PALABRAS DEL RETO:
Acariciar, Pluma, Maresía, Tránsito, Existencialismo, Lengua, Escalofrío, Fatuo, Imbornal, Alarife, Pitanza, Eternidad, Longevidad, Cojones, Petricor.
Cuando me cree dormido se desliza de la cama. Una madera cruje levemente bajo sus pies descalzos. Sentada ante el tocador, se acicala y adorna su imagen con las joyas que tintinean. No necesita luz. La luna que entra por la ventana se refleja en el espejo. No cabe duda de que ella, una gran decoradora, lo colocó allí para conseguir ese esfecto. Se toma su tiempo, un tiempo que ya no tiene para mí. Sale de la habitación con los zapatos de tacón en la mano. El ascensor se para en el bajo.
¡Qué cojones está pasando! Seguro que un alarife (pícaro) la ha embaucado. Acaricio el lado abandonado de la cama, aún caliente. Su aroma me lleva a otros tiempos en los que éramos más felices.
La luna desde el tocador parece empujarme a observarla por la ventana. No seas fatuo. ¡Tienes que hacer algo! Me levanto. El tránsito en la calle es nulo a estas horas. Siento un escalofrío. Veo cómo la maresía ondea su melena en la noche. Al final de la calle, se pierde como una si fuera una pluma zarandeada por el viento. Un gato negro, que husmea en el imbornal de la acera, fija en mí sus ojos como dos ascuas encendidas. Parece llamarme cobarde. Le saco la lengua a modo de burla. Flota en la atmósfera el olor a petricor que me ablanda por dentro con recuerdos de mi infancia. Me pone sentimental.
Tanto pensar no me hace bien. No es momento de existencialismos baratos.
Ajusto mi vestimenta y el calzado.
La sigo.
A lo lejos, logro verla entrar en un casino. ¿Será el lugar de encuentro con su amante?
En el interior del recinto, tras una columna, la observo envuelta entre haces de luces y promesas de fortuna. Sentada en torno a la ruleta, parece fascinada con el rodar de la bolita en juego. En ella deposita toda su esperanza. Juega y pierde una y otra vez. Está nerviosa. Desesperada. Se muerde el labio inferior. De repente, levanta la vista y me descubre. Se le iluminan los ojos. Me pide pitanza. ¡Apuesta y ganamos! Su alegría desbordante me contagia.
Llevamos una eternidad juntos pegados a la ruleta, y espero alcanzar la longevidad.
Hay que aprovechar la racha ganadora, aunque no suele ser longeva.:)
ResponderEliminarEl hombre se hace la ilusión de estar juntos a cualquier precio.
EliminarEn el casino y en la ruleta, en la pobreza y en la miseria, en la enfermedad y en la fase terminal, hasta que la muerte nos separe... Peligroso amor el de la ludopatía.
ResponderEliminarReto (con algunas palabras bien cabronas) superado con nota. Muy buen relato, María Pilar.
Un abrazo.
Peligroso amor el de la ludopatía, ¡qué verdad!
EliminarUn abrazo, Chema.
Han encontrado un punto de unión, a veces la vida está donde menos te lo esperas. Muy bien usadas las palabras. Un abrazo
ResponderEliminarLa vida y sus sorpresas, Ester.
EliminarUn abrazo!
Ojo no se da siempre,buen relato,cariños.
ResponderEliminarCierto, Fiaris, fiar tu vida a la suerte de la ruleta…, aunque la vida, si lo pensamos bien, es una auténtica ruleta.
EliminarCariños.
Me gusto el relato en especial el final. Te mando un beso
ResponderEliminarLa ruleta de la vida. Siempre buscando la suerte y a veces está donde menos la esperamos.
EliminarUn beso, Citu.
Eso es amor, el que te sigue hasta el infierno de la ludopatía. Muy bueno y muy bien integradas las palabras y eso que alguna se las trae...
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa, como ha comentado Chema: "Unidos en el casino y la ruleta hasta que la muerte los separe".
EliminarUn beso.
Que bien has enlazado el relato!! Nos ha encantado!! Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias por comentar. Un abrazo!
EliminarNo hace mucho participé en un reto parecido y la verdad es que es dificil conjugar terminos y narración, pero la verdad que tu historia te ha quedado muy bien hilada y cerrada.
ResponderEliminarEnhorabuena. No es nada fácil
Gracias, Matilde, por dejarme tu opinión. Tienes toda la razón, y con palabras tan poco usuales se te hace más complicado.
EliminarUn abrazo!
