Ir al contenido principal

Mi amiga es una okupa

Hoy hace un año que una okupa se instaló en mi casa. Compartimos habitación. Ella, con tal de tener su pequeño espacio, se conformaba. No la oí llegar. Tal vez para pasar al lado de mi cama, se quitó los zapatos. Cuando me levanté, al estirarme bostezando, la descubrí. Me acerqué. Me miraba.
—Saludos —dijo
—¿Saludos?
Ella estaba en un lugar desconocido y yo no sabía de sus mañas. 
Había colocado en la pared un delicado encaje de seda, a modo de hamaca. Se columpiaba. Me hizo una caída de párpados como avergonzada.
—Saludos, es mi forma de decir: “Hola, ¿qué tal?”
Me encantó. Le sonreí. 
Todos los días, cuando me levantaba ella ya tenía arreglada su cama y se estaba limando las uñas para que no se le enganchasen en las finas mallas. Más de una vez la sorprendí mirándose coqueta en una gota de rocío de las que perlaban su hamaca. A veces observaba tras la ventana con una mirada cargada de añoranza. Tal vez un viejo amor la reclamaba.
—Me gusta que seamos amigas le dije
—Lo somos, pero… La vida es tan incierta…
Era tan menuda que me fascinaba la energía incansable con la que tejía con hilos de plata, blondas de encaje tan sutil como lo era ella misma. ¿Qué trataba de mostrarme con ello? ¿Quizá el esfuerzo para lograr lo que se quiere en la vida?
Ñanduti, su amiga, le trajo la noticia: “Es maravilloso, Carlota. Te han concedido el 1.º premio de diseño de mantillas. Tienes que ir a recogerlo”. 
Se subía por las paredes. Las recorría como un atleta preparando una maratón. Iba, venía. Abría los diminutos cajones de su cómoda que tenía colgada en lo alto. Rebuscaba… Se probaba… Mallas negras, blazer femenino con motivos rojos, sombrero de plumas de ácaro, el pequeño bolso de alas de mosca. ¡Los zapatos! ¡Cuánto le costó elegir los zapatos! Por fin dio con unos negros de salón. Les pegó en la parte superior unas florecitas rojas que había tejido. Parecía más esbelta. 
No ha vuelto. 
Atrapada en su red, la espero.

Safe Creative #1810018589812

Comentarios

  1. Hola, amigos blogueros y a todos los que paséis por aquí: os dejo este nuevo relato de mi amiga la okupa. Espero que os saque una sonrisa, sin más pretensiones está escrito.
    Un millón de gracias por vuestro tiempo, ese que es oro y no escatimáis en dejarme su brillo con vuestros interesantes comentarios. Os lo agradezco de corazón. Todo mi cariño y mi amistad.

    ResponderEliminar
  2. No te dejes atrapar en sus encajes ni en sus brillos.
    Un abrazo y felicidades de nuevo.

    ResponderEliminar
  3. Magnífico relato Pilar!! Más que merecido ganador del Reto Especial Aniversario. Me encantó! Felicitaciones y felicidades!!!
    Cariños a montones!!
    Lau.

    ResponderEliminar
  4. La fama hace olvidar a las viejas amistades.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno, aunque se adivina desde el principio quien es tu amiga nos sorprende el final y esa es la gracia de un relato pero la originalidad solo la tienes tu. Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Uy muy buen relato me sorprendí al final. Me alegra leerte te mando un beso y te me cuidas

    ResponderEliminar
  7. Mientras no te chupe la sangre...
    Ten cuidado, María Pilar, que siempre has sido muy confiada.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Con la perspectiva de tu bello cuento, haces adorable a esa okupa arácnida.
    Felicitación por tu premio.
    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  9. Me ha encantado enredarme contigo en este juego.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  10. ¡Ah, pero que bien tener la visita de un hada amiga!

    Besotes y felicitaciones por el premio

    (Mesaje de Myriam que por algún error que no llego a comprender ha sido borrado)

    ResponderEliminar
  11. Ay qué lindo post, me encantó. Estoy segura tu amiga volverá.
    Felicitaciones por tu pluma virtual.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Atrapada se quedó!
    Besos.

    ResponderEliminar
  13. Hola María Pilar. Me ha encantado conocer a esa araña tejedora de encantos. Enhorabuena.
    Me encanta la facilidad que tienes para escribir, de algo tan sencillo, como una simple araña que no le damos importancia y casi siempre nos acompaña en casa.
    Abrazossssssssss

    ResponderEliminar
  14. Se habrá encl tradocln un Romeo???
    Cariños

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Este blog permanece vivo gracias a tus visitas y comentarios. Te agradezco estos momentos especiales que me regalas.

