Dicen que un gesto vale más que mil palabras, y yo digo: una mirada, ¿cuánto vale una mirada? Una brizna, un segundo, una eternidad. A veces nuestras miradas se debaten en un diálogo misterioso y profundo que solo los que se quieren o se odian saben interpretar.
Cuando tienes un nudo en la garganta, un quiebro que empaña tus gafas, un caballo desbocado por corazón, y de repente, ¡ahí está frente a tus ojos! Queda, callada, sincera y cómplice; se produce un encuentro mágico.
Es un gran misterio, pero después de una mirada así, nada en el mundo sigue siendo igual; porque es única, diferente, te transmite energía, te da fuerza, te ayuda a ponerte las pilas, a sentirte alegre, acompañada y feliz.
La razón es que no es algo que se da solamente con los ojos, sino que se pone corazón y de esa misma manera se recibe.
¡Lo que engrandece a una persona que es capaz de regalarte una mirada así!
¡Lo que engrandece a una persona que es capaz de regalarte una mirada así!
© María Pilar
Dímelo a mi que como bien dices los ojos son el espejo del alma., pero hay que saber leer en ellos y no todo el mundo tiene esa sensibilidad. Ella habla sin palabras.
ResponderEliminarBss y buen finde
A veces los ojos dicen lo que las palabras niegan.
ResponderEliminarKaty, espero que te encuentres bien de salud y feliz fin de semana.