María Pilar. Mala tu eres.

    ResponderEliminar
  21. Pilar, un escrito claro, rotundo y con un mensaje directo...La libertad es la base de la amistad y del amor...Cuando el sentimiento se alza desde la libertad, el respeto y la confianza, va creando una base firme y segura...Lo que en un principio puede parecernos algo perfecto, interesante y original se va tornando pesadez y desencuentro, si falta la libertad y el respeto al mundo interior y exterior del otro...
    Mi gratitud y mi abrazo inmenso por tu buen hacer, amiga.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  22. Bueno, lo hiciste tan bien...que me lo creí, Pilar...(sonrío)...Lo cierto es que debemos liberarnos de vez en cuando del ordenador, sin duda alguna...Un beso, amiga.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  23. Hola, María Pilar.

    No se entiende el amor de otro modo... Me encanta, bonita.
    No puedo decir mucho más a un texto tan hermoso.
    Felicidades y millones de abrazos y besos.

    ResponderEliminar
  24. Me ha encantado. Lo mejor no recargar la batería, pero de ilusión tambien se vive y ambas sabemos que ya no es posible ¿verdad?

    ResponderEliminar
  25. Mi cariñoso abrazo junto con mis deseos de que paséis unas felices fiestas de S.Juan donde los deseos se cumplan y se queme todo lastre que nos pesa.
    Besos

    ResponderEliminar
  26. Esclavizantes artefactos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  27. Como son estos aparatos modernos, que poco aguante tienen. ;)
    Besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Este blog permanece vivo gracias a tus visitas y comentarios. Te agradezco estos momentos especiales que me regalas.

Más vistas

Hagamos un trato

Te propongo un pacto. No removamos más el pasado, no le demos más vueltas ni nos echemos más en cara lo que ocurrió, ya no lo podemos cambiar, dejémoslo correr por el camino del olvido, no me gusta esta guerra soterrada ni este mirar de soslayo con la desconfianza como carga. Llevamos un tiempo con el rictus de la tristeza pegado y el alma rota sin querer dar el brazo a torcer. «Demasiado vehemente», me dices; «excesivamente racional», te contesto. Esto es un «toma y daca» y esta guerra no va a parar. Ya sé que soy impulsiva, alocada y me lanzo sin escuchar tus voces de contención, pero reconoce que eres tan racional, tan pausado y mides tanto las palabras que a tu lado últimamente no hago más que bostezar. Me gusta volar como el viento, necesito sentirme en libertad, no me atosigues. Cuando yo he tomado decisiones no nos ha ido tan mal. Y sobre todo no cargues sobre mi conciencia, sabes que soy muy sensible y el sentimiento de culpa me hace pasarlo fatal. Te pasas la vida planific...

Amanecer deslumbrante

Salimos de casa con aspecto somnoliento. Al subir al remolque, ayudados por los dos hermanos mayores, percibimos el viento gélido de la madrugada. No era normal que nos llevaran con ellos; pero ese día, así padre lo había decidido. La calle en la que vivíamos aparecía oculta en la penumbra, se nos hacía extraña. Dejamos el pueblo solitario y silencioso envuelto en la neblina matinal. En el remolque nos encogimos como pudimos para evitar el frío que nos hacía castañetear los dientes y nos provocaba pequeñas chimeneas de vaho que se fundían con la niebla; esfuerzo inútil, pues el traqueteo descomponía nuestras figuras y nos lanzaba a la una contra la otra. No así los hermanos mayores que, apoyados en las cartolas, se dejaban acunar por el movimiento y se hacían los dormidos. El tractor reptaba ruidoso por la subida del Carramonte. Al llegar al alto del páramo por la zona de Valdesalce, amanecía. Nos apeamos de un salto. Impresionaba el mundo que se abría ante nosotros. Miré a mi a...

Cuando uno dice blanco, el otro... blaugrana

Va a ser un día complicado, se dijo Aurora al despertar pensando en que se jugaba el Clásico. Su preocupación eran sus hijos Raúl y David. Cuando nacieron todo fue caos en su entorno y nadie, excepto ella, se fijó en los ojos tan abiertos con los que se observaban sin pestañear. Aunque le decían que los recién nacidos no ven, esa mirada gélida de un gris opaco fue el presagio que acabó con sus sueños de madre.  La crueldad sistemática entre los hermanos confirmó sus sospechas. Parecían dos gatos en continua pelea. Si uno necesitaba luz, el otro oscuridad; si uno quería dormir, el otro berreaba y si uno decía blanco el otro… blaugrana. Era un sinvivir que a ella le tenía agotaba. —Os vamos a machacar —decía Raúl con la camiseta blanca. —¡Qué dices, idiota! Hoy comeréis el barro bajo nuestras botas. —De idiota nada, mamón.  — ¡Pum! Arrojó un derechazo al ojo de su hermano. —Te arrancaré la nariz, imbécil. —Y el zurdazo lo dejó sangrando. —¡Ay!, me ha mordido. —¡Basta! —...

El vaivén de la vida

En la vida de Clara había aparentemente de todo menos paz y sosiego. Era de esas personas que cuando te pasan, su estela tira de ti y te hace girar la cabeza deseando alargar tu mano entre la brisa que ondea los rizos de su melena. Esa noche Clara se separó de la fiesta, se quitó los zapatos de tacón de vértigo, la máscara de top-model y se abandonó en el columpio de sus pensamientos. Cualquier observador habría olido la tristeza que embargaba tanta belleza. Sabía que Rubén no se creía que ella se dormía en cuanto se acostaba, pero callaba. Rubén sabía que esa tarde ella había llorado, pero dijo: ̶ Cariño, ¿estás ya preparada? La rutina había llegado a sus vidas como un intruso para definitivamente quedarse. Su ambición profesional, el estatus social y ese ajetreo diario de fiestas y relaciones sociales para alzar una muralla sobre la que asentar su seguridad, había resultado una telaraña en la que se habían perdido y ahora… ahora todo ello solo servía para acallar el incómodo ...

La musa de la escritura

Hoy hace un año que te fuiste… Digo a gritos que no te necesito, que ojalá no vuelvas. Miente mi orgullo para cubrir el dolor de mi impotencia. Ya sabes que mi cabeza es un cóctel de ideas encontradas, letras sueltas y sensaciones indefinidas. Qué diferencia con las composiciones escritas a golpe de vértigo, las notas de recuerdos con ilusión vividos, la actividad nerviosa, el febril pensamiento desbocado, todo un mundo que se diluía en la página en blanco. Mi imaginación no se resigna a esta inactividad actual y sigue alimentándome: me trae el choque de olas acunando a otros muchos en sus aguas, el espectáculo de un gnomo sibilino junto a una princesa destronada, un bello alfiler ensangrentado en el escenario de una explosión en Yakarta, hasta me tienta con el aroma de la riquísima sopa de la abuela. Miro tu hermética bola de cristal donde encierras la energía en un tiempo y un espacio diferente al que reclama el reloj para sí mismo. Te miro y tu fulgor me deslumbra y pienso ...