Título: El hombre en busca de sentido
Autor: Viktor Frankl (1905-1997)
Editorial: Herder Editorial
Edición 2015
Género: Ensayo
Páginas: 160
“El hombre es quien ha inventado las cámaras de gas, pero también el que ha entrado en ellas con paso firme, musitando una oración” . (p. 115).
¿Qué sentido tiene la vida para el ser humano?
Viktor Frankl dice que no hay respuesta posible a esta pregunta porque no hay un sentido de la vida, sino muchos, tantos como personas. El sentido de la vida no se crea, se descubre. Por tanto, no se trata de buscar un sentido abstracto, sino el que cada uno de nosotros le demos a la vida en cada etapa de nuestro desarrollo personal.
Es más, el ser humano no debería preguntarse sobre el sentido de la vida porque es la vida la que lo cuestiona y él contesta con sus actos. De hecho, sin ser conscientes, es lo que estamos haciendo cada día. Esas respuestas lo abarcan todo: experiencias, pensamientos, sufrimientos… Nada se pierde, porque haber sido es una forma de ser, y quizá la más segura.
“Ningún poder de la tierra podrá arrancarte lo que has vivido”.
El neurólogo y psiquiatra, Víctor Frank, judío austriaco, fundó la logoterapia; una psicoterapia que se centra en la búsqueda del sentido de la existencia humana.
Nos lo explica en la segunda parte del libro.
A diferencia del psicoanálisis, que investiga el mundo interior del inconsciente, la logoterapia se centra en la experiencia vital, sus capacidades, limitaciones o aspiraciones, para proyectarlas de manera pragmática en el proceso de desarrollo personal.
Otra faceta muy interesante de la logoterapia es una técnica a la que llama, «intención paradójica». El autor, a través de ella, ayuda a sus pacientes a combatir las fobias, obsesiones e inseguridades que los paralizan e impiden progresar como personas.
Asimismo trata de controlar la «hiperintención», que es precisamente lo contrario: el excesivo deseo de algo perjudica, en cierta medida, su realización final.
El autor lo aplica, entre otros casos, en el trastorno del sueño.
«El temor al insomnio produce una hiperintención por quedarse dormido que, a su vez, impide al paciente lograrlo. Con el fin de superar ese miedo, aconsejo al paciente que se resista a dormir, que permanezca despierto» (p.152).
Todos estos conocimientos llevan implícita su terrible experiencia como prisionero en los campos de concentración nazis, especialmente en Auschwitz y Dachau.
Con el título: Un psicólogo en un campo de concentración, que ocupa toda la primera parte del libro, Viktor Frankl, hace un análisis en primera persona de cómo afecta psicológicamente al ser humano estar sometido a unas situaciones en las que solo queda espacio para la irracionalidad y la desesperación.
Desde que este libro llegó a mis manos hasta que lo he leído ha pasado un tiempo. Todos los días me interpelaba desde la estantería y son solo 160 páginas. Lo temía, y ahora me alegro de haberlo leído. Quizás sea porque el prisionero, Viktor Frankl, que nos narra lo vivido en aquel infierno en primera persona, aporte una visión que resulta más significativa que los millones de muertos anónimos que reflejan las estadísticas.
No suaviza el horror, por supuesto, pero con su espíritu humanista va dejando atisbos de esperanza como esa pequeña flor del cuadro del Guernica de Picasso.
Convertido en un ser deshumanizado, reducido a rebaño, en un contexto de brutalidad y sufrimiento, llega a sentirse anestesiado emocionalmente y dice de él mismo: “Ya que todo carecía de sentido”. “Había aprendido a dejar que el destino siguiera su curso”.
En situaciones tan dramáticas, propone a los reclusos de su barracón un objetivo que diera sentido a sus vidas. Una cura médica de almas, lo llama. Y cita a Nietzsche: “Todo lo que no me destruye me hace más fuerte”. Y vuelve a Nietzsche “Quien tiene un
porqué para vivir puede soportar casi siempre cualquier cómo”. Era preciso
infundir un porqué a sus vidas, con el fin de fortalecerlos para soportar el cómo de su existencia.
El hombre en busca de sentido nos invita a la reflexión, mira la vida de frente; trata a la persona como un ser humano, no como máquinas; mantiene la actitud de permanecer erguido ante cualquier destino y pone en evidencia la fuerza del amor cuando todo se ha perdido. También, y muy importante, anima a fortalecer la mente porque mantener la mente ocupada en cosas positivas ayuda a poner distancia ante una situación difícil.
El mundo seguirá girando igual, pero seguro que si tenemos en cuenta estas premisas, viviremos una realidad más plena.
