- Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo inspirado en una emoción.
- Debéis mencionar qué emoción es la que os ha inspirado.
¡Cuánto disfruta mi hija en los columpios del parque! Pero en invierno, atardece muy pronto y tenemos que volver a casa. Voy con ella de la mano porque quiere ir andando; siempre quiere demostrar que es mayor de lo que en realidad es. ¡Se la ve tan feliz! Despacio, sigo el ritmo de sus pequeños zapatos.
De repente, comienzo a escuchar unos pasos. No veo a nadie, pero intuyo que alguien nos sigue. Acelero la marcha para llegar cuanto antes y, con ello, obligo a mi pequeña a avanzar a trompicones. Noto en mi nuca el aliento del que se nos acerca por detrás. Instintivamente, me agacho para cogerla en brazos, también me pongo por delante el bolso que llevo en el hombro. Empiezo a andar deprisa. Ese alguien agiliza el paso. Siento que está a punto de alcanzarme. La violencia que percibo me bombea el corazón como un caballo desbocado. Corro todo lo rápido que puedo a la vez que aprieto contra mi cuerpo a mi hija. En la esquina, tengo que girar para entrar en la plaza donde vivimos. El sentimiento de indefensión me ahoga. El viento del norte me hace castañetear los dientes. Ya sabe que lo temo y que me tiene en sus manos. No quiero gritar, no quiero asustar a mi pequeña, aunque creo que le estoy haciendo daño porque empieza a llorar. Casi está pegado a mí, si me vuelvo de repente, voy a chocar con él. ¡Imposible alcanzar la puerta!
Alguien viene de frente. ¡Es mi vecino! Me abalanzo sobre él. «Me están siguiendo», le digo angustiada. Los dos vemos cómo el otro se da media vuelta y se aleja. Es un hombre fuerte, de unos 50 años, con los brazos caídos a lo largo del cuerpo y los puños apretados.
Emociones en el relato:
-Alegría
-Confianza
-Sorpresa
-Temor
-Miedo
-Terror
-Anticipación
-Confianza
-Alegría
Uy pero qué bonito! Justo lo que me tiene viva, los sentimientos, las emociones. Miles de miles viven sin vivir, y ni cuenta se dan. Me encantó María, de verdad.
ResponderEliminarLeí lo que me comentaste y me gustó muchísimo: Tu voto, pero más tu cariño. Así que te imitaré y te dejo aquí todito el mío en un abrazo. 🌹🌹🌹
Has conseguido angustiarme también a mí.
ResponderEliminarMuy buena tu aportación al reto, María Pilar.
Un abrazo.
Conviene llevarse bien con los vecinos por casos así, ya que la poli tardar en llegar, o ni siquiera llega.:)
ResponderEliminarEs staff de las emociones buenísimo, las he sentido todas mientras te leía. Un abrazo
ResponderEliminarAnte una supuesta amenaza, el visionado de un vecino a tiempo, concede la tranquilidad al regreso a casa.
ResponderEliminarBesos.
Hola Maria Pilar, que angustia he sentido leyendo el microrrelato, menos mal que sea arma de valor y le planta cara, muchas emociones salen del micro, incluso la sensación de victoria cuando el se aleja. Me gustó mucho. Te aplaudo. Un abrazo
ResponderEliminarQué a tiempo la aparición del vecino! La descripción final del hombre que la seguía nos da un plus al terror que sentimos mientras la seguía, de solo pensar lo que el grandote podría haber hecho. He sufrido y me ha gustado. Un abrazo
ResponderEliminarTremendo, me he metido en la historia , hasta el punto de agobiarme por la niña.
ResponderEliminarUauhhh!!! Qué angustia he pasado Maria Pilar. Menos mal que apareció el vecino para que el otro tipejo se fuera.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Has plasmado todas las emociones en el relato. Me gusto mucho. Te mando un beso.
ResponderEliminarSe siente cada emoción hasta la médula. Un ejercicio de 10.
ResponderEliminarBesos! :)
Vaya narrativa angustiosa. Nos has transmitido la desazón de esa madre temerosa por el daño que pudiera haber infligido a su hija ese sujeto desconocido...¿O no lo era, y tenía orden de alejamiento?
