Ir al contenido principal

La fuerza del pensamiento


Reto: Escribir jugando de Lidia. 
1. Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta. 
2. En tu creación debe aparecer la imagen del dado:un demonio. 
Opcional: Que aparezca en la historia algo relacionado con el planeta Urano. 

¿Qué hacer en el cuchitril donde me tiene prisionero un demonio? Me acecha desde la puerta para ver si claudico. Mi naturaleza rebelde, influencia de Urano en mi carta natal, lo desespera. Con los ojos cerrados, fantaseo sentado en este camastro. Imagino que, harto de mi placidez, sufre un ataque de apepsia que lo lleva a derrumbarse echando llamaradas por la boca. Entonces saco el brazo entre las verjas y le arranco el colgante en forma de garra que abre la puerta. Todos los días repito esta fantasía para interiorizarla y hacerla más real. Es cuestión de tiempo verla materializada.
(100 palabras)

Comentarios

  1. Tiene que imaginar a diario algo alternativo, para que la realidad no acabe por adueñarse de su mente por completo.:O

    ResponderEliminar
  2. Vaya, qué forma tan original de escapar de esa prisión; a través de una visualización repetida. ¿No es cierto que dicen qye la meditación cambia aspectos de nosotros mismos? Pues estoy segura de que a tu protagonista le va a funcionar. Buen trabajo con tu micro. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Tr mando un abrazo grande, María Pilar 💜

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Lidia, dicen que la mente humana siempre atrae lo que piensa y que hay que aprender cómo hacer para que suceda en nuestras vidas. No soy muy entendida en esta materia. Escribiendo todo es posible.
      Un abrazo, Lidia.

      Eliminar
  3. Cuando asome el demonio que le diga: sigo bien gracias a Dios, puede que la expulse. Unos abrazos y felicitaciones por el relato

    ResponderEliminar
  4. Ojala se cumpla su deseo. Te mando un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con el control de la mente se consiguen muchas cosas. Otro beso de vuelta, Citu.

      Eliminar
  5. Buena aportación al reto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Hola María Pilar, no sé que es peor si estás encerrado o enfrentarse al demonio, jeje, ni una ni otra preferiría. Buen micro.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
  7. Me sentí un poco desesperada y deseé fuertemente que se materializara ese deseo. Y que suceda!
    María, siempre tú...

    Abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sucederá, Maty, ya lo creo. Es ficción y lo grande de la ficción es cuando puede producir emociones reales en los lectores aun sabiendo que es ficción.
      Abrazo!

      Eliminar
  8. La mente es poderosa y puede cambiar su realidad.Me encantó tu micro. Muy buen aporte para el reto de Lidia, saludos María Pilar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Ana, la verdad es que siempre me han impresionado los mentalistas, por lo que consiguen con su control.
      Saludo de vuelta.

      Eliminar
  9. Excelente relato que con un significado positivo que para poder luchar hay que soñar para poder continuar hacia adelante. Saludos!

    ResponderEliminar
  10. Los sueños, la imaginación, la fantasía, el futuro. Las grandes herramientas para soportar adversidades.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Sara. En los momentos más difíciles, la fuerza mental es lo que le sostiene a uno.
      Besos.

      Eliminar
  11. Cuando no se espere y de sorpresa puede aparecer la visualización que trabajamos día tras día, muy concreto y muy bueno. Gracias María Pilar, abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es el poder de la fuerza mental. Gracias a ti por dejarme tu comentario. Un abrazo.

      Eliminar
  12. Hola Macondo, el que la sigue la consigue... Espero que tu protagonista también. Me encantó. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Perdona Maria Pilar, me hice un lío con el nombre. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No importa, Nuria, pasamos por tantos blogs. Gracias por pasar por aquí. Un abrazo.

      Eliminar
  14. Parece un infierno particular. Escapar es muy difícil. Puede ser como una metáfora de una prueba de supervivencia. Un abrazo María Pilar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso pensé yo al escribirlo, Fede, una metáfora de algo duro que te estaba pasando en la vida.
      Un abrazo.

      Eliminar
  15. Me gustó mucho! Un abrazo!
    lady_p

    ResponderEliminar
  16. Tu relato me lleva al dilema de si se trata de escapar de la realidad o de los miedos de uno mismo. Una reflexión que me parece inquietante, como una ensoñación que solo deja entrever la realidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Marcos, todo el relato es un sueño metafórico de la vida. La lucha por lograr la libertad. Difícil cometido para contarlo en tan solo 100 palabras.

      Eliminar
  17. El que espera, desespera (el demonio), y el que la sigue, la consigue (el preso).
    Muy original aporte, y muy buena tambien la introduccion de Urano.
    Abrazoo

    ResponderEliminar
  18. Interesante, María Pilar.
    Has logrado sacar partido a unas condiciones limitadas de forma muy original.
    Un fuerte abrazo :-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Este blog permanece vivo gracias a tus visitas y comentarios. Te agradezco estos momentos especiales que me regalas.