Más vistas

Hagamos un trato

Te propongo un pacto. No removamos más el pasado, no le demos más vueltas ni nos echemos más en cara lo que ocurrió, ya no lo podemos cambiar, dejémoslo correr por el camino del olvido, no me gusta esta guerra soterrada ni este mirar de soslayo con la desconfianza como carga. Llevamos un tiempo con el rictus de la tristeza pegado y el alma rota sin querer dar el brazo a torcer. «Demasiado vehemente», me dices; «excesivamente racional», te contesto. Esto es un «toma y daca» y esta guerra no va a parar. Ya sé que soy impulsiva, alocada y me lanzo sin escuchar tus voces de contención, pero reconoce que eres tan racional, tan pausado y mides tanto las palabras que a tu lado últimamente no hago más que bostezar. Me gusta volar como el viento, necesito sentirme en libertad, no me atosigues. Cuando yo he tomado decisiones no nos ha ido tan mal. Y sobre todo no cargues sobre mi conciencia, sabes que soy muy sensible y el sentimiento de culpa me hace pasarlo fatal. Te pasas la vida planific...

Amanecer deslumbrante

Salimos de casa con aspecto somnoliento. Al subir al remolque, ayudados por los dos hermanos mayores, percibimos el viento gélido de la madrugada. No era normal que nos llevaran con ellos; pero ese día, así padre lo había decidido. La calle en la que vivíamos aparecía oculta en la penumbra, se nos hacía extraña. Dejamos el pueblo solitario y silencioso envuelto en la neblina matinal. En el remolque nos encogimos como pudimos para evitar el frío que nos hacía castañetear los dientes y nos provocaba pequeñas chimeneas de vaho que se fundían con la niebla; esfuerzo inútil, pues el traqueteo descomponía nuestras figuras y nos lanzaba a la una contra la otra. No así los hermanos mayores que, apoyados en las cartolas, se dejaban acunar por el movimiento y se hacían los dormidos. El tractor reptaba ruidoso por la subida del Carramonte. Al llegar al alto del páramo por la zona de Valdesalce, amanecía. Nos apeamos de un salto. Impresionaba el mundo que se abría ante nosotros. Miré a mi a...

Cuando uno dice blanco, el otro... blaugrana

Va a ser un día complicado, se dijo Aurora al despertar pensando en que se jugaba el Clásico. Su preocupación eran sus hijos Raúl y David. Cuando nacieron todo fue caos en su entorno y nadie, excepto ella, se fijó en los ojos tan abiertos con los que se observaban sin pestañear. Aunque le decían que los recién nacidos no ven, esa mirada gélida de un gris opaco fue el presagio que acabó con sus sueños de madre.  La crueldad sistemática entre los hermanos confirmó sus sospechas. Parecían dos gatos en continua pelea. Si uno necesitaba luz, el otro oscuridad; si uno quería dormir, el otro berreaba y si uno decía blanco el otro… blaugrana. Era un sinvivir que a ella le tenía agotaba. —Os vamos a machacar —decía Raúl con la camiseta blanca. —¡Qué dices, idiota! Hoy comeréis el barro bajo nuestras botas. —De idiota nada, mamón.  — ¡Pum! Arrojó un derechazo al ojo de su hermano. —Te arrancaré la nariz, imbécil. —Y el zurdazo lo dejó sangrando. —¡Ay!, me ha mordido. —¡Basta! —...

El vaivén de la vida

En la vida de Clara había aparentemente de todo menos paz y sosiego. Era de esas personas que cuando te pasan, su estela tira de ti y te hace girar la cabeza deseando alargar tu mano entre la brisa que ondea los rizos de su melena. Esa noche Clara se separó de la fiesta, se quitó los zapatos de tacón de vértigo, la máscara de top-model y se abandonó en el columpio de sus pensamientos. Cualquier observador habría olido la tristeza que embargaba tanta belleza. Sabía que Rubén no se creía que ella se dormía en cuanto se acostaba, pero callaba. Rubén sabía que esa tarde ella había llorado, pero dijo: ̶ Cariño, ¿estás ya preparada? La rutina había llegado a sus vidas como un intruso para definitivamente quedarse. Su ambición profesional, el estatus social y ese ajetreo diario de fiestas y relaciones sociales para alzar una muralla sobre la que asentar su seguridad, había resultado una telaraña en la que se habían perdido y ahora… ahora todo ello solo servía para acallar el incómodo ...

La musa de la escritura

Hoy hace un año que te fuiste… Digo a gritos que no te necesito, que ojalá no vuelvas. Miente mi orgullo para cubrir el dolor de mi impotencia. Ya sabes que mi cabeza es un cóctel de ideas encontradas, letras sueltas y sensaciones indefinidas. Qué diferencia con las composiciones escritas a golpe de vértigo, las notas de recuerdos con ilusión vividos, la actividad nerviosa, el febril pensamiento desbocado, todo un mundo que se diluía en la página en blanco. Mi imaginación no se resigna a esta inactividad actual y sigue alimentándome: me trae el choque de olas acunando a otros muchos en sus aguas, el espectáculo de un gnomo sibilino junto a una princesa destronada, un bello alfiler ensangrentado en el escenario de una explosión en Yakarta, hasta me tienta con el aroma de la riquísima sopa de la abuela. Miro tu hermética bola de cristal donde encierras la energía en un tiempo y un espacio diferente al que reclama el reloj para sí mismo. Te miro y tu fulgor me deslumbra y pienso ...