Qué casualidad Pilar, acabo de bajarme el libro de kindle a mi ebook, mi hermana me hablo de él muy bien. Estar encadenado y encontrar así el sentido, que en la vida todo lo tiene. Me alegro de tu reseña, me pongo en manos del libro. Feliz fin de semana. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Carmen, es un libro que invita a la reflexión. En esta sociedad tan superficial donde el carácter y los valores de las personas son secundarios, un libro como este pone el énfasis sobre lo realmente importante. Te gustará leerlo. Es muy breve, pero aporta tanto.
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana, Carmen!
Lo leí hace muchos años, es muy impactante e impresionante. Muy adecuado para saber lo que es la resiliencia y todo lo que se puede hacer positivamente después de una experiencia por demás extrema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Sara. Gracias por tu aportación tan interesante.
EliminarUn abrazo.
Me parece muy interesante, lo buscaré. Gracias Maria Pilar por la excelente reseña y la información. Un abrazo
ResponderEliminarMerece la pena, Nuria. Un abrazo!
EliminarLeí ese libro hace años y he leído otro similares. Algunas personas sobreviven a esos infiernos, y otras, en idénticas circunstancias, se abandonan a la muerte y se apagan por sí mismas. Está el instinto de supervivencia, pero hay algo más que no acabamos de discernir, y define esa diferencia entre la vida y la muerte cuando, en el peor de los escenarios, sólo estás tú y tu mente a lo que aferrarte.
ResponderEliminar¡Qué buena reflexión! Has sido capaz de resumir el libro en unas breves líneas.
EliminarQue interesante este ensayo. No había oído hablar de la logoterapia. Seguramente es más esclarecedor hurgar en las experiencias que en el inconsciente. Sobre todo cuando las experiencias son tan terribles como las de este hombre. Tomo nota del libro porque todo lo que ayude a entender aquel infierno me parece positivo y casi obligado.
ResponderEliminarUn beso.
Te gustará leerlo, Rosa. Un beso.
EliminarTodo lo que pueda decir un hombre que ha pasado por ese trance merece, además de respeto, interés.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Chema, un libro pequeño, pero muy interesante en su contenido.
EliminarUn abrazo!
Interesante artículo.
ResponderEliminarEn principio este libro de Victor Frankl puede ayudar a entender algunas cosas importantes. Quizá el concepto "sentido de la vida" tiene más sentido cuando descubrimos nuestra vocación y está relacionado con lo que hacemos en la vida.
Saludos María Pilar.
Gracias por tu reflexión tan interesante.
EliminarSaludos!
Gracias por la reseña. Tomó nota se ve un libro muy interesante. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola María Pilar.
ResponderEliminarMe ha encantado la reseña que has escrito sobre este libro.
Desde que descubrí otro de sus libros, Ante el vacío existencial, que lleva más de 30 años en una de mis estanterías, Víctor Frankl no ha dejado de ser un referente para mí. Hace tiempo le dediqué uno de mis posts en Sinaptando: Provocando la magia. Te copio el enlace: https://sinaptando.blogspot.com/2016/02/convivir-con-la-realidad-de-todos-los.html
Felicidades por tan buen trabajo.
Un fuerte abrazo.
Hola, Estrella, he ido a tu blog y me ha encantado tu artículo. Como dices es un libro para mantener en la estantería para alguna vez volver sobre él.
EliminarUn abrazo.
Muy claro como lo introduces a este libro y al autor, extraordinarios. Sin lugar a dudas hay que leerlo alguna vez en la vida, y prestarle mucha atención, gracias por traerlo, abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte por aquí y dejar tu comentario. Un abrazo!
EliminarHabrá que buscarlo :)
ResponderEliminarUn saludillo!
Merece la pena, Xurso. Un saludo!
EliminarUn autor y un libro muy interesantes, María Pilar.
ResponderEliminarLeer tu reseña ha sido remover muchas sensaciones. Lo leí hace unos años y me impresionó la fuerza mental que llegó a desplegar para poder huir del horror, cómo ayudó a sus compañeros y aún recuerdo algunos detalles de sus reflexiones y las miradas que desplegaba a su alrededor para poder salir de la situación. Llegué a llevarlo al blog en "El amor cuando todo se ha perdido."
Un fuerte abrazo :-)
Hola, Miguel, es una joya de libro. Son solo 160 páginas, pero cada capítulo, cada párrafo, cada frase aportan tanto..., tienen la fuerza de la mente en positivo, del amor, de la vida. Al hacer una reseña das unas ideas generales y dejas mucho fuera. A pesar de todo, espero que algún lector se anime a leerlo.
EliminarUn abrazo!
Muy buena reseña, ahora toca leérselo.
ResponderEliminarNo lo conocía pero lo apunté en mi lista de siguientes lecturas. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.
Hola, Anticuario, el libro se lee rápido, pero el contenido es grandioso, de los libros que no olvidas y seguramente vuelves a él en algún momento.
EliminarSaludos!
Me encanta lo que escribió Viktor Frankl. Si tenemos un “por qué”, siempre encontraremos un “cómo”. Saludos
ResponderEliminarUna frase que vale para siempre, un lema de vida. Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo.