Más vistas

Hagamos un trato

Te propongo un pacto. No removamos más el pasado, no le demos más vueltas ni nos echemos más en cara lo que ocurrió, ya no lo podemos cambiar, dejémoslo correr por el camino del olvido, no me gusta esta guerra soterrada ni este mirar de soslayo con la desconfianza como carga. Llevamos un tiempo con el rictus de la tristeza pegado y el alma rota sin querer dar el brazo a torcer. «Demasiado vehemente», me dices; «excesivamente racional», te contesto. Esto es un «toma y daca» y esta guerra no va a parar. Ya sé que soy impulsiva, alocada y me lanzo sin escuchar tus voces de contención, pero reconoce que eres tan racional, tan pausado y mides tanto las palabras que a tu lado últimamente no hago más que bostezar. Me gusta volar como el viento, necesito sentirme en libertad, no me atosigues. Cuando yo he tomado decisiones no nos ha ido tan mal. Y sobre todo no cargues sobre mi conciencia, sabes que soy muy sensible y el sentimiento de culpa me hace pasarlo fatal. Te pasas la vida planific

Amanecer deslumbrante

Salimos de casa con aspecto somnoliento. Al subir al remolque, ayudados por los dos hermanos mayores, percibimos el viento gélido de la madrugada. No era normal que nos llevaran con ellos; pero ese día, así padre lo había decidido. La calle en la que vivíamos aparecía oculta en la penumbra, se nos hacía extraña. Dejamos el pueblo solitario y silencioso envuelto en la neblina matinal. En el remolque nos encogimos como pudimos para evitar el frío que nos hacía castañetear los dientes y nos provocaba pequeñas chimeneas de vaho que se fundían con la niebla; esfuerzo inútil, pues el traqueteo descomponía nuestras figuras y nos lanzaba a la una contra la otra. No así los hermanos mayores que, apoyados en las cartolas, se dejaban acunar por el movimiento y se hacían los dormidos. El tractor reptaba ruidoso por la subida del Carramonte. Al llegar al alto del páramo por la zona de Valdesalce, amanecía. Nos apeamos de un salto. Impresionaba el mundo que se abría ante nosotros. Miré a mi a

Cuando uno dice blanco, el otro... blaugrana

Va a ser un día complicado, se dijo Aurora al despertar pensando en que se jugaba el Clásico. Su preocupación eran sus hijos Raúl y David. Cuando nacieron todo fue caos en su entorno y nadie, excepto ella, se fijó en los ojos tan abiertos con los que se observaban sin pestañear. Aunque le decían que los recién nacidos no ven, esa mirada gélida de un gris opaco fue el presagio que acabó con sus sueños de madre.  La crueldad sistemática entre los hermanos confirmó sus sospechas. Parecían dos gatos en continua pelea. Si uno necesitaba luz, el otro oscuridad; si uno quería dormir, el otro berreaba y si uno decía blanco el otro… blaugrana. Era un sinvivir que a ella le tenía agotaba. —Os vamos a machacar —decía Raúl con la camiseta blanca. —¡Qué dices, idiota! Hoy comeréis el barro bajo nuestras botas. —De idiota nada, mamón.  — ¡Pum! Arrojó un derechazo al ojo de su hermano. —Te arrancaré la nariz, imbécil. —Y el zurdazo lo dejó sangrando. —¡Ay!, me ha mordido. —¡Basta! —gritó Aur

El vaivén de la vida

En la vida de Clara había aparentemente de todo menos paz y sosiego. Era de esas personas que cuando te pasan, su estela tira de ti y te hace girar la cabeza deseando alargar tu mano entre la brisa que ondea los rizos de su melena. Esa noche Clara se separó de la fiesta, se quitó los zapatos de tacón de vértigo, la máscara de top-model y se abandonó en el columpio de sus pensamientos. Cualquier observador habría olido la tristeza que embargaba tanta belleza. Sabía que Rubén no se creía que ella se dormía en cuanto se acostaba, pero callaba. Rubén sabía que esa tarde ella había llorado, pero dijo: ̶ Cariño, ¿estás ya preparada? La rutina había llegado a sus vidas como un intruso para definitivamente quedarse. Su ambición profesional, el estatus social y ese ajetreo diario de fiestas y relaciones sociales para alzar una muralla sobre la que asentar su seguridad, había resultado una telaraña en la que se habían perdido y ahora… ahora todo ello solo servía para acallar el incómodo

La musa de la escritura

Hoy hace un año que te fuiste… Digo a gritos que no te necesito, que ojalá no vuelvas. Miente mi orgullo para cubrir el dolor de mi impotencia. Ya sabes que mi cabeza es un cóctel de ideas encontradas, letras sueltas y sensaciones indefinidas. Qué diferencia con las composiciones escritas a golpe de vértigo, las notas de recuerdos con ilusión vividos, la actividad nerviosa, el febril pensamiento desbocado, todo un mundo que se diluía en la página en blanco. Mi imaginación no se resigna a esta inactividad actual y sigue alimentándome: me trae el choque de olas acunando a otros muchos en sus aguas, el espectáculo de un gnomo sibilino junto a una princesa destronada, un bello alfiler ensangrentado en el escenario de una explosión en Yakarta, hasta me tienta con el aroma de la riquísima sopa de la abuela. Miro tu hermética bola de cristal donde encierras la energía en un tiempo y un espacio diferente al que reclama el reloj para sí mismo. Te miro y tu fulgor me deslumbra y pienso