ResponderEliminarAbrazo.
Hola María Pilar, ¡uuufffff! He sentido la angustia que sentía la protagonista, me he imaginado totalmente la escena, muy bien logrado, has transmitido a la perfección las emociones que pide el reto. Además con un tema sencillo y narrado de forma sencilla, genial. Me ha gustado. Te felicito. Un abrazo. :)
ResponderEliminarHola, Mª Pilar. Qué bien has contado ese momento de miedo y de tensión y el alivio posterior de la protagonista. También la rabia del acosador en esos puños apretados con que concluye el micro. Muy buena historia.
ResponderEliminarTremenda historia, Maria Pilar. Casi sentía el aliento del perseguidor en la nuca. Y qué despliegue de emociones. Simplente brillante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muy buen relato y con las emociones bien transmitidas (además de enumeradas al final, cosa que creo importante). Muy conseguido el cambio de una a otra. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn beso.
¡Uy, qué bueno! Podemos sentir esa gama de emociones que provoca una situación como ésta. Me recordaste una experiencia personal, afortunadamente en aquella situación no pasó nada realmente grave, como a tus protagonistas. Sentí alivio de que pudieran salvarse. Saludos.
ResponderEliminarMuy inquietante la escena! Has sabido transmitir perfectamente esos nervios, el miedo, la indefensión y cierta desesperación! Me ha gustado mucho tu relato! Una abrazo!
ResponderEliminarSabes captar el ritmo que requiere el relato con una rara habilidad. Es un texto que crece y se convierte en casi explosivo cuando culmina. Excelente y atinado.
ResponderEliminarSaludos
Muy bien contado, pude sentir la angustia de esa madre, el miedo, la desesperación, su corazón latiendo desbocado, muy buen micro, un abrazo.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Hola, María Pilar, el micro de inicio es calmado y evocador, pero se va tornando veloz y angustiante, con ese temor y esa persecución tan insistente, luego cuando ya es inminente el verse atrapada, ¡Ah! se siente ese alivio al final, muy bien logrados esos cambios de emociones que también, los siente el lector.
ResponderEliminarFelices días, un abrazo.
¡Hola, María Pilar! Jo, me has tenido pegado a la pantalla con el corazón en el puño. No hay historia más atrapante que aquella en la que la amenaza apenas se muestra expresamente, sino a través de la persona amenazada. Y más en una situación de especial fragilidad, como es la que muestras: sola y con su pequeña. Narrativamente has logrado que la atmósfera cambie de la alegría y paz de una tarde en el parque con tu hija, a la oscuridad y la angustia de saberse objetivo de una amenaza real. Los gestos, la reacción instintiva de coger en brazos a la niña para protegerla, el bolso... Todo ello da realismo y fuerza a la escena.
ResponderEliminarNi qué decir que ese vecino se convirtió de inmediato en el nuevo supermejor amigo de la mujer, je, je, je... Fantástico aporte al reto, donde las emociones se suceden una tras otra de manera lógica y gradual. Un abrazo!
¡Fantástico PILAR! has transmitido perfectamente todas y cada una de las emociones de la lista del final hasta lo más profundo de nosotros y eso solo lo hace una buena escritora.. El caso es que te iba leyendo y casi estaba segura que iba a ser el padre de la niña el que los seguía o alguien conocido, a pesar de ello y ¡ no! hasta eso ha sido sorpredente jaja ... hemos pasado de la felicidad inicial a esa emoción angustiosa que ha estado latente todo el rato, sin parar un solo instante.. ahí zambulidos en tus letras ... Buenísimo cielo! mil gracias por este ratito!!!
ResponderEliminarUn beso enorme artistaZa!! : )
Muy feliz finde!!
Terror puro...
ResponderEliminarUn abrazo!
Se ha mascado la tensión a lo largo del micro, Maria Pilar, y has tenido la habilidad de mantenernos en vilo hasta el desenlace. Supongo que esperaba un giro feliz tipo, era el padre, o el primo... pero no. Era alguien que huye con los puños apretados... Me ha gustado el final. ¡Buen trabajo!