EliminarNo he leído este libro y no porque no me gusten este tipo de lecturas, todo lo contrario, sencillamente porque siempre lo he ido postergando ante otros candidatos más "apetecibles". Me ha gustado la referencia a a Nietzsche “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi siempre cualquier cómo”. Es una de las citas que escogí al construir "Mi Historia" de mi blog, porque a Nietzsche sí que lo he leído y algunas de sus reflexiones me fascinan. Excelente trabajo, compañera.
ResponderEliminarNietzsche es el que sostiene toda la historia a través de Víctor Frankl, Matilde. Un abrazo!
Eliminar¡Hola María! Increíble el logro de este hombre, buscar el sentido de la vida cuando se ha pasado por algo tan terrible. Impresionante, de verdad. No sé si mi ánimo esté en este momento a punto de una lectura tan fuerte... Me lo pensaré.
EliminarMuchos abrazos!
He oído hablar de este autor y de su libro pero no lo he catado todavía, quizás tu texto me anime a hacerlo.
ResponderEliminarCreo que esa necesidad de buscar un sentido a las cosas, un objetivo sin aceptar la pluralidad de todo, de los momentos, de las situaciones, de los instantes provoca de forma inexorable una gran frustración.
Tendemos a buscar una unicidad en todo, un algo que lo explique todo pero no es así, somos plurales como lo son los órganos de nuestro cuerpo y solo huyendo de esa idea unificadora encontraremos uno y mil sentidos.
Una abrazo, amiga.
¡Hola, Pilar! Interesantísima lectura la que propones y que desconocía. En lo personal, pienso que la Vida no tiene sentido alguno, es una sucesión de circunstancias azarosas y caprichosas. Somos cada uno de nosotros, quienes le damos su sentido con nuestros actos, pensamientos y emociones. Soy un convencido individualista, en el sentido de que nada hay más valioso y único que un ser humano con nombres y apellidos. Creo que eso lo saben los poderes políticos y económicos y es por eso que todos los sistemas, como la experiencia que comenta el autor, comienzan por desindividualizarnos, hacer de cada ser único un añadido más dentro de la masa, convertirlo en una oveja más del rebaño. Y un rebaño siempre es más fácil de controlar.
ResponderEliminarMe encantó tu reseña, a ver si me lo regalo para este día del libro. Un abrazo!
Me gusta lo que plantea y cómo lo plantea "tu" libro, seguramente fruto de la propia experiencia de su autor que por lo que comentas fue dura, durísima. Creo firmemente que los que más han sufrido, si sobreviven a ese sufrimiento, tiene una capacidad mucho mayor de empatizar con sus semejantes que quienes lo hemos tenido todo rodado. Efectivamente el sentido de la vida será diferente en cada persona, siempre he sido vitalista, no me gusta nada eso de positiva u optimista, no se trata de verlo todo de color de rosa, desgraciadamente la vida no es así, pero con todas sus sombras, la vida es maravillosa, el mero hecho de estar vivos es un regalo que casi nadie aprecia, entre eso, las frustraciones que se van acumulando y la incapacidad para la autocrítica, siempre buscando a alguien para culpabilizar de nuestros males, la gente termina amargada y con depresiones de caballo... Cuando de toda experiencia por mala que sea se puede aprender algo, podemos reconducir nuestra vida cuantas veces queramos, solo hace falta decisión y coraje para hacerlo, como para todo en la vida. Creo que nos hemos hecho muy cómodos y muy llorones, en lugar de hacer lo que debemos, en le ámbito que sea…yo ahora me siento impotente y sé que poco o nada podré hacer con el tema sangrante del deterioro medioambiental, algo que suena abstracto y lejano y lo tenemos encima, pero nadie quiere agarrar al toro por los cuernos y creo que ese es el mal de esta sociedad, la falta de compromiso, la falta de solidad y sobre todo la falta de unión.. bufff perdóname, me enfilo y me voy de tu tema. Me ha encantado esta reseña y por supuesto me apunto el libro.
ResponderEliminarMil gracias MARIA PILAR, me gusta mucho tu forma de ver las cosas, una varazo fortísimo y feliz finde!
ayyyy perdóname, que he visto que al final en vez de abrazo no sé lo que te he escrito pero como nunca releo disparo el comentario y ya no hay remedio... ABRAAAAAZOOOOOO y además ya puestos muuuchos beesoooos ; )
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBeautiful blog
ResponderEliminar¡¡Magnífica reseña!! Este es uno de los libros de cabecera de mi profesión, he de decirte. Lo amo. Viktor Frankl perdió a prácticamente toda su familia en los Campos, y él no sólo vivió todos esos horrores, sino que dedicó su vida a ayudar a que otros condenados pudieran sobrevivir. Era un gran hombre. Bendita sea su memoria.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.