Muy buen relato Marí Pilar, eran muchas palabras para colocar. Excelente trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias, Antonio, por dejarme tu opinión. Es como un juego de palabras que tienes que ir colocando mientras escribes la historia. Estas palabras en concreto, me resultaron difíciles.
EliminarUn abrazo!
Un relato con muchos matices...Aunque el amor se acaba, aún queda la esperanza en "ese vicio" que los sigue uniendo...Vida compartida, al fin y al cabo, que los compensa a ambos...Muy bueno por el empleo de las palabras, los recursos estilísticos y y el ritmo ameno, que nos mantiene atentos, Pilar...Mi felicitación, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi cariño.
Gracias, Mª Jesús, por tu atenta lectura y tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo!
Un buen relato, sorteando con ingenio, la prueba de las palabras. Felicidades.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Alfred, difícil reto el de estas palabras tan poco usuales. Al final, la satisfacción de haberlo logrado.
EliminarBesos.
Siempre interesante tu narrativa, ya sabes que te llevo cerca y recupero de vez en cuando tus historias pasadas que tan buena acogida tuvieron en Curiosón. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola, Froilán! Una alegría verte por aquí. Yo también recuerdo con cariño mi paso por Curiosón. Te agradeceré siempre el que confiaras en mí.
EliminarUn fuerte abrazo!
¡Hola María!
ResponderEliminarAparte del tema (escalofriante lo de la ludopatía), nunca de los nuncas puedo dejar pasar sin recrearme en tu escritura. De todo tipo, ¡con tantos matices) y que nada se te escapa. Vaya difícil reto (cuál es, por cierto?) ... pero has colocado las palabras estupendamente.
Y sobre el tema... sí , qué miedo.
Hoy justamente ví un programa relacionado con esto. Tremendo.
Un abrazo María! Fuerte, eh? 🌹🌹🌹
Hola, Maty, el reto es de Territorio de Escritores, de Facebook. A mí también me parece un tema terrible. Lo difícil que es salir y lo fácil de entrar. Al escribirlo pensé que él creía que solo estaba acompañándola, pero se ha vuelto tan ludópata como ella. Con la ludopatía no se juega, es un monstruo que te atrapa.
EliminarUn abrazo fuerte, de los que se sienten de verdad. 🌹🌹🌹
Hay que peligroso es engancharse al juego. Él pensando que era un amante y resultó ser la ruleta. Aún y así tiene mucho sentimiento. Me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Nuria, gracias por dejarme tus impresiones. Ella es ludópata y él, por acompañarla, termina siéndolo también.
EliminarUn abrazo!
Una adicción que une. Y si la balanza se inclina más a la ganancia que a la pérdida, mejor que mejor. Como en toda vida compartida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el enfoque visto por "el otro".
Saludos y enhorabuena.
Hola, Marcos, la verdad es que lo he escrito desde el punto de vista de él. Parece que prefiere estar con ella, aunque sea ludópata, a quedarse solo. ¿?
EliminarGracias por compartir tus impresiones.
Saludos!
Beautiful blog
ResponderEliminarThank you, Rajani.
EliminarBeautiful blog
ResponderEliminarLa conclusión podría ser: juntos ganan, sola pierde. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Fede, por comentar y dejar tu conclusión. Un abrazo.
EliminarUn relato corto, atrapante, y con un poco de misterio. El remate final es genial.
ResponderEliminarEl remate final entiendo que se hunden los dos en el pozo de la ludopatía, pero juntos. El misterio de la vida. Hay tantos "porqués" que no nos explicamos.
EliminarUn saludo, Oswaldo.
Increíble, con un final insospechado, todo el suspenso que va llevando poco a poco a ese mágico descubrimiento que los une en vez de separarlos, gracias por ello, abrazo
ResponderEliminarPrefieren vivir su experiencia juntos. Son los misterios de la vida que no podemos explicar.
EliminarAbrazo.
Me encanto! siempre he creído que entre mas grande la apuesta mas grande la magia que se puede conseguir
ResponderEliminarGracias, Miguel. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn reto complicado, María Pilar.
ResponderEliminarEncajar en un micro todas esas palabras, algunas con significados tan diverso es complejo y haces que todo fluya con naturalidad.
Un fuerte abrazo :-)
P. D. Me encanta el petricor.
Hola, Miguel, las palabras eran complicadas, como elegidas por una mente malévola; pero a mí esos retos me provocan y no puedo parar hasta que consigo un relato.
EliminarUn fuerte abrazo!