ResponderEliminarHola Pilar menuda historia, tensión hasta la última palabra. muy bien contado. Engancha. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado la vorágine de emociones sin (aparente) explicación.
ResponderEliminarTodas las emociones representadas en este relato muy bueno, que va llevando a la angustia a la garganta cerrada, a no saber como reaccionar, a ese miedo que se hace cargo y de repente la sorpresa y la salvación de ese ser conocido que surge delante. Abrazo grande lo disfrute y un gran alivio sentí al final
ResponderEliminar¡Qué tensión, María Pilar!
ResponderEliminarHas logrado un clima de agobio que iba in crescendo hasta casi asfixiar. Por momentos me recordaba El rey de los elfos de Schubert y su trágico desenlace. Pero al final, todo ha vuelto a una calma que nunca hará olvidar ese momento.
Un fuerte abrazo :-)
Por favor, que angustia, y con una niña pequeña que no quiere asustar a pesar de la urgencia de la situación. ¡Vaya escala de emociones, Pilar!, y el suspiro de alivio final, al menos el mío como lectora.
ResponderEliminarUff, María Pilar, qué angustia, y ya pensaba que era alguna manía persecutoria, pero ese final, con la imagen del hombre ha sido esclarecedora. Muy buen ritmo en un micro absorvente.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Maria Pilar, temor, angustia y terror, y el final jadeante. Los que lo hemos sufrido somos consciente de esos pasos. También escribí sobre ello. Le titule "los hijos de la calle". Un buen micro y el ritmo ajustado a las emociones. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bien lograda la tensión. In crescendo durante todo el relato para explosionar al final, menos mal que para bien de la protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo, María Pilar.
muy bueno el clima de primero miedo y luego terror que transmites. todas las demas emociones no son nada comparadas con esa. miedo propio y sobre tod ajeno. e indefension que es una consecuencia del miedo. ayer veia una serie de detectives y un profesor hablaba de Lombroso (que decia que se podia reconocer a los crminales por su aspecto fisico) y mencionaba lo de los brazos largos (bueno tú no lo especificas pero se entiende); pero es una caracteristica fisica que no sé por que induce a pensar en maldad.
ResponderEliminarabrazo
Hola, Pilar. Tu relato nos lleva de la mano de las emociones del protagonista. Muy bien logrado!
ResponderEliminarHola, María Pilar:
ResponderEliminarUn relato tan eficaz en su escritura como efectivo en su lectura: nos atrapa leerlo y nos acompaña al pensarlo. Creo que el recurso a la narración en primera persona y tiempo presente, a los adjetivos expresivos, lenguaje sencillo, frases cortas y sin espacio entre ellas resultan en un relato emocionante.
Todo un placer haberlo leído, compañera. Ahora, me voy a tomar un respiro.
Que bien describes la situación de angustia y como ese final alentador.
ResponderEliminarLas emociones a flor de piel nos trasmites con lo que nos cuentas.
Un abrazo Maria Pilar
Puri
Mila Gomez ha dejado un nuevo comentario en la entrada "Alguien nos sigue":
ResponderEliminarMaría Pilar, tu relato muestra, diría, que todas las emociones que se pueden percibir, en ese caso concreto. Desde luego que, desde el principio hasta el final, ha sido un camino emocionante, acompañando a la madre con todos sus gestos, emociones... y a esa niña en brazos, para pasar al feliz y liberador encuentro... !Genial!
Mis felicitaciones, y un abrazo grande.
Hola, Mila, por alguna razón que se me escapa, no he podido publicar directamente este mensaje tan maravilloso que me has enviado. Por eso lo he puesto yo directamente. Te lo agradezco un montón y te mando un abrazo inmenso.
EliminarHola María , vengo un poco tarde pero vengo la verdad es que me dejas con un poco de congoja , se pasa mal menos mal que en este caso la chica llego sana y salva gracias a su vecino , estos siempre son unos ángeles de la guarda me a gustado mucho tu relato.
ResponderEliminarTe deseo una feliz tarde , besos de flor.
Hola, Maria Pilar, un relato muy intenso dónde se palpa la angustia.Muy bien descritas esas emociones. Un abrazo!!
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